dilluns, 27 de març del 2023

“Desobediencia de vida” Proyecto de historias desobedientes. Familiares de genocidas por la Memoria, la Verdad y la Justicia. Día 30 a las 17h.

 



Querid@s consoci@s, amig@s y colaborador@s,
Os invitamos a este acto esencial para nuestra labor de memoria.
Se puede acudir presencial o en conexión telemática.
La conexión será a través de la plataforma Zoom, mediante el enlace:


Si no pudierais en ninguno de los dos formatos, un par de días más tarde, y gracias a la gran labor de nuestra consocia Amparo Fernández, se podrá seguir a través del canal de YouTube de AGE. Lo anunciaremos.
El guión del acto será el siguiente:
17,00h

1/ Apertura y presentación por Dolores Cabra, Secretaria General de AGE (Archivo Guerra y Exilio), organizadora del acto.se 

2/ Intervención de Rosa Pérez Garijo, Consellera de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática

3/ Intervención de Maribel Peris Muiños, Presidenta del GRMDC-PV (Grup per la Recerca de la Memòria Històrica de Castelló)

4/ Presentación de HHDD España y del libro Desobediencia de vida por Loreto Urraca

5/ Intervenciones de l@s autor@s: Verónica Estay, Analía Kalinec, Bibiana Reibaldi, Pilar Funes y Néstor Rojo

6/ Proyección del documental “Urraca, cazador de rojos” (1 hora)

8/ Debate

9/ Clausura 19h00 (como muy tarde 19h15


https://age-derechos.blogspot.com/2023/03/presentacion-del-libro-desobediencia-de.html?m=1 

jueves, 16 de marzo de 2023

Presentación del libro “Desobediencia de vida” Proyecto de historias desobedientes. Familiares de genocidas por la Memoria, la Verdad y la Justicia


El próximo 30 de marzo a las 17 h. se presenta en el Palauet d’Aiora (Valencia) el libro “Desobediencia de vida” haciendo un juego de palabras con la “obediencia debida” que alegaban los militares torturadores y genocidas en Argentina y otros países para intentar salir exentos de condena en los juicios.

Así como durante la dictadura las Madres y Abuelas de la Plaza de Mayo les preguntaban a los genocidas dónde estaban sus hijos y sus nietos, tres décadas más tarde otras mujeres, más jóvenes pero con la misma determinación que las primeras, también comenzaron a hacer preguntas: “¿por qué te acusan de asesino? ¿por qué estás preso, papá?”. Eran voces inesperadas e incómodas para los propios genocidas pero fundamentales para la sociedad que había sufrido esos crímenes que al fin empezaban a juzgarse.

También se proyectará el documental “Urraca, cazador de rojos”. Pedro Urraca fue un personaje siniestro, cínico y ambicioso, siempre protegido por el franquismo; fue el policía franquista que detuvo al Presidente de la Generalitat de Cataluña, Lluis Companys el 13 de agosto de 1940 cuando se encontraba exiliado en Francia. En el documental se le retrata desde la mirada crítica y avergonzada de su hijo y su nieta.

Presenta el acto Rosa Pérez Garijo, Consellera de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática, Maribel Peris Presidenta del GRMDC-PV y Dolores Cabra, Secretaria General de AGE. Con la participación presencial de Loreto Urraca, nieta de Pedro Urraca y telemática de los responsables del Colectivo Historias Desobedientes Internacional: de Argentina, Chile, Brasil, Uruguay, Paraguay, El Salvador y España.
 
*Con todo el agradecimiento al dibujante, socio de AGE, Angel Arjona  autor del cartel






MALDITA HERENCIA

Tercer libro de Historias desobedientes, una experiencia colectiva de 32 autores

 

Verónica Estay Stange es hija de sobrevivientes de la dictadura pinochetista, pero también sobrina de un personaje tristemente célebre conocido en Chile como El Fanta. Figura emblemática de la represión, militante del Partido Comunista antes de entregar a sus ex compañeros ya siendo parte del aparato militar, El Fanta falleció de Covid en 2021 mientras se encontraba cumpliendo cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad. Juzgado y condenado, el verdugo no expresó arrepentimiento y nunca dio informaciones sobre los crímenes en los cuales participó.

Heredera de esa memoria del horror e integrante del colectivo Historias desobedientes Chile, Verónica –doctora en Lengua y Literatura Francesa, prestigiosa académica en París– se convirtió en una de las protagonistas centrales del reciente libro Desobediencia de vida, una experiencia colectiva de 32 autores que se presentó en el marco del III Foro Mundial de Derechos Humanos organizado por la UNESCO en la Argentina. Verónica no sólo fue la editora y compiladora: había sido la creadora de un taller literario al interior de la organización, donde se escribieron y revisaron los textos publicados a posteriori en el libro.

Allí, en un extraordinario prólogo titulado “Decir(se) yo”, explica que es el tercer libro publicado por el colectivo Historias Desobedientes, que se destapó en la Argentina a partir de 2017 con la historia de Mariana Dopazo, la ex hija de Etchecolatz, y se expandió a nivel internacional comprendiendo a la Argentina, Chile, Brasil, Uruguay, Paraguay, El Salvador y España, una experiencia única en el mundo. Familiares de genocidas por la memoria, la verdad y la justicia, se nombran hoy. “¿Qué harías tú, lector, lectora, si en algún momento de tu vida descubrieras que eres hijo o hija de un torturador?”, pregunta sin dobleces la chilena en el prólogo.

 

Foto: Alegría González Planas.

 

Una herencia que se lleva en los genes, en el apellido, en ciertos comportamientos reflejos. Una herencia que los Desobedientes asumen en carne propia y de la cual se empezaron a rebelar de forma radical, en duros y complejos procesos humanos, tanto de modo individual como colectivo. Nuevas voces de la memoria en una desafiliación que ocurre no sin desgarros – disociarse del padre, de la madre, del abuelo o de la abuela, del tío o de la tía, para defender principios totalmente opuestos a los suyos.

¿Qué hay “más acá” de la desobediencia? Verónica Estay dice que hay relatos extraños, exploraciones inconcebibles donde cada uno intenta ponerse en el lugar del otro, de los otros, de los dolorosamente otros –las víctimas, los exiliados, los torturados, los torturadores incluso–, perdiéndose u olvidándose a sí mismo frente a esa experiencia ajena, “frente a esa otredad que también nos constituye y en la cual hemos debido fundirnos para encontrarnos luego: 'Me llamo Nadie', título de la primera parte del libro”.

Hay también una búsqueda íntima, sin banderas y sin consignas; una exploración a ciegas en la propia historia, al cabo de la cual, desde lo más hondo, se logra acceder al “manantial de la voz”, título de la segunda parte. La voz propia, la voz capaz de decir “yo”. Proclamarse “yo” frente a los demás –reconocen los Desobedientes– constituye su mayor conquista social. Pero para eso hay que decir también “tú”: “tú, el padre”, “tú, el tío”, “tú, el abuelo”, “tú, el criminal”. Escribe Verónica: “Hasta esas profundidades ha sido preciso descender para construirse una identidad propia”.

¿Y qué hay “más allá” de la desobediencia? Hay rabia, coraje, revuelta. Hay una conciencia, a veces clara y a veces confusa, del deber y el poder colectivos. El sentimiento, casi visceral, de una hermandad, tan potente y al mismo tiempo tan frágil que no se sabe cómo sostenerla. Y la intuición de algo que los trasciende: “Me llamo Todxs”, título de la tercera parte.

Personajes, voces y relatos que se cruzan entre la ficción y lo real, entre la invención y la autobiografía: casi 100 textos, redactados por 32 autores diferentes –con los Desobedientes, novedosamente, como narradores, en el arduo ejercicio de tomar la palabra escrita– es el resultado de un laborioso proceso de escritura que incluye, en el libro editado por Chirimbote, imágenes de Alegría González Planás, fotógrafa paraguaya cuyo bisabuelo paterno fue jefe de Investigaciones del dictador Alfredo Stroessner.

 

Foto: Alegría González Planas.

 

A continuación, una selección de fragmentos de los escritos de Desobediencia de vida, un torrente de historias tan lejos y tan cerca de la memoria:

 

 

Más viva de lo que jamás estuve (Irma Gutiérrez)

Soy Irma Gutiérrez, hija mayor de Armando Gutiérrez. Militar, represor durante la dictadura uruguaya hasta poco antes de darme la vida. Lo amé, pero ya no estoy segura de seguirlo amando. Su ADN está en mi cuerpo, pero mi alma, mi conciencia, son más fuertes. Aquí estoy, encarnando todo lo que él repudiaba, más viva de lo que jamás estuve, sangrando cada día un poco menos. Siendo feliz, cada día, un poquito más…

 

 

Sueño con serpientes (Analía Kalinec)

Me llega hoy temprano la noticia, no entiendo nada… estoy de vacaciones en Mar del Plata, mañana vuelvo a presentar mi libro… seguro hay un error… no puede ser… Escribo a algunos contactos de prensa y con mucho pesar corroboro que la Sala de feria de Casación Penal resolvió autorizar a padre genocida (condenado a perpetua por delitos de lesa humanidad cometidos en el circuito represivo Atlético-Banco-Olimpo) a realizar “salidas transitorias para afianzar y mejorar lazos familiares y sociales”…

 

 

Yo solo sé… (Javier Vaca)

Voy a escribir algo que no debería escribir. Algo que, según me martillaron en la cabeza desde muy chico, no debía contar. Algo que era, y para algunos en la familia sigue siendo, un secreto. Un secreto tan atroz que no quiero participar de él. No quiero con mis silencios ser cómplice de criminales e inhumanos. Un secreto familiar. Mi padre se llamaba Omar Jesús Vaca, nacido en Córdoba Capital el 17 de julio de 1935. El Ejército lo absorbió siendo muy joven y teniendo una gran cantidad de cargas emotivas insatisfechas (padres maltratadores y ausentes). Ahí lo moldearon, le dieron un marco (psicológico, ideológico y político), lo volvieron autoritario y agresivo hacia sus subordinados. La clásica historia del soldado que se “engancha” y luego de la colimba ingresa como suboficial…

 

 

Sombras en el fuego (Consuelo Ulloa)

La violencia policial empezó a pujar más fuerte a medida que más escolares evadían el metro. El ministro de Transportes mandó a la población a levantarse más temprano para poder pagar 30 pesos menos el pasaje. Eso enfureció a los estudiantes, que empezaron a movilizar a la gente. Al cabo de una semana, la turba encabritada rompió las entradas del metro de Santiago y se tomó varias estaciones, cortó el tránsito con barricadas en diversos sectores, salió a tocar sus cacerolas a la calle pidiendo que se fuera el Presidente. La protesta se masificó, y explotó con ganas el 18 de octubre de 2019 por la tarde…

 

 

La mirada (Néstor Rojo)

Camino por las veredas de la ciudad donde vivo. Son un desastre. Y camino mirando hacia el piso para no caerme, no tropezar. Hay un montón de veredas con las raíces de los árboles sobresaliendo, baldosas flojas y materiales de construcción que por aquí es típico dejar en la calle. Vivo en una ciudad extraña, una ciudad donde las miradas se reconocen. Si sos de derecha o de izquierda, si venerás o no a ciertos personajes que nacieron aquí: todo se sabe. Mi ciudad dio dos genocidas tristemente célebres, Alfredo Astiz y Miguel Etchecolatz. El nombre de la localidad proviene de la conquista del desierto, desde la frontera, San Serapio mártir del Callvu Leovu (arroyo Azul). Azul adoptó esa designación. Azul fue también el color del que veía vestido a mi padre policía durante mi niñez y la primera etapa de mi adolescencia…

 

 

¿El tanque realmente me apuntaba? (Gonzalo Fichera)

No importa mi nombre, pero sí que soy hijo de un genocida; que mi papá fue jefe del Área 114 de la cual dependían un regimiento y dos campos de concentración (causa tramitada en el juzgado de Rafecas) durante la dictadura argentina del ‘76; que es algo que aborrezco y rechazo; y que todavía me revuelven las entrañas las torturas y asesinatos que ese hombre cometió. La experiencia que quiero contarles tuvo lugar hace unos años, cuando, intentando despegarme de tanta muerte, me volví hacia el chamanismo, buscando en la relación con el prójimo y con los elementos naturales una conexión directa con la vida, desde las tripas y el corazón…

 

 

Sandalias de cenicienta (Vittoria É Natto)

Las orillas del Mapocho son testigos silentes de las atrocidades cometidas por los esbirros uniformados de la dictadura. Podrás encontrar en sus orillas todo tipo de objetos y despojos insólitos: un bebé no nato, botellas rotas, restos fecales, basuras varias, maderas, y el zapato rojo elegante de Sofía que, con su bebé a cuestas, fue arrebatada de la vida camino al cumpleaños de su madre. Para ella se arregló con esmero; calzó ese día sus sandalias de raso, rojas como su corazón y como el alma de su Partido. Apenas alcanzó a caminar hacia la casa natal, cuando la arrancaron de la calle en un auto blanco. Dos hombres de lentes oscuros la subieron no sin antes encapucharla y ahogar sus gritos desgarrados avisando que estaba embarazada. De Sofía no sabemos más. Solo persiste aquel zapato rojo entre las ramas del río, allá en la pobla de Renca, al extremo norte de la capital de un país diminuto en justicia y verdad…

 

 

¿Quién seré esta vez? (María del Pilar Funes Sánchez)

Yo he de reconstruir la historia, la hija de la mañana, la hija de la tarde, la hija de la noche. Yo he de reconstruir la historia sin párrafos de vértigo. Yo he de reconstruir la historia, la flor de loto que creció en el pantano de un bosque oscuro. Yo he de reconstruir la historia, la hija de las llamas del infierno, la hija del purgatorio, la hija del cielo. Yo he de reconstruir la historia, la hija de las acuarelas, de los lápices estampados en dibujos negros, de la pared de la casa en un barrio que de niña no conocí. Yo he de reconstruir la historia de la mujer que voy a parir.

 

 

 

Desobediencia de Vida. Familiares de Genocidas por la Memoria, la Verdad y la Justicia, se puede adquirir en editorial Chirimbote.

 

 

 

 


L’historiador de la fam silenciada del franquisme: “La dictadura sabia gestionar la fam”.

 https://www.eldiario.es/comunitat-valenciana/memoria-democratica/l-historiador-fam-silenciada-franquisme-dictadura-sabia-gestionar-fam_132_10063118.html

Dos xiquets durant la postguerra.

Lucas Marco

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Ho va reconéixer el mateix règim franquista en la postguerra: la fam devastava l’Espanya autàrquica del general Francisco Franco. Un document de les autoritats franquistes de Peñarroya (Còrdova), de gener del 1940, relatava: “Hi ha centenars de xiquets, homes i ancians passejant la seua misèria i implorant una almoina, que, com que en són tants, no els arriba, ja que l’atur i la fam present supera la de cap època passada, perquè hi ha més de 2.000 persones entre homes i dones que, si no roben (cosa que ací està a l’ordre del dia i queden pocs corrals per saquejar) moren de fam ells i les seues famílies”. És un de les troballes de l’historiador Miguel Ángel del Arco (Granada, 1978), convidat aquesta setmana per l’Aula d’Història i Memòria Democràtica de la Universitat de València per a impartir una conferència en el centre cultural La Nau sota el títol La fam silenciada del franquisme: causes, característiques i conseqüències.

L’investigador situa els anys de la fam de l’Espanya franquista entre el 1939, amb el final de la Guerra Civil, i el 1952, quan desapareixen les cartilles de racionament. No obstant això, els tres primers anys de postguerra van suposar una fam, un concepte “tan antic com la història de la humanitat”, explica Miguel Ángel del Arco, professor d’història contemporània de la Universitat de Granada. Les fams, recorda l’investigador al·ludint a les tesis de l’economista indi Amartya Sen, “tenen a veure amb la política”, per la qual cosa la falta de democràcia “pot donar peu al fet que siguen més intenses”.

En el cas de la postguerra espanyola, la “fam difusa” va afectar les classes populars que més havien donat suport al Front Popular abans de la contesa i, especialment, zones com Andalusia, Extremadura, Castella-la Manxa o Múrcia. “La fam ho va inundar absolutament tot, va ser una obsessió que mediatitzava les relacions entre familiars”, assenyala l’historiador, que apunta a un excés de morts de 200.000 persones entre el 1939 i el 1942.

La postguerra va propiciar morts per inanició i per malalties infeccioses, un preu alt dels aliments, la ingesta de derivats alimentaris no adequats per al consum humà, crims contra la propietat, un increment de l’emigració clandestina temporal i fins i tot revoltes de la fam, habitualment protagonitzades per dones. “La gent roba per salvar-se, perquè no té per a menjar”, apunta Miguel Ángel del Arco, coordinador del llibre Los años del hambre. Historia y memoria de la posguerra franquista, editat per Marcial Pons.

A més, es produeix el fenomen de l’emigració clandestina cap a les ciutats on hi havia més racionament. “La dictadura sabia com gestionar la fam”, reflexiona l’investigador, que destaca que les estampes de la postguerra famèlica van ser “reconegudes pel mateix règim” i també ressenyades per la diplomàcia britànica.

També augmenten les malalties infectocontagioses –com la diftèria, el tifus exantematós o el paludisme– especialment just després de la Guerra Civil. L’epidèmia de tifus, que afectava singularment la població més pobra (“sense sabó, només amb una muda de roba i que vivien en coves”), va ser de tal calibre que “va preocupar els aliats”, segons reflecteix la documentació diplomàtica consultada per l’investigador.

D’altra banda, el cost de la vida va augmentar exponencialment i el mercat negre va potenciar l’acaparament, que va suposar una pujada dels preus, especialment de l’alimentació. A més, recorda Miguel Ángel del Arco, el final dels sindicats també va provocar la congelació dels salaris.

La fam “va tindre una funció política”

L’autarquia, la corrupció, la política exterior o la reducció de la productivitat agrícola van ser altres factors exposats per l’historiador per explicar el context de fam franquista. “L’autarquia adoptada voluntàriament per Franco i el somni de l’autosuficiència van ser un autèntic desastre, no arribaven fertilitzants pel bloqueig i les terres espanyoles no arribaven a produir prou”, explica Del Arco.

La fam va consolidar la desmobilització política: “Va tindre una funció política i va haver-hi classes socials a qui els va anar especialment bé”. Així doncs, el règim autàrquic “va enriquir molta gent mentre en matava d’altres”.

L’historiador ha analitzat també la memòria de la fam i el silenci en moltes famílies: la fam es converteix en “una vergonya”. També la reducció de la talla dels espanyols: “Van començar a ser més baixets en la dècada del 1940”. Miguel Ángel del Arco destaca que el fenomen ha passat desapercebut en la legislació sobre memòria històrica a Espanya, especialment en la definició de les víctimes, que no al·ludeix en cap cas a la fam espanyola.

L’investigador va esmentar com a exemples de la memòria de la fam la recuperació de llibres de receptes de la postguerra, obres literàries de Maria Beneyto, Dulce Chacón o Almudena Grandes, entre altres, així com les pel·lícules El laberinto del fauno o Pa negre. També còmics com Regreso al edén de Paco Roca. I va acabar la seua conferència, amb una afluència massiva a l’Aula Magna de La Nau a rebentar de públic, amb la cançó Panaderas del pan duro d’El Naán, un col·lectiu musical que recupera corrandes “que cantaven en la cuina les dones mentre pastaven pa”.

La memòria de la fam franquista ha passat de generació en generació en les famílies, “especialment transmesa per les dones”. Una memòria, en definitiva, “encapsulada en la cuina i els rebostos”.

diumenge, 26 de març del 2023

L'últim tren de Bouarfa (documental complet)

 

Documental: L’ Últim tren de Bouarfa

Por Cecilia Remis. LQSomos.

“El último tren de Bouarfa” narra el viaje de una familia de Banyeres de Mariola (Alicante) en el 2013 a las profundidades del desierto marroquí para exhumar los restos de su abuelo, fallecido en 1940, y repatriarle. Vicente Mataix Ferre, panadero republicano, se exilió en el Norte de África y corrió el destino de la mayor parte de los 12 mil republicanos que buscaron refugio en Argelia, Marruecos y Túnez, y al igual que la gran mayoría de los hombres huidos en los días finales de la Guerra Civil, fue hecho prisionero y recluido en campos de concentración, campos de trabajo forzado en régimen de semi -esclavitud que estaban construyendo una quimera colonial del gobierno de Vichy conocida como el Transahariano. Campos de hambre, humillaciones, arbitrariedades, maltrato y torturas, muerte.

Vicente Mataix falleció a los 31 años en el campo de trabajo de Bouarfa, uno de los levantados en pleno desierto del Sahara para la mano de obra forzosa (esclava) que el gobierno colonial francés utilizó para llevar a cabo el ambicioso proyecto de unir por vía férrea la costa mediterránea con la atlántica a través del desierto. Su viuda, con dos hijos, recibió una carta oficial en la que Francia le comunicaba su muerte por enfermedad, y un poco después unos camaradas le mandaron fotos de su tumba… Nunca se sabrá el motivo de la muerte de un hombre tan joven que en alguna de las fotos que se conservan aparece en buen estado físico.

El pasajero número 416 que pudo huir el 28 de marzo de 1939, a la desesperada, en el buque carbonero ‘Stanbrook’, atracado en Alicante, ante la amenaza de las tropas sublevadas que sitiaban la ciudad por tierra, mar y aire, volvía a su tierra 73 años después.

Vicente Mataix, fue uno de los miles exiliados que zarparon de Alicante huyendo del asedio franquista, en el ‘Stanbrook’, en el que gracias al capitán del barco Archibald Dickson, quien arriesgó la nave y su vida, conseguiría salvar en su barco a casi 3.000 republicanos, Vicente entre ellos.

Gracias a la constancia y empeño de sus nietos, herederos de lo que consideraban un “mandato” de sus mayores, que investigaron y llegaron hasta lo profundo del desierto marroquí, fue posible este reencuentro 73 años después.

Se agradece sinceramente la ayuda del Archivo de la Democracia de la Universidad de Alicante, Juan Martínez Leal, Victoria Fernández y Eliane Ortega, sin olvidar la gran labor de Arantza Torrecillas, mujer de Josep Vañó y nuera de María, que ha trabajado intensamente siempre desde un discreto plano. Han sido muchas las personas que se han involucrado en la construcción de este proyecto. A todas y todos las más sinceras gracias.

La “ficha

L’ Últim tren de Bouarfa. Documental de 30 minutos. Guion y dirección: Rosa Brines.
Imagen: Pablo González, Alba Barreira. Edición: Alberto Ortiza Tato.
Grafismo: Francesc Ginés. Grabación Off: Alboraia Art Studio.
Voces en off: Vicent Quintana y Rosa Brines.
Producido por Coordinadora d’Associacions per la Memòria Democràtica del Pais Valencià
Asesoramiento histórico: Juan Martínez Leal y Victoria Fernández.
Archivos históricos: Arxiu de la Democràcia (UA), Arxiu Aeronautica Militare Italiana,
Archivo Municipal de Alicante, BNE, Archivo Eliane Ortega,
Archivo Rodolfo Llopis, Archivo personal Maggy Gimeno,
Archivo Victoria Fernández, Archivo José María Azkárraga.

“L’últim tren de Bouarfa” narra el viatge d’una família de Banyeres de Mariola el 2013 a les profunditats del desert del Marroc per exhumar les restes del seu avi, mort el 1940, i repatriar-lo. Vicente Mataix Ferre, passatger 416 del Stanbrook, es va exiliar al Nord d’Àfrica i va córrer el destí de la major part dels 12 mil republicans que van buscar refugi a Algèria, Marroc i Tunísia: els camps de treball forçat en règim de semi-esclavitud construint una quimera colonial del govern de Vichy coneguda com el Transsaharià.

Un documental produït per la CAMDE-PV, amb guió i direcció de Rosa Brines.



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