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Acto de homenaje a los prisioneros en el campo de concentración (1936-1943)
Por La Comuna /Asociación de presxs y represaliadxs por la dictadura franquista
La pequeña isla de San Simón está situada en la ría de Vigo, unida mediante un puente con otra isla aún más pequeña, la de San Antón. Batida por los vientos atlánticos es un maravilloso enclave lleno de belleza y sosiego. Sin embargo, desde 1936 a 1943 los golpistas fascistas lo convirtieron en un lugar de horror: un campo de concentración de prisioneros republicanos, socialistas, comunistas, anarquistas… trasladados allí, hacinados y mantenidos en condiciones horribles de hambre, frío, torturas y enfermedades. Por allí pasaron casi 6.000 hombres esperando la muerte día tras día, soñando con que sus nombres no aparecieran en la lista que con parsimonia leía el encargado de conducirles a donde serían finalmente fusilados. Dos nombres destacan como responsables de ese horror: Fernando Lago Búa “el carnicero de San Simón” y el padre Nieto, un cura vigués que oficiaba la misa con la pistola al cinto. Ambos sometían a torturas y malos tratos a los prisioneros.
Por el contrario, cabe destacar la figura de Celestino Poza Cobas, médico pontevedrés que había sido diputado por la Unión Republicana. Fue juzgado por los fascistas y encarcelado, junto a uno de sus hijos también médico, en la Isla de San Simón y ayudó a salvar la vida de muchos prisioneros. También destaca la labor de solidaridad que llevaron a cabo las mujeres de los pueblos de la ría, ayudando a los prisioneros en todo lo que podían: llevándoles comida, lavando y arreglando su ropa, manteniendo correspondencia y haciendo de enlaces con sus familias… se les conoce como “las madrinas”.
Durante un tiempo, dada la incapacidad de albergarles en la isla, cientos de ellos permanecieron en las bodegas del barco “Upo Mendi” anclado en las orillas. Aquello fue un infierno aún mayor. Se decía de la isla que “aquel que entra en San Simón no sale con vida”.
En 1999 las islas de San Simón y San Antón fueron declarados Bien de Interés Cultural y centro de recuperación de la memoria histórica. Y desde principios de este siglo se suceden los actos de homenaje en torno a mediados de julio. Este año, coincidió con el 16 de julio. Más de trescientas personas se acercaron a la Isla de San Simón para rendir homenaje a aquellos prisioneros, convocados por Iniciativa Galega pola Memoria (IGM). Tras una pequeña ruta explicativa de los hechos y los lugares, a cargo de Luis Bará y Matías Rodríguez, los asistentes se concentraron en la isla de San Antón para escuchar a los invitados a este acto, que se dedicó a la reclamación de justicia para las víctimas del franquismo.
Conducido por Matías Rodriguez da Torre, portavoz de IGM, transcurrió el acto con las intervenciones de Manuel Reboiras, Julio Pacheco e Irene Francés.
Manuel Reboiras, hermano deMontxo Reboiras y también detenido, torturado y procesado en 1976, dijo que “Vai case para medio século, 48 años, de democracia formal, e os verdugos seguen sen poder ser investigados e as querelas de Ceaqua e ourtras asociación, son arquivadas porque non hai vontade política para clarificar e investigar os crimes do franquismo.” Y que, precisamente por ello “A democracia sempre será condicional e parcial, mentres non se podan invesigar e xulgar os crimes do franquismo e as torturas e malos tratos do TOP.” Informó que tanto él como otras personas se querellarán próximamente y animó a seguir exigiendo justicia.
Julio Pacheco, luchador antifranquista. Tenía que haber declarado unos días antes, ante el juez por su querella por torturas contra varios policías, sin embargo, de forma sorpresiva, fue suspendida su declaración. Julio Pacheco comentó sobre este hecho: “Es una vergüenza y una maniobra que trata de impedir, suponemos, que esta querella siga adelante aplicando, una vez más, las políticas de impunidad que mantiene el Estado español respecto a nosotros. Aún así y precisamente por esto, quiero animar a todas y todos los represaliados del franquismo y la transición a presentar querellas. Cuantas más se presenten mas difícil será para los jueces rechazarlas. Conseguir que se juzgue a los torturadores, que se conozcan sus nombres y apellidos, que se les condene es la mejor forma de conseguir las reivindicaciones del movimiento memorialista.”
Por último, Irene Francés, del grupo jurídico de la Coordinadora Estatal de Apoyo a la Querella Argentina (CEAQUA) habló también del derecho a la justicia para todas las víctimas del franquismo y de la necesidad de poner querellas contra los victimarios: “Cada querela, tanto as presentadas no Estado español como a vía da Querela Arxentina, é un revulsivo de cambio. Precisamos manter estas ferramentas de loita neste proceso colectivo para esixir verdade, xustiza reparación e garantías de non repetición. (…) Cada querela interposta pon en evidencia ao Estado español e as súas políticas de impunidade que dan continuidade ao réxime e que ten como piares a Lei de Amnistía, a cal é incompatíbel coas obrigas adquiridas polo Estado español en materia de dereitos humanos e a ainda vixente Lei de Segredos Oficiais do 68, que impide o acceso á información e investigación das graves violacións de dereitos humanos. (…) É unha cuestión de presente e de futuro manter viva a loita contra a impunidade a través da presentación das querelas, reclamando o dereito á verdade, xustiza, reparación e garantías de non repetición ata rachar co muro da impunidade que impide a investigación e axuizamento dos crimes do franquismo.”
Por último, se leyó el Manifiesto de la Iniciativa Galega pola Memoria, del que destacamos: “(…) no tocante á memoria histórica o que se demanda aínda hoxe é o cumprimento da carta dos dereitos humanos, esa que representa a todxs os que deron a súa vida por eles e que chegan a nós como conquistas cuestionábeis pola ofensiva neofascista que os nega con silencios sociais cómplices e altofalantes mediáticos parceiros, e os pretenden conculcar e darlle a isto carta constitucional e institucional. (…) Precisamos políticas públicas da memoria que complementen o traballo da cidadanía, que vaian máis alá e asenten a democracia e o dereito a vivirmos nun mundo mellor baseado neses dereito humanos que si significaron o consenso do sentido común da sociedade actual á que chegamos. (…) Todos os avances conseguironse grazas á loita e á formulación de alternativas. Non aceptamos a estas alturas imposicións dunha extrema dereita e una dereita extrema, comprobámolo estes días antes dunha elección cruciais para o futuro en democracia, que sempre ignorou o movemento memorialista e desprezou as vítimas. Todos son dereitos fundamentais aprobados internacionalmente que teñen as vítimas, as súas familias e a sociedade en xeral.
Ese foi e será o camiño para avanzar… Al igual que en años anteriores, estuvo presente una delegación de La Comuna, asociación de presxs y represaliadxs del franquismo.
El acto finalizó con la ofrenda floral y el himno de Galicia.