dissabte, 10 de febrer del 2024

Norman Bethune, el médico que documentó para la Historia la masacre de La Desbandá

 https://www.eldiario.es/andalucia/malaga/norman-bethune-documento-historia-desbanda-memoria_1_1142109.html

Bethune, junto a su ambulancia

La Desbandá, el criminal episodio de la Guerra Civil en el que entre cinco y diez mil malagueños que huían a Almería fueron asesinados por las tropas golpistas, cumple estos días 83 años. Durante mucho tiempo, de la Desbandá en Málaga “se hablaba bajito”, en palabras de la historiadora de la Universidad de Málaga Encarnación Barranquero, una de las primeras en estudiar la matanza. Hoy, el episodio se recuerda con marchas a pie y actividades escolares.

Es seguro que sin las fotos que tomaron desde su destartalada ambulancia el médico Norman Bethune (Gravenhurts, Ontario, Canadá, 1890 - Tang, China, 1939) y su ayudante, Hazen Sise, el crimen no hubiese alcanzado la categoría simbólica que tiene ahora.

Igual que la matanza de la carretera Málaga-Almería, Bethune fue durante mucho tiempo un gran desconocido. Cuenta Jesús Majada, su biógrafo español, que tropezó con su nombre por primera vez en un artículo publicado por El País en 1996. Se titulaba El médico de los brigadistas y daba cuenta de la creación de un comité de homenaje a Bethune.

El artículo se abría con una frase atribuida al doctor cuando decidió abandonar su cómoda plaza de cirujano para meterse de lleno en una Guerra Civil ajena: “Hoy es en España donde se lucha para decidir si la democracia muere o vive”. El artículo informaba también de la intención de reeditar un librito del galeno titulado El crimen de la carretera Málaga-Almería. Para Majada, un profesor de Literatura interesado en los libros de viajes de extranjeros por Málaga, aquello sonaba bien.

Así que buscó el libro y lo halló en la Biblioteca de Catalunya. “Encontré un folletito en el que venían 26 fotografías que me dejaron pasmado, porque eran iguales a las que aquellos días se veían en televisión de la Guerra de Yugoslavia”, relata.

Bethune en España: de Madrid a la carretera de Almería

Las fotografías mostraban el horror de la guerra en toda su crudeza. Madres desamparadas con bebés en su regazo, regueros de civiles caminando, niños que huían. Además, despertaron el interés de Majada en el personaje: un reputado cirujano que abandona su país para combatir el fascismo a miles de kilómetros. Por si fuera poco, Bethune resultaba ser un héroe en China, donde falleció en 1939. ¿Quién era ese doctor?

Bethune había llegado a España el 3 de noviembre de 1936. Independiente y con un punto egocéntrico, pero también muy resolutivo y con un gran sentido de la justicia y el compromiso, pronto dejó huella. Creó el Servicio Canadiense de Transfusión de Sangre y aplicó por su cuenta y riesgo un innovador sistema móvil de transfusiones. Primero en los frentes de Madrid; después en el este.

A primeros de febrero de 1937, cuando se entera de que los regulares de Queipo de Llano pretenden tomar Málaga, acude en auxilio de los civiles con su ambulancia llena de sangre y aparatos, junto a Hazen Sise y Thomas Worsley. Para cuando alcanzan Almería, Málaga ya ha caído. Pese a todo, llega a Casteldeferro (Granada), y durante tres días y tres noches transporta decenas de heridos hasta Almería. Fue su ayudante, Sise, quien tomó las fotos que registraron la matanza, y que algunos sitúan entre las inspiraciones del Guernica. Jamás pisó Málaga.

Bethune regresa entonces a Madrid, donde edita en inglés, francés y español el librito con las fotografías de su terrible experiencia en la carretera, y vuela a Canadá en mayo de 1937 para recaudar fondos para la República. En esa gira muestra los horrores del fascismo con su libro y un documental, Corazón de España. “España es una herida en mi corazón. Una herida que nunca cicatrizará. El dolor permanecerá conmigo, recordándome siempre las cosas que he visto...”, les dice a sus compatriotas.

Cuando va a volver a España, el Partido Comunista pone pegas a sus métodos. Resolutivo por naturaleza, no lo duda: su nuevo destino está en China.

El panegírico de Mao

Allí recibe un encargo directo de Mao Zedong, por entonces jefe militar del Ejército Rojo: organizar la sanidad en el frente en plena guerra contra el Japón imperial. Bethune se remanga: forma al personal sanitario, levanta hospitales y opera con sus propias manos. Es así como, tras un corte fortuito, contrae la infección que le mata.

Cuando murió, Mao Zedong escribió un artículo glosando su espíritu “internacionalista”. “¿Qué espíritu impulsa a un extranjero a entregarse sin ningún móvil personal a la causa de la liberación del pueblo chino como a la suya propia?”, se preguntaba Mao. El texto fue incluido luego en el Libro Rojo y millones de chinos lo han estudiado de memoria.

Bethune es uno de los ciudadanos extranjeros más populares en China, donde cientos de bustos honran su memoria. Bethune, la forja de un héroe es una película protagonizada por Donald Sutherland y Helen Mirren que relata la peripecia china del doctor, que se puede ver en Youtube.

Apenas dedica un minuto a su paso por España, aunque también recoge un encendido discurso pronunciado en Canadá a su regreso de la Guerra Civil: “El fascismo es un germen. Un virus que transmite la enfermedad del fascismo, que ha destruido la salud democrática de España, que infectó el cerebro del Japón imperial, el Tercer Reich de Alemania, la Italia del señor Mussolini (…) No creo que sean ustedes inmunes a esa enfermedad, ni que sea problema de otros al otro lado del mar”.

En España, el nombre de Bethune permaneció en el casi absoluto anonimato hasta setenta años después.

La recuperación de la memoria de Bethune

En 2004, una exposición le sacó del pequeño círculo que conocía su figura. La produjo el Centro Andaluz de Fotografía y la organizó Jesús Majada a partir de las fotos del libro que encontró en Catalunya y otras que halló en archivos canadienses. Majada pasó dos años presentándola en muchos despachos. Fue un éxito instantáneo en Málaga, y luego se pudo ver en treinta ciudades españolas, en Ciudad de México, Montreal y China.

“Pensé que Málaga estaba en deuda con él. El hospital llevaba el nombre de un aviador que bombardeó la ciudad [Carlos de Haya], y a este hombre, que salvó tantos niños y mujeres en la carretera, nadie lo conocía”, dice Majada, también autor de Carretera Málaga-Almería y coautor de Bethune en España junto a Roderick Stewart, el biógrafo canadiense del doctor.

Se cree que al menos 150.000 malagueños huyeron por la carretera mientras eran bombardeados y ametrallados. Otros autores, como Andrés Fernández y Maribel Breneselevan la cifra posible hasta los 300.000. André Malraux lo dejó escrito en La Esperanza: “El mundo entero fluía, en ese momento, en un único sentido”.



Los cuarenta años de dictadura cubrieron este episodio de un manto de olvido. Por eso, en los años 90 la matanza apenas se conocía fuera de algunos círculos académicos y de lo que se contaba en ambientes familiares. La recuperación de las fotografías de Bethune ayudó a sacar a la luz esa historia silenciada. Aunque sigue habiendo incógnitas, hoy es un hecho histórico conocido y documentado.

Ahora un tramo de la carretera a la altura del Peñón del Cuervo recibe el nombre de Paseo de los Canadienses. Sin las fotos, Bethune seguiría siendo solo un extraño apellido y es posible que de La Desbandá se siguiese hablando bajito. “Creo que sin las fotos esto no se hubiera recuperado nunca o hubiese quedado en la Universidad. Porque si no hay imágenes, no hay historia”, concluye Majada.

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Norman Bethune, el ángel de La Desbandá Málaga Almería

Presentan un estudio sobre las mujeres víctimas de la represión franquista en Gipuzkoa

https://www.noticiasdegipuzkoa.eus/gipuzkoa/2024/02/10/presentan-estudio-mujeres-victimas-represion-franquista-gipuzkoa-7855062.html

El trabajo, liderado por la historiadora Ione Zuloaga, recoge diferentes realidades en torno a la represión franquista sufrida entre 1936 y 1945

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📸 Recuerdan las vivencias de las mujeres víctimas de la represión franquista en Gipuzkoa PEDRO MARTÍNEZ

Aranzadi y la Diputación Foral de Gipuzkoa han presentado este sábado el informe La represión franquista ejercida sobre las mujeres entre 1936 y 1945. El caso de Gipuzkoa, realizado por la historiadora Ione Zuloaga de la Sociedad de Ciencias, con las aportaciones de otras tres mujeres: Queralt Solé (Universidad de Barcelona), Enara Garro (Universidad del País Vasco) y Lourdes Herrasti (Sociedad de Ciencias Aranzadi). Ambas entidades han recogido en una amplia publicación las vivencias de estas mujeres guipuzcoanas desde la segunda república hasta mediados del siglo XX, "poniendo en el centro la imagen, los roles y las vivencias de las mujeres y con el objetivo de reconocer a todas ellas".

La diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza, ha destacado “la profundidad y el alma” del trabajo. “Esta publicación analiza y revela la violencia silenciada e invisibilizada durante décadas. Es un paso importante, imprescindible, en el camino hacia la verdad, la justicia y la reparación de las víctimas del franquismo. No sólo porque recoge el testimonio de quienes sufrieron aquellas vulneraciones, sino porque reivindica la memoria de todas las mujeres que sufrieron la represión franquista en Gipuzkoa y en nuestro pueblo; y porque así avanzamos en la construcción de un territorio más justo e igualitario”.

La diputada general ha recordado que, a la hora de cortarles el pelo, quisieron "cortar las alas a las ideas, la democracia, la libertad y la igualdad de aquellas mujeres”. “El objetivo de aquel modelo de sociedad era dominar a las mujeres para que no aportaran a la sociedad, para que no desarrollaran su libertad y sus derechos, para que nuestro pueblo siguiera oprimido”, ha reflexionado. Pero, en palabras de la diputada, después de décadas de “oscuridad”, hoy podemos afirmar “firmemente” que, gracias al ejemplo de todas aquellas mujeres y niñas, a la “dignidad” que demostraron en todo momento, aunque todavía tenemos mucho que hacer, hoy en día estamos avanzando y avanzaremos en la “igualdad de mujeres y hombres”. “Debemos mucho a aquellas mujeres que sufrieron la violencia del franquismo y del odio”, ha resumido.

La Diputación de Gipuzkoa, en colaboración con las asociaciones memorialistas del territorio, lleva años reivindicando y trabajando por la verdad, justicia y reparación de las víctimas del franquismo. En ese camino da un paso más este estudio, gracias al cual estas mujeres serán reconocidas y recordadas como parte de nuestra historia, ha destacado la diputada general. Además, esta publicación supone, en opinión de Mendoza, “una base sólida para dar nuevos pasos en ese camino”. Al acto han asistido 70 personas, entre ellas representantes de instituciones públicas, asociaciones memorialistas, hijos e hijas de hombres y mujeres víctimas de la represión franquista, así como niños y niñas de la guerra.

1.000 mujeres fueron expulsadas de sus pueblos

El estudio destaca que, en general, las mujeres que sufrieron represión entre 1936-1945 fueron, entre otras, las que ejercieron la militancia política durante la Segunda República y ocuparon el espacio público. En los territorios de Hego Euskal Herria se han contabilizado unas 190 milicias, la mayoría de ellas lucharon con las Milicias Vascas Antifascistas. De ellas, 45 de origen guipuzcoano lucharon en el frente, 22 empuñando las armas, 5 ejerciendo de enfermeras, 9 en trabajos de cocina y 9 en servicios asistenciales.

El estudio concluye que las mujeres, en general, sufrieron la represión franquista por su militancia política, así lo demuestran los datos recogidos. La Comisión de Incautación de Bienes de Gipuzkoa expropió a 30 mujeres; el Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas de Navarra condenó a 111 mujeres; y cuando los franquistas llegaron al poder, la Diputación de Gipuzkoa expulsó a 215 mujeres, destituyeron a 57 mujeres de los servicios telefónicos, 5 del ferrocarril del Urola, 7 trabajadoras de limpieza, 4 profesoras, 2 camineros y una en la casa cuna de Fraisoro, sin especificar la profesión en el caso de otras 4 mujeres.

Las mujeres, niños, niñas y personas mayores expulsadas de sus pueblos por los franquistas fueron unas 1.000, la mayoría mujeres. Por otro lado, se han investigado 3.545 expedientes de mujeres presas en prisiones desde 1936, más del 95% encarceladas por motivos de guerra, 9 en Azpeitia, 121 en Tolosa, 2.151 en Saturraran y 1.264 en Ondarreta. En cuanto a las mujeres fusiladas, hasta la fecha se han identificado más de 50, la mayoría fueron fusiladas sin juicio militar.

Víctimas invisibles, violencia de género, cuerpo y represión

La investigación realizada por la historiadora Ione Zuloaga se divide en cuatro apartados. Parte de la Segunda República, destacando las reivindicaciones de las mujeres y explicando el cambio en torno a su imagen. Para ello, se hace un repaso de la creación de la Emakume Abertzale Batza y de las primeras alcaldesas, entendidas como conquistas del espacio público. El segundo capítulo resume el papel de las mujeres en el frente, los destierros y el trabajo como enfermeras y madrinas en el contexto del golpe de Estado y el inicio de la guerra.

A continuación, se recogen algunos tipos de represiones contra las mujeres, como la represión económica, los despidos laborales, los cortes de pelo, el trabajo de las telefonistas, la situación de las mujeres encarceladas, los fusilamientos y la negación del luto a las viudas. Y en el último apartado se recoge el caso de tres mujeres deportadas a campos de concentración nazis durante la Segunda Guerra Mundial: Maria Juana Gesalaga, Maria Josefa Sanzberro y Simonne Paquita Lebouch.

Este estudio de Ione Zuloaga ha sido complementado por tres investigadoras. Queralt Solé, de la Universidad de Barcelona, ha analizado desde una perspectiva histórica el papel y la situación de las mujeres en las guerras como víctimas invisibilizadas. Por su parte, Enara Garro, investigadora de la Universidad del País Vasco, ha analizado la violencia de género en aquel contexto y cómo se combatió desde una perspectiva internacional y europea. Y, por último, Lourdes Herrasti, de la sección de Antropología de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, analiza el impacto de la represión en los cuerpos de las mujeres, en el marco de la represión social y política generalizada durante la guerra y la posguerra, con ataques a la imagen y posesión de cuerpos, violaciones y muertes que buscaban la humillación y la vejación.

CARTA, DESDE COLLIOURE, A JOSÉ BERGAMÍN PIDIÉNDOLE AYUDA.

 

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9 de febrero de 1939.
ANTONIO MACHADO.



CARTA, DESDE COLLIOURE, A JOSÉ BERGAMÍN PIDIÉNDOLE AYUDA.
"(...) Yo he visto subir al poeta (se refiere a Antonio Machado), un claro mediodía, a un tingladillo levantado en medio de la plaza más grande de Valencia. Le rodeaba una inmensa muchedumbre. Parecía que subía al cadalso. Mas no ahogaba su voz; por el contrario, habló, desde allá, arriba con tal fuerza que aquel dejo tímido y altivo de su palabra la iba desnudando o, mejor digo, vistiéndola de sangre, por un pensamiento que expresaba los sentimientos en conmoción de todos los pueblos de España.
Cantaba el poeta la muerte de Federico García Lorca. Y quienes escuchábamos aquella voz, tímida y altiva voz que tantas veces escuchamos al cobijo de su intimidad solitaria, la veíamos, por primera vez, dibujando en los aires su contorno con precisión exacta, con veracidad justa. No hablaba el poeta para nosotros, hablaba por nosotros. Hablaba desentrañando sangrientamente de su propia voz enfurecida algo mucho más hondo que su vida personal invisible, la vida visible, por su palabra, de un pueblo entero." (José Bergamín. "Obras Completas" de Antonio Machado. Editorial Séneca. México, 1940).
Palabras escritas por José Bergamín para el Prólogo de las "Obras Completas" de Antonio Machado, publicadas en 1940 en México; y que querían significar un homenaje póstumo a su memoria.
El 28 de enero de 1939 llegaba a la estación de la localidad gala de Collioure, un pequeño pueblo de pescadores, Antonio Machado, acompañado por su madre Ana Ruiz, su hermano José y la compañera de este último Matea Monedero; para ser instalados, gracias a la mediación del periodista Corpus Barga -quien nunca cejaría de ayudar y apoyar a Antonio Machado- en la pensión "Boygnol-Quintana!, donde la señora Quintana le alojaría en la mejor de sus habitaciones, la número 5, junto a su madre; prometiendo Antonio Machado, pues no disponía de dinero, que le pagaría su alojamiento con un poema. Junto a ellos , en una habitación más pequeña, se serían instalados su hermano y la esposa de éste.
El miedo, la pobreza, las interminables esperas en la frontera, el frío, el fracaso, el cariz de los últimos acontecimientos en España ante el avance de las fuerzas fascistas sublevadas contra la República, el sinsabor de saber a su hermano Manuel valedor de la España que le había empujado al exilio, la siempre e irremediable pérdida de Guiomar cuyo recuerdo le había acompañado tanto en el exilio interior como exterior, hasta las mismas puertas de la muerte... Componiendo todo ello una serie de desdichas que le habían precipitado al más absoluto de los debilitamientos.
Tras llegar a Collioure, Antonio Machado no escribiría casi poemas; pero sí algunas cartas. Una de ellas fechada el 9 de febrero de 1939 y dirigida a su amigo el escritor e intelectual José Bergamín; en la que le manifestaba tanto el pánico y la angustia vivida en su "éxodo lamentable" hacia el exilio como la preocupación que se cernía sobre su persona y su familia ante el duro e incierto futuro que se les presentaba sin dinero y sin trabajo con el que sostenerse. Además de indicarle la invitación que había tenido desde la URSS, "donde encontraría amplia y favorable y acogida". Indicándole, también, que aunque podía "acabar el mes corriente" de una manera digna, el tiempo siguiente estaba lleno de dudas e interrogantes, por lo que le solicitaba ayuda y comprensión, a la vez que le agradecía la ayuda recibida por parte de la Asociación de Escritores.
ANTONIO MACHADO.
CARTA A JOSÉ BERGAMÍN.
"Collioure - Hotel Bougnol-Quintana.
-9 de febrero de 1939- (Pyr. Or).
Sr. D. José Bergamín.
Muy querido y admirado amigo:
Después de un éxodo lamentable, pasé la frontera con mi madre, mi hermano José y su esposa, en condiciones empeorables (ni un solo céntimo francés) y hoy me encuentro en Collioure, Hotel Bougnol Quintana y gracias a un pequeño auxilio oficial con recurso suficientes para acabar el mes corriente. Mi problema más inmediato es el de poder resistir en Francia hasta encontrar recursos para vivir en ella de mi trabajo literario o trasladarme a la U. R. S. S. donde encontraría amplia y favorable acogida.
Con toda el alma agradezco los generosos ofrecimientos de esa Asociación de Escritores, muy especialmente los de Mr. Jean Richard Bolck y el Prof. Cohen, pero me temo no solamente quedarme muy aislado como Vd. indica, sino además no disponer de medios pecuniarios para mantenerme con mi familia en esas casas y para trasladarme a ellas. Así, pues, el problema queda reducido a la necesidad de un apoyo pecuniario a partir del mes que viene, bien para continuar aquí en las condiciones actuales, bien para trasladarme a alguna localidad no lejana donde poder vivir en un pisito amueblado en las condiciones más modestas.
Vea Vd. cuál es mi situación de hecho y cuál puede ser el apoyo necesario.
Con toda el alma le agradezco sus cariñosas palabras: nada tiene Vd. que agradecerme por las mías; son expresión muy sincera, aunque todavía insuficiente de mi admiración por su obra.
Si en estos días cambiásemos de residencia ya se lo haría saber telegráficamente.
Mientras tanto mi residencia es siempre la misma.
Le envía un fuerte abrazo su siempre suyo.
Antonio MACHADO.
P. D. Muy afectuosos saludos de mi familia. De Carlos Riba no tengo noticia alguna de que esté en este pueblo."
Tristemente, José Bergamín no podría ayudarle pues Antonio Machado fallecería el 22 de febrero de 1939 -trece días después de esta carta- a causa de una enfermedad pulmonar crónica.
Una "MUERTE DESTERRADA, en la que se verían también envueltos miles y miles de republicanos españoles a manera de tragedia colectiva...
"(...) Y cuando llegue el día del último viaje
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar."
(Antonio Machado. "Retrato", 1906).