restauro fotos de víctimas del fascismo, también es verdad que nunca he dicho que tengan que ser españoles, restauro muchas fotos de víctimas de Auschwitz, y estos suelen ser polacos, judíos, alemanes… Para mí todo es lo mismo, que murieras aquí fusilado, o en Gusen, o en Bergen-Belsen
Por Angelo Nero
Detrás de Restaurando su dignidad @RestaurandoDign está la joven Luda Merino, que pertenece a esa generación a la que la Memoria apenas llega, pero cuando lo hace abre un camino de no retorno, estableciendo una conexión entre nuestro pasado y nuestro presente, porque no podemos saber quién somos, sin saber de dónde venimos, aunque en su caso su camino sea especialmente particular. ¿Cómo llegaste a interesarte por la Memoria de los represaliados por el franquismo, y cómo nació el proyecto de Restaurando su dignidad?
En realidad, todo esto de la cuenta de Twitter surge para hacerle llegar al periodista Carlos Hernández de Miguel, que es una persona que sabe mucho de los campos de concentración, dentro y fuera de España, de la deportación y del exilio, un modelo 3D que había hecho de la puerta de uno de los campos. Era simplemente para eso, pero me empezó a aparecer gente del entorno republicano, y siguiendo a esa gente me fui metiendo en ese mundo, pero todo esto arranca más atrás, con la foto de un bebé. Era un bebé que asesinaron en el campo de Auschwitz. Me dio pena que la única fotografía de esa niña estuviera rota, el único recuerdo de alguien tan inocente… y así comencé el proyecto.
Empecé a meterme en la cuenta del Museo de Auschwitz, y a restaurar fotos, y las dejaba como comentarios, no respondía a nadie, ni llegaban a sus familiares, aunque lo hacía con la esperanza de que alguna si llegara. Y al final, en una cuenta de Twitter de familiares de represaliados de España, que se llama Que nunca caigan en el olvido, anteriormente denominada Homenaje Republicano, publicaron una foto de una víctima del franquismo que estaba un poco deteriorada, y me dije: venga, la restauro también.
Entonces apareció una persona, uno de los que administraba la página de https://15mpedia.org , donde cuelgan fotos de familiares a veces, y me dijo: la subo a la página donde esta persona la subió en su día, a ver si con suerte la ve. Y desde entonces pasé por esta página http://deportados.es/nuestros_deportados, a restaurar las fotos, pero esto lo empecé en 2019, y realmente lo hacía de vez en cuando, no me decidía a abrir la cuenta. Me planteaba: si abro una cuenta para restaurar fotos, sin apoyo de ningún lado, sin que me conozcan, no se va a enterar nadie, por eso no me decidía.
También es verdad que sabía que era una cuenta que podía tener tirón, después de que empezara a rodar, a la gente le iba a gustar. Pero esto necesita mucho compromiso detrás, y por eso no me terminaba de decidir. Al final, en septiembre del 2021, me abrí la cuenta y, efectivamente, tuvo muy buena aceptación, porque tres meses después tenía 11.000 seguidores.
Desde septiembre de 2021 podemos apreciar el trabajo de Restaurando su dignidad en Twitter, que se abrió con la fotografía de Carmen Pesqueira, A Capirota, asesinada en el Pozo da Revolta, en Marín, por una banda de falangistas en la que estaba el nazi Bruno Schweiger. ¿Por qué pusisteis el foco primeramente en A Capirota? ¿fue intencionado restaurar la dignidad de una mujer, para visibilizar la represión de las mujeres por el franquismo?
Si te digo la verdad, lo de la foto de Carmen Pesqueira fue una decisión técnica, porque me gustó mucho el resultado, y como la mayoría eran hombres, decidí escoger una mujer, para ponerla de perfil. Lo cierto es que la puse a ella y no a Neus Català, -que es más conocida, porque estuvo en Ravensbrück- porque me llamó la foto en sí. Yo conocía su historia, cuando restauro las fotos siempre me intereso por ella, y me llamó la atención que fuera asesinada porque salió en defensa de un hombre al que estaban dando una paliza los falangistas. Pero en cierto modo sí que puede servir para visibilizar la represión de las mujeres, que fue terrible. Es verdad que hay pocas fotos de ellas que hay restaurado, la mayoría son de hombres, pero puede influir también que soy muy feminista y por eso quise poner de foto de perfil la de una mujer represaliada. Pero no la cambié, ni con un segundo retoque que le hice a la foto, me gustó como había quedado y la usé de ejemplo para, en el hilo fijado que tengo, contar como restauro las fotos.
Además de los represaliados por el franquismo, tu trabajo también se ha centrado en restaurar imágenes de muchos republicanos que acabaron en los campos de concentración nazis, como Andrés Fariñas o Bernabé Sánchez, asesinados en Gusen. ¿Es esto motivado por la línea no solo ideológica, si no de colaboración en la represión, que existió entre la Alemania nazi y la España franquista?
En general, restauro fotos de víctimas del fascismo, también es verdad que nunca he dicho que tengan que ser españoles, restauro muchas fotos de víctimas de Auschwitz, y estos suelen ser polacos, judíos, alemanes… Para mí todo es lo mismo, que murieras aquí fusilado, o en Gusen, o en Bergen-Belsen, no hay mucha diferencia, aunque la crueldad, el nivel al que lo llevaron los nazis, es superior, el empeño que pusieron en que fuera lo más efectivo posible, con sitios como Treblinka, Sobibor, etc. El hecho de que mueras en un sitio o en otro no te hace menos víctima, comencé sobre todo con víctimas de los nazis, luego con los republicanos, y después los he ido mezclando, según me van llegando.
Está claro que hubo una colaboración entre la Alemania nazi y la España franquista, la mayoría de las fotos de los asesinados en Mauthausen o en Gusen no se hubieran hecho si Franco no dijera a los nazis aquello de: “Hacer lo que queráis con ellos, no son españoles”. Porque los españoles estaban, hasta entonces, en campos de prisioneros de guerra, también llamados Stalag, que viene de Stammlager, campo principal, donde estaban bastante mejor, y se cumplía la Convención de Ginebra con los prisioneros, hasta que Franco dijo que no eran españoles, con lo que se convirtieron en apátridas, y perdieron la condición de prisioneros de guerra, por lo que los mandaron a los campos de concentración. Fueron 10.000 los republicanos internados en los campos, y la mitad de ellos murieron allí, porque Franco había dicho que ya no eran españoles.
En los hogares golpeados por la represión “las imágenes permiten a las familias tener un lugar en antropólogo Jorge Moreno, autor de “El duelo revelado. La vida social de las fotografías familiares de las víctimas del franquismo.” Esa relación con las víctimas, anclando los recuerdos a través de sus fotografías, se difuminaría sin ellas, más el que poder relacionarse con las ausencias”, como señala el cuándo la generación más directa, la que sufrió esa pérdida de niños, está desapareciendo. ¿Recuperar esa Memoria, reforzarla, es la que te ha animado a trabajar en este proyecto en los dos últimos años?
Lo que me está animando a hacer esto es que las fotografías lleguen a las familias, esto es lo que digo siempre. Hay gente me ha dicho que cuando las restauro pierden autenticidad, otros creen que las restauro para exponerlas en algún lado. No, estas imágenes rescatadas son para los familiares. Cuando eres una persona que ha perdido a su padre o a su madre, a su abuelo o a su hermano, ya sea fusilado o en un campo de concentración, y lo único que tienes es una fotografía rota, lo que quieres es una imagen en el mejor estado posible, porque quizás es el único recuerdo de esa persona. Por eso las restauro. Luego las cuelgo en la cuenta de Twitter para rendirles un homenaje, y siempre pongo las dos, la original y la retocada, para que la gente no solo vea la nueva, porque la original transmite, muchas veces, mucho dolor a través de su deterioro. También cuelgo algunas que no son de encargo, por si llegan a las familias gracias a los retweets, a la redifusión, como ha pasado muchas veces. Son para eso, no para exponerlas. Es verdad que ahora me están planteando si las quiero exponer en un sitio u otro, y a lo mejor en un futuro lo hago, siempre pidiendo permiso a las familias, porque las fotografías son de ellos. Yo solo quiero que tengan un recuerdo en buen estado, no una foto partida a la mitad, descolorida o rayada.
Todos me dicen siempre lo mismo: quiero tener un último recuerdo. Eso es lo que me anima a seguir. Es verdad que también me anima que la gente me hace comentarios muy bonitos, y eso me encanta, y me nutre, pero esto es para las familias. Por ejemplo, subí una foto restaurada, y llegó a su familia, que me dijo que era un deportado a Mauthausen, que había muerto, finalmente, en Gusen, y me dijeron que su hermano seguía vivo y que había visto la foto, que le gustaría que la coloreara. Para mí eso es lo que más valor tiene.