http://www.lamarea.com/2017/07/01/de-las-prisiones-para-homosexuales-a-las-prisiones-para-mujeres/
La dictadura franquista habilitó dos cárceles específicas para presos homosexuales. Una en Badajoz para “pasivos”, y otra en Huelva para “activos”.

Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo (MEIAC). Foto: TURISMO DE BADAJOZ
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La Modelo de Barcelona, la de Valencia y Carabanchel en Madrid habilitaron módulos para presos homosexuales, represaliados en aplicación de las leyes de Vagos y Maleantes y Peligrosidad Social. Pero no fue suficiente. La dictadura franquista habilitó dos cárceles específicas para estas personas. Una en Badajoz para “pasivos”, y otra en Huelva para “activos”. El primero acoge hoy el Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo (MEIAC). Y el segundo, protegido como Lugar de Memoria por la Junta de Andalucía, está lleno de basura.
Las condiciones de vida en las cárceles durante el franquismo fueron terribles. El historiador José María García Márquez describe la penuria en la Prisión Provincial de Sevilla, donde murieron 494 presos entre 1936 y 1954. La mayoría de las muertes, 428, se produjo en un solo año como consecuencia del hambre. Otro colectivo represaliado específicamente por el régimen franquista fueron las mujeres.
Durante la Segunda República, la entonces directora de Prisiones, Victoria Kent, cerró la vieja prisión de Málaga por su insalubridad. Sin embargo, y a pesar de esas nefastas condiciones, fue reabierta por los falangistas para encarcelar a las mujeres de los rojos, con quienes experimentó Vallejo-Nájera. “Kent propició el inicio de prisiones de construcción nueva, donde hubiese una reinserción real. Y la prensa local de la época recoge fotografías de ella visitando las obras de la nueva prisión provincial, para unas 500 o 600 personas.
Al entrar las tropas franquistas en la ciudad, esta cárcel se quedó pequeña, se hacinó hasta límites insoportables. Y a las mujeres se las trasladó a la vieja, que se inundaba, que tenía humedades… A ellas se dedicó el sitio más inhóspito”, explica la profesora de la Universidad de Málaga Encarnación Barranquero, investigadora y autora de diversas obras sobre la represión hacia las mujeres. Aquella cárcel es hoy la sede del cuartel de la Policía Municipal de Málaga.
El labrador escuchó una descarga de fusilería, después tiros de gracia. Retuvo el número de detonaciones. El incidente volvió a repetirse la noche siguiente, la liturgia de muerte se convirtió en pauta y norma. El rastro contable de los estampidos del interminable rosario de muertes fue anotado cada día. Supo el labrador que los falangistas locales, los franquistas y la guardia civil hacían razzias por la provincia de Teruel, arrestando a alcaldes, maestros, farmacéuticos, presidentes de agrupaciones de partido, dirigentes de círculos obreros, sindicalistas..,de Teruel capital, Santa Eulalia, Gea de Albarracín, Villarquemado, Concud, Caudé, Dos Torres, Las Cuevas y de muchos más lugares, y que los arrestados desaparecían para no volver. No se conoce la identidad de la mayoría de los mil muertos arrojados al pozo de Caudé. Son centenas las familias de pueblos de la zona que no saben dónde se hallan los restos del familiar que un día de 1936-37 se llevaron para no volver jamás.


