dissabte, 12 de desembre del 2020

¿Dónde están las cárceles de mujeres represaliadas durante el franquismo?

 https://blogs.publico.es/verdad-justicia-reparacion/2020/12/12/donde-estan-las-carceles-de-mujeres-represaliadas-durante-el-franquismo/

Antigua PRISIÓN Provincial de MUJERES DE Valencia

Por Lucila Aragó, miembro de Acción Ciudadana contra la impunidad del franquismo y de Plataforma valenciana de apoyo a la querella argentina.

Desde el pasado 14 de octubre en la fachada de la antigua prisión Provincial de mujeres de Valencia, en la actualidad colegio público 9 de Octubre, una placa recuerda que en ese edificio donde ahora las niñas y los niños del barrio de la Olivereta, crecen en el descubrimiento del mundo que les rodea, aprenden unas de otras, se forman para ser ciudadanos en un país más o menos democrático… en esos mismos patios, entre esas mismas paredes, no hace tanto tiempo hubo mujeres encarceladas, privadas de libertad, hacinadas en los años de la posguerra, malcriando a sus criaturas menores de 3 años… dice el texto de la placa situada al lado mismo de la puerta por donde ahora entran y salen los niños y las niñas: "ANTIGUA PRISIÓN PROVINCIAL DE MUJERES. No olvidamos a las republicanas represaliadas, a las luchadoras contra la dictadura y todas las mujeres encarceladas por leyes discriminatorias".



Hasta hace escasas semanas entre los lugares identificables por cualquier viandante, solo dos centros penitenciarios, claves durante la dictadura, estaban señalados como tales en esta ciudad: la cárcel Modelo, ahora centro administrativo de la Generalitat Valenciana, cuenta con un monolito que pertenece a la señalización municipal de "Valencia en la Memoria" iniciada en la ciudad con el triunfo en las elecciones municipales de las fuerzas progresistas (2015), que narra brevemente la historia del edificio y su papel como centro de represión masculino (en el interior se conserva una celda en su estado original). El otro centro es el penal de San Miguel de los Reyes, actual sede de la Biblioteca Valenciana y la Academia Valenciana de la Lengua. Este centro, destinado a los presos ya penados, cuenta también en la actualidad con un pequeño monumento en memoria de los republicanos represaliados situado en el patio de acceso al edificio principal, donde se han realizado diversos actos públicos de reconocimiento y memoria de los hombres que allí sufrieron encierro, esperaron desde la mayor desesperanza ser "sacados" a fusilar, o cumplieron largas condenas acusados de "auxilio a la rebelión" o por su condición de "desafectos" a un régimen impuesto a sangre y fuego, con el apoyo de lo peor de la época, los regímenes fascistas de Mussolini y Hitler y las fuerzas más reaccionarias de nuestro país.

Sin embargo, ningún espacio identificaba que hubiera habido mujeres represaliadas en la ciudad de Valencia.

Cabe señalar la importancia de los lugares de memoria en las ciudades, esos que nos permiten reconocer la vida histórica de los espacios que recorremos. Desde distintos campos de las ciencias sociales, se ha abordado este interés, por su aporte en conceptos identitarios, relacionales o históricos. Conocer los usos anteriores de los edificios, percibir cómo se vivía en ellos, intuir las relaciones que sus habitantes establecían entre sí y con su entorno, renueva los significados que percibimos al revisitarlos, nutre nuestro acervo, posiblemente nos permite comprender mejor el presente.

Quizá por eso precisamente, durante tanto tiempo se ha hecho tabla rasa de nuestro traumático pasado reciente y aún pendiente de verdad y de justicia. El franquismo, ya sabemos, sepultó la memoria republicana, persiguió y trató de exterminar la disidencia, y también ocupó la ciudad simbólicamente. El silencio y el olvido sobre el que se construyó la Transición, llevaba implícita la impunidad de los crímenes franquistas, pero también la prevalencia de su relato. Un relato que también se plasma en la cultura material y en los espacios físicos. En nuestras ciudades.

Está costando mucho esfuerzo y voluntad política recuperar el espacio público, y algunos bochornosos ejemplos recientes, que evocan lo peor de aquel tiempo que no queremos olvidar, precisamente para evitar que se repita, nos indican la fragilidad del terreno que pisamos. De cuatro mazazos se quiere derribar, de nuevo, el recuerdo de un presidente como Largo Caballero. Un paso atrás, pero intentaremos dar dos adelante, una y las veces que haga falta.

En marzo de 2018, visité el actual colegio junto a una compañera, que también había estado presa allí, en la antigua prisión provincial de mujeres. Ella estuvo encarcelada en el año 1972, yo un poco más tarde, en 1975. Lo recorrimos sobrecogidas, la renovación del edificio para transformarlo en centro educativo no había borrado todas las huellas. "En esta zona estaba el comedor, allí la sala colectiva, por ese pasillo se llegaba a la capilla, arriba las celdas de aislamiento", recordábamos, "en este patio pasamos muchas horas, aunque entonces los muros eran 3 veces más altos y en esa esquina, arriba, había una garita en la que siempre había un guardia civil con un arma". En el interior pudimos ver un recordatorio de la inauguración del nuevo colegio 9 de Octubre, recoge la presencia de la entonces alcaldesa Rita Barberá y el expresidente autonómico Camps. Nada más. Ahí terminaba o empezaba la historia del edificio, esa era la información que podían obtener quienes entraran en él.

Pudimos hablar con la directora y otras maestras del centro, nos presentamos: "estuvimos aquí presas". Fue un momento increíble, estupefacción por su parte, emoción por la nuestra. Para ellas, trabajadoras en ese edificio, era sorprendente vernos, parecería que la utilización como cárcel de aquel centro, hecho que conocían vagamente, se remontara a la antigüedad. Y ver a unas expresas allí mismo, saludarnos, darnos dos besos, era como descubrir que ese pasado no era tan lejano y que además se materializaba…

A partir de ese momento y junto a otra compañera que también estuvo detenida en el año 69, nos planteamos el propósito de recuperar en ese espacio la memoria de las mujeres que nos antecedieron, y también la nuestra. La ciudad debía hacerlo. Iniciamos un recorrido por los despachos correspondientes, consejería de educación, concejalía, las autoridades con las que nos entrevistábamos, todas ya, por suerte, de gobiernos locales y autonómicos progresistas, se sorprendían "¿cómo, no hay nada que recuerde a las mujeres represaliadas?". Recogimos firmas, más de un millar, el apoyo de cerca de 30 organizaciones feministas, memorialistas, sindicatos y partidos, hicimos dos actos públicos recordando la represión sufrida por las mujeres. Contamos de inmediato con el apoyo del Aula de Memoria de la Universidad de Valencia y de las historiadoras que promueven el estudio de este tema, Vicenta Verdugo, Melanie Ibáñez y Ana Aguado, nos recibió el Alcalde Joan Ribo. Y finalmente la concejalía de Igualdad del Ayuntamiento, dirigida por Lucía Beamut, se encargó de todos los detalles. No fue un recorrido fácil ni breve.

El 14 de octubre, pese a la pandemia, conjuramos el olvido. Esa placa ya forma parte de nuestro patrimonio.

En la inauguración, limitada por la amenaza covid19, pudimos estar una treintena de mujeres represaliadas, en los años 60 y 70, y también algunos familiares de las que sufrieron los años más duros. En ese edificio construido en 1925, durante abril y noviembre de 1939 llegó a haber más de 1.400 presas, era tal el hacinamiento que las autoridades franquistas "habilitaron" el convento de Santa Clara, situado no muy lejos de la prisión Provincial, para poder dar abasto a la desmesurada y brutal represión.

Se abrieron sumarios y se celebraron juicios sin ninguna garantía contra mujeres pertenecientes a las organizaciones Mujeres Antifascistas y Mujeres Libres, a los sindicatos, a cualquier asociación o partido, maestras… Entre 1939 y 1950 unas 2.700 mujeres pasaron por las cárceles de Valencia (según datos recabados por la historiadora Vicenta Verdugo).

Algunas mujeres, como María Pérez, La Jabalina, o Águeda Campos, salieron de la prisión para ser fusiladas en Paterna donde se encontraban unos cuarteles militares. Sus cuerpos, como los de las 2.317 personas fusiladas allí entre 1939 y 1956, fueron arrojados en el cementerio próximo, a fosas comunes. Hasta la fecha hay localizadas 154 fosas y diversos nichos. Otras mujeres perdieron su vida por las condiciones de insalubridad en la que se malvivía en aquella prisión y otras salieron gravemente enfermas, o consumieron allí dentro parte de sus vidas, por "desafectas" a un régimen infame. Algunos de sus nombres: Rosa Estruch, Amparo Soto, Asunción Pérez, Pilar Soler, Ángeles Soler, Amalia Estela Alma, Consuelo Marco, Consuelo Barber, Julia Martin, Angelita Sempere, Purificación Sanchis, Josefina Morell Llopis, tantas y tantas más... encarceladas en aquellos primeros años oscuros. Pero la prisión siguió albergando presas políticas hasta el final de la dictadura, también pasaron por sus celdas y patios, compañeras en décadas posteriores, como la pintora Jacinta Gil Roncalés, encarcelada en 1962 por pertenecer al Partido Comunista, o las 10 mujeres también del PCE vinculadas al sindicato democrático detenidas en 1969, y un goteo durante los 70 de compañeras de la LCR, del FRAP, del MC, de la Joven Guardia Roja. La represión no cesó.

Consideramos necesario, desde el inicio de este reto, que el recuerdo abarcara a las mujeres que sufrieron la dureza de las leyes discriminatorias y misóginas del nacionalcatolicismo, se encarcelaba a mujeres acusadas de adulterio (el divorcio aprobado por la II Republica fue anulado), o abandono del hogar, por abortar, por ejercer la prostitución….

Ejercicios de memoria como éste, señalar un espacio que fue de represión, venganza de un régimen deleznable y espacio de castigo hasta el año 1977 para las mujeres que nos oponíamos a la dictadura y reclamábamos nuestros derechos y un mundo más justo, debería ser la labor cotidiana de las autoridades al nivel que corresponda. El estado tiene esa deuda. Nuestra democracia se debilita cuanto más olvida y más impunidad permite. Desgraciadamente, esta no es una frase hecha, es una realidad que se está manifestando con las andanadas de la extrema derecha desde las instituciones en las que está o desde las calles que pretenden ocupar.

"ANTIGUA PRISIÓN PROVINCIAL DE MUJERES DE VALENCIA. No olvidamos a las republicanas represaliadas, a las luchadoras contra la dictadura y todas las mujeres encarceladas por leyes discriminatorias".

"Varios miles" de represaliados del franquismo serán exhumados en Córdoba

https://www.publico.es/politica/miles-represaliados-franquismo-seran-exhumados-cordoba.html 


La firma de un convenio entre el Gobierno de España (PSOE y Unidas Podemos), la Junta de Andalucía (PP y Cs), la Diputación (PSOE e IU), y el Ayuntamiento (PP y Cs) garantiza los fondos necesarios para llevar los trabajos hasta el final

Cementerio de la Salud, Córdoba.
Cementerio de La Salud, en Córdoba. –Archivo.

RAÚL BOCANEGRA

Las fosas comunes de los cementerios de San Rafael y de la Huerta de la Salud, en Córdoba van a ser finalmente exhumadas después de años y años de reivindicaciones de las familias y de las asociaciones memorialistas.

La firma este viernes de un convenio entre el Gobierno de España, formado por una coalición de PSOE y Unidas Podemos, la Junta de Andalucía, en manos de PP y Ciudadanos, la Diputación de Córdoba (PSOE e IU) y el Ayuntamiento (PP y Ciudadanos) garantiza los fondos necesarios para llevarla hasta el final.

El protocolo "establece las bases que regirán las labores de exhumación, levantamiento, custodia de restos, extracción de muestras e identificación de las personas halladas en estas dos fosas", según el Gobierno andaluz.aci el modelo de la llevada a cabo en Málaga en el año 2006, de la que se extrajeron los cuerpos de 2.840 personas, y es la tercera –después de la de Sevilla, que está en ejecución– que se acomete en una capital andaluza con cierta ambición y con el entendimiento entre instituciones gobernadas por partidos de distinta sensibilidad e ideología.

Esta exhumación sigue el modelo de la llevada a cabo en Málaga en el año 2006, de la que se extrajeron los cuerpos de 2.840 personas, y es la tercera –después de la de Sevilla, que está en ejecución– que se acomete en una capital andaluza con cierta ambición y con el entendimiento entre instituciones gobernadas por partidos de distinta sensibilidad e ideología.

En esas fosas, se calcula que hay "varios miles" de cadáveres producidos tras el golpe de Estado del 18 de julio de 1936 y la posterior represión franquista, según los estudios más rigurosos, uno de los cuales, elaborado por Rafael Espino, Julio Guijarro, Juan Manuel Guijo, Jesús Román, Fernando Sígler y Elena Vera Cruz se puede consultar en la página web todoslosnombres.org, aquí

En ese trabajo se documenta, además del origen de los cuerpos –a los que se identifica en numerosos casos con su nombre y apellidos– el incremento de trabajo y de gasto en los camposantos tras el golpe, sobre todo en septiembre y octubre de 1936 como consecuencia del "colapso en los enterramientos", que llevó a las autoridades a tomar decisiones.

"El gran condicionante de los mecanismos de enterramiento de las personas represaliadas por el franquismo, así como de las actividades póstumas asociadas a sus entornos, viene dado por la gran masa de cadáveres en los meses del verano de 1936 y de la falta de disponibilidad de espacio para su inhumación. A las víctimas del franquismo que integraban la mayor parte de esa masa de cadáveres, se les debían unir los fallecimientos cotidianos sin violencia, víctimas de bombardeos e integrantes del bando franquista", se lee en el trabajo. Al noreste de Córodoba se fijó una línea de frente, una frontera en la que se produjeron refriegas, escaramuzas y batallas hasta principios de 1939.

Una caja de zapatos con las gafas dentro

Uno de los símbolos de la represión en Córdoba fue el diputado socialista Luis Dorado Luque, cuya hija, Carmen, murió en 2010 sin que nadie hubiera movido un metro de terreno para encontrarlo. Ni a él ni, por supuestos a los otros miles. La familia Dorado llegó a acudir sin ñexito al Tribunal Europeo de Derechos Humanos. En Córdoba, gobernó la izquierda durante décadas y la exhumación se va a hacer ahora, con un alcalde del PP, José María Bellido, al frente.

La microbiografía recogida en la web todoslosnombres de Dorado Luque recoge lo siguiente: "Luis Dorado Antonio Bujalance [también socialista] fueron asesinados la noche del 29 al 30 de julio. El cuerpo sin vida de Dorado fue llevado el día 30 por una ambulancia de la Cruz Roja al Cementerio de la Salud de Córdoba, donde fue examinado por un forense que dictaminó que había fallecido "a consecuencia de heridas por arma de fuego que han herido el cerebro y el hígado". En los bolsillos de su ropa se encontraron varios documentos, tarjetas y una cédula personal a nombre del difunto y Luis Dorado Luque fue inscrito con su nombre y apellidos en el Libro de Registro o Necrológico General del Cementerio. Pero fue a partir de ahí donde comenzó el esfuerzo por ocultar o tergiversar los hechos. Las familias de los dos diputados se enteraron de sus muertes cuando recibieron sus efectos personales. La de Bujalance recibió el reloj y la cartera. La de Luis Dorado recibió una caja de zapatos, remitida de modo anónimo, con sus gafas dentro".

"Lo que nunca tuvo la familia es una comunicación oficial de la muerte, del asesinato. La ocultación de la represión a efectos legales ya había comenzado. Luis Dorado fue inscrito en el registro del cementerio, pero el juez que debía inscribirlo en el Registro Civil puso en tela de juicio la identidad del cadáver que acaba de registrarse en el cementerio y procedió a inscribirlo como un "varón desconocido" que portaba documentos de Luis Dorado", añade la microbiogafia, basada en dos fuentes fundamentalmente, La Justicia de Queipo, de Francisco Espinosa Maestre (Barcelona, Crítica, 2006) y Exilio interior. Cuadernos para el Diálogo, nº 11, junio de 2006, págs. 24-27, de Antonio Gutiérrez Dorado.

El terreno de la razón

La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo (PSOE), cordobesa, acudió a la firma del convenio con la Junta, en cuya representación acudió la consejera de Cultura, Patricia del Pozo (PP), la Diputación, por la que rubricó su presidente, Antonio Ruiz (PSOE), y el Ayuntamiento, cuyo alcalde –Bellido (PP)– también participó. Calvo afirmó que le resulta "muy gratificante" un acuerdo común con todas las administraciones públicas "que constituyen la vida del Estado en Andalucía" para seguir avanzando "en un objetivo que tiene mucho que ver con la dignidad de nuestra democracia".

"Esta imagen de las cuatro administraciones públicas, los cuatro niveles políticos y administrativos que tiene nuestro único Estado español es una magnífica propuesta de lo que el Gobierno de la Nación considera que es una verdadera agenda de la democracia: la Memoria Democrática", agregó Calvo.

La vicepresidenta afirmó que España "tiene deudas pendientes" en algunos de los lugares "tragicámente significativos" como es el caso de Córdoba. "Estamos hablando de más de 4.000 víctimas en los cementerios de San Rafael y La Salud, donde hay restos mortales de personas de 35 provincias y 15 nacionalidades. Hablamos del martirio infinito que supuso la defensa del orden constitucional y la confrontación entre españoles", dijo.

"La mejor concordia es la justicia, porque la concordia es un sentimiento admirable, excelente, pero la justicia entra en el terreno de la razón y cuando entramos en el terreno de la razón todos estamos conformes", remachó.

La consejera Del Pozo (PP), por su parte, destacó que el protocolo de colaboración para la exhumación de fosas en los dos cementerios ahora firmado está presidido por «el espíritu de consenso, diálogo y concordia necesario para la reparación de las heridas en las familias de las víctimas, que es el objetivo prioritario de todas las actuaciones del Gobierno andaluz en esta materia».

Hallados en Farasdués los restos de diez mujeres fusiladas por el franquismo.

 https://www.elperiodicodearagon.com/noticias/aragon/hallados-farasdues-restos-diez-mujeres-fusiladas-franquismo_1448264.html


Los arqueólogos buscan a los familiares de las víctimas de una segunda fosa localizada

Fosa en el cementerio de Farasdués. - CHARATA

Fosa en el cementerio de Farasdués. - CHARATA

EL PERIÓDICO
10/12/2020

Las labores de búsqueda de diez vecinas de Uncastillo asesinadas durante la guerra civil en el cementerio de Farasdués (en la comarca de las Cinco Villas) ha dado sus frutos. La excavación que comenzó el 16 de noviembre se ha saldado con la localización de la fosa común que alberga los cuerpos de las diez represaliadas, y una segunda fosa, con los restos, supuestamente, de un grupo de presos provenientes de la cárcel de Ejea de los Caballeros.  

Los trabajos arqueológicos para la recuperación de estos restos se iniciaron tras la petición de varios familiares y han revestido un gran componente simbólico ya que estas diez mujeres asesinadas se han considerado una suerte de trece rosas en la comarca. Entre el 25 de agosto y el 23 de septiembre de 1936 se produjeron al menos cuatro grandes sacas desde esa prisión. Además de las asesinadas ahora descubiertas, otra treintena de cincovilleses vecinos de Asín, Erla, Ejea, Biota, Castiliscar, Luna, Sádaba y el propio Farasdués, además de tres pastores navarros, acabaron sus días bajo las balas de los pelotones de ejecución en Farasdués, siendo enterrados en fosas clandestinas en el cementerio de la localidad.

UN MAESTRO EN LA SACA / La segunda fosa localizada correspondería a un grupo de hombres asesinados el 8 de septiembre de 1936. De Erla eran naturales los hermanos Amadeo y Nemesio Alastuey Millás, Eladio Cortés Liso, Gabriel Gállego Aznárez, Santos Gayarre Landa, Santiago Pascualena Sanced y Antonio Sevilla Pérez. De Sádaba era Raimundo Aznárez Sánchez; de Luna, Eulogio Duarte Monguilod; de Ejea, Prudencio Gimeno Petroch y de Farasdués, Cesáreo Jiménez Soteras. El maestro de Uncastillo, Eugenio Jodra Ruiz, cerraría el listado de esta saca.

Las entidades memorialistas responsables de la exhumación señalaron que en este momento se está trabajando en la localización de familiares de todos ellos. «Si alguien tiene datos que aportar o es su familiar, rogamos que se ponga en contacto con miembros del equipo o de las asociaciones promotoras», indicaron en un comunicado.

FINANCIACIÓN / Los trabajos de localización y exhumación (que todavía se alargarán unos días y que previsiblemente terminarán con un acto de homenaje, pues el deseo de sus familiares es darles una sepultura digna) de estos restos del cementerio de Farasdués han sido promovidos por el Colectivo de Historia y Arqueología Memorialista Aragonesa (CHAMA) y por la Asociación Charata para la Recuperación de la Memoria Histórica de Uncastillo, así como con la colaboración de miembros de otras asociaciones memorialistas como la ARMH Batallón Cinco Villas y la ARMH Simién de Luesia y personas voluntarias.

La financiación necesaria para poder realizar los trabajos de campo proviene de las ayudas que anualmente concede la Diputación Provincial de Zaragoza para trabajos de recuperación de la memoria histórica. También por la Comarca de las Cinco Villas y apoyados por los Ayuntamientos de Uncastillo y Ejea.

La comarca fue una de las señaladas para ser rápidamente sometida a control militar, por su profunda tradición de lucha agraria y reivindicaciones sociopolíticas. La propia Guardia Civil, apoyada por las milicias locales de Falange y Requeté, inició una sangrienta ola de represión, detenciones ilegales y cientos de asesinatos extrajudiciales.

dimecres, 9 de desembre del 2020

Los Franco escondían en el Pazo de Meirás bienes de las Colecciones Reales que pertenecen a Patrimonio.

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El inventario del pazo contabiliza 697 bienes, entre los que hay esculturas y cuadros de Francisco Franco, Carmen Polo o Emilia Pardo Bazán

Patrimonio Nacional ha identificado entre el mobiliario que se encuentra en el Pazo de Meirás distintos bienes que tienen su origen en las Colecciones Reales Españolas y, por tanto, no podrían ser propiedad de la familia Franco.

La jueza Marta Canales, titular del Juzgado de Primera Instancia número 1 de A Coruña, consideró urgente realizar un inventario todos los bienes del interior de la propiedad donada al caudillo y sus jardines, al haber hecho pública los herederos del dictador su intención de vaciar los objetos del inmueble y trasladarlos en hasta 50 camiones.

Los técnicos de Patrimonio de la Xunta inventariaron 697 objetos del pazo de Meirás entre los que se guardan incluso muebles encargados o adquiridos por la familia real, 616 de los bienes están en el interior del inmueble y 81 en el exterior.

Según recoge el diario La Voz de Galicia, entre los objetos destacan dos estatuas procedentes del pórtico del Gloria de la catedral de Santiago, además de muebles del siglo XVIII, una amplia colección bibliográfica de miles de volúmenes, cuadros de la propia familia Franco, esculturas como un busto de Emilia Pardo Bazán, decenas de trofeos de caza, instrumentos musicales, muebles de todo tipo incluidos algunos procedentes de las colecciones del Palacio Real, porcelanas, un ánfora fenicia o púnica, armas antiguas y maquetas de barcos, un nacimiento napolitano, sillas de estilo nazarí, láminas botánicas y diversos cuadros, miniaturas, tapices, alfombras, cornucopias y más.

Se ha hecho una relación ordenada tanto del interior como del exterior del edificio, sin abrir armarios, ni cajoneras, ni muebles y se han fotografiado los bienes y objetos en la posición en la que se encontraban, sin descolgarlos, trasladarlos o moverlos», señala el documento.

Además, en el Pazo de Meirás se encuentra también «importante fondo bibliográfico», con entre 9.000 y 15.000 ejemplares de diversas temáticas y la mayoría de de ellos son ediciones de los siglos XIX y XX.

Entre los bienes que claramente tienen su origen en las Colecciones Reales Españolas y cuya titularidad corresponde por tanto a Patrimonio Nacional, destaca una pantalla de chimenea tapizada con un tejido de seda labrado que fue encargado, el 10 de noviembre de 1880, por Alfonso XII para confeccionar las cortinas del entonces recién creado nuevo Comedor de Gala del Palacio Real de Madrid, un sofá de talla dorada que vistió, hasta mediados de los años 20 del siglo XX, la Sala de Recibir de la reina Victoria Eugenia en el Palacio Real de Madrid, una mesa vitrina que formó parte de la decoración de la Sala de Música de la reina Victoria Eugenia en el Palacio Real de Madrid, un sofá de caoba tapizado con una tela labrada de algodón de mediados del siglo XX, muy probablemente tejida en la Fundación Generalísimo Industrias Artísticas Agrupadas para ser utilizada en Patrimonio Nacional.

También un conjunto de escritorio y cómoda atribuibles al ebanista francés Claude-Charles Saunier, un ejemplar de «La Guía Oficial de España», un almanaque publicado por el Estado con periodicidad anual «destinado a explicar la estructura y organización del Estado, de la que en Meirás se conserva este ejemplar de tiempos de Alfonso XII», todos estos son datos publicados por La Voz de Galicia este domingo.

Ni rastro de la roca lunar de la misión Apolo 11 que estuvo durante años en el Pazo de Meirás

Sin embargo, no hay ni rastro de una roca lunar de la misión Apolo 11 que el presidente estadounidense Nixon regaló a Estado español y que, según le han confirmado fuentes en exclusiva a laSexta, estuvo durante años en el Pazo de Meirás y que se cree que la familia pudo venderla.

Durante la visita realizada el 11 de noviembre se hizo un reportaje fotográfico que contiene 1.021 imágenes, en ficheros JPG, y un reportaje en vídeo compuesto por 80 ficheros MP4 que suponen 13,9 GB.

Las tarjetas de memoria originales en las que se grabaron dichos ficheros fueron entregadas al Juzgado de Primera Instancia número 1 de Coruña, el mismo día de la visita a la finca.

Los Franco escondían en el Pazo de Meirás bienes de las Colecciones Reales que pertenecen a Patrimonio
Los Franco escondían en el Pazo de Meirás bienes de las Colecciones Reales que pertenecen a Patrimonio

El Pazo de Meirás y todos sus bienes deberán ser entregados al Estado este jueves

Tal y como informábamos el pasado 4 de diciembre, la jueza Marta Canales ha decidido que el Pazo de Meirás deberá ser entregado al Estado, con todos los bienes que haya en su interior, el próximo jueves 10 de diciembre.

El Juzgado ha aceptado las alegaciones del Estado, la Xunta, los ayuntamientos de Sada y A Coruña y la Diputación Provincial y mantiene la fecha de entrega del inmueble el día 10 de diciembre a las 11.00 horas. Por su parte, los guardeses tendrán hasta el 15 de enero de 2021 para abandonar la casa en la que habitan.

La familia del dictador tiene intención de recurrir hasta el final la sentencia que les obliga a devolver la propiedad.

diumenge, 6 de desembre del 2020

Almassora recuerda a las 74 víctimas locales del franquismo y el Holocausto en el Día de la Constitución.

https://castelloextra.com/es/comarcas/almassora/almassora-recuerda-victimas-franquismo-y-holocausto/ 



Almassora recuerda a las 74 víctimas locales del franquismo y el Holocausto en el Día de la Constitución
06/12/2020 - 
 

El Ayuntamiento de Almassora, en cumplimiento de la moción aprobada en 2019, ha celebrado hoy un acto de homenaje en recuerdo a las 71 víctimas de Almassora de la represión franquista y los tres vecinos asesinados en los campos de exterminio nazis. El jardín central de la calle Sant Marc ha acogido la inauguración de una escultura con la asistencia de descendientes de las víctimas y representantes de los grupos municipales Partido Socialista, Partido Popular y Compromís.

El técnico local Cèsar Mateu ha iniciado el turno de parlamentos rememorando la historia de los vecinos deportados a Alemania y ha cedido la palabra a Joan Piñana, en representación del Grup per la Recerca de la Memòria Històrica de Castelló. A continuación se ha dirigido a los asistentes el presidente de la Diputación Provincial de Castelló, José Martí, y ha cerrado el acto la alcaldesa de Almassora, Merche Galí, en un acto que ha contado con limitaciones de aforo por razones sanitarias.

Según lo acordado en el texto, la escultura del árbol de la vida instalada en el jardín central de la calle Sant Marc cuenta con una leyenda de recuerdo a todas las víctimas con el objetivo de “mantener viva su memoria y la memoria colectiva”. A los versos del poeta Antonio Machado grabados en el monolito se ha sumado la interpretación de una pieza musical a cargo de Lluna Agut Pitarch y Roser Barberà Beltrán como apunte cultural.

Este homenaje rememora el sufrimiento de los vecinos Josep Falaguera Messeguer, Josep Agustí Bomboí y Vicent Adsuara Segarra, muertos en los campos de exterminio nazi en los años 1941 y 1942, y las 71 víctimas locales de la represión franquista. “Actos como éste nos permiten seguir avanzando en la consolidación de la democracia sin olvidar a quienes vivieron las épocas más oscuras de nuestra historia por pensar diferente”, ha destacado Merche Galí, que ha hablado como primera edil y como bisnieta de Manuel Galí, represaliado por su filiación socialista.

“También responsabilidad de quien no perdieron a nadie condenar estos hechos, igual que decimos no a la violencia machista, los abusos sexuales, el terrorismo o cualquier otro tipo de delincuencia no por ser víctimas nosotros en primera persona, sino por nuestro sentido de sociedad civilizada”, ha señalado la alcaldesa.

El texto aprobado por la corporación municipal de Almassora en 2019 recuerda el golpe de Estado dirigido por Franco en 1936 contra la legalidad de la II República surgida de las elecciones municipales del 14 de abril de 1931 y que desembocó en un conflicto armado de casi tres años contra la población, con alianzas con la Italia de Mussolini y la Alemania de Hitler.

La moción recuerda las desapariciones, arrestos y prisión, menores robados, exclusión social y el exterminio físico y violento de la población. “En el pueblo de Almassora, como en el resto, las víctimas de la represión están identificadas y se tienen también los datos de las personas represaliadas en los campos de exterminio nazis”, incide el texto, que concluye con el acuerdo para la dignificación de las víctimas y la inauguración del monolito.

Una llauna de sardines i un crostó de pa (cada dos dies o tres).

 https://www.vilaweb.cat/noticies/una-llauna-de-sardines-i-un-crosto-de-pa-cada-dos-o-tres-dies/


Un sondatge trau a la llum elements fins ara desconeguts del camp de concentració d’Albatera, al Baix Segura, que en podrien permetre la reconstrucció

Imatge del camp d'Albatera (1936)
El camp de concenrtració d'Albatera l'any 1936


El títol del reportatge és erroni perquè en tot el mes d’abril del 1939 els presos del camp de concentració d’Albatera, al Baix Segura, només van menjar tres o quatre voltes. Tres o quatre àpats en un mes. Sardines i pa. Després, sardines i pa i a vegades llenties també de llauna, cada dos dies o tres. I aigua. Poca i salabrosa.

Vestigis de tot això és el que han trobat durant uns dies de sondatges l’arqueòleg Felipe Mejías i el seu equip format per cinc membres més. Es tractava de radiografiar el terreny, només una porció, del que va ser el camp de concentració, per tractar de localitzar les fosses comunes que molt probablement hi ha. No les han detectades, però sí que hi han trobat monedes, bales, sivelles i algun altre objecte personal. I moltes llaunes de sardines rovellades i convertides en fòssils ferrosos encastats a la terra salinosa. També algunes restes humanes, ossos molt fragmentats com ara la zona occipital d’un crani i part d’una tíbia. Això ajudaria a desmentir les tesis d’alguns historiadors que han negat l’existència de les fosses.

Fotografia: Prats i Camps.

Els últims dies de la campanya, han fet una altra troballa que, segons l’arqueòleg, és interessantíssima. Es tracta dels pilars d’un dels barracons. Tres metres de distància entre ells. Així, Mejías calcula que cada barracó feia entre seixanta i seixanta-tres metres de llargària. Aquesta troballa és fonamental perquè en un futur permetrà de reconstruir-ne, almenys un.

Visitar el camp

Principi de desembre, 8 ºC. Dia ennuvolat i ventós. El terreny és pla i d’un color marró que deixa entreveure, encara, una certa salinitat. Fa pocs dies que va ploure i, en aixafar-lo, el notem flonjo. Hi ha palmeres, poques. Aquesta porció de terreny està rodejada de camps de magraners, que també van formar part de la instal·lació repressora.

L’única construcció que queda erta és una caseta que fins fa poc era el refugi d’un rodamón. Era el forn de pa. No era a l’aire lliure, sinó que era dins un dels pavellons.

Fotografia: Prats i Camps.

Una màquina comença a cobrir les rases obertes fa aproximadament un mes. L’arqueòleg conversa amb Manuel Gil, el batlle de Sant Isidre. Cal precisar que ara el camp pertany a aquest municipi de dos mil habitants que fins al 1993 era una pedania d’Albatera. Després de la segregació, els terrenys del camp van quedar dins el nou terme, però no han perdut ni el nom ni la connotació.

Història

Esperem Antonio Mesa, de vuitanta-quatre  anys, el testimoni clau que va empènyer fa tres anys Felipe Mejías a dissenyar el pla d’excavació. El batlle ens havia dit per telèfon que a vegades fa el ronsa i no vol parlar del passat.

Antonio Mesa, a l’esquerra, i Felipe Mejías (fotografia: Prats i Camps).

Fins que no arriba, Mejías ens explica que des del punt de vista historiogràfic resta poc a investigar sobre el camp. Hi ha, això sí, els testimonis valuosíssims dels supervivents que han contat com malvivien i les condicions extremes a què eren sotmesos pels guàrdies que obeïen les ordres d’un règim que acabava de guanyar una guerra i que, per tant, se sentia legitimat per a cometre qualsevol abús sobre els perdedors. Eduardo de Guzmán, que era periodista, relata al llibre El año de la Victoria com van ser els set mesos que va estar intern a Albatera. També ho explica, de paraula, Josep Almudéver, que a cent un anys encara té la lucidesa per a recordar noms i fets d’aquells mesos.

La dictadura es va acarnissar amb aquells homes. Les condicions higièniques eren tan deplorables que es fa difícil d’imaginar i també d’escriure sense tenir calfreds.

Hi havia tants presos que no cabien als barracons i dormien al ras, en ple estiu i sobre una terra salina i encara mig amarjalada. Insectes i paràsits. El sol abrusador. L’escassa aigua que els donaven no era apta per al consum. Pràcticament des dels primers dies, les latrines es van embossar i els presos havien de fer les necessitats en rases a camp obert. La mala alimentació i la deshidratació els provocava problemes estomacals. Morien de tifus, de fam, o per perforacions intestinals.

Els primers dies de captiveri deixaren eixir els menors de setze anys i els majors de seixanta. Alguns, sense intuir què els esperava, van falsificar l’edat per quedar-s’hi perquè tenien por de les represàlies si tornaven als seus pobles.

Set mesos

El camp va estar obert set mesos. A finals d’octubre del 1939 van traslladar els presos supervivents a unes altres presons de tot l’estat o a uns altres camps de concentració, com és el de Portaceli al camp de Túria, i van esbucar els barracons d’Albatera, però van deixar-hi els enderrocs fins al 1953 o 1954. L’any 1945, l’ambaixada americana signà un conveni amb el govern franquista perquè fes fotografies aèries de tot l’estat. I en aquestes imatges es contemplen els munts de runa que també han servit per a anar reconstruint la disposició dels barracons i més instal·lacions.

Tota la documentació que havia generat el centre d’internament franquista també va ser destruïda. No hi ha una llista de presos. No hi ha una llista de morts. L’únic rastre que es conserva, l’únic, és una anotació al registre civil d’Albatera en què apareixen vuit afusellats al camp. Segons els testimonis, hi havia molts intents de fugida. Aquells que no ho aconseguien eren executats i enterrats en una fossa comuna que no acaba d’aparèixer. Van ser-ne molts més de vuit.

Colons per esclafar la memòria

A principi dels anys cinquanta del segle passat, la dictadura es va inventar un Instituto Nacional de Colonización. La idea d’aquell govern aïllat del món i defensor de l’autarquia era fer productives terres que no ho havien estat mai. Això va comportar moviments de població, migracions, la construcció d’infraestructures i, per exemple, la implantació de nous sistemes de reg.

La fórmula era fàcil: es necessitava un certificat de bona conducta i complir els preceptes del movimiento. Els interessats feien una sol·licitud i, si els l’acceptaven, rebien tres hectàrees de terreny i una caseta. Hi havia un supervisor que tenia cura que es compliren tots els requisits i que feien produir la terra.

Amb aquest pretext, tots els terrenys del camp de concentració d’Albatera van ser eixarmats i parcel·lats. D’aquesta manera la dictadura pretenia esborrar tota la memòria d’aquell terreny que havia acollit les més bàrbares vulneracions dels drets humans.

Manuel Gil, el batlle de Sant Isidre, i Antonio Mesa (fotografia: Prats i Camps).

Com la majoria de la població de Sant Isidre, la d’Antonio Mesa, prové d’una família de colons. Venien de Granada i es van instal·lar a Albatera quan ell tenia vint anys. Son pare va aconseguir una parcel·la i quan Antonio es va casar, una altra. L’àvia del batlle també va aconseguir la caseta i les terres d’aquesta manera.

Cotó, alfals, civada, magranes i palmeres damunt un cementeri. Productivitat agrària, contra la memòria.

Veure, tapar i callar

Després d’una bona estona d’espera, Antonio Mesa arriba conduint una furgoneta. A pesar de l’edat, es manté actiu i treballa la terra.

L’arqueòleg Felipe Mejías netejant el terreny per a traure un dipòsit de llaunes. Fotografia: Prats i Camps.

L’arqueòleg que dirigeix els treballs de prospecció explica, i el batlle ho confirma, que quan els colons van fer seua la terra i llauraren els camps trobaren grans quantitats de restes humanes escampades per tot el recinte. Però van callar.

“Trobar-se un os als anys cinquanta i relacionar-ho amb la guerra civil no era el més recomanable en aquella època”, reflexiona Mejías. A més, el supervisor de zona els deia que no feren preguntes.

I això és el que diu que va fer Mesa. L’any 1977 treballava com a operari amb una màquina excavadora, aixecant terreny per fer una canalització de drenatge per alleugerir la salinitat de la terra. Diu que va trobar una mena de banyera de ciment i que el difunt era dins. “No sé què vaig fer… ho vaig tapar ràpidament. No ho vaig dir a ningú.” Va callar. Prop de quaranta anys de silenci. “Sabíem que hi havia el camp, però nosaltres no en parlàrem amb ningú. No hi havia restes de roba ni res. Només hi havia els ossos, l’esquelet i prou.” I amb aquest mig riure incòmode que manté durant tota l’entrevista diu que sí que havia sentit parlar del camp i que quan va trobar el cos es va dir a si mateix que sí que era cert, que allò era allà.

Aquesta mena de banyera és interpretada per Mejías com una mitja canal que hi hauria per allà i es va aprofitar per a col·locar-hi els cossos. Per a Felipe Mejías aquest testimoni és fonamental. Fa càlculs i diu que si en una rasa de quaranta centímetres, que eren les que obrien Antonio Mesa i els seus companys, van trobar un cos, vol dir que n’hi ha més.

Per això espera que a la pròxima campanya de sondatges, que vol que siga la primavera entrant, puguen continuar allà on ara ho han deixat, perquè ara només s’ha estudiat una quarta part del terreny on se suposa que hi ha les fosses comunes.

El georadar, un TAC al terreny

Una de les actuacions que s’han fet aquests dies als terrenys és radiografiar-lo tot amb un georadar. L’estudi l’ha fet un equip de la Universitat de Cadis. Només els han lliurat l’informe preliminar perquè el definitiu no el tindran fins d’ací a un parell de mesos. En capes de vint-i-cinc en vint-i-cinc centímetres, i fins a quatre metres de fondària, sabran què hi ha davall la terra llaurada del camp d’Albatera.

Un camp de treball republicà

El camp d’Albatera es va crear per un decret del govern de la república l’any 1936 com un camp de treball. No era una presó, sinó que era un centre de detenció de presos per espionatge o deserció i delinqüents comuns. Segons que expliquen els mateixos presos, s’allotjaven en pavellons, feien tres àpats al dia i tenien serveis com ara correu i dispensari mèdic. Els feien treballar fent camins, conreant les marjals i fent canalitzacions d’aigua.

El govern republicà exhibia el camp com un exemple de bona gestió i, en una acció propagandística, va fer una jornada de portes obertes per a la premsa. Les que il·lustren aquest reportatge són del fotògraf Luis Vidal i estan dipositades a la biblioteca nacional. Per als investigadors, aquestes fotografies són bàsiques per a reconstruir com era el camp just abans que la guerra s’acabàs i el govern de Franco el destinàs a emmagatzemar presos.

Els que no van poder partir amb l’Stanbrook

El 28 de març de 1939 va salpar, des del port d’Alacant, cap a Orà, el vaixell Stanbrook. Va ser l’últim vaixell en què els republicans van poder fugir de la guerra. Però no hi cabien tots, i milers de persones van quedar atrapades a Alacant. L’exèrcit franquista els va empresonar. Primer van passar pel Camp dels Ametlers i després, en tren, els van traslladar a Albatera. La via passa a menys de tres-cents metres del camp, i l’estació Albatera-Catral és tot just a un quilòmetre.

Subvencions públiques per a redimir la memòria

Els sondatges de les darreres setmanes s’han pogut fer gràcies a una subvenció de la conselleria de Participació, Transparència i Qualitat Democràtica. La idea de la consellera Rosa Pérez Garijo és anar més enllà i convertir aquest enclavament en centre d’interpretació, intentar reproduir el camp, o almenys una part. “És un lloc idoni per a fer un lloc d’interpretació, uns itineraris de la memòria. El camp d’Albatera té molt de valor per tot el que va passar-hi.”

La imatge antiga del forn de pa i l’estat actual de conservació (fotografia: Prats i Camps).

L’arqueòleg que ha dirigit els treballs va més enllà i diu que ara que s’ha localitzat un dels barracons es podria reconstruir per a fer-hi un museu i un centre d’interpretació. Seria l’únic d’aquestes característiques, i tan ben documentat, que hi hauria a tot l’estat.

Aquesta també és la idea del batlle de Sant IsidreManuel Gil recorda que des del 2007 al poble s’hi organitzen jornades per a donar a conèixer què hi va passar durant els nous mesos posteriors al final de la guerra.

El principal escull per a fer-ho és que els terrenys són propietat d’una persona particular que es troba tutelada per la conselleria d’Igualtat i Polítiques Inclusives.

Tant la conselleria que dirigeix Pérez Garijo com la Federació de Municipis i Províncies tenen previst traure els mesos vinents més partides pressupostàries que permetran de continuar descobrint la història que amaga la terra del camp d’Albatera.

Els diners de la subvenció pública s’han acabat. Les rases del sondatge ja s’han cobert, però s’ha fet una tasca de geolocalització de les troballes per a, probablement la primavera que ve, continuar llegint mil·límetre a mil·límetre aquest fragment de la història més fosca.

Una vista general del camp (fotografia: Prats i Camps).