Los trabajos iniciados el 11 de septiembre en el cementerio municipal de Xàtiva para localizar a las 43 víctimas del franquismo que se encuentran en paradero desconocido comienzan a dar sus frutos.

Las excavaciones desplegadas por la empresa ArqueoAntro frente al nicho 148 de la necrópolis católica han descubierto el esqueleto de un individuo que presenta un traumatismo en el cráneo y en la escapula izquierda. Por su ubicación y por los signos de violencia que registran los restos, los especialistas creen que podrían corresponder con la descripción de Manuel Cháfer Cháfer, apodado como el «gallo d’Alboi», que fue dirigente republicano del Genovés durante la Guerra Civil.

Aunque su muerte, de la que acaban de cumplirse 84 años, se anotó como un suicidio, la autopsia practicada en octubre de 1939 determinó que Cháfer murió por un disparo después de ser quemado vivo por un grupo de falangistas que descubrió su paradero en las estribaciones montañosas de la Serra Grossa, donde se había refugiado durante meses a raíz de la derrota del bando republicano. Apenas superaba la treintena de edad.

Trabajos de exhumación en el cementerio de Xàtiva.

Trabajos de exhumación en el cementerio de Xàtiva. PERALES IBORRA

Según los datos que aportó Esteban Esplugues, conserje del camposanto de Xàtiva en aquel momento, el Gallo d'Alboi fue enterrado en el patio segundo frente al nicho 148 del lado primero. Pese a que la hipótesis de su vinculación con los huesos localizados parece bastante fundamentada, el arqueólogo y responsable de las actuaciones, Aitor Noguera, recalca que la identidad concreta del hombre hallado no podrá confirmarse hasta que las pruebas de ADN de los familiares lo confirmen.

Dar con el paradero de Manuel Cháfer era uno de los objetivos del proyecto de exhumación que está llevándose a término en el cementerio setabense bajo el impulso de la Asociación de las Víctimas de la Represión Franquista de Xàtiva y con financiación de la Diputación de Valencia.

El segundo foco de los trabajos se centra en el cementerio civil, donde los indicios apuntan a que podrían localizarse hasta tres sacas de fusilados entre mayo y julio de 1939, cuando las tropas franquistas entraron en la capital de la Costera.

De momento, las excavaciones alrededor de la sepultura de José María Blanch, uno de los ejecutados en la primera saca del paredón de la Casa Blanca, han arrojado a la luz los restos de otro individuo con un traumatismo craneoencefálico. Según indican desde la asociación de familiares, podría tratarse del propio Blanch, también buscado en las excavaciones. En este caso, Noguera se muestra más cauto, puesto que no puede afirmarse todavía si el cuerpo formaba parte de alguno de los grupos de fusilados enterrados en fosas comunes.

Otra opción es que el cadáver -también sin identificar- pertenezca a alguno de los hombres que fueron asesinados individualmente en Xàtiva por motivos ideológicos entre septiembre y octubre de 1939 o incluso en 1940. Las excavaciones continúan en busca de nuevos hallazgos que permitan ahondar en una parte de la historia plagada de sombras, por la falta de certezas sobre el paradero de muchas víctimas. 

Trabajos de excavación en el cementerio civli.

Trabajos de excavación en el cementerio civli. PERALES IBORRA

Una historia oculta durante décadas

Manuel Cháfer era del Genovés y algunas fuentes apuntan a que pudo ejercer como alcalde en el pueblo durante la guerra. Según su autopsia, se le encontraron dos cavidades en el cráneo, de sendos disparos, realizados después de quemarle vivo. Sufrió lesiones de primero, segundo y tercer grado. Se le acusaba de haber convertido la iglesia de la localidad en Casa del Pueblo.

El brutal desenlace de Gallo permaneció oculto hasta que el patriarca de la familia enfermó y decidió contar el secreto de la muerte del tío Manuel, oculto durante décadas.

Para Sara Mejías, presidenta de la Asociación Víctimas del cementerio de Xàtiva, los hallazgos hasta el momento confirmarían casi con toda probabilidad las pistas que motivaron el inicio de los trabajos de exhumación.

Uno de los cadáveres ha sido localizado junto a la lápida de JoséMaria Blanch, fusilado en la Casa Blanca

Mejías apunta a que el cadáver localizado en el cementerio civil podría ser el de Blanch, puesto que presenta fracturas compatible con su autopsia, con la peculiaridad de que ha sido encontrado sin ropa, al ser enterrado desnudo en una caja. Este es el único fusilado que cuenta con una lápida en el cementerio cerca de su probable enterramiento. 

Los trabajos de localización, excavación, exhumación e identificación de los restos de víctimas del franquismo enterradas en las fosas comunes IV y V del cementerio de Xàtiva se desarrollan en dos fases con una subvención de 78.000 euros de la Diputación de Valencia.

En las actuaciones han aparecido numerosos restos de invididuos de todas las edades con escasos recursos enterrados en fosas comunes al margen de las vicisitudes de la guerra