dissabte, 11 de maig del 2019

Cuenta atrás para exhumar a Franco: todo pendiente del Supremo a 30 días de la fecha elegida


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  • Vicepresidencia confirma a infoLibre que la fecha prevista para sacar el cadáver del dictador del Valle de los Caídos sigue siendo el próximo 10 de junio
  • Sólo podría paralizarse si el Supremo decidiera adoptar la suspensión cautelar solicitada por la familia Franco, pero el tribunal todavía no se ha pronunciado
  • Las asociaciones de memoria histórica se muestran optimistas y creen que, tras meses de retraso, se llevará a cabo

Publicada el 10/05/2019 a las 06:00Actualizada el 09/05/2019 a las 20:32
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Interior de la basílica del Valle de los Caídos donde está enterrado el dictador Francisco Franco.
Interior de la basílica del Valle de los Caídos donde está enterrado el dictador Francisco Franco. 
La exhumación de los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos, donde fue enterrado hace casi 43 años, será en un mes. Al menos, si no vuelve a retrasarse. Y si el Gobierno en funciones cumple su promesa. La hizo el propio presidente, Pedro Sánchez, nada más llegar a la Moncloa. En un principio se iba a llevar a cabo en verano de 2018; luego, en Navidad; más tarde, a comienzos de 2019. Pero nunca hubo ninguna fecha concreta. Hasta el 15 de marzo. Ese día, con las elecciones generales ya convocadas para el 28 de abril, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, anunció que la exhumación se realizaría el 10 de junio, el mismo día en el que se prevé que los restos se inhumen en el panteón de Mingorrubio en el cementerio de El Pardo, de titularidad estatal. Desde entones, el tema desapareció por completo de la agenda pública. Pero sigue en pie. Así lo confirman fuentes de Vicepresidencia a infoLibre, que explican que el 10 de junio continúa siendo la fecha fijada.

Por tanto, ha comenzado la cuenta atrás. Pero eso no significa que no pueda surgir otro problema. Y es que la exhumación continúa en manos del Tribunal Supremo, después de que la familia del dictador haya intentado, por todos los medios, que no se realice. El último paso dado por el Alto Tribunal fue el pasado 2 de abril. La Sala III de lo Contencioso Administrativo solicitó al Gobierno una copia del acuerdo del 15 de marzo, en el que se ponía fecha a la exhumación, antes de decidir sobre la suspensión cautelar solicitada por los Franco. Pero el Supremo no ha decidido nada todavía, aunque no descarta hacerlo antes del 10 de junio, según informaron fuentes del Supremo a este diario.

A un mes de la exhumación, por tanto, se abren dos escenarios, según las mismas fuentes. Por un lado, el Tribunal puede aceptar las medidas cautelares solicitadas por la familia y, de este modo, paralizar la exhumación hasta que se resuelva la cuestión de fondo del recurso interpuesto por la familia y al que se adhirió la Fundación Nacional Francisco Franco. Por otro, el Supremo puede rechazar la suspensión cautelar y permitir que se proceda a la extracción de los restos del dictador mientras dirime el asunto. En este último caso, si finalmente el Alto Tribunal decidiera darle la razón a la familia, Franco podría ser inhumado de nuevo en Cuelgamuros.

El Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial podría cambiar de manos

Después de su victoria en las urnas, todo apunta a que el PSOE —en solitario o no— volverá a estar al frente del Ejecutivo. No obstante, según declararon desde el Gobierno, no se concretará nada hasta después de las elecciones autonómicas, municipales y europeas del próximo 26 de mayo. Pero con Sánchez al frente de la Moncloa parece complicado que la exhumación encuentre alguna piedra en el camino puesta por el Ejecutivo. Lo que sí podría interponerse en el proceso sería el resultado, precisamente, de esos comicios, que podrían provocar que el Ayuntamiento del municipio madrileño de San Lorenzo de El Escorial —al que pertenece la basílica del Valle de los Caídos— cambie de manos.

Desde el año 2015, el consistorio ha estado gobernado por Vecinos por San Lorenzo de El Escorial, un partido que nació como una asociación para defender el medio natural y que consiguió terminar con la histórica tradición de gobernanza del PP, que llevaba dos décadas al frente del municipio. La actitud de este nuevo gobierno municipal, liderado por la alcaldesa Blanca Juárez, no ha sido obstruccionista con la exhumación. De hecho, el Ayuntamiento elaboró un informe técnico por el que se concedió la licencia urbanística imprescindible para llevar a cabo el proceso.

Pero los resultados del próximo 26M podrían cambiar esta actitud porque podrían dar la victoria a otro partido. Con posibilidades o no de paralizarla por completo, el nuevo gobierno municipal podría sumarse a la familia del dictador y a la Fundación Francisco Franco y poner todas las trabas posibles para que, finalmente, los restos del dictador no sean extraídos de su sepulcro. Aunque el PSOE alcanzó la victoria en el municipio en las pasadas elecciones generales, la derecha —formada por PP, Ciudadanos y Vox— sumó más apoyos. Un resultado que, no obstante, es difícil extrapolar a los comicios municipales.

Las asociaciones de memoria histórica son optimistas

Aun así, independientemente de qué resultado haya el 26M, las asociaciones de memoria histórica se muestran optimistas. Creen que esta vez sí será la definitiva. Y es que la diferencia radica en que ahora hay una fecha concreta. Y en que la promesa y el decreto aprobado por el Gobierno socialista sigue ahí. "La decisión está en un decreto y, salvo fuerza mayor, que sólo podría ser una decisión del Supremo, la exhumación se tendrá que llevar a cabo ese día", afirma Emilio Silva, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH). "No puede haber ningún obstáculo. Sería impensable que un gobierno no pueda tomar esa decisión. ¿En qué democracia estaríamos?". Y pide, una vez más, que la exhumación se haga "con luz y taquígrafos".

Esa visibilidad que pide Silva es, precisamente, la que no tuvo el asunto durante la campaña electoral. Pero tiene una explicación, al menos para él: a ningún partido le convenía hablar de la exhumación de Franco. Es lo mismo que afirma, por su parte, Arturo Peinado, presidente de la Federación Estatal de Foros por la Memoria. "Creo que no ha sido un tema de campaña electoral porque ni al PSOE ni a las fuerzas de la derecha les convenía", afirma. No lo hacía, principalmente, por el auge de Vox, coinciden ambos.

Después de irrumpir en el Parlamento de Andalucía, todas las encuestas pronosticaban la irrupción del partido de extrema derecha en el Congreso de los Diputados. Y eso asustó a PP y Ciudadanos. Vox se opone a la exhumación, mientras que la formación conservadora y la naranja se abstuvieron en la votación en la que la Cámara Baja aprobó el proceso, recuerda Silva. No les convenía, por tanto, entrar en el debate en el que los de Abascal podrían, una vez más, tacharles de "derechita cobarde", añade.

Pero Peinado cree que el silencio, en este caso, es positivo. "Creo que el hecho de que no se haya hablado del tema en la campaña electoral significa que el asunto continúa su curso", sentencia.
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dimecres, 8 de maig del 2019

Unas 10.000 personas pasaron por los campos de concentración del franquismo en Mallorca

https://cadenaser.com/emisora/2019/05/08/radio_mallorca/1557319265_523496.html



El escritor Carlos Herández presenta este miércoles su obra "Los campos de concentración de Franco"

Alrededor de 10.000 personas pasaron por los campos de concentración que la dictadura franquista tenía en Mallorca. Una cifra que llegó al millón en los campos que la dictadura mantuvo a lo largo y ancho del país. Un libro ha reunido su historia y la de quienes estuvieron presos allí. Su autor, Carlos Hernández, presenta esta tarde a partir de las siete la obra en el archivo Reino de Mallorca 'Los campos de concentración de Franco'.
El autor afirma que todo lo reflejado en el libro está extraído de documentos oficiales. A pesar de que son conocidos los campos de concentración de Hitler, los de Franco pasaron más desapercibidos porque durante la dictadura se pudieron borrar las huellas de lo ocurrido. En Mallorca existieron sobre todo, los campos de trabajos forzados donde se explotaba laboralmente a los prisioneros.

De los casi 300 campos que existieron en España, Asturias acogió un total de doce de diferente tipologí.

https://www.elcomercio.es/sociedad/historias-asturias/asturias-campos-concentracion-franquistas-20190508135740-nt.html



Asturianos tras las alambradas


De los casi 300 campos que existieron en España, Asturias acogió un total de doce de diferente tipología, por los que pasaron miles de prisioneros de aquí y de allá


Campo de concentración de Castropol. 

ALEJANDRO FERNÁNDEZ MARTÍNEZ
«Estos que ves ahora deshechos, maltrechos, furiosos, aplanados, sin afeitar, sin lavar, cochinos, sucios, cansados, mordiéndose, hechos un asco, destrozados, son, sin embargo, no lo olvides nunca pase lo que pase, son lo mejor de España, los únicos que, de verdad, se han alzado, sin nada, con sus manos, contra el fascismo, contra los militares, contra los poderosos, por la sola justicia; cada uno a su modo, a su manera, como han podido, sin que les importara su comodidad, su familia, su dinero.
Estos que ves, españoles rotos, derrotados, hacinados, heridos, soñolientos, medio muertos, esperanzados todavía en escapar, son, no lo olvides, lo mejor del mundo. No es hermoso. Pero es lo mejor del mundo. No lo olvides nunca, hijo, no lo olvides.»
De esta manera describió el escritor Max Aub, en su novela 'Campo de los Almendros' (1968), el estado en que se encontraban los prisioneros del Campo de Concentración de «Los Almendros» que, ante el desenlace de la guerra, los vencedores alzaron en Alicante. Uno de esos «españoles rotos» que vivió allí fue el poeta Marcos Ana, que en sus memorias narraría el martirio: «el campo era largo y estrecho y se extendía al costado de una carretera. Allí nos fueron hacinando (…) por lo menos el hambre lo aplacamos con el fruto de los almendros. Primero nos comimos la almendra, al día siguiente, buscábamos las cáscaras ásperas y verdes que habíamos tirado el día anterior y, por último, nos engullimos lo que restaba: las pequeñas flores blancas, las hojas y los tallos más tiernos».

Con un triángulo rojo al pecho

Dentro o fuera de su patria, muchos republicanos españoles terminaron desfilando en las interminables colas de diversas redes concentracionarias europeas, marcados siempre con una inscripción en el pecho: el triángulo rojo invertido que los señalaba como prisioneros políticos en la macabra maquinaria nazi; o con una «P», de «Prisionero», en la red franquista. La imagen compuesta por Max Aub bien valdría para relatar la realidad de muchos de los campos de concentración que se erigieron dentro del país. Desde hace algunos años, muchos investigadores, al calor de los movimientos memorialistas, convertidos en asunto historiográfico propio, han venido dedicando sus estudios al sistema concentracionario que el franquismo, como una pieza más en su duro engranaje represivo, levantó. El último de esos investigadores ha sido Carlos Hernández que, con su libro «Los campos de concentración de Franco» (Ediciones B, 2019), ha puesto una piedra más en estos estudios. Repasemos aquí, a partir de la obra, las particularidades de los campos de concentración franquistas y su presencia en Asturias.
Campo de concentración de Gijón.
Campo de concentración de Gijón.

Los campos y la «larga sombra de Auschwitz»

Aunque en el imaginario colectivo la denominación «Campo de Concentración» remite casi automáticamente al nazismo y su sistema de exterminio, conviene matizar. En cuanto a la sofisticación y el perfeccionamiento del genocidio, la red engendrada por la Alemania nazi alcanzó alturas que impiden un paralelismo con lo acontecido en España. De hecho, los campos de concentración, como forma de reclusión del enemigo, son antiquísimos. Los ingleses los utilizaron en sus colonias; EEUU encerró a ciudadanos japoneses una vez iniciada la Segunda Guerra Mundial y los españoles  los erigieron durante la Guerra de Cuba. Los republicanos que partieron al exilio tras la derrota ocuparon un sur de Francia salpicado de estos campos: en Argelès o Saint-Cyprien encontraron la muerte miles de españoles que habían pedido auxilio a la Francia democrática.
Tal y como señala Carlos Hernández, «es necesario, por tanto, huir de la larga sombra de Auschwitz al hablar de otros sistemas concentracionarios». No obstante, la ayuda alemana en el levantamiento del sistema represor franquista es evidente, dadas las simpatías entre ambos regímenes. Desde el comienzo de la contienda los asesores del III Reich colaboraron en el perfeccionamiento de la eliminación del enemigo y, como parte sustancial de ello, en la administración de los campos.

Los campos españoles

Enmarcados como una fracción más dentro del sistema general de represión de la «anti-España», se hace difícil la tarea de discernir entre lo que era realmente un campo de concentración, ya fuera esa su denominación oficial o no. Antiguas fábricas, casas, viejas estructuras de todo tipo, extensos campos rodeados improvisadamente de alambre de espino o barracones de nueva y precaria construcción, se adaptaron por todo el territorio para hacinar a la España vencida. El historiador Javier Rodrigo aporta una acertada definición para los Campos de Concentración: «centros de detención ilegal y extrajudicial regidos por la administración militar y utilizados para internar y clasificar, sin juicio, a los prisioneros de guerra y evadidos republicanos (…) y, en ocasiones, a poblaciones civiles de grandes masas de ciudadanos. Y, también, los destinados durante la posguerra y la Segunda Guerra Mundial a internar a los refugiados en España procedentes de Francia.»
La estructura concentracionaria fue paulatinamente conformándose, obedeciendo durante mucho tiempo a la arbitrariedad de los oficiales responsables de cada campo y, por lo tanto, otorgando a cada lugar sus propias características. Será con el inicio de la caída del Frente Norte y con la previsión de una ingente masa de prisioneros cuando Franco ordene la creación de la Inspección General de los campos de concentración (ICCP), al mando del cual ubicó al coronel Luis Martín Pinillos. A partir de aquí, aunque sin demasiada efectividad real, se realizó una clasificación con siete tipos de campos: campos de Vanguardia, en el frente; campos lazareto, de tránsito; campos de clasificación, para investigar y calificar a los presos; campos para formar los Batallones de Trabajadores; campos para prisioneros extranjeros; campos para prisioneros inútiles y, por último, campos para menores. No existieron, por norma general, campos para mujeres ni mixtos, salvo algunas excepciones, entre ellas el asturiano de Arnao, en Figueras.

Las fronteras entre la cárcel y el campo

Dos horrores distintos, cada uno con su tétrica singularidad, con sus nuevos ritos de paso diarios, aprendiendo a toda prisa a vivir en la total ausencia de libertad. En ocasiones, las fronteras entre los campos, las cárceles y otros recintos concentracionarios no son nítidas, hasta el punto de que, a veces, dado el complejo entramado jurídico-administrativo que se encargó de la represión, las propias autoridades de la «Nueva España» señalaban como campos de concentración a recintos que oficialmente no lo eran. Se explica esto por la forma en que se fueron creando: dependieron, hasta bien entrada la guerra, de la voluntad de los oficiales franquistas que iban conquistando las diferentes plazas y que se veían en la necesidad de guardar la masa de enemigos. La arbitrariedad caracterizó todo el entramado. Y fruto de esa celeridad en la construcción del sistema de concentración fue también la falta generalizada de uniformes para los retenidos, a la que encontramos una excepción en Asturias, en La Vidriera: «nos dieron el uniforme de prisioneros, compuesto de una chaqueta, pantalón y gorra gris, sistema de los que llevaban los reclusos en las cárceles de color gris, y tanto en el pecho como en la gorra llevábamos pintada en negro una P muy grande, que significaba «prisionero»», según testimonia Joan Guari.
Un escalón más abajo en esta asfixia colectiva lo ocupaban las cárceles. A las penitenciarías fueron a dar con sus huesos la mayoría de republicanos que fueron considerados enemigos irrecuperables del «Movimiento», individuos que había que depurar irremediablemente. Por su parte, los campos acogieron a personas que la naciente dictadura consideraba recuperables o de  cierta utilidad: recibir o inocular el veneno, ahí estribaba la diferencia. En palabras del General Yagüe: «a los hombres malvados, que en sus entrañas generan veneno, a esos hay que matarlos, pero al envenenado al que se ha dejado seducir y engañar… ¿es necesario matar a un hombre porque una alimaña le haya mordido en la cara? No, a ese hombre hay que llevarlo a un lazareto para desintoxicarlo, a un campo de concentración a que oiga nuestros programas, lea nuestra prensa, vea nuestras películas y sea español, que lo será pronto y en cuanto le convenzamos, lo que se conseguirá en breve plazo, será uno de los más activos camaradas de Falange.»
Con este fin declarado de hacer «españoles», en los campos se llevó a cabo un intensísimo programa propagandístico encaminado a reeducar a los presos. Paredes empapeladas y repletas con diversos carteles que censuraban el divorcio, el matrimonio civil, el ateísmo, la república, el liberalismo o la lucha de clases; rituales «patrióticos» que consistían en la formación en el patio de cientos de internos aguantando infinitos sermones; obligada celebración de nuevas festividades como el 18 de julio; interminables misas y procesos de confesión violada y comunión forzada; proyecciones de películas o préstamo de libros escogidos; todo ello hilvanado con insultos, palizas, golpes y torturas inenarrables que, lo que conseguían, según los testimonios recabados por Carlos Hernández, era el efecto contrario. Estas sufridas ceremonias no debilitaban la moral de la mayoría de presos, que se mantenían firmes en sus convicciones, fueran cuales fueran. El testimonio de un preso en el penal de San Marcos (León) da buena cuenta de ello: «El campo de San Marcos era una fábrica de rojos». El miedo continuado, el hambre, la suciedad, las enfermedades y las torturas, comunes a cárceles y campos, no siempre conseguían su objetivo. Lo dejó escrito Marcos Ana: «se puede temblar sin doblar la frente».

Los campos asturianos

Según se desmoronaba el Frente Norte, entre la traición de Santoña y la superioridad militar de los sublevados, auxiliados por italianos y alemanes, una masa humana de derrotados se agolpaba en cada rincón de la franja norte del país. Para manejar a la muchedumbre hicieron falta nuevos campos, construcciones que serían más o menos estables o provisionales y que comenzaron a alzarse en el País Vasco y la antigua provincia de Santander.
En Asturias, los primeros campos se instalaron en la franja occidental de la región, tras la llegada de las célebres Columnas Gallegas. Hasta entonces la represión había sido ejercida con timidez por un sitiado Aranda, pero con la ruptura del sitio de Oviedo la represión se desboca. Los tres campos, que tendrían una importancia vital en la zona, fueron los de Figueras, Canero y Castropol.
Con la caída definitiva del Frente Norte, el 21 de octubre de 1937, se desató en Asturias una violentísima represión que se llevó por delante entre seis mil y ocho mil vidas, según las últimas investigaciones. Los cuerpos se reparten entre las 343 fosas que están hoy documentadas, más las que aún están sin catalogar y estudiar. Las colas de prisioneros, los intentos de fuga o el maltrato se repitieron en Asturias como en las vecinas tierras de Santander.

Campos de concentración en Asturias

La Vidriera, Avilés
Diciembre 1937/ Noviembre 1939. Estable.
Candás
Noviembre1937/ Septiembre 1939. Estable.
Castropol, (Figueras, playa de Arnao)
Agosto 1937/abril 1938. Larga duración.
Coaña - Ortiguera
Agosto 1937/abril 1938. Estable.
Gijón, La Harinera
Octubre 1937/ abril 1938. Estable.
Grado
Octubre 1937/abril 1938. Estable.
Infiesto
Octubre/noviembre 1937. Provisional.
Llanes-Celorio
Octubre 1937/abril 1938. Estable.
Luarca - Canero
Agosto 1937/ abril 1938. Estable.
Navia - Andés
Octubre 1937/ abril 1938. Estable.
Oviedo, La Cadellada
Octubre 1937/ abril 1938. Estable.
Pola de Siero
Octubre-noviembre, 1937. Provisional.
En la última ciudad asturiana en caer, Xixón, se habilitarían dos campos: uno en la plaza de toros de El Bibio y, el otro, en la fábrica de La Harinera, que permaneció abierto durante unos seis meses. Uno más abriría sus puertas en la capital asturiana. En Uviéu será el antiguo manicomio de La Cadellada, que ocupaba los terrenos donde hoy se levanta el HUCA, el recinto elegido para la concentración de los republicanos detenidos. Improvisando como podían, los mandos militares iban utilizando los recintos que tenían a mano para encerrar a los prisioneros. Es este el caso de Navia, ciudad en la que el cine local fue utilizado para tal fin. Antiguas fábricas, como la de Portanet, en Candás, también se usaron. Además de los citados, albergó el territorio asturiano campos de concentración en La Pola Siero, L'Infiestu o Llanes, en el monasterio de San Salvador de Celorio. El de Grau, al igual que los tres campos del occidente, también fue abierto antes de la caída de Asturias. Allí, del campo, de las cárceles y de las casas salían los prisioneros en dirección a una finca en la misma localidad, conocida como «El Rellán», donde eran asesinados por decenas. Hoy, el lugar está pendiente de una excavación que identifique a las víctimas.
En Avilés abrió el último campo de concentración asturiano, el conocido como La Vidriera. Los primeros días del mes de diciembre de 1937 llegarían los primeros cautivos, que se irían sucediendo en su entrada hasta alcanzar la cifra de 3000 presos. Macabra relación existió en muchas ocasiones entre los campos, los centros de detención y los chalets locales donde los mandos ubicaban los centros de interrogatorios una vez tomadas las plazas. En Grau fue el conocido como «Chalet de Patallo» y, en el caso de Avilés, la «Quinta Pedregal». Allí se torturó hasta la muerte a miles de prisioneros y están documentados cientos de represaliados.
De los casi 300 campos que existieron en España, acogió Asturias un total de doce de diferente tipología, por los que pasaron miles de prisioneros de aquí y de allá; y a los que, vencidos, maltrechos y hartos de batallar, les esperaron años de trabajos forzados como única manera de redimir el delito de fidelidad a un gobierno democrático. Sometidos a las más duras penurias no sucumbieron y lograron sacar fuerzas para el humor, componiendo canciones tristes que ponían melodía a sus nuevas condiciones de vida:
«Dormimos en frías naves,
de cabecera un ladrillo,
esta es la nueva España
que nos trae nuestro Caudillo.
Si me quieres escribir,
y tienes mucho interés,
Campos de concentración
La Vidriera de Avilés»

La Junta de Andalucía retira la subvención a la web todoslosnombres.org que mantiene una base de datos con casi 100.000 víctimas del franquismo.

https://www.publico.es/politica/memoria-historica-junta-andalucia-retira-subvencion-web-mantiene-base-datos-100000-victimas-franquismo.html



Todoslosnombres.org, la web de referencia contra el olvido de la represión franquista en Andalucía, recibía una ayuda de 10.000 euros anuales desde 2016. Sus responsables advierten de que el proyecto corre ahora el riesgo de desaparecer.

Una fosa común en Álava | EFE
La Junta de Andalucía gobernada por PP y Ciudadanos ha eliminado una subvención de 10.000 euros a una web de memoria histórica que mantiene una base de datos con los nombres y apellidos de 97.615 represaliados por el franquismo en Andalucía, Extremadura y el norte de África y que además sirve de punto de encuentro entre familiares de represaliados e investigadores, informa Infolibre
La web Todos los nombres recibía desde 2016 una ayuda anual de 10.000 euros de la Junta presidida por Susana Díaz por considerar que el proyecto de Todos los nombres "es probablemente la herramienta más efectiva a la hora de buscar información sobre desaparecidos de la guerra civil y del franquismo en Andalucía". Ahora la Consejería de Cultura, en manos del PP, retira la subvención y justifica la decisión en que esa ayuda es "un trato de favor" por, asegura, eludir la concurrencia competitiva. Las competencias de memoria histórica que antes, con la última administración socialista, estaban en una dirección general que dependía de la Consejería de Presidencia han recaído en la Consejería de Cultura.
Los responsables de la web ya han avisado que la retirada de la subvención pone en peligro la viabilidad de este proyecto de memoria histórica. La web nació hace doce años, en el año 2006, con el objetivo de crear una base de datos con toda la información disponible, organizada según la tipología represiva, con la idea de "generar un proceso social de memoria frente a olvido, en particular el que afecta a las personas que, como consecuencia de la represión, deben ser objeto de reparación ética y reconocimiento público". 
Con este anuncio empieza a concretarse lo que muchos temían: que la memoria histórica iba a ser la primera víctima del nuevo Gobierno andaluz. Los responsables de la web ya anunciaron hace un mes que desde la llegada del nuevo Ejecutivo andaluz viven en "una situación de inestabilidad que puede comprometer la supervivencia de la web". En ese sentido, Vox no ha engañado a nadie: el pasado 3 de abril ya advirtió con claridad de que no apoyarán unos presupuestos para este año que contemplen recursos para financiar las leyes de memoria histórica y para lucha contra la violencia de género, porque ambas normas fomentan la "desigualdad". Y dicho  y hecho: de momento ya sde ha eliminado una subvención-


El Gobierno andaluz suprime el presupuesto para una base de datos de casi 100.000 víctimas del franquismo

  • La Consejería de Cultura (PP) elimina la subvención directa de 10.000 euros a la web Todos los Nombres por considerar que supone un trato de favor al eludir la concurrencia competitiva
  • El anterior Gobierno socialista estableció una ayuda especial para la web, que pone en contacto a familiares de represaliados e investigadores
  • Los responsables del proyecto, con información de 97.615 personas, alertan del riesgo para su "superviviencia"

Publicada el 08/05/2019 a las 06:00Actualizada el 07/05/2019 a las 19:08
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Imagen de la web Todos los Nombres.
Imagen de la web Todos los Nombres. 
TLN
Todos los Nombresla red social de la memoria en el sur de España, con información sobre 97.615 represaliados por el franquismo en Andalucía, Extremadura y el norte de África, sale del presupuesto de la Junta de Andalucía, donde tenía asignada una subvención directa desde 2016. La Consejería de Cultura (PP), con competencias en memoria histórica, se opone a que el proyecto siga recibiendo una ayuda de 10.000 euros al año "al margen de la convocatoria de ayudas", al considerar que supone un trato de favor. "Exigir un tratamiento exclusivo para este proyecto es un agravio comparativo" con respecto al resto de proyectos que optan a subvenciones, afirma el departamento dirigido por la consejera Patricia del Pozo (PP). Cultura subraya que Todos los Nombres podrá seguir presentándose a las convocatorias de ayudas. Los responsables del proyecto, al que el anterior Gobierno (PSOE) había dado un estatus especial, señalan que la actual situación de "inestabilidad" puede "comprometer la supervivencia de la web".

La base de datos, que cuenta con 821 microbiografías y 1.427 documentos, nació en 2006 para poner en contacto a familiares de víctimas e investigadores a través de una red de colaboradores altruistas. Poco a poco, con el impulso del sindicato CGT y la asociación Nuestra Memoria, se fue convirtiendo en un contenedor informativo de referencia, consolidándose como la mayor iniciativa de recogida y difusión de datos de represaliados puesta en práctica en España por el movimiento memorialista. De su consejo asesor formó parte hasta su fallecimiento Josep Fontana. Siguen siendo parte del mismo Reyes Mate, Paul Preston, Hilari Raguer y Nicolás Sánchez Albornoz.

Un estatus especial

La Junta de Andalucía, estando gobernada por el PSOE, le otorgó un estatus especial en el presupuesto de 2016, con la introducción de una subvención nominativa de 10.000 euros que garantizase su estabilidad. "El proyecto Todos los Nombres es probablemente la herramienta más efectiva a la hora de buscar información sobre desaparecidos de la guerra civil y del franquismo en Andalucía, no sólo por el volumen de información que contiene sino por la rapidez con la que se contestan las consultas, la facilidad de acceso, el manejo de los datos y por la cantidad de contactos que proporciona", señalaba la justificación. Y añadía: "La relevancia de este proyecto radica en la importancia que tiene para las víctimas de la represión y sus familiares ya que en muchos casos es el único medio con el que cuentan para realizar determinadas consultas en relación a la búsqueda de desaparecidos. Además de la gran cantidad de información relacionada con la memoria histórica que gestiona, hay que destacar su calidad científica plasmada en los criterios de control y de análisis de una información que tras varios filtros se hace pública para familiares de víctimas, investigadores, administraciones públicas y entidades memorialistas".

La Junta consideraba a Todos los Nombres "una referencia para investigadores e historiadores en un ámbito internacional, ya que muchas investigaciones que no han encontrado vías de publicación han podido exponer y publicar sus trabajos en esta web". Destacaba que el proyecto había permitido la "promoción y el conocimiento de trabajos de ámbito local", que sin la web no hubieran visto la luz. Y concluía: "Desde la creación del proyecto Todos los Nombres, la Junta ha establecido diferentes formas de colaboración con el mismo a través bien de convenios de colaboración o bien a través de subvenciones regladas. Pasados ya casi diez años del establecimiento de esa primera colaboración creemos que es importante participar de manera más efectiva y permanente en este proyecto a través de una subvención nominativa".

10.000 euros al año

Dicha subvención, otorgada al Grupo de Recuperación de la Memoria Histórica de CGT-Andalucía, fue incluida en los presupuestos de 20162017 y 2018, con la cantidad de 10.000 euros al año. La previsión del presupuesto de 2019 que empezó el anterior Gobierno y no llegó a aprobarse recogía una partida de 15.000 euros.

Pero se cruzaron las elecciones del 2 de diciembre, con mayoría de la derecha. El PSOE fue apeado del poder tras 37 años para conformar un nuevo Ejecutivo de PP y Ciudadanos, con el apoyo parlamentario de Vox.

Las políticas de memoria han estado en el punto de mira de Vox, decisivo en la legislatura. El PP se ha comprometido con el partido de Santiago Abascal a intentar la sustitución de la Ley de Memoria Democrática por una "Ley de Concordia".El Gobierno andaluz ya ha suprimido la figura del director general de Memoria Democrática; en su lugar hay un "Comisionado de Concordia", que todavía no tiene responsable.

Al mismo tiempo Vox asegura que no apoyará el presupuesto si hay fondos para memoria histórica. Es cierto que no sería la primera advertencia de Vox que queda en agua de borrjadas, pero demuestra cómo el partido ultraderechista tiene el tema entre ceja y ceja.

Recogida de fondos privados

Todos los Nombres ha expresado reiteradamente su inquietud por el futuro del proyecto. En ejercicios anteriores recibió el primer tramo de la financiación (75%) en febrero, sujeto a su justificación antes de recibir el segundo (25%). Este año, con el presupuesto de 2018 prorrogado, no ha recibido nada. Tampoco ha sido ninguna sorpresa. Un comunicado en la web de Todos los Nombres, en el que ya pedía ayuda privada, describía la situación: "Todos los Nombres ha vivido a lo largo de sus más de doce años de existencia numerosas vicisitudes económicas. Ha recibido financiación de diferentes instituciones –Junta, Gobierno de España, universidades⎯ y entidades privadas, como alguna caja de ahorros. En la práctica totalidad de estos años, la financiación ha sido completamente insuficiente, no ya para cumplir sus objetivos, sino para llevar una vida estable. Carencias económicas que han sido suplidas por el trabajo voluntario de su equipo, las aportaciones individuales de sus visitantes, una campaña de crowdfunding y la ayuda solidaria de cooperativas [...]. Hace dos años, en la búsqueda de una mínima estabilidad, conseguimos que la Junta presentara [...] una partida dentro de los presupuestos [...]. Han sido dos ejercicios con 10.000 euros que, para este año 2019, iban a verse aumentados hasta 15.000. Lejos de un presupuesto normal, pero que permitía la continuidad de la página con los otros recursos ya apuntados: trabajo voluntario, aportaciones individuales, ayudas solidarias".

A 22 de abril Todos los Nombres había recabado 5.295 euros gracias a este llamamiento. ¿Suficiente? No, responde Cecilio Gordillo, coordinador general en representación de CGT. "La inmensa mayoría de la dedicación es altruista", incide Gordillo. El proyecto cuenta con el trabajo estable de dos informáticos y dos historiadores, uno de ellos, José Luis Gutiérrez Molina, director científico-técnico. Todos ellos obtienen una remuneración anual con cargo a esos 10.000 euros, de los que tiene que sobrar lo suficiente para el servidor, fotocopias, copias de libros... Obviamente, no hay suficiente. El proyecto se tiene en pie gracias a que hay toda una red de colaboradores desinteresados y asociaciones memorialistas que apoyan el proyecto cediendo información y facilitando contactos. Entre los historiadores citados por Todos los Nombres como colaboradores están Julián Casanova, Mirta Núñez, Alberto Reig Tapia y Ricard Vinyes. Las entidades de apoyo son Amical de Mauthausen, Asociación Guerra y Exilio, la Sociedad de Ciencias Aranzadi y diversos colectivos memorialistas de ámbito local y provincial, además de las diputaciones de Sevilla y Cádiz.

"Esto es un trabajo que nosotros hacemos para dar respuesta a las familias. Ponemos las investigaciones que hay y que van saliendo al servicio de las familias. Y lo hacemos, esto es muy importante, porque la Administración no lo hace. Estamos continuamente recibiendo información, subiéndola [a la web], atendiendo peticiones, recibiendo y contestando correos... Todo esto debería haberlo hecho el Estado, debería ser cosa del Estado a nivel de toda España. ¿Que no apoyan [desde la Administración] el proyecto? ¡Por nosotros perfecto! Pero que hagan ellos la base, porque se tiene que hacer", añade Cecilio Gordillo, que recuerda que la subvención nominativa surgió, a iniciativa de la propia Junta, para dar algo de estabilidad a un proyecto "que nunca para" y que se adapta mal al formato de subvención anual en concurrencia competitiva. "El proyecto no tiene un principio y un fin. Es un proyecto sin tiempo de ejecución. No acaba. Es continuo", señala Gordillo, que ha solicitado una reunión con la consejera de Cultura, hasta ahora sin éxito.

Las razones de la consejería

La Consejería de Cultura es contraria al modo en que se financia este proyecto con fondos públicos. Así lo señaló la consejera Patricia del Poz el 30 de abril en la Comisión de Cultura y Patrimonio Histórico en respuesta a una pregunta del parlamentario socialista Francisco Javier Fernández [ver aquí la pregunta y la respuesta a las 17.18 horas]. "Es el único proyecto que tiene una subvención nominativa.El resto de entidades acuden a concurrencia competitiva. No entiendo por qué una sola asociación debe tener una subvención nominativa", señaló Patricia del Pozo, que afirmó que Todos los Nombres podría presentarse como todas las demás. Es lo "lógico", dijo.

La Consejería de Cultura, en respuesta por escrito a preguntas de infoLibre, subraya: "El objetivo [de Todos los Nombres] es construir una base de datos de las víctimas de ese momento histórico, lo que nos parece positivo". Lo que no aprueban es el medio. "No es que no se vaya a apoyar, es que se hará con el instrumento que creemos más apropiado que es el de convocatoria pública", señala. Y añade: "Nuestro compromiso con la identificación de las víctimas es total, pero también lo es con la transparencia y la adecuada gestión del dinero público".

Javier Giráldez, último director general de Memoria Democrática, ahora responsable de dicha área en el PSOE de Andalucía, fue el responsable de la argumentación que dio lugar a la singularidad en el trato a Todos los Nombres. "Este es un proyecto que no para. Que está vivo 24 horas al día, 365 días al año. Por su envergadura, por su dimensión casi internacional, decidimos la fórmula de la subvención directa. Por la naturaleza del trabajo que desarrollan, y la agilidad con la que lo hacen, sería muy difícil que esta tarea la asumiera directamente la Administración", señala Giráldez, que subraya que Todos los Nombres está sufriendo ya la falta de financiación. De momento, esas hipotéticas ayudas a las que tendría que presentarse el proyecto no tienen fecha.