Hace ya años que se habla de la invisibilización de la memoria histórica en los libros de texto de los alumnos españoles, incluso estudios realizados concluyen que es tergiversada en buena parte del material curricular que utiliza el alumnado en ESO y Bachillerato. El Gobierno está dispuesto a darle una vuelta a esta situación y así lo hace reflejar ya en el borrador que se está elaborando de la nueva ley de Memoria Histórica.
Así, el texto contempla que las Administraciones públicas asumirán la búsqueda de los desaparecidos, se creará un banco de ADN para los represaliados y, se elaborará un censo oficial de víctimas de la Guerra Civil.
Además, el Gobierno incorporará a la nueva ley las recomendaciones hechas en los últimos años por la ONU como “garantizar el derecho a la verdad, la justicia y la reparación de las víctimas del franquismo” e incidirá en el aspecto pedagógico para transmitir el aprendizaje de la memoria democrática en las escuelas.










La nueva ley incorporará sanciones por incumplimiento para castigar a Administraciones o entidades que hasta ahora habían remoloneado, por ejemplo, a la hora de retirar símbolos franquistas. La nueva ley también pretende proteger documentos relativos a la Guerra Civil y facilitar su acceso.
Respecto al Valle de los Caídos el Ejecutivo tiene como objetivo convertirlo en un lugar de memoria y “pedagogía democrática” ya que en todo el complejo no hay un solo cartel que explique que fue construido por presos o que alberga los restos de más de 33.800 víctimas, entre ellas, republicanos llevados allí sin el consentimiento de sus familiares.
La intención del Gobierno de España es también la de trasladar la tumba de  José Antonio Primo de Rivera, ahora junto al altar, a las capillas laterales, con el resto de víctimas, pero si la familia desea llevarse los restos, no pondrá objeciones.