http://www.todoslosnombres.org/content/eventos/la-fosa-comun-las-mujeres-grazalema-asesinadas-en-1936-en-canal-sur-tv
- Un guardia civil fusilado en marzo del 39 por haberse mantenido fiel a los valores republicanos
“Por última vez en mi vida, os envío una infinidad de abrazos y besos para ti y mis hijos; con toda la fuerza de mi corazón, adiós esposa e hijos míos […] Ya os digo ahora que muero inocente y que podéis ir con la cabeza bien alta; lo que peor me sabe es que no podré ver andar a mi hijita y no os podré dar el abrazo más fuerte de mi vida”. Este es el fragmento de la carta que Juan Lorenzo Alcalde escribió a la familia el 8 de marzo de 1939, pocas horas antes de ser fusilado junto a otras diez personas en la valla del cementerio de Girona. El consejo de guerra que lo condenó y donde también se juzgó a Carles Rahola, fue el primero que se celebró en la ciudad después de la entrada de las tropas franquistas.
Lorenzo, nacido en Salamanca, era guardia civil y estaba destinado en Figueres. Él se mantuvo fiel a la República y, después de todo, se presentó a la caserna de la Guardia Civil de Girona. Era el 1 de marzo y, desde entonces, sólo volvió a ver la luz del solo justo antes de que le fusilaran. Este jueves, 78 años después, su familia ha podido restituirle la dignidadque la dictadura le arrebató. Su juicio ha sido el primero que la Generalitat ha anulado en las comarcas gerundenses, en virtud de la ley 11/2017 aprobada por unanimidad por el Parlament de Catalunya.
El director territorial de Justicia, Jordi Martinoy, ha entregado a las herederas de Lorenzo los documentos que acreditan la nulidad del proceso. Un certificado estampado por el conseller de Justicia y una carta dirigida personalmente a su hija, Aïda Lorenzo, que lleva la firma del presidente de la Generalitat.
“Ejercicio de memoria y de dignidad”
Martinoy ha recordado que la única cosa que hizo Lorenzo fue “mantenerse leal al régimen republicano, a las leyes y al sistema democrático”. “Es evidente que la nulidad no repara el daño moral y la pérdida física, pero sí que constituye un ejercicio de memoria y de dignidad”, ha asegurado el director territorial de Justicia.
La hija de Lorenzo, que cuando fusilaron a su padre sólo tenía trece meses, ha recibido emocionada los documentos. En un discurso entrecortado por el llanto, Lorenzo ha recordado que la muerte de su padre se llevó “proyectos e ilusiones” y sumió a su familia en el “desconsuelo y la tristeza”.
Ahora, Aïda Lorenzo sólo desea poder recuperar los despojos de su padre, que descansan en la fosa común del cementerio, para poder enterrarlas junto a los de su madre. “Hoy que queda una pena muy grande dentro del corazón; mi padre sigue enterrado en las fosas franquistas, humillado y olvidado, puesto en el suelo peor que un perro”, ha dicho. Y ha subrayado: “Mi deseo es poder recuperar sus restos entre mis brazos y enterrarle junto con su esposa a la que tanto amó”.
Mientras espera que eso pueda ser una realidad, Aïda Lorenzo añadirá ahora los documentos que certifican la nulidad del juicio a las pertenencias que guarda de su padre. Entre otros, su última carta, una estilográfica, una cartera con un brazalete en el que aparece la bandera republicana o la libreta que lo acompañaba cuando trabajaba de guardia civil.
Más de 7.200 represaliados
La Generalitat calcula que, como mínimo, hubo más de 7.200 gerundenses represaliados por el franquismo que se tuvieron que enfrentar a juicios militares. Y de estos, como mínimo 500 fueron fusilados por el régimen dictatorial.
EL documento que acredita la nulidad de los juicios y consejo de guerra lo puede solicitar cualquiera de sus familiares. Ya sea presencialmente en la Delegación del Govern, mediante la web o a través del 012. Se calcula que recibirán el certificado un mes después. De momento, la Generalitat, que la semana pasada activó la web para estas solicitudes, ya ha recibido una decena de peticiones de las comarcas gerundenses.