Cuando estalla la Guerra Civil Española, Filo, el abuelo de Xavier, nuestro coautor, apenas tiene 15 años. La guerra y su posterior exilio a Francia harán que experimente situaciones extremas que jamás hubiera imaginado
Este libro tiene mucho de especial: por un lado siempre es especial “darle un aire de ficción” a una historia real, y más si es próxima, y por otro lado tiene mucho de experimental porque nos enseña que las historias, todas ellas, también pueden presentarse y escribirse a dos o tres plumas….esta novela está escrita por dos personas y lejos de jugar con experimentos y recargar situaciones, descripciones o los “retratos” de los personajes lo que hace es viajar más lejos y presentarnos una historia que se lee con suma facilidad y que no es sensible, bien tratada y esclarecedora de un tiempos y sus gentes…y por otro lado también nos daremos cuenta de la importancia que tiene el poder ser más dueño de sí mismo y de la propia historia porque esta obra es fruto , también, de un micro mecenazgo. No se ve muchas veces, pero es una fórmula a tener en cuenta: ni editorial, ni autoedición, ni proyectos híbridos… esta novela nos la ofrecen , principalmente, los dos autores Xavier y Carme, però también todo este conjunto de gentes que son“pequeños mecenas”. Un aplauso para todos ellos y ellas.
Al lector solo nos queda decirle que la novela les gustará y que, una vez, se hagan con las primeras letras, ya no podrán dejarlo….
La sinopsis del libro:
Cuando estalla la Guerra Civil Española, Filo, el abuelo de Xavier, nuestro coautor, apenas tiene 15 años. La guerra y su posterior exilio a Francia harán que experimente situaciones extremas que jamás hubiera imaginado. Una historia real de amor en tiempos de guerra. Un retazo de la historia de España que ayuda a comprender cómo vivió la gente corriente ese macabro capítulo.
Este libro no es sólo un homenaje a Filo, sino que también pretende honrar a todas aquellas personas anónimas que sufrieron en los campos de concentración del sur de Francia y cuyo único delito fue defender la democracia que otros hemos disfrutado.
Hombre libre. Acuérdate.
Huida a Francia
Cazarabet conversa con Xavier Molins
- ¿Cómo es escribir, querido amigo Xavier, sobre la propia familia y su paso por la historia?
Pues es una experiencia muy intensa, puesto que te obliga a indagar en tus raíces y en la vida de los familiares que te precedieron. No sólo me ha ayudado a saber más sobre mis abuelos, sino que también he podido “conocer” a mi bisabuelo, que murió antes de que yo naciera, o a mi bisabuela, de quien apenas guardo un par de vagas imágenes. Tener que averiguar cosas sobre ellos ha sido divertido y emotivo a partes iguales.
- ¿Debe ser como volver los pasos hacia tiempos de dolor, angustia, falta de libertad, pero también a tiempos de amor, libertad propia (al margen de la situación externa) y de cierto renacimiento …ahora que ya tienes el libro en la calle y vuelves la mirada atrás de tus charlas con tu abuela y demás…qué sientes?
Sí, escribir sobre una época en concreto hace que te transportes a ella y, casi sin darte cuenta, acabas introduciéndote en el día a día de aquellos tiempos. Eso conlleva a sentir dolor cada vez que descubres todo lo que sucedió. Pero también, como dices, a otro tipo de sensaciones mas agradables. Escribir sobre una cosa que provoca tantos sentimientos hace que empatices desde el primer momento.
Sufrí cada vez que tenía que escribir cosas desagradables, y me alegraba cuando tenía que narrar episodios esperanzadores.
Por eso ha sido una experiencia muy intensa escribir este libro.
Más tarde, ya publicado, sentí una liberación muy profunda, puesto que la idea del libro se gestó en 2007 y ha sido publicado en 2014. Eso quiere decir que el proceso ha durado 7 años. Y durante este proceso, el libro ha pasado por diferentes etapas. Hubo etapas en las que, incluso, me planteé abandonar. No me veía capaz de hacerlo posible. Hubo otras en que tenía mucha ilusión por escribir, pero no tenía tiempo para hacerlo. En otras fases del proceso sentía una enorme culpabilidad porque le había prometido a mi abuela que lo haría, y sin embargo pasaban los años y el libro seguía sin ser una realidad.
Cuando por fin lo tuve en mis manos, me invadió la gran alegría de saber que había hecho una de las cosas más importantes de mi vida. Mi promesa había sido cumplida, y cerraba un ciclo de 7 años que, quizás, se había hecho demasiado largo.
- Escribir, amigo, ¿te reconcilia con algo en particular? ¿Por qué te hiciste escritor…qué es lo que apasiona del hecho de contar historias?
Recuerdo perfectamente cuando era adolescente y me emocionaba leyendo. Pasaron los años y seguía sintiendo cosas muy bonitas cuando leía un libro que me apasionaba. Una vez, incluso, me enamoré de la protagonista de una novela. Pensé que era absurdo. Me había enamorado de alguien que no existía. Comprendí que un escritor tiene el poder de hacer sentir a sus lectores cualquier tipo de emoción: amor, rabia, tristeza… y entonces me dije que yo quería ser así, quería hacer sentir a la gente emociones intensas, sentimientos profundos.
Cuando ahora alguien me escribe diciendo que leyendo “La ambulancia” ha llorado, ha sentido miedo o ha sentido alegría, pienso que soy muy afortunado y que estoy contribuyendo a la felicidad de los demás.
- ¿Cómo es escribir, como lo hacéis tu pareja y vos, como “en tándem”…?
“La ambulancia” es el primer libro que he escrito en solitario. Los otros tres (Diario de viaje de un viaje diario, Pasaporte hacia ningún lugar y Todo al 69), que son libros sobre narrativa de viajes, los escribí con Carme, mi pareja. Nuestra visión del viaje y de la filosofía que va unida a él es muy parecida, y eso hace que nuestro estilo sea similar y por eso podemos escribir a “cuatro manos”. Lo que yo escribo ella lo revisa y viceversa. Al final, acaban siendo textos uniformes donde no se percibe que hay dos narradores diferentes.
- Alguien me decía un día que las historias de amor en los malos tiempos, en los tiempos de guerra…son como más auténticas ¿Qué nos puedes comentar?
En efecto, yo también pienso lo mismo. Seguramente sucede, en primer lugar, por contraste. En una situación como una guerra, que es una barbarie donde impera el odio y el terror, una historia de amor aflora todavía con más sentimiento, con más notoriedad. Y también influye que las dificultades hacen que las personas se aferren al amor como si fuera un salvavidas, y eso hace que aguanten cualquier situación por dramática que sea. Filo, la protagonista de la novela, la mayor parte del tiempo no sabe si su novio, Salvador, está vivo. Pero nunca deja de esperarlo.
- Retratas muy bien a los personajes, sobretodo te detienes en Filo porque es ella la protagonista y la que nos lleva de la mano de toda la trama… ¿cómo te has podido adentrar tan bien en esa especie de “retratos”?
Bueno, lo cierto es que me ha costado mucho. Principalmente porque cuando conocemos a alguien siendo mayor, como por ejemplo a nuestros abuelos o a nuestros padres, nos cuesta mucho imaginar que algún día fueron jóvenes.
Fue difícil ver a mi abuela como una adolescente enamoradiza, pero realmente lo fue. Fue difícil también ver a mi abuelo como un héroe, luchando por sus ideales, arriesgando su vida a cada instante… pero lo fue.
Antes de que me pusiera a escribir la novela, para mí eran simplemente mis abuelos, viejitos entrañables. ¡Qué poco me podía imaginar sus vidas!
Al final conseguí visualizarlos como lo que realmente fueron, y a partir de ahí me fue más fácil describirlos y relatar tanto sus hazañas como sus sentimientos.
Campos de Refugiados en Francia
- La novela es dura, pero está narrada y contada con mucha naturalidad, realismo y , sobretodo, sosiego, es una novela tranquila, pero no desde la trama porque aquello fue una tragedia para quienes la vivieron….es tranquila desde el punto de vista de cómo la cuentas…se nota que te propusiste no ser histriónico, pero sí ser cercano, ameno…
Sí, exacto, no he querido ser tremendista, pero eso también ha sido posible por el hecho de estar hablando de un suceso de hace más de 75 años. Cuando uno escribe un libro sobre la guerra civil española, sabe que las heridas de todo aquello no están cerradas, pero ya queda poca gente viva de aquella época y el paso del tiempo lo va suavizando todo. Podría escribir ahora un libro que estuviera situado en un conflicto similar como la Guerra en Siria, con unos protagonistas que fueran también refugiados… pero no podría, evidentemente, escribirlo de igual manera.
- ¿Qué diferencia hay, querido amigo, en ponerte ante una historia real (que, de alguna manera, la llevas a la ficción) y ante lo que más has hecho, de manera más recurrente, que es narrar vivencias propias y fruto de tus numerosos viajes y demás…?
Principalmente en que en una novela histórica basada en una historia real no puedes cometer errores y, sin embargo, es muy fácil cometerlos.
Por ejemplo, en un pasaje de la novela estuve a punto de escribir que la madre e Filo curaba a una amiga con agua oxigenada… lo que era poco probable puesto que por aquella época, a pesar de que ya estaba inventada, su uso a nivel doméstico era inexistente. Un error, por intrascendente que sea respecto al argumento, puede hacerte perder la credibilidad y eso es algo que uno no puede permitirse al escribir novela histórica.
- ¿Qué ha supuesto, escribir un libro viéndote respaldado por esta gran cantidad de personas que han confiado en ti y que se convirtieron en mecenas desde un proyecto de micro mecenazgo? ¿Es esta manera de publicar, la de recurrir a un micro mecenazgo, de seguir con total libertad el proceso desde la idea y escritura hasta que el libro sale de la imprenta sin tener que recurrir a intermediarios y demás que, muchas veces, pueden “torpedear” la idea inicial del autor?
Sí, para mí fue importante saber que detrás de mí había más de 300 personas que confiaban en mi novela. Es cierto que a nivel económico fue un gran empujón, pero el hecho diferencial fue el tema moral, el tema anímico de sentir que no estaba solo en esta aventura. Además, eso me hizo adquirir el compromiso de terminarlo y no dar largas a un proyecto que ya hacía muchos años que duraba.
- ¿Cómo ha sido, Xavier, el proceso de documentación para con el libro? , ¿y la metodología de trabajo?
Lo cierto es que hoy en día el proceso de investigación es mucho más fácil gracias a Internet. Poder consultar datos históricos en un momento, hace que todo este trabajo, que otrora podía resultar complicado, sea tremendamente sencillo. Aparte, hice un viaje de dos meses por todos los lugares del sur de Francia donde discurre la novela. Aquel viaje me sirvió para situarme en el contexto y para conocer más datos históricos de aquella época.
- Si tu abuela hubiese podido leer el libro…conociéndola como la conociste. Sabemos que es una pregunta que puede “tocar” mucho tu sensibilidad y “fuero interno e íntimo”, pero ¿qué crees que hubiese sentido y pensado?
¡Le hacía tanta ilusión que yo escribiera este libro! Yo lo notaba cada vez que nos reuníamos en su salita de estar. Me hablaba de una manera que denotaba que lo que estábamos haciendo para ella era sumamente especial.
El día que murió, supe que ya no sería lo mismo si ella no lo podía leer… fue por aquella época que estuve casi a punto de abandonar. Pero al final pensé que aquello me tenía que dar todavía más motivos y más fuerzas para poder concluirlo. Si ella hubiera podido leerlo, aparte de emocionarse mucho hubiera sentido el desahogo de que ya podía morirse en paz. Me entristece pensar que no pude complacerla en ese sentido… pero me alegra pensar que ahora, esté donde esté, ya puede sentirse en paz porque el libro es una realidad.
- Vemos que sois un “tándem” que no para y que está en continua creatividad, ¿en qué estáis trabajando últimamente?
Pues estamos trabajando de nuevo en un libro sobre viajes. De momento no hay planificada otra novela. Pero bueno… nunca se sabe. Algún día nos gustaría unir novela y viajes, y poder escribir novelas ambientadas en los lugares a los que viajamos
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