Desde su creación en 2008 el organismo ha perdido presupuesto, competencias y hasta sede
CLARA BLANCHAR / MAIOL ROGER Barcelona 3 MAY 2013 - 21:09 CET
La Generalitat comunicó este viernes el despido de seis de los 27 empleados del Memorial Democrático, la empresa pública que creó el Gobierno tripartito y que se dedica a la recuperación de la memoria histórica. Cuando llegó al poder, el actual ejecutivo de CiU ya prescindió de siete de los 35 empleados que tuvo originalmente y el organismo permaneció durante más de un año sin director, entre la destitución de Miquel Caminal y la llegada en diciembre de 2011 de Jordi Palol.
Fuentes de la Generalitat explican que los despidos obedecen a la caída de la actividad del organismo, así como al descenso del presupuesto. Las mismas fuentes aseguran que los gastos de personal llegaron a ser el 65% del presupuesto y que ahora ascienden al 35%.
Desde su creación, el Memorial ha perdido progresivamente presupuesto, personal, competencias y hasta sede física. Hace dos semanas, la plantilla entera del Memorial escribió una carta a la dirección quejándose del progresivo desmantelamiento de la entidad. La dirección citó este viernes a los trabajadores —que esperaban una respuesta a la carta— para anunciarles los despidos.
Críticas de ICV y ERC
El memorial fue creado en 2008 bajo el paraguas del entonces departamento de Relaciones Institucionales, que capitaneaba Joan Saura (ICV). El catedrático de Historia Contemporánea de la Universitat de Barcelona, Andreu Mayayo, miembro de la Junta de Gobierno del Memorial a propuesta precisamente de ICV, se muestra muy crítico con la política del actual ejecutivo catalán respecto al organismo: "El Gobierno debe decidir si tiene política pública de memoria o no. El memorial es fruto de una ley del Parlament y si no lo quiere, que lo cierre, pero que deje de cobrar también el director, no se puede recortar siempre por abajo".
Esquerra Republicana también lamentó que el Gobierno de CiU “haya demostrado tener poco interés en la política de memoria”, en palabras del portavoz adjunto de ERC en el Parlament, Oriol Amorós. “Nosotros podemos entender que haya prioridades en tiempos de crisis, pero la salud democrática de un país pasa por no perder la memoria”. ERC, manifestó Amorós, intentará encauzar los recortes por otras vías. Como ejemplo, el portavoz citó la reducción de sueldo al personal directivo de la Generalitat y la supresión de dietas.