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La familia de la sindicalista represaliada por el franquismo cede los objetos hallados en la fosa de Son Coletes para que sean restaurados y exhibidos - «Hasta el último momento no le quitaron su manera de pensar y de escribirla», dice su sobrino nieto
Hablan los esqueletos y los objetos. La osteoarqueóloga Almudena García-Rubio, directora del proyecto de Aranzadi en Balears, ha presentado esta mañana en el cementerio de Son Coletes los objetos hallados entre los restos de Aurora Picornell: varios botones, la bala que la hirió de muerte y la pluma estilográfica que llevaba sus últimos días de vida y de la que no se desprendió hasta el final.
"Los objetos no nos devuelven tanto al momento de la muerte de esa persona, si no a su vida. Y no hay un objeto que nos pueda hablar más de la vida de Aurora que una pluma", ha valorado García-Rubio. "Apareció en la zona torácica derecha. Suponemos que la tenía en un bolsillo", ha subrayado García-Rubio.
"Esto cierra las heridas. Tiene que haber un punto y final. Todos tenemos que poder saber dónde están nuestros seres queridos y darles un entierro digno. Hemos recalcado mucho que no queremos que se politice. Aurora tenía su ideología, pero no queremos que nadie coja esta bandera, lo importante es la persona", ha valorado Miquel Tortella, sobrino nieto de Picornell.
"La familia quiere que esto no se pare aquí. Se ha encontrado un icono, pero todavía hay mucha gente que merece la misma búsqueda y el mismo respeto", ha añadido en el cementerio de Manacor, donde bajó hasta la fosa en la que la sindicalista fue enterrada tras ser ejecutada por los franquistas la noche de Reyes de 1937.
Tortella y García-Rubiohan acudido a Son Coletes acompañados por el vicepresidente y conseller de Trasición Ecológica del Govern, Juan Pedro Yllanes, y el director general de Memoria Democrática, Marc Andreu Herrera.
Tortella ha destacado el simbolismo de la pluma para una mujer cuyo asesinato causó conmoción en la sociedad mallorquina y que con los años se convirtió en un símbolo de la represión. «Es lo único que no le pudieron quitar hasta el último momento de su vida», ha indicado. «La pluma significa que hasta el último momento Aurora no quiso que le quitaran su manera de pensar y de escribirla. Después de identificarla, es el hecho más importante porque demuestra cómo era, incluso sabiendo lo poco que le quedaba de vida», ha añadido.
Tortella ha explicado que la familia de Picornell ha decidido que los objetos hallados asociados a sus restos serán cedidos para que estén al alcance del público. La idea que maneja la secretaría autonómica de Memoria Democrática del Govern es restaurarlos y exponerlos, junto con otras pertenencias de represaliados encontradas en las fosas, en un espacio dedicado a reivindicar la memoria democrática.
Precisamente este trabajo de búsqueda y reparación emprendido por el Govern la pasada legislatura alcanzó un hito en octubre, cuando gracias al adn, cuando fueron identificados los restos de Picornell, sindicalista, feminista y militante del Partido Comunista. El siguiente paso fue catalogar los objetos hallados asociados a aquel esqueleto. «Encontramos elementos de su vestimenta: dos o tres botones de presión, un botón de nácar blanco, un imperdible metálico y unos pesos de plomo que se cosían en los bajos de vestidos y abrigos para darles caída. También recuperamos el proyectil de una pistola junto al cráneo, y la pluma estilográfica», ha señalado García-Rubio.
«Fue uno de los proyectiles que la mataron, porque tenía más disparos en el cuerpo. Pero este, al estar en el cráneo, debió ser mortal», ha añadido.
Los restos de la sindicalista, costurera de profesión, fueron hallados en la fosa número tres del cementerio de Son Coletes, en el marco del tercer plan de fosas a iniciativa de Memoria Democrática. Allí también se hallaron los restos pertenecientes a otros cuatro esqueletos que, se da por hecho, pertenecen las Roges del Molinar (Catalina Flaquer Pascual, sus hijas Antònia y Maria Pascual Flaquer, y Belarmina González Rodríguez). Todas ellas compartieron militancia, prisión y destino con Picornell. Sin embargo, todavía no han podido identificarse con el adn.
«El problema es que el adn de los esqueletos está muy degradado y nos cuesta mucho obtener perfiles completos en el laboratorio. Pensábamos que al haber parentesco entre ellas el adn mitocondrial, que se transmite entre mujeres, iba a ser la clave, pero no lo está siendo porque los esqueletos no conservan la suficiente cantidad. Sin embargo, sabemos que las sacaron juntas de la cárcel, siempre las hemos buscado juntas y juntas las hemos encontrado. Todo cuadra: el número de esqueletos, el sexo y la edad. Pero nos gustaría alguna identificación genética y en eso estamos trabajando en el laboratorio», valoró García-Rubio.
Espacio de la Memoria
Los objetos hallados junto con los restos de represaliados por el franquismo son catalogados y restaurados por Atics, un laboratorio de arqueología ubicado en Mataró. El Govern comunica a los familiares el hallazgo, y se les plantean dos opciones: quedárselos como recuerdo o cederlos a Memoria Democrática para que sean expuestos.
Yllanes ha señalado que la idea es custodiarlos y exponerlos en un Espacio de la Memoria. «Si las familias lo estiman, serán trasladados allí para poner de manifiesto que esas personas fueron asesinadas por defender sus ideas. Hay que determinar cuál sería el lugar o más adecuado», ha subrayado.