divendres, 14 d’octubre del 2022

Jóvenes y memoria histórica: el golpe de Franco fue “una revolución” y la Guerra Civil, un “levantamiento” del pueblo

 https://www.eldiario.es/sociedad/jovenes-memoria-historica-golpe-franco-revolucion-guerra-civil-levantamiento-pueblo_1_9605842.html

Investidura de Franco (en el centro) como Jefe del Estado, rodeado de miembros de la Junta de Defensa Nacional y otras jerarquías del Ejército. Entre otros, los generales Juan Vigón, Fidel Dávila , Emilio Mola o Andrés Saliquet.

Marta Borraz


44


Los jóvenes suspenden en memoria histórica. Con diferencias, sí, pero el conocimiento de temas como la República, la Guerra Civil, la dictadura o el exilio están aún llenos de vacíos y distorsiones. Saben que existieron, pero desconocen o confunden muchas de sus características y lógicas internas. Son para ellos hechos convertidos en “agujeros negros de la Historia reciente de España”, concluye un informe sobre “las barreras entre los jóvenes para acceder al conocimiento de la memoria democrática”, encargado por la Asociación de Descendientes del Exilio Español.

'Lecciones de nuestros abuelos', el proyecto de memoria histórica de un docente que ha marcado a más de 300 alumnos de secundaria

'Lecciones de nuestros abuelos', el proyecto de memoria histórica de un docente que ha marcado a más de 300 alumnos de secundaria

Elaborado por el instituto de investigación CIMOP, se trata de un estudio cualitativo y se ha basado en entrevistas individuales y dinámicas grupales realizadas en mayo y junio a jóvenes de entre 16 y 30 años. “El conocimiento de la historia del siglo XX español, especialmente de su primera mitad, se ha mostrado relativamente pobre entre el grueso de los jóvenes”, reza el informe, que pone el foco en que la visión “dominante” está marcada por acontecimientos internacionales como la Segunda Guerra Mundial. “Todos pueden reconstruir cómo era un campo de concentración nazi, pero no tienen una imagen mental de cómo y dónde se produjo la represión franquista”.

En nuestro país, los hitos que nombran son fundamentalmente la Transición y la Guerra Civil, mientras que otros hechos “clave para conocer nuestra sociedad”, como la dictadura, la posguerra, el antifranquismo o el exilio “viven notablemente en el olvido”. Y lo que conocen aparece “vaciado de sentido político-ideológico y de referencias específicas”, subraya el estudio, financiado por el Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática.

El informe llama la atención sobre la variabilidad y ausencias de estos contenidos en las aulas. Muchos jóvenes señalaron que la República o la contienda “fueron temas a los que no se llegó a tiempo por ser de los últimos” o apuntaron a la sensación de “haberse metido un atracón” para memorizar hechos y fechas. Cubrir estas lagunas es lo que pretende la nueva Ley de Memoria Democrática aprobada definitivamente hace unos días, que incorpora el estudio de la represión franquista en los libros y currículums

Los entrevistados fueron chicos y chicas de Madrid, Valencia y Sevilla, de clases “medias-bajas” y “medias-altas”, estudiantes en centros públicos y privados o en la universidad y algunos ya trabajando. Pero no todos mostraron las mismas “lagunas”. Los investigadores han identificado que el factor que más predispone a los jóvenes a mostrar mayor interés y conocimiento de estos hechos es la “memoria familiar y comunitaria”, que hayan escuchado recuerdos o anécdotas de sus padres y, sobre todo, de sus abuelos. Frente a ello, el “pacto de silencio” en el entorno es “un claro escollo”, algo que el estudio identifica con mayor intensidad en Madrid y menos en Valencia y Sevilla.

La República asociada solo a la izquierda

La imagen “dominante” que los entrevistados tienen sobre la Segunda República está plagada de “confusiones” y ausencias. Suelen vincular este periodo exclusivamente con la izquierda, como si la derecha política hubiera estado ausente, y “una parte relevante” de ellos exhiben dudas sobre el carácter realmente democrático y representativo de estos gobiernos. Sin embargo, los jóvenes que sí muestran más conocimiento de esta época histórica nombran “el salto de derechos” que se produjo en cuestiones como el sufragio universal o la política educativa.

Aún así, dominan las referencias a esta etapa como un periodo “convulso y caótico”, de “fuerte desorden social”, lo que provoca en la juventud “cierta relativización” del golpe de Estado de 1936 aunque la mayoría lo califiquen de “ilegítimo” e “ilegal”. Se proyecta “como si fuese el recurso usado por la derecha política para poner fin a un periodo convulso y peligroso, mal gestionado y dirigido por las fuerzas de izquierdas”, reza el informe, que pone el foco en la variedad de respuestas que dan los entrevistados a qué fueron tanto la sublevación militar como la guerra.

El golpe de Estado se llegó a definir como “alzamiento nacional”, usando la terminología de los sublevados franquistas; en algún caso también como “enfrentamiento entre bandos” o “levantamiento nacional o popular”, “revolución”, “levantamiento político” o “enfrentamiento abierto”. “Quienes tenían una imagen de la República articulada en la idea de la representar solo a la izquierda, tendieron a caracterizar su fin en clave de conflicto y enfrentamiento”. Otro grupo, para el que fue un régimen más diverso y democrático, tendió a usar el concepto de golpe de Estado y a definirlo “como un intento de ciertos sectores reaccionarios de imponer por la fuerza un cierto proyecto para España”.

Una de las participantes de Valencia llegó a definir la imagen que tenía de la dictadura como una “mala enfermedad por la que había que pasar” debido a la inestabilidad precedente, mientras que en ese mismo grupo otros jóvenes defendían la idea de que el levantamiento fue un ataque premeditado contra un régimen democrático. En Madrid, otro de los entrevistados relató el estallido de la Guerra Civil como un “levantamiento de parte de la población más pobre contra un régimen dictatorial” (se entiende la Segunda República).

“No reabrir heridas”

Sobre el exilio, el informe apunta hacia una falta de “notoriedad y relevancia” en la imagen que suelen proyectar los jóvenes, así como una ausencia de “figuras y referentes” que entonces “simbolizaron esta realidad y resistencia”. Debido a la connotación “peyorativa” que sigue teniendo para muchos el término 'republicano', prefieren la denominación “exilio español” que “exilio republicano” mientras que tienen a situarlo “como un factor algo secundario en importancia con respecto al resto de efectos indeseados de la guerra y el comienzo de la dictadura”.

Se da también “una inercia relativamente amplia” a identificar el exilio como un hecho “elitista”, un “recurso más próximo a un grupo social privilegiado” mientras que de forma generalizada, los jóvenes expresaron un mayor interés por historias de vida anónimas y no tanto de referentes públicos. Por otro lado, entre la diversidad de visiones, la imagen de “consenso” entre los entrevistados para comprender el exilio se basa en percibirlo como “la única vía para evitar represalias” como torturas o encarcelamiento, una imagen a la que “ha apelado” la mayor parte.

La necesidad de mantener una memoria de lo sucedido gozó de mucho acuerdo entre los jóvenes, sobre todo por considerar que las voces de entonces están perdiéndose, pero el estudio destaca una imagen “politizada y estigmatizada” del propio concepto de memoria histórica. Para algunos, las leyes sirven para “revertir una situación de injusticia histórica”, pero otros ven en ellas un intento de “reescribir el pasado”, entroncando con un discurso “más vinculado a la extrema derecha”, manifiesta el informe.

Al margen de la polarización, para la mayoría de ellos y ellas el mantra “no reabrir las heridas del pasado innecesariamente” sigue funcionando, mientras que la idea de “restituir los derechos a las víctimas olvidadas” también logra generar consenso. Entre las políticas concretas, la localización y la apertura de las fosas comunes es una de las que mayor receptividad genera.

dijous, 13 d’octubre del 2022

Los españoles en Mauthausen vistos desde la lógica nazi: "Estos prisioneros nunca importaron al franquismo"

 https://www.publico.es/politica/espanoles-mauthausen-vistos-logica-nazi-prisioneros-importaron-franquismo.html



Prisioneros liberados del campo de concentración nazi de Mauthausen bajo la pancarta hecha por los españoles republicanos.  Cpl Donald R. Ornitz

Una investigación recién publicada atestigua científicamente los nombres de 4.435 asesinados por el régimen nazi en Mauthausen. Aquí, los autores reflexionan sobre el tratamiento que estos españoles recibieron durante su éxodo: desde Francia hasta Alemania, para terminar en Latinoamérica o retornar al país galo.

En marzo de 1942 tan solo sobrevivían a Mauthausen 300 españoles. En los ocho meses previos, el régimen nazi asesinó a más de cuatro millares de españoles que, años antes de terminar en el campo de concentración, huyeron a Francia para escapar del nuevo régimen franquista que se instauraría en su país natal. Los historiadores Gutmaro Gómez y Diego Martínez publican la mayor investigación realizada hasta el momento en 'Esclavos del Tercer Reich. Los españoles en el campo de Mauthausen' (Cátedra, 2022), en la que ahondan sobre el destino de estos prisioneros que jamás perdieron su nacionalidad, en Francia fueron tratados como "indeseables" y sus últimas fuerzas las dedicaron para saludar a las fuerzas antifascistas que liberaron el campo austriaco. 

¿Cuántos españoles habéis podido atestiguar que fueron internados en Mauthausen?

Diego Martínez: El tema de las cifras siempre es muy complejo por la gran dispersión de fuentes que hay. La historiografía maneja un total de 7.251 nombres de españoles que pasaron por el campo de concentración. De los fallecidos, estimados en 4.750, se conocen todos los nombres, aunque de los que fueron allí deportados es más complicado. De todos ellos, nosotros hemos cotejado con fuentes inéditas los nombres de hasta 4.435. De todas formas, es algo complicado de saber de forma exacta porque hay fallecidos que no aparecen o internos no inscritos.

¿Cómo llegan los españoles a Mauthausen? ¿Por qué terminan internados?

Gutmaro Gómez: La mayoría proceden de la huida desde España al final de la Guerra Civil, los restos del ejército de Catalunya o de la Batalla del Ebro. Sabemos que a Francia llegan medio millón de españoles en un momento complicado para ese país, donde el frente popular deja paso a un gobierno de derechas que resuelve la cuestión de los refugiados españoles de forma autoritaria. Estos 500.000 españoles nunca tienen el estatus de refugiados y son tratados como indeseables, la categoría jurídica ligada a los nómadas, a los apátridas.

Cuando se produce la ocupación nazi de Francia, muchos españoles ya están censados según su categoría política. El eje Madrid-París-Berlín comparte políticas y métodos, en este sentido. Así, tienen dos métodos para apresar a los españoles en Francia que huyeron de Franco: primero porque saben dónde están y son entregados a la Gestapo o el ejército alemán, y luego porque otros muchos ya estaban incorporados a la legión extranjera francesa en batallones de trabajo, pero también en los Regimientos de Marcha de Voluntarios Extranjeros y Compañías de Trabajadores Extranjeros.

DM: Aquí es importante la figura de la custodia protectora vigente en el nazismo. A la mayoría los detienen como prisioneros de guerra, así que son destinados a los 'Stalags', campos para este tipo de prisioneros. A Mauthausen llegan el 6 de agosto de 1940.

GG: Esa custodia antes había recaído en checos, daneses o polacos. Es una máquina perfecta para la represión para todos los considerados como enemigos del III Reich.

A estos españoles, ¿el Estado franquista los considera como tal?

GG: Sabemos que en España se conoce el paradero de estas personas y que desde Alemania les preguntan cantidad de veces cómo actuar con ellas por vía diplomática, así que sí son consideradas como españolas. La respuesta desde España es nula, silencio administrativo. Estos prisioneros nunca importaron al franquismo. ¿Y quién estaba en la embajada española de Berlín en esos momentos? Eugenio Espinosa de los Monteros. La presión que sí ejerce a España para que sean deportados al país la hacen con Francia antes de la ocupación, con Vichy.

DM: Hay que recordar que la custodia protectora la Alemania nazi también la aplica de forma interna. Es una figura jurídica que permite al Estado alemán escoger a una serie de personas para llevarlas a los campos de concentración. ¿Por qué España no tiene nada que decir en el caso de los españoles en Francia? Porque Francia es territorio ocupado y los prisioneros los gestionan los nazis.

Hay un apartado de la publicación llamado 'Manual de castigo'. ¿Existía este documento como tal?

DM: Sí, existió, lo crearon en el campo de Dachau. Son directrices que básicamente fijan el funcionamiento de un campo de concentración. No podemos entender el III Reich de 1939 como el de 1943. Es decir, Alemania no se acostó con Weimar y se levantó con un Reich nazificado al extremo. Por eso, los primeros crímenes que cometieron levantaron ampollas y algunos fiscales investigaron lo que sucedía en estos centros. Eso puso contra las cuerdas a algunos guardias, pero también al propio Himmler que llegó a ser encarcelado.

Con el manual conseguían que hubiera una normativa que amparara lo que hacían en los campos. Oficialmente los guardias no podían maltratar sistemáticamente a los prisioneros, pero en realidad tenían carta banca para hacer con ellos lo que quisieran.

GG: En los campos, quien manda son las SS por encima del Estado. Nosotros, en el libro, lo que hacemos es entender la inserción de los españoles en ese mundo, que hasta el momento se había hecho a través de la propia experiencia de los internados y no desde la lógica y la forma de actuar de los nazis.

'Demasiados muertos, pocos trabajadores' es el título de otro apartado. ¿Qué relación guarda esto con el desarrollo de la Guerra?

GG: Cuando empiezan a perder la Guerra, a partir de 1942, todo lo vuelcan al esfuerzo de la contienda y adaptan la administración de los campos para que la producción aumente, al igual que mejoran los tratados con las empresas privadas.

DM: De los 4.400 españoles fallecidos que conocemos, todos menos 300 murieron entre agosto de 1941 y marzo de 1942. Estos no están sometidos al rendimiento del trabajo, sino al trabajo como castigo. Los españoles que sobreviven sí son apreciados en el campo como grandes resistentes, porque el campo no deja de recibir gente que en una semana probablemente muera.

Mauthausen, un campo destinado a los que consideraban irredimibles, como mendigos o alcohólicos, explica muy bien el exterminio por el trabajo, que sobre todo se da en la primera mitad de la guerra, aunque siempre se haya pensado que esto sucede al final. Al fin y al cabo, como en los últimos años quieren aumentar la producción de guerra, los nazis deben reducir la tasa de mortalidad. Y al menos inicialmente lo consiguen, aunque lejos de hacerlo mediante un mejor trato. El descenso se hace efectivo por la aparición de campos subsidiarios que acogen a personas de otros campos más duros, aunque en los últimos meses de la guerra estos también se convierten en auténticas trituradoras.

¿Alguno de los españoles internados fue utilizado como cobaya en experimentos científicos?

DM: Especialmente fueron utilizados para la experimentación con vacunas, como la del tifus y el cólera. Nosotros, en el libro, contextualizamos esta forma de hacer para que no parezca un caso aislado y el relato sea mucho más fidedigno de lo que fue: una red de campos de concentración que actuaban organizados y con las mismas estrategias.

Los españoles allí internos veían cómo poco a poco se les iba exterminando. ¿En algún momento albergaron algo de esperanza?

GG: De sus testimonios quedan pocos. Conocemos lo que escriben después, porque muchos supervivientes tienen la urgencia de contar lo que ha pasado. Prisciliano García Gaitero, cuyo caso personal vertebra el libro, cuenta cómo uno de los compañeros con los que cruzó los Pirineos hacia Francia fue mordido por un perro de las SS. Esa forma de vida te destroza la condición humana. En sus palabras se aprecia el abatimiento sin lugar a dudas. A este hombre, al final un médico le diagnostica y por ciertas circunstancias recibe ayuda y termina en Dachau, un campo algo mejor que Mauthausen en el que varios brigadistas le cuidan.

Pero no había mucha esperanza en el campo, al contrario. La gente se dejaba morir durante días, sobre todo cuando ves caer a esas personas con las que a lo mejor has luchado en la Guerra Civil española, terminas en unos barracones en Alemania sin saber muy bien cómo, y mueren. Eso lo vemos en los números. Cuando sumas el porcentaje de ratios de muerte en los grupos de afinidad, te das cuenta de la tragedia.

DM: La mayoría de ellos eran muertos vivientes. Los únicos que tenían algo de energía vital eran los capos de los campos de concentración. Para los que estaban más debilitados, a los que llamaban "musulmanes", prácticamente les era imposible seguir trabajando. La mayoría de ellos funcionaba por inercia, y el que no tenía un puesto privilegiado o algún conocido que le ayudara, moría, porque era imposible aguantar más de tres meses trabajando en la cantera de Mauthausen en esas condiciones.

Sí tenían algunos reductos. El sexo dentro de los campos de concentración, por ejemplo. Según cuentan, muchos no entendían la masturbación como una especie de necesidad biológica, sino que lo narraban como un acto de resistencia. Era una forma de sentirse vivos.

Es famosa la pancarta que recibió a las tropas liberadoras en Mauthausen realizada por españoles antifascistas. Tras la liberación, ¿cuál fue el destino para esos españoles ya marcados como antifascistas?

GG: Es un buen final que también es el principio de otra historia. Que esa pancarta esté en español demuestra la supervivencia y el grado de visibilidad que tenían en el campo.

DM: Por otra parte, tras la liberación del campo, las autoridades aliadas no contemplan otra cosa que la repatriación de los internos, lo que supone algunos problemas, como sucede con los españoles o aquellos que deberían retornar a países en ese momento bajo la órbita soviética, como los polacos.

En septiembre de 1945 se producen los primeros suicidios por esta cuestión y el alto mando aliado se da cuenta de que no puede repatriar a todo el mundo de manera forzosa, así que un millón de personas aproximadamente se queda sin saber dónde ir. Ese esfuerzo lo asume la Administración de las Naciones Unidas para el Socorro y la Reconstrucción, que en julio de 1947 es reemplazada por la Organización Internacional para los Refugiados. De hecho, la evolución que se produce de las definiciones dadas a las figuras de "desplazado" y "refugiado" es la semilla de su concepción actual.

Se dio el caso de que algunos españoles accedieron voluntariamente a volver a España, un total de 69, aunque ayudaron a 795. La mayoría se exilió, algunos se quedaron en Francia y otra buena parte marcha a Latinoamérica, sobre todo en Argentina pero también en otros muchos países.

GG: Esa dispersión ha contribuido que no se conozca bien esta historia. Tiene mucha trascendencia porque la liberación de Mauthausen es recibida en español, pero eso no se llega a producir en España en ningún momento por la larga duración del franquismo, y es una de las cosas que también nos separa del modelo de memoria de Europa.

"Aquí hay deditos": la lucha contrarreloj para no "enterrar por tercera vez" a víctimas del franquismo

 https://www.publico.es/politica/hay-deditos-lucha-contrarreloj-no-enterrar-tercera-vez-victimas-franquismo.html#md=modulo-portada-bloque:2col-t5;mm=mobile-big

Familiares de asesinados por fascistas en Villamartín piden que no pare la excavación arqueológica –supera las previsiones iniciales con más de 20 cuerpos– y Diputación de Cádiz responde que seguirá "financiando todas las fases necesarias".


La tierra entrega más de 20 víctimas en Villamartín.
La tierra entrega más de 20 víctimas en Villamartín.  Juan Miguel Baquero

"Aquí hay deditos". La tierra del cementerio de Villamartín (Cádiz) sigue entregando víctimas del franquismo. El trabajo arqueológico ya rompe las previsiones iniciales con más de 20 cuerpos localizados. Y entre las familias de estos asesinados la inquietud crece, porque el presupuesto mengua y temen que la excavación expire y queden fosas por buscar.

Diputación de Cádiz recoge el reclamo: seguirá "financiando todas las fases necesarias", asegura en declaraciones a Público la responsable de Memoria en la institución provincial, Lucía Trujillo. El propio equipo técnico apunta que la intención es exhumar todos los restos óseos humanos. Pero no hay presupuesto suficiente para sondear otras zonas del camposanto.

"Si esto se para les vamos a enterrar por tercera vez", avisan los descendientes

"Si esto se para les vamos a enterrar por tercera vez", avisan los descendientes, a pie de fosa. La primera, cuando fueron asesinadas por los golpistas. La segunda, tras el hallazgo de las tumbas colectivas –casi 86 años más tarde– con sondeos que arrojaron resultados positivos en un proyecto que solo permitía localizar las inhumaciones.

Las fosas villamartinenses.
Las fosas villamartinenses.  Juan Miguel Baquero

La represión fascista en Villamartín deja más de un centenar largo de ejecutados. Un pueblo sin guerra que suma estas víctimas a las miles que acoge el suelo gaditano. Y una provincia que, junto a la parte occidental de Andalucía, acumula más desaparecidos forzados que el terrorismo de Estado de las dictaduras de Argentina y Chile juntas.

Más huesos

"Aquí hay deditos". La frase es de la antropóloga María José Orozco. Acaba de descubrir más huesos. Destila en tres palabras el pacto implícito entre la ciencia y las víctimas: rigor y humanidad. Y firmeza, honestidad. Distancia para leer el contexto de violencia extrema y manos extendidas para acariciar la tierra. Compromiso firme para desenterrar graves violaciones de los Derechos Humanos sepultadas durante décadas.

Las fuentes, y testimonios, señalan "una gran fosa a la que tenían que bajar por escalera" pero el terreno desvela "un gran espacio donde se entierran varias sacas de represaliados", según el director arqueológico, Jesús Román. "Por ahora tenemos 23 o 24 personas localizadas en tres fosas", continúa. Algunos esqueletos ya están fuera de la tierra.

El trabajo arqueológico supera las previsiones iniciales.
El trabajo arqueológico supera las previsiones iniciales.  Juan Miguel Baquero

El contexto ofrece "cuerpos amontonados, alguno bocabajo, con claros indicios de muerte violenta, proyectiles… y queda un espacio hasta completar 110 metros cuadrados estimados, pero el tamaño real no lo sabemos", prosigue Román. ¿Cuántas fosas más hay en el cementerio? ¿Cuántas víctimas?

"Vamos con una subvención pequeña, es como se actúa en la mayoría de los sitios", aclara. Un problema repetido en no pocas intervenciones. "Ojalá esté toda la financiación para todo el espacio, se hará todo lo posible, y lo que está seguro es que vamos a terminar las fosas que tengamos –exhumando todos los cuerpos localizados–, aunque si la financiación acaba no podremos avanzar en nuevos sondeos", certifica el arqueólogo.

La idea era "exhumar 15 cuerpos", aunque la realidad ha superado tales previsiones

Diputación de Cádiz, en el caso villamartinense, cubre los gastos de la excavación. La idea era "exhumar 15 cuerpos" localizados en los sondeos iniciales, aunque la realidad ha superado tales previsiones. Y la institución gaditana "seguirá financiando todas las fases que sean necesarias hasta completar todos los trabajos que se tengan que llevar a cabo en el cementerio de Villamartín", subraya la delegada de Desarrollo Democrático de la institución gaditana, Lucía Trujillo (con competencias en Memoria Histórica y Democrática, Cooperación Internacional y Participación Ciudadana).

"Estos trabajos comienzan gracias a una subvención de la FEMP al Ayuntamiento de Villamartín y ahí se localizan dos fosas con al menos 15 víctimas de la represión", rememora Trujillo. Familiares de las víctimas piden entonces "colaboración" y, "como no puede ser de otra manera, Diputación de Cádiz acepta y está financiando los trabajos que se están llevando a cabo", manifiesta la diputada.

Víctimas del fascismo en el pueblo villamartinense.
Víctimas del fascismo en el pueblo villamartinense.  Juan Miguel Baquero

Heredar el dolor

Los descendientes de personas asesinadas por la represión fascista en Villamartín tienen claro que la búsqueda no puede parar. Que la tierra debe quedar abierta hasta mostrar la última fosa. Hasta entregar el último cuerpo. No descartan acudir a donaciones, "lo que haga falta"… pero evitar el peligro de que se les vaya "a enterrar por tercera vez".

Uno de aquellos ejecutados a balazos será Manuel Perea Méndez. "Yo he heredado el dolor que él ha padecido", cuenta a este periódico, y, a pie de fosa, su bisnieta Virginia Perea. "Es una causa que tengo pendiente desde muy chiquitita, porque mi abuelo siempre nos ha enseñado su historia, nos lo ha contado", dice.

El piso muestra fosas que corresponden a diferentes sacas.
El piso muestra fosas que corresponden a diferentes sacas.  Juan Miguel Baquero

A Manuel los golpistas lo secuestran, "lo montan en el camión", y lo encaminan a la muerte. A uno de sus hijos, Pedro, con 15 años, también lo suben. Aunque al final dejan al crío amarrado a un árbol durante horas. No lo matan. María, la madre, asiste a la escena. Un paraje del terror que marca, por siempre, a la familia. A todas.

El contexto histórico local está enmarcado entre "las primeras poblaciones que caen en la sierra de Cádiz", indica Jesús Román. "Muertos de derechas solo se atribuye un caso y el resto hay listados de más de 100 víctimas que provoca la represión", amplía. "Es solo una parte", añade, aludiendo además a los ecos en poblaciones cercanas como Arcos de la Frontera y Bornos o al que se conocía como "camión de la carne" que hacía "un recorrido tétrico en el que va recibiendo los cadáveres y los va depositando en un cementerio u otro según el recorrido".

Pasajes del genocidio fundacional del franquismo que recoge el libro República, guerra civil y represión en Villamartín 1931-1946, de Fernando Romero. "El objetivo es cerrar heridas, hacer justicia y reparar, al menos en la provincia de Cádiz", en palabras de la diputada Lucía Trujillo. Un "compromiso firme" que suma este ejercicio "más de 90.000 euros de fondos propios en 12 municipios de la provincia".

Una bala usada para asesinar a una víctima del franquismo.
Una bala usada para asesinar a una víctima del franquismo.  Juan Miguel Baquero

Con el objetivo, puntualiza, "de dar respuesta a todas las personas que durante muchos años llevan buscando a sus familiares". "Tenemos la esperanza de encontrar, porque no había justificación ninguna para matarlos", afirma Virginia Perea. "No es una guerra, son asesinatos que quedaron impunes y eso no puede quedar así, hay que hacer justicia", culmina.