dissabte, 22 de febrer del 2020

Buscando a Fred Lundberg.



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Buscando a Fred Lundberg
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Buscando a Fred Lundberg
NOTA PRENSA
FAMILIARES DE UN BEBÉ ROBADO EN 1948 PONEN EN MARCHA UNA CAMPAÑA PARA AVERIGUAR QUÉ PASÓ CON ÉL
Un médico con pasado nazi que se hacía llamar Luis Gurruchaga y conocido después como Doctor Pirata se lo llevó a Chipiona con la promesa de curarle una enfermedad
La madre, de 94 años, lanza un grito desesperado de auxilio y apela a la colaboración ciudadana y de instituciones para no morir sin obtener respuestas
Cádiz, 3 de febrero de 2020
Familiares y amigos, con el apoyo de SOS Bebés Robados, haN puesto en marcha una campaña para pedir la colaboración ciudadana y de instituciones para resolver las numerosas incógnitas que rodean el caso del robo de un niño de 15 meses ocurrido en 1948. La madre del mismo, de 94 años de edad, sigue viva y lanza un grito desesperado de auxilio para que quien pudiese saber algo o disponer alguna posible pista que pueda aclarar lo sucedido lo dé a conocer. Obtener respuestas es lo único que aliviaría ya el intenso dolor que lleva padeciendo desde hace ya más de 70 años, cuando se llevaron a su hijo, Alfred Sven Karl Lundberg, nacido precisamente tal día como hoy (3 de febrero) de 1947 en Duisburgo (Alemania).

Irmgard y Sven Lundberg vivían en Suecia cuando una prometedora oferta de empleo para él les empujó a emigrar a Tánger a finales de febrero de 1948. Su hijo Fred acababa de cumplir un año y era el principal motivo de sus desvelos, ya que arrastraba problemas de salud. Sufría una hernia inguinal.

Al poco de llegar conocieron a un hombre que se hacía llamar Luis Gurruchaga Iturria. Decía ser médico. Era, además, director del sanatorio marítimo de Chipiona. Pero llevaba una doble vida. Su otra actividad, desconocida entonces para los Lundberg, era precisamente la que le llevaba a viajar con frecuencia a Tánger, el contrabando, que es además la que le valdría ser conocido por algunos como Doctor Pirata. El matrimonio sueco tampoco conocía el otro gran secreto de aquel hombre, un pasado nazi que le había llevado a refugiarse en el sur de un país, España, que por aquel entonces acogió y amparó a muchos que como él habían formado parte de la maquinaria del régimen liderado por Hitler.

Aquella relación no tardó en derivar en algo bastante parecido a una amistad. O eso creían los Lundberg. Tanto es así que en mayo, cuando el pequeño Fred parecía empeorar de sus problemas de salud, Gurruchaga ofreció a sus padres llevárselo a Chipiona para operarle. Era el remedio a su mal, les dijo. Y les aseguró también que lo tendrían de vuelta en Tánger en dos semanas. Dudaron, pero acabaron aceptando.

Gurruchaga se llevó a Fred en su barco a finales de mayo. Sus padres, Irmgard y Sven, nunca más volverían a verle. Las siguientes semanas, al ver que su hijo no regresaba a Tánger con Gurruchaga, pese a que éste sí lo hizo en varias ocasiones, exigieron explicaciones. Siempre obtuvieron excusas: su hijo está enfermo y no lo he podido traer, hacía mala mar y era peligroso embarcarlo… Y así hasta diciembre.

En diciembre de 1948, ante el acoso y el ultimátum de Sven e Irmgard, Gurruchaga, les dijo que su hijo Fred había muerto. Y que lo había hecho en junio, es decir seis meses antes. Se contradijo en las causas de la muerte que les fue ofreciendo. Los padres denunciaron. ¿Dónde estaba el certificado de defunción? Les acabaron dando uno, pero firmado por el propio Gurruchaga. Este llegó a mostrarles una foto del supuesto cadáver del pequeño en un ataúd. Irmgard y Sven lo tuvieron claro nada más ver esa imagen: aquel NO era Fred.

Comenzó entonces una lucha, una agotadora búsqueda sin resultados. Fueron años de portazos en las narices, de explicaciones contradictorias, de continuas decepciones, en definitiva, que solo aumentaron su dolor. De nada sirvió que interviniese la Interpol o el Gobierno sueco a través de diferentes representaciones diplomáticas y su Ministerio de Asuntos Exteriores. El resultado es que a día de hoy se sigue sin saber qué pasó con Fred.

Su madre, Irmgard, sigue viva. Tiene 94 años de edad y vive en Suecia. Una investigación del periodista Wayne Jamison sobre la figura de Doctor Pirata en forma de libro que verá la luz próximamente, le devolvió la ilusión. Pensó que quizá pudiese empujar a alguien a contar algo que ayudase a obtener respuestas. Pero diferentes circunstancias obligan a retrasar la publicación de ese libro. Y ella siente que lo que le fata precisamente es tiempo, sobre todo tras unos recientes achaques de salud, por lo que se ve abocada a lanzar un grito de auxilio explicando así, a través de los medios de comunicación, el caso y solicitando cualquier ayuda que pueda aclarar lo sucedido.

Para ello, familiares y amigos han habilitado una página de Facebook (Buscando a Fred Lundberg), una cuenta de Twitter (@BuscandoFred) y una dirección e correo electrónico (buscandoafredlundberg@yahoo.com). Quien disponga de información también puede contactar con la delegación de SOS Bebés Robados en Jerez de la Frontera.

Los 100 pilotos que bombardearon Barcelona, al descubierto cuando ya han muerto todos.


https://elpais.com/ccaa/2020/02/21/catalunya/1582306590_305401.html


Italia remite a un juez de la capital catalana la identidad de los soldados que participaron en el ataque de 1938.


Italianos cargando bombas en aparatos de la aviación italiana, que en 1938 bombardeó barcelona, durante la Guerra Civil.
Italianos cargando bombas en aparatos de la aviación italiana, que en 1938 bombardeó barcelona, durante la Guerra Civil.
¿Qué puede hacer un secretario judicial por la verdad, por la memoria histórica, por la dignidad de las víctimas? Mucho si ese funcionario es Artur Saforcada. Su tenacidad, fuera de toda lógica, ha permitido que, al fin, las autoridades italianas respondan lo que el juzgado número 28 de Barcelona lleva preguntando desde hace siete años: ¿Qué militares de la Aviazione Legionaria de Benito Mussolini participaron en los bombardeos sobre la ciudad entre 1937 y 1939?
El Ministerio de Defensa de Italia ha contestado las comisiones rogatorias tras una enconada resistencia y un sinfín de correos, réplicas y advertencias de Saforcada. Las autoridades han facilitado un listado de cerca de un centenar de pilotos que, según sus archivos, participaron en la “campaña de guerra de España”. Todos están muertos, lo que acaba con la vía penal. Pero al menos uno estaba vivo cuando comenzó la investigación, en 2013.
Ese piloto es Luigi Gnecchi, que recibió un caluroso homenaje del Gobierno italiano al cumplir los 100 años. Por orden del juez, la policía llegó a interrogarle en su casa de Lecco (Lombardía), donde limitó su participación a una patrulla de reconocimiento y negó haber arrojado una sola bomba sobre Barcelona. No le molestaron más y murió en 2016, mientras Saforcada se peleaba por vencer resistencias en Roma: que si los archivos están en papel, que si todos deben de estar ya muertos, que si los pilotos eran voluntarios y no hay registros...

Al final, el tesón del secretario se ha impuesto y ha arrojado un poco más de verdad histórica. La relación de pilotos de la Aviazione Legionaria, a la que ha accedido EL PAÍS, indica que se trataba de militares profesionales que, después del ensayo que para ellos supuso la Guerra Civil, combatieron en la Segunda Guerra Mundial. Los documentos indican que algunos murieron en esa contienda, aunque otros muchos fallecieron de viejos, entre los años 80 y 90 del siglo pasado. Y, como Gnecchi, fueron ampliamente premiados.
Guglielmo Di Luise, un coronel nacido en 1901, recibió ocho condecoraciones por su intervención en la Guerra di Spagna. Recibió la medalla de bronce al “valor militar” por acudir como voluntario a la campaña “cielo de España junio / agosto 1938”. Y también la cruz de guerra por otras operaciones ese mismo año, el más crudo que vivió Barcelona bajo las bombas. Una sola mató a más de 40 niños al intentar refugiarse en la iglesia de Sant Felip Neri.
La crudeza de los ataques la recuerda Saforcada en uno de los correos que, con cortesía de diplomático, ha enviado a Italia. Metido en la piel de un historiador, el secretario judicial recuerda que, “desde sus bases en Mallorca, la aviación italiana al servicio del bando del general Franco efectuó una serie de ataques sobre la retaguardia republicana, bombardeando el litoral mediterráneo”. Los ataques más “intensos”, sigue el secretario, los sufrió Barcelona: 180 bombardeos aéreos y navales —incluidos ataques desde gran altura, otros nocturnos, bombas de saturación e incendiarias o en vuelo rasante con ametrallamiento— que dejaron “2.800 muertos” y que pretendían “la desmoralización de la ciudadanía”.
La asociación Altraitalia y dos víctimas de los bombardeos se querellaron en 2013 por crímenes de guerra y delito de lesa humanidad. Newton Bozzi, abogado de Altraitalia, lamenta la falta de cooperación de Italia y que la respuesta llegue “tarde”, cuando “no queda nadie vivo”, aunque valora que la investigación quede como un ejercicio de memoria histórica. Unos y otros eran conscientes de las limitaciones para conseguir responsabilidades penales, aunque tienen la vía de acudir al Tribunal de Justicia de la Unión Europea contra Italia por incumplir las peticiones de información.
El secretario judicial lo ha intentado todo. Y algo ha conseguido. De los cuatro aviadores de los que informó Italia al principio se ha pasado a un centenar, de los que constan sus datos. Fuentes judiciales confirman que la causa penal llega a una vía muerta, aunque aplauden que algo de verdad histórica haya relucido. La memoria escrita de ese esfuerzo quedará en los archivos de la Ciudad de la Justicia de Barcelona.

Queipo de Llano será exhumado después de Semana Santa y trasladado a la sacristía de La Macarena


https://www.eldiario.es/andalucia/Macarena-Queipo-Llano-Semana-Santa_0_998101071.html


La hermandad de la Macarena prepara la exhumación de la tumba de Gonzalo Queipo de Llano para después de Semana Santa [entre el 5 y el 12 de abril]. La propietaria del templo sevillano donde está enterrado el general fascista y su esposa, Genoveva Martí, ha negociado con la familia del militar el traslado de sus restos a un columbario que se construirá en el interior de la sacristía, no expuesto al público, y que será inaugurado después de la Pascua, confirman a este periódico fuentes próximas a la negociación y de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.
Técnicamente los restos de Queipo seguirán dentro de la Macarena, pero la ubicación del columbario -bajo el camarín de la Virgen de la Esperanza- podría sortear el artículo 32.4 de la Ley andaluza de Memoria Histórica, que hasta ahora incumplía la localización de la tumba. El nicho de Queipo y su esposa reposaría junto al de otros hermanos de la corporación en un espacio no expuesto al público, pero en el interior del templo. El citado artículo de la ley dice así: "Cuando los elementos contrarios a la Memoria Democrática estén colocados en edificios de carácter privado con proyección a un espacio o uso público, las personas propietarias de los mismos deberán retirarlos o eliminarlos". La fecha concreta para el traslado de los restos no está cerrada, pero será una vez concluyan las obras del columbario, en abril, y haya pasado la Semana Santa. 
La consejera de Cultura del Gobierno andaluz y responsable en materia de Memoria Histórica, Patricia del Pozo, ha jugado un papel "decisivo" de mediación con la hermandad de la Macarena para alcanzar "una solución que cumpliera con la legalidad vigente y fuera satisfactoria para la corporación y los descendientes de Queipo". La consejera es hermana de la Macarena, su familia está muy vinculada a la cofradía y al barrio -su padre pertenece a la histórica peña flamenca Torres Macarena, próxima a la basílica- y ese vínculo le ha servido para mediar personalmente con el hermano mayor de la hermandad, José Antonio Fernández Cabrero. Del Pozo no ha llegado a tratar directamente con los familiares del militar, confirman fuentes de su departamento.
Patricia del Pozo, consejera de Cultura del Gobierno de Andalucía.
Patricia del Pozo, consejera de Cultura del Gobierno de Andalucía. EP

Reivindicación memorialista

La exhumación de Queipo de Llano de la Macarena ha sido una reivindicación constante del movimiento memorialista de Sevilla desde que se aprobó la Ley andaluza de Memoria Histórica, en 2017. El anterior Gobierno socialista de Susana Díaz evitó ordenar la exhumación durante los dos primeros años con la ley en vigor, escudándose en que la norma carecía de desarrollo reglamentario. La ex presidenta de la Junta, consciente del enorme poder social de la hermandad de la Macarena en Sevilla, buscó una vía paralela, que pasaba por la negociación entre los propietarios del templo y los herederos de Queipo. Con la llegada de Pedro Sánchez al Gobierno de España y la exhumación de Franco del Valle de los Caídos -en octubre de 2019- se agudizó la presión sobre la hermandad, que por entonces ya trabajaba en la construcción del columbario como la salida más idónea al conflicto.
Si la hoja de ruta se mantiene según lo previsto, la exhumación de la tumba de Queipo de Llano tendrá lugar bajo el mandato del primer Ejecutivo andaluz de centro derechas, después de casi 37 años de gobiernos socialistas. La Junta de PP y Ciudadanos está sustentada por el partido de extrema derecha Vox, con el que se han comprometido por escrito a derogar la Ley andaluza de Memoria para sustituirla por una nueva Ley de Concordia que suscite mayor consenso en el Parlamento. Este punto forma parte del acuerdo firmado por PP y Vox para asegurar la investidura del presidente Juan Manuel Moreno, pero está condicionado a que la nueva norma recabe más apoyos que la ley en vigor (aprobada por la Cámara autonómica sin ningún voto en contra: PP y Cs se abstuvieron).
Gonzalo Queipo de Llano (Tordesillas, 5 de febrero de 1875 – Sevilla, 9 de marzo de 1951) comandó las tropas golpistas del general Francisco Franco en Andalucía en 1936 y fue responsable de la victoria sublevada en el suroeste peninsular, donde apenas encontró resistencia. También fue responsable de la matanza de miles de civiles, en torno a 14.000 personas sólo en Sevilla. Tanto el Ejecutivo andaluz de Susana Díaz como el Ayuntamiento de Sevilla, liderado por el socialista Juan Espadas, suscribieron en su día sendas declaraciones calificando a Queipo de “criminal de guerra”.
Los archivos radiofónicos de Unión Radio Sevilla -hoy la Cadena Ser- conservan algunos discursos del militar poco después del golpe de Estado, en el 36, animando a sus tropas a destruir “a los rojos” y, “de paso”, a violar a sus mujeres: “Se les perseguirá como a fieras, hasta hacerlos desaparecer a todos. Nuestros valientes legionarios y regulares han demostrado a los rojos cobardes lo que significa ser hombres de verdad. Y de paso también a sus mujeres. Esto está totalmente justificado porque estas comunistas y anarquistas predican el amor libre. Ahora por lo menos sabrán lo que son hombres y no milicianos maricones. No se van a librar por mucho que berreen y pataleen”, recogen las grabaciones de entonces.
La hermandad de la Macarena, una de las corporaciones que procesionan en la Madrugada de la Semana Santa sevillana, ha venido dando pasos para alejarse de la controversia en torno a la tumba del general fascista. En 2009 eliminó todas las referencias militares y políticas a Queipo -la Virgen solía vestir su fajín militar- y la permanencia de su tumba se explicaba en calidad de "hermano mayor honorario" que contribuyó decisivamente a la construcción del templo. La Macarena tiene más de 13.600 hermanos, es una de los poderes fácticos de Sevilla, pero la tumba del militar fascista en su templo también era motivo de controversia dentro de la propia hermandad. Muchos de los hermanos provienen de familias represaliadas por Franco, y tienen parientes a los que Queipo ordenó fusilar. 
El mes pasado, el Ayuntamiento de Sevilla recogió la propuesta de la Coordinadora Andaluza de Organizaciones Republicanas 'Andalucía Republicana' para elaborar un catálogo de elementos contrarios a la memoria histórica existentes en la capital hispalense, en virtud del artículo 15 de la Ley de Memoria estatal, entre los que se incluye la tumba del general franquista Gonzalo Queipo de Llano en la basílica de La Macarena de Sevilla.

MÁS INFORMACIÓN: ¿Quién era Queipo de Llano?


¿Quién era Queipo? El militar golpista Gonzalo Queipo de Llano es un personaje controvertido. ¿Criminal de guerra o salvador de Sevilla? ¿Benefactor de la "infancia desvalida" o cruel creador de huérfanos? Nunca fue juzgado por la comisión de supuestos delitos contra la humanidad. Pero sí recibe, todavía, numerosos homenajes públicos en calles, iglesias y hasta en el nombre de un poblado.
"Salvó a Sevilla", dice su nieto Gonzalo García Queipo de Llano en declaraciones exclusivas a eldiario.es Andalucía. El hijo del exgeneral, Gonzalo Queipo de Llano Martí, sería más explícito en una carta al director publicada por El País en 1976: había preservado a la ciudad "de caer bajo el dominio rojo". Fue un "criminal de guerra", a juicio de numerosos historiadores y expertos. El máximo responsable de la "matanza" ejecutada en el territorio bajo su mando, unas 14.000 personas solo en Sevilla.
El general sublevado comandó con mano de hierro (y mucha sangre) la rápida victoria franquista en el suroeste peninsular. A juicio de Francisco Franco, y tras el triunfo fascista en la guerra civil, su actuación resultó merecedora de una importante condecoración: la Laureada de San Fernando. El propio dictador creó el título de marqués de Queipo de Llano el 1 de abril de 1950, marquesado que renovaría el exministro Alberto Ruiz Gallardón en el año 2012 a favor de su nieto, Gonzalo Queipo de Llano Mencos.
No quedan ahí los honores y homenajes vigentes. Enterrado en la basílica sevillana de La Macarena, una imagen religiosa ha vestido durante años su fajín de general (retirado oficialmente para su reparación). Dos cofradías llevan el nombre del militar y su esposa: San Gonzalo y Santa Genoveva. Calles y plazas homónimas salpican pueblos de toda España y el nomenclátor tiene rúbrica en el poblado Queipo de Llano (La Puebla del Río, Sevilla), hoy deshabitado.

Criminal de guerra como "aseveración histórica"

Gonzalo Queipo de Llano y Sierra (Tordesillas, 5 de febrero de 1875 – Sevilla, 9 de marzo de 1951), de formación militar, participó en todas las conspiraciones del siglo XX español. A favor y contra el dictador Miguel Primo de Rivera, e igual en el caso de la monarquía de Alfonso XIII, acompañó a los generales Emilio Mola, José Sanjurjo y Franco en la ejecución de la trama rebelde contra el Gobierno de la Segunda República que propició con su fracaso la guerra civil.
"Queipo fue uno de los mayores criminales de guerra al servicio del golpe", asevera el historiador Francisco Espinosa Maestre. "Queipo es, sin lugar a dudas, el gran responsable de la matanza que se llevó a cabo en Sevilla y en el territorio bajo su mando. Calificarlo de criminal de guerra es una aseveración histórica del máximo rigor, no un adjetivo", resume el investigador José María García Márquez.
Fotomontaje con la portada del último boletín de la Fundación Nacional Francisco Franco y la tumba de Queipo de Llano en La Macarena.
Fotomontaje con la portada de un boletín de la Fundación Nacional Francisco Franco y la tumba de Queipo de Llano en La Macarena. J.M.B.
Las cifras que evidencian la orgía de muerte de los rebeldes marcan 12.854 asesinados como "casos documentados de víctimas", según García Márquez, autor de Las víctimas de la represión militar en la provincia de Sevilla (1936-1963). A estos datos el investigador suma 268 ejecutados de otras provincias y 862 muertos en prisión, "la mayoría de ellos en las semanas siguientes al golpe militar", precisa.
El hispanista Paul Preston titula el capítulo 5 de su libro El holocausto español con un explícito 'El terror de Queipo: las purgas de Andalucía'. Golpes de suerte rodearon una sublevación que buscaba la "máxima violencia" como garantía de éxito, relata Preston. Los conspiradores peninsulares contaron pronto con una avanzadilla mortal: las tropas africanistas y mercenarias. Cádiz, Huelva y Sevilla serían arrasadas con la "aniquilación de izquierdistas" como máxima para las fuerzas rebeldes del sur al mando de Gonzalo Queipo de Llano.
Ante un tribunal hubiera sido juzgado por "miles de asesinatos ocurridos en su territorio", dice Espinosa Maestre, que estudió su figura en obras como La justicia de Queipo. Violencia y terror fascistas en Sevilla, Huelva, Cádiz, Córdoba, Málaga y Badajoz y en La columna de la muerte: el avance del ejército franquista de Sevilla a Badajoz. "Queipo no era general sino exgeneral", recuerda García Márquez. "El mismo 18 de julio de 1936 fue separado de sus funciones y tres días después expulsado del ejército junto a Franco, Fanjul, Saliquet, Poded y Cabanellas", explica.

Intervenciones de "terror" en la radio

"Se les perseguirá como a fieras, hasta hacerlos desaparecer a todos", decía Queipo en arengas radiofónicas en las que animaba al exterminio del rival ideológico. "Nuestros valientes legionarios y regulares han demostrado a los rojos cobardes lo que significa ser hombres de verdad. Y de paso también a sus mujeres", exaltaba ante los micrófonos de Unión Radio Sevilla (emisora de la Cadena SER).
Continuaba Queipo de Llano, año 1936: "Esto está totalmente justificado porque estas comunistas y anarquistas predican el amor libre. Ahora por lo menos sabrán lo que son hombres y no milicianos maricones. No se van a librar por mucho que berreen y pataleen". Llevó así "el terror" a los pueblos "y la esperanza a la extrema derecha", relata Francisco Espinosa. "Las intervenciones de Queipo en la radio constituyen un claro ejemplo de la sevicia con que siempre trató a sus adversarios", concluye García Márquez.
José María Pemán, en pleno discurso ante Queipo y Carranza, entre otros. / Francisco Espinosa
José María Pemán, en pleno discurso ante Queipo y Ramón de Carranza, entre otros. FRANCISCO ESPINOSA
"Los bandos de guerra que firmó decían lo mismo" por lo que no representaban "amenazas" sino "órdenes específicas cursadas a los comandantes militares de cada pueblo ocupado". Hasta dejar el suroeste de España sembrado de fosas comunes. "Si en algo se distinguió fue en su vesania represora", dice el autor del victimario provincial más completo de la represión franquista.
"Dadle café, mucho café" dijo Queipo sobre el poeta Federico García Lorca según el hispanista Ian Gibson (El asesinato de García Lorca). Café, palabra clave resuelta ante el pelotón de fusilamiento. El historiador británico Antony Beevor (The battle for Spain: the spanish civil war 1936-1939) alude el episodio y la frase como abreviatura de 'Camaradas: Arriba Falange Española'.
Tras la guerra civil y "salvar a Sevilla" de "caer bajo el dominio rojo", recibió un regalo en forma de "suscripción" popular. Una cuantiosa suma de dinero que dio para comprar el cortijo de Gambogaz y luego tierras de arrozal, las mismas fincas hoy en litigio con los colonos arrendatarios.
El hijo del militar, Gonzalo Queipo de Llano y Martí, negaba la implicación en el asesinato de Lorca. Y otras fuentes, caso del especialista en historia militar del siglo XX, Jorge Fernández-Coppel, revisionista de las memorias autógrafas del exgeneral. El periodista Nicolás Salas describe en Quién fue Gonzalo Queipo de Llano y Sierra a un "republicano" conservador y liberal que hizo una "labor social impresionante", como la construcción de casas o la siembra de arroz en la marisma.
Una de sus nietas, Ana Quevedo Queipo de Llano, escribía una hagiografía familiar (Queipo de Llano: gloria e infortunio de un general) en la que reivindica "sus valores humanos más allá de las controversias históricas". Es un benefactor que creó la Fundación ProInfancia homónima como "obsesión" por atender "a la infancia desvalida", dicen sus descendientes actuales más directos.