Blog d'en Jordi Grau i Gatell d'informació sobre les atrocitats del Franquisme.....
"Las voces y las imágenes del pasado se unen con las del presente para impedir el olvido. Pero estas voces e imágenes también sirven para recordar la cobardía de los que nada hicieron cuando se cometieron crímenes atroces, los que permitieron la impunidad de los culpables y los que, ahora, continúan indiferentes ante el desamparo de las víctimas" (Baltasar Garzón).
De la mano de Luis G. Naranjo Cordobés y Rafael Gonzalez Requena, el Foro por la Memoria de Córdoba difunde esta crónica de la represión Franquista que abarca el período desde la intentona golpista de 1936, los años de la guerra y los cuarenta años de dictadura.
El Foro por la Memoria se organiza en Córdoba en el año 2002, con el objetivo de contribuir a la recuperación colectiva de la memoria de la violencia y el genocidio ejercidos por el franquismo desde el primer momento del intento de golpe de estado hasta la desaparición física del dictador, con especial referencia al periodo de la guerra civil y la sangrienta década de los años cuarenta […]
«Desde el Foro por la Memoria de Córdoba hemos elaborado este Cuaderno de Memoria sobre la violencia y el genocidio franquista desde 1936 hasta 1978. Se trata de una visión sintética de todas las formas de violencia del franquismo que ofrecemos como una herramienta contra el negacionismo, el revisionismo y la equidistancia que alimenta el actual resurgir del fascismo. Especialmente indicado para jóvenes, incluye datos, citas de autores y amplia bibliografía. Tenemos ejemplares en papel para las asociaciones que nos lo pidan. Por el derecho a la verdad, contra el fascismo.»
PRÓLOGO
La noche del 17 de Julio de 1936 los militares sublevados en la plaza de Melilla acabaron con la vida de 189 civiles y militares leales a la República en lo que fue la primera matanza del largo periodo de terror que se abatió sobre España. En el enero sangriento de 1976, bajo el estado de excepción regulado por la Ley de Orden Público de 1959, las fuerzas policiales de la aún viva dictadura ahogaron en sangre obrera y estudiantil las grandes manifestaciones y huelgas que encendieron la geografía española exigiendo libertad y democracia, causando decenas de víctimas y miles de detenidos y torturados. Entre estas dos fechas, cuatro décadas en las que el franquismo conculcó masivamente todos los derechos humanos individuales y colectivos establecidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 por la Asamblea General de la ONU. Exilio interior y exterior, inseguridad jurídica, impunidad de los represores, hambre como forma de sometimiento de los vencidos, exclusión social y laboral, torturas, ley de fugas, campos de concentración y cárceles donde literalmente los reclusos morían de hambre, represión cultural y censura ideológica… entre una larga lista de prácticas de violencia institucional que convirtieron al régimen franquista en la dictadura más sangrienta de Europa con sus propios conciudadanos y compatriotas.
En este trabajo pretendemos resumir algunas de las dimensiones estructurales de la violencia franquista, fundamentalmente las cifras globales de víctimas en la posguerra, la situación carcelaria de las mujeres y las transformaciones del aparato represivo y de sus herramientas jurídico-políticas en la dialéctica de adaptación a las nuevas formas de lucha surgidas a partir de mediados de los 50 y sobre todo tras la aplicación del Plan de Estabilización de 1959, que se convirtieron sin solución de continuidad en la base social, sindical y política que buscó la ruptura democrática en la crisis final del régimen franquista.
Reseña del libro de Enrique Javier Díez Gutiérrez 'La asignatura pendiente' (Plaza Valdes Editores, 2020)
El autor revisa los libros de texto de la materia de Historia de 15 editoriales centrándose en contenidos, imágenes, gráficos, actividades y materiales didácticos
Existió un “pacto implícito para no remover el pasado” que ha impedido hacer un relato objetivo de lo que supuso el golpe de Estado, la guerra civil y la dictadura
Mientras exista la enseñanza privada existirá el derecho de los padres a adoctrinar a sus hijos. Ese es el supuesto derecho que los defensores de la privada llaman “libertad de enseñanza”: el derecho de los padres a imponer a sus hijos un totalitarismo ideológico sin fisuras, haciendo que sean educados en recintos estancos blindados frente a toda pluralidad y toda diversidad. Este prejuicio no sólo es patrimonio de la derecha, también lo es de algunas izquierdas progresistas, aunque (menos mal) en mucha menor medida. De este modo, los padres del Opus educan a sus hijos en colegios del Opus, perpetrando la más monumental de las manipulaciones, al hacerles creer que el Opus es una cosa normal o incluso la normalidad misma, en lugar de una secta más comparable a cualquier otra. Lo mismo, no decimos que no, es aplicable a ciertos izquierdistas que pretenden educar a sus hijos en reservas progres a su medida: el caso es que se creen con derecho a imponer los vástagos sus propias creencias, en lugar de correr el riesgo de abrir sus mentes a la pluralidad del mundo que nos rodea, algo que sólo es posible, como es obvio, en la Escuela Pública.
Estas ideas, que ya hemos repetido mil veces, nos han venido a la cabeza leyendo el libro de Enrique Javier Díez Gutiérrez, La asignatura pendiente. La memoria histórica democrática en los libros de texto escolares (Plaza Valdes Editores, 2020). Hemos recordado, ante todo, la enorme responsabilidad que tiene la escuela pública respecto a lo que es, en efecto, una “asignatura pendiente”. Lo que nos presenta Enrique Díez es un pormenorizado estudio de los libros de texto de Historia en la enseñanza secundaria y el bachillerato. Y su diagnóstico, como bien resume Alberto Garzón, que escribe el prólogo del libro, es que existió durante la Transición un “pacto implícito para congelar y no remover el pasado” que ha impedido y sigue impidiendo algo tan elemental como hacer un relato objetivo de lo que supuso el golpe de Estado, la guerra civil y los cuarenta años de dictadura que vinieron a continuación. Se “congeló y no se removió” por razones políticas, más o menos encomiables o detestables, pero la Escuela Pública no puede ¡un siglo después!, seguir siendo rehén de este acuerdo tácito por la desmemoria y el olvido.
Es parte de su tarea incorporar en la nueva ley educativa, que legislará los currículos en los próximos meses, el estudio de la memoria histórica democrática. Es decir, transmitir y estudiar “el significado de lo que supusieron para los valores democráticos la Segunda República, la dictadura franquista y la resistencia antifranquista”. Con este objetivo, en La asignatura pendiente, el autor revisa los libros de texto de la materia de Historia de 15 editoriales centrándose no sólo en el tratamiento de los contenidos, sino también en las imágenes, gráficos, actividades y materiales didácticos de cuatro apartados fundamentales: causas y consecuencias de la Guerra Civil, represión franquista, lucha antifranquista y movimiento por la recuperación de la memoria histórica.
Al estudio de los libros escolares se suma el análisis de los currículos desde la LOGSE hasta la LOMCE y 610 entrevistas a profesores y profesoras de Historia de secundaria y bachillerato.
Respecto a los libros de texto, la visión ideológica es variada dependiendo, evidentemente, del grupo editorial al que pertenezcan. En consonancia con lo que algunos estudiosos han denominado “la amnesia de la transición”, nos encontramos con que buena parte de “los enfoques, análisis y contenidos” relacionados con la dictadura y la represión franquista se alinean con la teoría de la equidistancia o equiparación, con el tan manido “todos fueron iguales”. En resumen, el mismo vicio que los firmantes de esta reseña ya criticamos respecto del libro de Arturo Pérez Reverte, La Guerra Civil contada a los jóvenes, pues resulta obvio que cuando se trata de víctimas y verdugos, la única equidistancia posible es alinearse con las víctimas y condenar a los verdugos.
Otro de los elementos que llaman poderosamente la atención, en la mayoría de los libros de texto, son los silencios u ocultaciones de lo que el autor denomina “temas tabú”: el expolio de bienes de las familias no afectos al régimen, el papel de la Iglesia dentro del aparato represor de la dictadura, el reconocimiento y la reparación de las víctimas del franquismo, y un largo etcétera.
Las entrevistas al profesorado ponen de manifiesto cómo la inclusión de la memoria histórica es un reto. La extensión de los currículos de Historia y el tiempo disponible en los cursos es una de las barreras más dificultosas. Es más, podríamos afirmar que es la mayor “censura” que existe, pues, por ejemplo, en un segundo de Bachillerato, con contenidos que van desde el hombre de Atapuerca hasta la actualidad, intentar explicar con detenimiento y profundidad los períodos de la Segunda República, la Guerra Civil y la Dictadura franquista es un reto inasumible. De este modo, la censura se disfraza pragmáticamente de la imposibilidad anual de cumplir con los programas con un poco de dignidad.
Y aquí está la cosa, que la derecha sí tiene clarísimo lo que quiere en lo que a la enseñanza de la Historia se refiere. Si no recordamos mal, fue en la etapa de Esperanza Aguirre como Ministra de Educación cuando mediante un Real Decreto nos colaron el aumento de los contenidos mínimos en segundo de bachillerato, pasando del estudio de la Historia de España del siglo XIX y XX a toda la Historia de España, porque era inconcebible, en palabras de Aguirre que “los alumnos salieran del instituto sin saber quién era Felipe II”. Cualquier persona puede hacerse cargo de la dificultad que tiene un profesor o profesora de Historia para poder abarcar esa dimensión histórica que abarca desde el hombre de Atapuerca al 15M español.
Es curioso lo de izquierdas que son los del PSOE cuando están en la oposición y lo cobardes que resultan ser cuando llegan al gobierno. Ahora es el momento en el que tenemos una oportunidad “histórica” para poner en marcha lo que buena parte del profesorado y la sociedad llevamos décadas reclamando y que de forma tan pormenorizada analiza Enrique Díez en La asignatura pendiente. Este Gobierno tiene que asumir el derecho que tienen nuestros estudiantes a la objetividad histórica. Pero no solo los estudiantes, sino la sociedad entera. No podemos seguir ocultando, en esta especie de “ejercicio de desmemoria colectiva”, lo que las investigaciones históricas llevan décadas demostrando. El “silencio, el miedo y el olvido” que impuso la dictadura no puede seguir causando efectos en los currículos de la escuela pública. Y, sin embargo, es preciso leer el libro La asignatura pendiente para caer en la cuenta de que esos efectos siguen aún presentes, mucho más de lo que a veces pensamos. Para poner remedio a esta situación no basta con confiar en la buena voluntad del profesorado. Hace falta una “voluntad política”, dispuesta a plantear la cuestión de la memoria histórica en todo el sistema educativo.
Enrique Díaz, profesor y vicepresidente del Foro de la Memoria de León, como un guerrillero por la democracia y la memoria, termina su libro presentando un conjunto de materiales pedagógicos para “evitar la amnesia histórica”. Son tres unidades didácticas que se publicarán en breve en la editorial Plaza y Valdés, y que actualmente podemos encontrar en formato digital en http://memoriahistoria.unileon.es. La primera unidad se centra en al causa democrática republicana, la segunda en la represión franquista y la última en la resistencia antifranquista, más una apartado final dedicado a la recuperación de la memoria.
Los que somos profesores y profesoras de Historia tenemos que estar muy agradecidas a Enrique por su incansable trabajo por la memoria histórica democrática. Creemos que este libro es de imprescindible lectura para todo profesor crítico, pero, sobre todo, para un gobierno de coalición progresista que tiene el deber de escuchar a los colectivos que tanto han trabajado por rescatar del olvido a millares de hombres y mujeres que como funcionarios de la humanidad lucharon por la democracia contra la dictadura y la represión.
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El libro 'Por la sagrada causa nacional', del historiador Francisco Espinosa, pone nombres y apellidos a militares, falangistas, propietarios, autoridades locales, delatores y víctimas del franquismo
Más allá de las páginas gruesas está "la historia de la gente". Y ahí ha entrado el historiador Francisco Espinosa con Por la sagrada causa nacional. Historias de un tiempo oscuro. Badajoz, 1936-1939 (Editorial Crítica). Un libro que pone nombres y apellidos a militares, falangistas, propietarios o autoridades locales de aquel "Nuevo Orden" franquista, y a la represión de los vencidos, una purga con un único límite: "no acabar con la mano de obra necesaria".
Francisco Espinosa Maestre (Villafranca de los Barros, Badajoz, 1954) retrata "a qué quedó reducida la vida en la España rural tras la matanza del 36". Y deja ver las consecuencias: del franquismo "queda la ideología que impide avanzar, que aún late con fuerza en ciertas instancias políticas, judiciales, civiles, militares y eclesiásticas y que se transmite de generación en generación", avisa el escritor en esta entrevista para elDiario.es.
La desmemoria, como caldo común, "fue fruto de una educación absolutamente ideologizada que se perpetuó en la Transición y que abarcaba desde la enseñanza primaria hasta la universitaria". Todo en un país, dice el autor de Por la sagrada causa nacional (el libro sale a la venta el próximo 13 de enero), donde los frenos los ponen "la existencia de una derecha que nunca ha roto con el franquismo y de una izquierda que decidió que el pasado no existía".
En 'Por la sagrada causa nacional' aborda la represión franquista. ¿Tanto queda por contar?
En realidad trata de mostrar a qué quedó reducida la vida en la España rural tras la matanza del 36, entre 1937 y 1939, período que si en algunas zonas del país fueron años de guerra, en otras solo hubo espacio para la represión de los vencidos y desafectos al Nuevo Orden. En Badajoz se dieron las dos situaciones. Está claro que queda mucho por contar, sobre todo teniendo en cuenta que ciertos fondos documentales de carácter judicial y militar siguen aún vetados para la investigación pese a cumplir los plazos legales marcados por la ley.
¿Qué significaron la violencia, el expolio o las denuncias para la construcción de ese "Nuevo Orden" de la dictadura?
El Nuevo Orden se impuso por el terror y mediante un calculado plan de exterminio que buscaba la paralización absoluta de aquellos sectores que habían apostado por la democracia en España desde el surgimiento de los grandes partidos y sindicatos obreros desde fines de siglo XIX hasta la lenta consolidación de las opciones políticas de izquierdas, es decir, todo el proceso que condujo y dio vida a la experiencia de la II República. La única forma de arrasarla fue eliminando a aquellas personas que más se habían comprometido públicamente con ella y haciendo la vida imposible a los que permitieron seguir viviendo. El único límite de la purga siempre fue no acabar con la mano de obra necesaria para no poner en peligro la vida económica.
Las historias que cuenta están centradas en Badajoz pero, ¿son extrapolables a casi cualquier punto del país?
Aunque se refieran a Badajoz representan bien lo que ocurrió en las zonas rurales que fueron ocupadas en los meses que siguieron al golpe militar. Hablo pues de más de la mitad del país: Andalucía occidental, Extremadura, Castilla y León, Galicia, Navarra, parte de Aragón y de las Baleares o Canarias. Considero este trabajo como una nueva entrega de la historia de la provincia, de la que ya he mostrado su papel como una de las zonas clave de la reforma agraria republicana y la terrible experiencia que supuso la subida de las columnas fascistas desde Sevilla en agosto de 1936.
Aparecen en su libro historias de militares, falangistas, propietarios, autoridades locales e incluso "conflictos internos entre las fuerzas vivas". ¿Cómo cuáles?
A través de una serie de apartados he mostrado aquella realidad por medio de lo que podríamos llamar la historia de la gente. Sus nombres rara vez llegarán a las grandes obras sobre el ciclo abierto en 1931 y cerrado en 1978, pero yo he querido darles la voz que nunca tuvieron contando sus peripecias vitales. A ello se dedican los apartados dedicados a la represión y a su irracionalidad, al gran saqueo de los vencidos, al fomento de las denuncias o a la simple lucha por la vida. Hay también otro apartado dedicado a los conflictos internos entre los vencedores y a los problemas creados por el envío de hombres al frente. Es muy interesante verlos a todos actuar en aquel contexto, unos por imposición y otros pregonando que todo lo hacían por la Sagrada Causa Nacional.
¿La violencia contra la mujer tenía un carácter especial o específico? ¿Qué ejemplos aparecen en esta obra?
Hay un apartado específico dedicado a la violencia sobre la mujer, por más que también aparezca en otros. Fueron represaliadas por el mismo hecho de ser mujeres, por el protagonismo de muchas de ellas durante la República y también por su relación familiar con hombres detenidos, asesinados o desaparecidos. Sus historias confirman el estado absoluto de indefensión en que quedaron cuando desapareció el estado de derecho. Daba igual la edad, como muestra la violación de una anciana delante de su nieta. Otro caso ocurrido nos permite ver cómo la violación de rojas no era delito para los militares fascistas. Todo dependía de quién lo hiciera, ya que no era lo mismo ser un nadie como el violador de la anciana a ser falangista e informante de la Guardia Civil.
Y también hay historias de testigos, vecinos, víctimas…
Entre esas historias mencionaré algunas como la peculiar documentación que nos permite asistir desde una doble perspectiva a la ocupación de San Vicente de Alcántara. O la depuración en torno al incautado diario Hoy, las andanzas de individuos como el subjefe provincial de Falange Ramón Carande Uribe, el alcalde de Fregenal Manuel Guridi o el de Azuaga, Adolfo Bustamante, los sobresaltos que afectaron a gente de orden como Tomás Rabanal o Bernardo Ezquer, la desconocida historia de Rodrigo González Ortín, el autor del panfleto Extremadura bajo la influencia soviética; los conflictos entre Falange y Requeté a costa de la incorporación de algunas de sus fuerzas al frente o ante el decreto de unificación y, cómo no, la simple lucha por la vida en casos como el del teniente de alcalde de Azuaga Miguel Muñoz Murillo o el maestro freinetiano Maximino Cano Gascón en Montijo. Son historias que confirman una vez más que la realidad supera a la ficción y que muestran sobre qué cimientos se edificó el franquismo.
Y tira para su investigación de 60 expedientes, es decir, de sumarios instruidos por los propios golpistas.
La base documental está constituida por una serie de expedientes judiciales militares pertenecientes en su mayor parte al Archivo del Tribunal Militar Territorial Segundo de Sevilla, aunque también los hay de archivos similares de Madrid y Málaga. Dicha documentación representa una fuente de inmenso valor y al mismo tiempo una muestra de lo que podemos llamar documentación de parte. Todo en ella ha pasado por el filtro de los vencedores, empezando por las declaraciones de los encausados, transcritas a su estilo y manera por el personal judicial-militar. Si no le quitamos ese filtro seguirá expresando la ideología de los vencedores. El problema es que resulta muy fácil dejarse absorber por las palabras del poder.
La represión y su carácter poliédrico estallan sobre todo en esos años de la guerra pero continúan en la etapa dictatorial, ¿es una violencia sin límite contra los derrotados?
El ciclo represivo iniciado con el golpe militar de 1936 se prolongó sin interrupción hasta 1944, en que la situación internacional con el hundimiento del nazifascismo aconsejó parar. Sin embargo, una vez visto que los aliados no iban a intervenir en España y ante la permanencia y revitalización de la lucha guerrillera, el régimen inició una nueva etapa represiva que se extendió por la segunda mitad de los cuarenta y en algunos casos hasta ya entrados los años cincuenta. Hablamos pues de un ciclo de dos décadas.
Los relatos tienen nombres y apellidos. Hace poco vimos la denuncia de un descendiente de una persona que participó en el juicio a Miguel Hernández. ¿Teme que alguien se pueda revolver con este libro?
No creo. Todo lo que en el libro se dice cuenta con respaldo documental y no precisamente de origen rojo sino de la justicia militar franquista. Lo importante hay que transcribirlo literalmente para que no haya dudas, procurando que quede clara la secuencia temporal y las vicisitudes de cada caso desde que se iniciaron las actuaciones hasta las firmas finales del auditor y de Queipo. Es la única manera de desvelar la irracionalidad de aquellas pantomimas pseudojudiciales. Debe quedar claro que, aparte de lo que se puede sacar para exponer cada caso, los documentos dan para mucho más y se encuentran disponibles en el archivo para todos los que deseen verlos. Doy las referencias de todos ellos. En algunos casos me he servido también de las investigaciones locales, que en Badajoz han sido bastantes.
Pasan los años, las décadas, y España sigue sin resolver la mayor parte de las graves violaciones de los Derechos Humanos cometidas por los golpistas y luego por el franquismo. ¿Por qué?
Es normal que este proceso lleve tiempo. Frente a casos como el alemán, el austríaco o el italiano la particularidad española es que el fascismo español se consolidó tras la Segunda Guerra Mundial, disponiendo de cuatro décadas para ir adaptándose a las circunstancias de cada momento. A esto se añade el modelo de transición continuista y, en la misma línea, la existencia de una derecha que nunca ha roto con el franquismo y de una izquierda que decidió que el pasado no existía. Quizás de ahí vengan cierto tipo de sucesos que nunca han desaparecido y que con el paso de los años parece que han ido a más, hechos que nos recuerdan un pasado indeseable que nunca se ha ido.
Entre los pilares de la impunidad de los crímenes franquistas están la cuestión económica, las grandes fortunas nacidas del uso de los derrotados como botín de guerra, y la Educación, el sometimiento premeditado de la sociedad a la ignorancia de su propio relato, a la desmemoria. ¿Lo ve así?
No hay que olvidar que el franquismo conformó la sociedad española durante cuarenta años y que el discurso dominante de la transición consolidó un modo de afrontar el pasado que caló en la clase media surgida al calor del desarrollismo. A la oligarquía económica, llegado un momento, le pareció estrecho el marco de actuación que le ofrecía la dictadura y vio bien la transición controlada. Por su parte la desmemoria fue fruto de una educación absolutamente ideologizada que se perpetuó en la transición y que abarcaba desde la enseñanza primaria hasta la universitaria. En todo ello jugó un papel clave la Iglesia española, que aún sigue en su batalla con el dinero de todos.
¿Qué le parece que el actual Gobierno de España proyecte una nueva Ley de Memoria Democrática?
La lucha por la memoria se inició en España a mediados de los noventa y tuvo su momento álgido en la década pasada hasta que se cerró en falso cuando desde la política y la justicia se acabó con la iniciativa del juez Garzón y lo que quedó fue una ley de memoria que no cubría en modo alguno las expectativas planteadas. Lo de ahora es un nuevo intento que veremos en qué queda. Hay que partir de que al igual que es imposible pactar con la derecha una ley de educación mientras no se derogue el concordato, también lo es llegar a un acuerdo en este terreno. ¿Qué se puede esperar de partidos que incluso niegan la existencia de desaparecidos y de fosas comunes?
¿Cómo explicaría el deber de Memoria, la necesidad de conocer y contar bien la Historia?
Algunos historiadores europeos sensibilizados contra la tergiversación interesada del pasado han mantenido que el primer deber de la democracia es la memoria. Se entiende que en España esta tarea no se iniciara en la transición con todo el aparato franquista aún activo pero no se entiende en modo alguno que no se hiciera nada entre 1982 y 1996. Tengamos en cuenta que en nuestro país fue el impulso social el que tanto desde la historia como desde la memoria exigió y consiguió que se mirara al pasado para dar sentido al presente. Gracias a ese empuje, realizado por lo general por lo que a la historia se refiere desde ámbitos ajenos al mundo académico, se abrieron espacios que la historia oficial había decidido mantener cerrados. Investigación histórica hay de sobra; lo difícil es trasladar ese conocimiento a la sociedad.
¿Qué queda hoy de todo aquel "oscuro mundo"?
Queda la ideología que impide avanzar, que aún late con fuerza en ciertas instancias políticas, judiciales, civiles, militares y eclesiásticas y que se transmite de generación en generación. Y queda la desidia, el abandono y la falta de voluntad política que impide poner al servicio de la sociedad la documentación depositada en numerosos archivos, lo que viene a ser como si no existieran. Sin duda se ha avanzado mucho a lo largo de estas cuatro décadas pero ha sido un proceso demasiado lento y trabajoso debido a las trabas constantes que se han presentado una y otra vez. En todo caso, pese a todo, queda mucho por hacer.
144 personnes & 3 associations ont adhéré à notre Amicale en 2020. Les communes du Vernet d’Ariège, de Pamiers, de Coutens, la Communauté de Communes des Portes d’Ariège & le Conseil Départemental de l’Ariège nous ont octroyé des subventions pour cette année aussi. Merci pour ces soutiens en très forte progression !
Notre travail en cette année 2020 a bien sûr été impacté par la crise sanitaire que nous traversons. Les visites des établissements scolaires ont été annulées, de même que celles des particuliers. Nous avons reçu le consul général des États-Unis pour une visite privée le 8 juillet. Nous avons assuré l’accueil du public pour les Journées Européennes du Patrimoine en septembre. Nous avons quand même pu mettre à disposition du collège Lakanal de Foix notre exposition entre les vacances de la Toussaint & celles de Noël.
Un chantier s’avérait nécessaire dans le cimetière : la rénovation des plaques qui étaient illisibles ainsi que l’ajout de gravier sur les tombes. Il fallait agir. Le 1er juillet, la rénovation des plaques a été réalisée par deux jeunes personnes qui se sont appliquées dans ce travail délicat. Pour les tombes, le chantier allait nécessiter plus de temps. J’ai demandé aux Sablières Denjean de nous fournir le gravier nécessaire, soit 25 tonnes. Le gravier nous a été livré gracieusement le mercredi 14 octobre. Le travail pour remplacer le gravier des 154 tombes s’est déroulé le dimanche 18 octobre de 9h à 12h. L’appel lancé a été entendu & une trentaine de bénévoles sont venues/venus nous aider. Un grand merci à elles/eux.
La cérémonie des "Oubliés" de la Toussaint ne s’est pas déroulée le 1er novembre comme d’habitude, en raison du confinement décidé. Nous avons avancé la cérémonie au jeudi 29 octobre afin que chaque tombe reçoive une fleur & une lampe solaire. Ce jour-là, deux gerbes ont été déposées au pied de la stèle : l’une conjointement par l’Amicale & la mairie du Vernet d’Ariège, l’autre au nom des francs maçons de l’Ariège. Des bougies du souvenir ont été déposées également dans le cimetière.
Suite au chantier du cimetière, nous avons décidé de publier via notre maison d’édition « Les Éditions du camp du Vernet » une brochure qui retrace l’histoire du cimetière du camp de concentration du Vernet d’Ariège & des internés qui y ont trouvé la mort. Cette brochure « Les "Oubliés" de la Toussaint » présente les événements qui ont marqué ce carré de terre ariégeoise si particulier : de 1944 à nos jours, en passant par l’opération de répression policière Boléro-Paprika en 1950, puis par les années 70 avec la tentative de translation du cimetière, heureusement contrecarrée par les anciens internés menés par Ilario Plinio & enfin les aménagements des années 2010-2020. Cette brochure recense également les identités de 228 personnes décédées suite à leurs conditions d’internement dépourvues de la moindre humanité dans ce camp de concentration français.
Les sources des documents contenus dans cette brochure sont citées. Les informations sont l’aboutissement de nos travaux de recherches scientifiques & historiques réalisés par notre GTA, Groupe de Travail des Archives.
Vous trouverez cette brochure en pièce jointe à ces vœux.
La version papier sera adressée gracieusement aux membres de l’Amicale ainsi qu’aux personnes & partenaires qui nous soutiennent.
Il sera possible de la commander au prix de 5€ plus 4€ de frais de port. Les libraires pourront également se la procurer. Nous contacter pour un règlement par virement ou par chèque via notre site Internet www.campduvernet.eu . Le chèque doit être libellé à l’ordre des Éditions du camp du Vernet & envoyé à l’adresse suivante :
Les Éditions du camp du Vernet BADASSAC 09130 PAILHÈS
La deuxième édition du livre de Bruno Frei, "Les Hommes du Vernet" est toujours disponible. Cette édition est enrichie d’un carnet de dessins en couleurs que les internés ont offert à Bruno Frei, lors de son départ du camp. Vous pouvez soit commander cet ouvrage via notre site Internet www.campduvernet.eusoit chez votre libraire.
Ces travaux, recherches & publications confortent notre volonté d’utiliser l’appellation sémantiquement & historiquement juste, CAMP DE CONCENTRATION pour désigner ces lieux d’internement arbitraire.
Nous n’avons pas le droit d’édulcorer l’Histoire, ni de la transformer. Nous consultons des documents d’archives qui parlent de camps de concentration, les anciens internés utilisaient aussi ce terme, donc soyons humbles, respectueux & justes.
Les membres du bureau de l’Amicale des Anciens Internés Politiques et Résistants du camp de concentration du Vernet d’Ariège ne souhaitent pas être accusés de NÉGATIONNISME par les générations futures.
De même, nous parlons de la Guerre d’Espagne & non de guerre civile espagnole, dénomination imposée par Franco, pour la résumer à une guerre fratricide au sein du peuple espagnol. Cette Guerre d’Espagne est en fait la première lutte armée contre tous les fascismes qui après 1939 allaient dévaster l’Europe & s’étendre au monde entier. Comment parler de guerre civile alors que Franco a reçu l’appui d’Hitler, Mussolini & Salazar le dictateur du Portugal ; le camp républicain espagnol après le lâche abandon de la République Française fut, lui, appuyé par les Brigades Internationales…
Concernant cette guerre d’Espagne, il est important également de revenir sur la date exacte de sa fin, qui est le 1er avril 1939… & non pas après la Retirada comme on peut le voir écrit depuis 2015 au mémorial de Rivesaltes. Erreur gravissime, signalée à de nombreuses reprises, mais le conseil scientifique de ce mémorial reste enfermé dans sa tour d’ivoire…
Pourquoi erreur gravissime… parce que dire que la Guerre d’Espagne se finit après la Retirada, c’est justifier la reconnaissance par le gouvernement de la Troisième République Française du gouvernement provisoire de Franco, cantonné encore à Burgos, le 27 février 1939. Le maréchal Pétain sera nommé ambassadeur auprès de ce gouvernement fasciste dans les jours qui suivront.
Quel est le lien entre les camps de concentration français & la Guerre d’Espagne… nous émettons une hypothèse qui va faire réfléchir les unes/uns, quitte à ce que les autres s’en offusquent. Nous ne sommes pas historiennes/historiens, nous ne siégeons pas dans un conseil scientifique, MAIS nous travaillons, nous effectuons des recherches, nous réfléchissons, nous publions, nous agissons, nous proposons…
Le discours officiel de l’époque justifie l’enfermement des soldats de l’armée républicaine espagnole en arguant qu’ils allaient troubler l’ordre public en France…
Notre hypothèse, confirmée par l’empressement de la Troisième République Française à reconnaître un gouvernement provisoire fasciste rougi du sang de son propre peuple, au lieu de soutenir un gouvernement issu d’une élection démocratique, est la suivante :
L’enfermement des soldats de l’armée républicaine espagnole a été surtout décidé pour éviter que ces soldats, même ignominieusement désarmés au passage de la frontière, ne retournent combattre en Espagne. Les soldats savaient que les combats continuaient à Madrid, Valence, Alicante… Ces soldats pensaient très certainement être bien accueillis en France, par la République qu’ils considéraient comme la grande sœur de leur jeune République. Il n’en a rien été, nous ne le savons que trop. Ils ont donc été très affectés par cet enfermement ignoble & d’autant plus abattus parce qu’ils ont été empêchés de reprendre leur juste combat. La Guerre d’Espagne s’est donc terminée le 1er avril 1939. L’Europe allait connaître l’embrasement 5 mois plus tard…
Voilà, je vous souhaite une belle lecture avec notre brochure…
Nous avons des projets pour 2021, avec une exposition de dessins sur la commune de Saverdun en lien avec le film JOSEP que je vous recommande… Nous prévoyons une Nuit Européenne des Musées avec des interventions d’artistes… Nous avons été contactés par le Musée des Abattoirs de Toulouse qui prépare une exposition intitulée : "François Tosquelles, La Déconniatrie : art, exil et psychiatrie". Elle se tiendra dans ce musée du 24 juin 2021 au 10 janvier 2022, puis circulera au Centre Cultural Contemporània de Barcelone de février à juillet 2022, au Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofia à Madrid de septembre 2022 à mars 2023, puis à l'American Folk Art Museum de New-York d’avril à septembre 2023. La direction du musée est intéressée par notre riche collection de dessins réalisés par des artistes pendant leur internement.
Que de beaux projets, sans oublier notre Assemblée Générale au mois de mai…
Nous vous tiendrons au courant au fur & à mesure en fonction de l’évolution de la crise sanitaire que nous traversons…
Bonne Année & Bonne Santé 2021, à vous & à vos proches…
Raymond Cubells, président de l’Amicale des Anciens Internés Politiques et Résistants