Palma | 08·09·21 | 00:00
Blog d'en Jordi Grau i Gatell d'informació sobre les atrocitats del Franquisme..... "Las voces y las imágenes del pasado se unen con las del presente para impedir el olvido. Pero estas voces e imágenes también sirven para recordar la cobardía de los que nada hicieron cuando se cometieron crímenes atroces, los que permitieron la impunidad de los culpables y los que, ahora, continúan indiferentes ante el desamparo de las víctimas" (Baltasar Garzón).
dissabte, 11 de setembre del 2021
divendres, 10 de setembre del 2021
El Gobierno balear recoge cartas de familiares a víctimas del franquismo.
“Querido abuelo: pude rescatarte. Ahora descansas con tu esposa”
El Gobierno balear recoge cartas de familiares a víctimas del franquismo. Las misivas muestran cómo el cariño y el dolor traspasan generaciones
Algunos llegaron a convivir con ellos y conservan como un tesoro los escasos momentos que compartieron. Otros nacieron mucho después y lo único que conocen de los ausentes es el efecto que provocó en sus hogares su violenta desaparición. Todos, hijos, nietos y bisnietos, comparten el deseo de recordarlos para que su sacrificio no caiga en el olvido, y con ese propósito 48 familias han participado en Memorial de la Palabra, la iniciativa del Gobierno balear que recoge cartas dirigidas a víctimas del franquismo. Muchos aprovechan esas misivas para contarles qué pasó después de su desaparición y para prometerles que los seguirán buscando hasta dar con la fosa o cuneta a las que fueron arrojados.
Marc Herrera, director general de memoria democrática de Baleares, explica que el objetivo es “romper el silencio que se impuso a las familias durante tantos años” y hacer “pedagogía”: “No hay nada que provoque más empatía que el relato de los hechos de aquellas personas que los han sufrido”. Asegura que lo más impactante ha sido “ver reflejada en cada carta la prolongación de la injusticia y el inmenso amor y constancia” de los familiares tanto tiempo después. Estos son algunos extractos de esas emocionantes misivas.
“Quiero encontrarte”
María Jesús Balaguer Rodríguez escribe a su tío Antonio González Rodríguez, fotógrafo y miembro de la CNT. Cuando lo mataron tenía 29 años. Sus hijos, cuatro y cinco. “Pienso muchas veces en ti. Nadie te olvidó nunca. Sobre todo por ese gran retrato familiar que presidía el despacho de mi yaya, tu hermana. No quiero que estés en la fosa donde te tiraron tus asesinos, quiero encontrarte y poderte decir: ‘Vámonos, tío Antonio. Han sido muchos años, pero ya estas con tu familia’. Te quiere, Susi”.
“Sí, mi padre existió”
Antònia Paris Llompart dedica su carta a presentar a su padre, Andreu Paris Martorell, zapatero. Cuenta que en julio de 1936 ella tenía 11 años, tres hermanos y una en camino. “La idea que tenía sobre una guerra era dos bandos contrarios que luchaban, con barricadas y armas, con disparos continuos, pero aquí no fue así. Al menos en Inca solo había un bando armado reprimiendo un pueblo”. Un día reclamaron a su padre. Lo acompañaron dos de sus hermanos y su cuñado. Solo dos de ellos volvieron. “Un día de invierno llegué a la cárcel y el de la puerta me dijo: ‘Ya no hace falta que vengas más. Hoy han soltado a tu padre’. Tenía tantas ganas de que lo soltaran que me lo creí. Fuimos a muchos lugares, preguntando. Nos repetían que se había ido, que quizás nos había abandonado. Mi madre repetía: ‘¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Qué habéis hecho? ¿Por qué a él?’. Nadie contestaba. Todavía hoy nadie nos ha contestado. Hacían como si mi padre no hubiera existido nunca. Pero sí existió”.
“Tu corazón se detiene un segundo”
Francisca Alomar recuerda a sus padres. “Formábamos una familia muy feliz, pero todo eso cambió un mal día cuando yo tenía 8 años y mi hermana 11. La Guardia Civil, relata, se llevó primero a su padre y luego a su madre, “embarazada de siete meses”. Su abuelo pidió ayuda “a quien entonces mandaba, a quien llamaban el capitán Jaume”, pero le contestó que “estaban muertos”. “Gracias a la ayuda de la asociación Memoria de Mallorca y de la Dirección General de Memoria Democrática, a mis 93 años y después de 85 de espera, me llamaron un día para decirme que habían encontrado los huesos de mi padre. Qué alegría. El corazón se detiene un segundo, para luego volver a latir”. Ahora sigue buscando los restos de su madre “para descansar todos juntos”. " Tu hija— se despide— y tus nietos no dejaremos de luchar por ello”.
“Murieron sin saber”
Margarita Serantes Hernández recuerda a su abuelo, Melchor Hernández, pescador, el marido de Ana, el padre de Paquita. “El cura le preguntó por qué no iba a misa. Melchor contestó que tenía que arreglar las redes. Unas horas más tarde fueron a detenerlo”. Ana fue a llevarle ropa hasta que ya no le dejaron. Se puso a trabajar “en casa de unos señores muy ricos y bondadosos, que tenían un hijo, Martín. Años después la reconocieron como viuda y acabó casándose con él. Mi madre, Paquita, por desgracia no recordaba a Melchor. Sí hemos tenido la oportunidad de conocer a Martín, que fue un gran padre y abuelo. En 2016 supe que Melchor fue fusilado y enterrado en una fosa en el cementerio de Porreras. Lo malo es que no podemos recuperar sus restos ya que el ADN de padre a hija y a nieta se pierde. Lo peor es que su esposa y su hija murieron sin saber qué pasó con él”.
“No entendía por qué la abuela era tan desconfiada”
Francisca Gelabert escribe a sus padrinos. En su carta explica que aunque a su abuela Francisca no la mataron, la considera “tan víctima” de la guerra como a su abuelo Gabriel, fusilado a los 28. “Ella vivió 83 años, solo tuvo un hijo, mi padre, y vivió con nosotros”. “Era muy desconfiada. No entendía por qué hasta que murió y descubrí muchas cosas que no sabía”. Su tía abuela, Tonina, le contó entonces “cómo pasó todo”. Su abuelo, acusado de “alojar a los rojos”, fue capturado y subido a un camión con un grupo de hombres maniatados. Nadie le volvió a ver. Su abuela, que tenía entonces 25 años y un hijo de tres, enfermó. “En aquel tiempo no había psicólogos y pensaban que la manera de superar estas cosas era olvidarlas, no hablar de ello, y eso hicieron durante muchos años. Cuando supe todo esto, ella ya no vivía y me quedó un mal cuerpo que todavía tengo. Si hubiera sabido antes lo que pasó, creo que la habría podido ayudar a vivir un poco mejor. Lo único que creo que puedo hacer ahora es dar a conocer esta historia y recordarlos como lo que fueron, muy buenas personas que no se merecían haber sufrido tanto”.
“El tiempo de silencio ha acabado”
Maite Blázquez Losa escribe a su abuelo Joan Losa el día de su santo. “Fue una fiesta que la abuela, tu esposa Teresa, como la llamabas en las cartas desde la prisión, nunca volvió a celebrar después de tu desaparición en enero de 1937”. “Gracias a la fuerza y la lucha de la Asociación de Memoria de Mallorca, yo pude rescatarte de la fosa de Porreres en noviembre de 2016. Por eso ahora tus restos descansan junto a tu esposa. Ten por seguro que los tiempos del silencio han acabado. Ahora sí, padrino Juan, puedo decir: que la tierra te sea leve”.
ARCHIVADO EN:
MÁS INFORMACIÓN
dijous, 9 de setembre del 2021
Trabajos arqueológicos en Cabeza la Vaca: Hallan posibles enterramientos colectivos
REGIÓN08 de septiembre de 2021
El pasado 3 de septiembre de 2021 se han dado por finalizadas las actuaciones que la ARMHEX ha ejecutado con base al PROYECTO “LOCALIZACIÓN DE ENTERRAMIENTOS CLANDESTINOS DE LA GUERRA CIVIL EN EL CEMENTERIO DE CABEZA LA VACA. Fruto de ese trabajo se han localizado los citados restos óseos.
Precisamente hace escasas fechas, se han cumplido exactamente 85 años del asesinato de las tres primeras víctimas de la represión franquista en Cabeza la Vaca: Manuela Baliñas Giles, Encarnación Moya Colorado y Margarita Pizarro Jiménez, (26 agosto de 1936), todas ellas mujeres.
Durante la ejecución del proyecto denominado "Localización de enterramientos clandestinos de la Guerra Civil en el cementerio de Cabeza La Vaca, del que se ha encargado la ARMHEX, se ha procedido realización de varios sondeos arqueológicos, por medios mecánicos y manuales, a continuación de la zona donde fue localizada una fosa común en una actuación previa en el año 2011. El equipo arqueológico y antropológico ha sido dirigido por la arqueóloga Silvia Herrero Calleja.
Este proyecto ha sido posible gracias a la implicación del Ayuntamiento de Cabeza la Vaca que obtuvo una ayuda económica dentro de las destinadas a las entidades locales para la realización de actuaciones relacionadas con la memoria democrática convocadas por la Federación de Municipios y Provincias (FEMP), mediante Circular 65/2020, de 6 de noviembre de 2020, dentro del “Plan de recuperación de Memoria Democrática” que, a propuesta de la FEMP, ha sido aprobado por la Dirección General de Memoria Democrática del Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática el pasado 15 de febrero, con base en el Real Decreto 887/2020, de 6 de octubre.
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura (ARMHEX), es una entidad memorialista extremeña especializada en la apertura de fosas y atención a las víctimas de la dictadura franquista, constituida en el año 2002. Esta asociación cuenta con una dilatada experiencia en la apertura de fosas desde el año 2003 y cuenta con un equipo de investigadores, arqueólogos, antropólogos, historiadores, juristas y colaboradores para el desarrollo de actividades de este tipo.
Como es conocido, Cabeza la Vaca fue ocupada por las tropas sublevadas contra el legítimo gobierno de la II República el 26 de agosto de 1936 por fuerzas rebeldes al mando del capitán de la Guardia Civil, Ernesto Navarrete Alcal de infausto recuerdo. Durante el tiempo que Cabeza la Vaca estuvo bajo el legítimo control republicano no hubo víctimas de derechas, en cambio, la represión franquista desatada tras la toma de la localidad por los rebeldes, dejó un mínimo de 36 víctimas en la localidad, entre ellas, al menos, 4 mujeres.
Los golpistas ejercieron una represión “en caliente” a partir del verano de 1936 que se iría repitiendo por todo el territorio nacional una vez que fueron conquistando nuevas zonas. Este esquema represivo será el que dejara la mayor parte de las desapariciones forzadas cometidas por los militares rebeldes, cifradas por los Autos del Juez Baltasar Garzón de 2008 a nivel del todo el Estado, en unas 114.000 personas que todavía permanecen en esta condición.
La intervención arqueológica ha consistido en la realización de un sondeo en una zona contigua a aquella donde fueron halladas cuatro víctimas en una intervención previa realizada en 2011, en la parcela sureste del cementerio.
En esta ocasión, se ha localizado una fosa común que contiene tres cuerpos en conexión anatómica enterrados juntos, parcialmente superpuestos, por lo que todo parece indicar que se trata de otras tres víctimas de la represión irregular franquista en la localidad.
Además, se han hallado evidencias de la presencia de otros posibles enterramientos colectivos en esta zona, que podrían responder a la misma naturaleza, aunque su posible localización completa podría abordarse en el futuro o bien concluir con la construcción de un Memorial donde se depositen los restos recuperados hasta la fecha, con la inscripción de los nombres de todas las víctimas de la represión republicana en Cabeza la Vaca como homenaje y reconocimiento a las mismas.
Los enterramientos localizados se encuentran al interior de una gran zanja de unos 25 metros de longitud por 3 metros de anchura, practicada en el sustrato geológico de roca pizarra, donde se alternan las inhumaciones ordinarias en caja, pertenecientes a personas cuya muerte no está relacionada con los hechos investigados, junto con enterramientos clandestinos asociados a la represión a consecuencia del conflicto bélico.
En la misma zanja, se ubica una sepultura en tierra con lápida fechada el 5 de octubre de 1936, por lo que las evidencias halladas hasta el momento apuntan a que éste podría ser, precisamente, el lugar utilizado para enterrar a la mayoría de las personas asesinadas en la localidad, dentro del proceso represivo que dio comienzo el 26 de agosto de 1936, continuando en 1937 y hasta bien avanzado el año 1938. Dentro del mismo proyecto de localización de las víctimas de Cabeza La Vaca, se ha realizado un estudio de los documentos custodiados en el Archivo Municipal, en búsqueda de información sobre las obras de ejecución de la mencionada zanja.
A los tres cuerpos exhumados se les ha practicado un análisis antropológico forense completo, por parte de la antropóloga Lydia P. Sánchez-Barba, con el objetivo de establecer el perfil biológico básico de estas personas y las patologías ante mortem que presentan, e intentar un acercamiento a su identidad, además de determinar las causas y circunstancias de su muerte. No obstante, el estado de conservación de los restos óseos es muy precario, debido a las características del terreno donde fueron inhumados, por lo que habrá que esperar a los resultados del estudio final para conocer su potencial identificativo y obtener unas conclusiones definitivas. En el momento presente, los restos permanecen bajo custodia del Ayuntamiento de Cabeza La Vaca, en espera de su re-inhumación.
Este proyecto busca finalizar el proceso para recuperar los restos de estas víctimas con el objetivo de que puedan descansar en un lugar digno donde sus familiares puedan recordar a sus seres queridos, y no en aquel que fue elegido por sus verdugos.
Esta historia es una de las muchas similares que quedan por resolver en un país que, más de 85 años después del inicio de aquel golpe de estado, sigue sin asumir y afrontar ese pasado para cerrar sus heridas y en el que las cunetas albergan a decenas de miles de asesinados no identificados.
Continúan las excavaciones para buscar desaparecidos del franquismo en siete fosas.
Los cementerios de Son Coletes, Inca, Selva y Mancor de la Vall forman parte de los que se revisarán a lo largo de 2021 y 2022
El vicepresidente Yllanes durante la presentación del plan. | CAIB
Los especialistas volverán a excavar antes de que termine este año en las fosas del cementerio de Son Coletes, en Manacor, y en la fosa de Formentera, en busca de desaparecidos de la Guerra Civil y el franquismo. Son dos de los proyectos de los siete que incluye el Tercer Plan de Fosas de Baleares 2021-22, según informó ayer la conselleria de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática.
RELACIONADAS
El proceso de licitación iniciado en junio ha adjudicado a la Sociedad Aranzadi la excavación y exhumación de las siete fosas previstas en el plan, mientras que la empresa ATICS llevará a cabo los seis estudios históricos, así como la restauración de objetos localizados en anteriores excavaciones.
Las siete fosas donde se excavará, y se exhumarán los posibles cuerpos que se encuentren para su identificación están ubicadas en los cementerios de Inca, Selva y Mancor de la Vall; el pozo de Son Danús, en Santanyí; el cementerio nuevo de Sant Francesc, en Formentera; la segunda fase del cementerio de Son Coletes, en Manacor, y la tercera en el cementerio de Ses Figueretes, en Ibiza.
Seis estudios históricos
En cuanto a los seis estudios históricos serán en torno a la fosa común de Capdepera; el cementerio de Petra; el cementerio de Palma (calle de Sant Silvestre); los cementerios de Porreres y de Muro, y la fosa de Cala Sant Vicent, ubicada en Pollença.
La empresa ATICS también se ocupará de la restauración, consolidación y conservación de los materiales u objetos encontrados en el proceso de excavación y documentación de las fosas exhumadas en los anteriores planes de exhumación de 2016, 2018 y 2019.
El orden de intervención que ha propuesto la Comisión de Fosas y Desaparecidos, para empezar en octubre, se inicia en Son Coletes (Manacor), el cementerio nuevo de Sant Francesc (Formentera), la tercera fase de Ses Figueretes (Ibiza), los cementerios de Inca, Mancor de la Vall y Selva y el pozo de Son Danús (Santanyí).
En palabras del vicepresidente Juan Pedro Yllanes, este nuevo plan sitúa Baleares «en la vanguardia de la memoria en el ámbito estatal» e incluye la gestión de todos los objetos encontrados en las fosas para su restauración, «lo que no se ha hecho nunca dentro de un plan de exhumaciones en cualquier otra autonomía».
El secretario autonómico de Sectores Productivos y Memoria Democrática, Jesús Jurado, destacó ayer que el tercer plan de fosas acelerará los trabajos de recuperación de desaparecidos del franquismo. «Somos plenamente conscientes de que llegamos tarde y no hay un segundo a perder. Se lo debemos a las familias», declaró.
Almudena García, de la Sociedad Aranzadi, que trabaja en Baleares desde 2016, expresó su compromiso «con las víctimas de la represión franquista y con la causa memorialística».
dimecres, 8 de setembre del 2021
Volverán a excavar en Formentera en busca de desaparecidos de la Guerra Civil
Los especialistas volverán a excavar antes de que termine este año en las fosas del cementerio de Son Coletes, en Manacor, y en la fosa de Formentera, en busca de desaparecidos de la Guerra Civil y el franquismo. Son dos de los proyectos de los siete que incluye el Tercer Plan de Fosas de Baleares 2021-22, ha informado la Conselleria de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática en un comunicado.
El proceso de licitación iniciado en junio ha adjudicado a la Sociedad Aranzadi la excavación y exhumación de las siete fosas previstas en el plan, mientras que la empresa ATICS llevará a cabo los seis estudios históricos, así como la restauración de objetos localizados en anteriores excavaciones.
Las siete fosas donde se excavará, y se exhumarán los posibles cuerpos que se encuentren para su identificación están ubicadas en los cementerios de Inca, Selva y Mancor de la Vall; el pozo de Son Danús, en Santanyí; el cementerio nuevo de Sant Francesc, en Formentera; la segunda fase del cementerio de Son Coletes, en Manacor, y la tercera en el cementerio de Ses Figueretes, en Ibiza.
En cuanto a los seis estudios históricos serán en torno a la fosa común de Capdepera; el cementerio de Petra; el cementerio de Palma (calle de Sant Silvestre); los cementerios de Porreres y de Muro, y la fosa de Cala Sant Vicent, ubicada en Pollença.
La empresa ATICS también se ocupará de la restauración, consolidación y conservación de los materiales u objetos encontrados en el proceso de excavación y documentación de las fosas exhumadas en los anteriores planes de exhumación de 2016, 2018 y 2019.
El orden de intervención que ha propuesto la Comisión de Fosas y Desaparecidos, para empezar en octubre, se inicia en Son Coletes (Manacor), el cementerio nuevo de Sant Francesc (Formentera), la tercera fase de Ses Figueretes (Ibiza), los cementerios de Inca, Mancor de la Vall y Selva y el pozo de Son Danús (Santanyí).
En palabras del vicepresidente Juan Pedro Yllanes, este nuevo plan sitúa Baleares “en la vanguardia de la memoria en el ámbito estatal” e incluye la gestión de todos los objetos encontrados en las fosas para su restauración, “lo que no se ha hecho nunca dentro de un plan de exhumaciones en cualquier otra autonomía”.
El secretario autonómico de Sectores Productivos y Memoria Democrática, Jesús Jurado, ha destacado que el tercer plan de fosas acelerará los trabajos de recuperación de desaparecidos del franquismo. “Somos plenamente conscientes de que llegamos tarde y no hay un segundo a perder. Se lo debemos a las familias”, ha declarado.
Almudena García, de la Sociedad Aranzadi, que trabaja en Baleares desde 2016, ha expresado su compromiso “con las víctimas de la represión franquista y con la causa memorialística”.
El responsable de ATICS, Francesc Busquets, ha explicado que los seis estudios de esta empresa implicarán un trabajo de consulta bibliográfica y documental, “utilizando como punto de partida el Mapa de las Fosas Comunes de Mallorca”, elaborado por Asociación Memoria de Mallorca.
El Plan de Fosas actúa por primera vez en municipios como Inca, Selva, Mancor de la Vall y Santanyí; y da continuidad a la investigación en lugares tan significativos como Son Coletes y el cementerio de Porreres, donde ya se han localizado 114 cuerpos de asesinados.
En Formentera, la actuación prevista en el cementerio nuevo de Sant Francesc Xavier es una de las más importantes que se llevarán a cabo, por el número de víctimas que se podrían localizar. Un estudio histórico elaborado por Antoni Ferrer Abárzuza da por definitiva la cifra de 58 víctimas mortales del penal de Formentera entre 1941 y 1942.
Desde 2014, en Baleares se ha excavado en diecisiete fosas: Sant Joan (2014); Porreres (2016, 2020); Sant Ferran (Formentera, 2017); Plan de Fosas 2018 (Alaró, Marratxí, Sencelles, Calvià, Ses Figueretes, Llucmajor, Santa Maria, Montuïri, el Pou de s’Àguila, en Llucmajor, el Pou de Son Lluís, en Porreres); Plan de Fosas 2019-2020 (cuatro actuaciones nuevas en Son Coletes, Manacor, Bunyola, Coll d’Artà y Valldemossa; segundas intervenciones en Sencelles, Porreres, Ses Figueretes, el Pou de Son Lluís y Santa Maria).
Fruto de estas intervenciones, se han recuperado los restos de un mínimo de 161 cuerpos y han sido identificadas 30 víctimas de la represión franquista.
Subscriure's a:
Missatges (Atom)