dilluns, 23 de novembre del 2020

Hasta la raíz: la represión franquista en el cine.

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Autores tan moderados como Helem Graham y Paul Preston hablaron del “Gulag español” y del “holocausto español”.

Subestimado por la República  pero también por el movimiento obrero, el golpe militar-fascista resultó un fracaso inicial (hubo un momento en que Mola pensó huir), pero la toma de Sevilla (con el pueblo ajeno a lo que le venía encima) y sobre todo, del norte de África, enderezaron el rumbo golpista concebido como un “Alzamiento” 1/: como una contrarrevolución preventiva. Lo primero que hicieron fue asesinar a los militares fieles a su juramente –el caso Leret habla por sí mismo-, lo siguiente iniciar una represión sistemática, “exterminista”: un escarmiento para siempre jamás, hasta la raíz… La naturaleza y el alcance de la actuación de la “columna de la muerte” producirá  a lo largo de la contienda alrededor de 200.000 hombres y mujeres (e incluso niños) fueron asesinados lejos del frente; otro número desconocido fueron víctimas de los bombardeos en los que se “entrenaron” alemanes e italianos. Tras “la Victoria” a finales de marzo de 1939, alrededor de 20.000 republicanos fueron ejecutados. Otros miles fallecieron de hambre, de sed y de enfermedades derivadas de su situación, en prisiones y campos de concentración diseminados, en los batallones de trabajo, hacinados en condiciones infrahumanas.

A más de medio millón no les quedó más alternativa que el exilio, obligadas a convertirse en refugiados (mal tratados en Francia y en el Norte de África), normalmente aceptados en América Latina, sobre todo en México. No pocos perecieron en los campos de internamiento franceses. Varios miles acabaron en los campos de exterminio nazis. Los partidos y sindicatos obreros diezmados por la represión, raramente sobrevivieron las constantes persecuciones a la que fueron sometidos hasta 1977. El número de asesinados y torturados en las comisarías sobrepasan todo lo imaginado. Profesiones enteras fueron arrasadas, en especial  las más ligadas a la conciencia y la cultura como la de los maestros, periodistas o científicos, vieron a buena parte de sus componentes de los años treinta, fusilados y depurados. La “marca”  de haber sido familiar directo de “rojos” significados, significó problemas de todo tipo, todavía en los años setenta recibían malos tratos durante la época del servicio militar. Las historias de los orfanatos y hospicios siguen siendo la pesadilla de los que vivieron la experiencia. Entre 1940 y 1954 no menos de 30.000 recién nacidos de mujeres republicanas, fueron vendidos por tramas semioficiales con la complicidad de monjas y médicos, practica que se prolongó con madres solteras hasta entrado los años ochenta, siempre en la mayor impunidad. El número de familias republicanas que vieron confiscados sus bienes está por estudiar… La suma de esta labor represiva ha permitido que autores tan moderados como Helem Graham y Paul Preston hayan podido hablar del “Gulag español” y del “holocausto español”, respectivamente.  La longevidad de la dictadura contribuyó a que esta historia quedara reducida a las actividades de algunos historiadores. Es lo que explica que no haya sido hasta fechas recientes que estas páginas de la historia hayan comenzado a ser verificadas en un esfuerzo por la verdad en la que el cine haya podido realizar sus propias aportaciones coincidiendo con el auge del género documental.

 

5.2. Hasta la raíz…

 

  1. Andalucía.

Se pude hablar de una ínfima filmografía, de un lejano eco de las agitaciones campesinas en Andalucía, de las que ofreció una modélica constancia el notario liberal de Bujalance,  Juan Díaz del Moral (1870-1948), historiador emérito y parlamentario de la Agrupación al Servicio de la República…3/, esto sin olvidar las diversas variaciones entorno a  García Lorca tratadas en otros apartados. También se puede hacer de unas primeras aproximaciones al 36 y al después, entre los que se pueden sumar algunos títulos a cual más voluntarioso:

Tierra de rastrojos (Antonio Gozalo, 1979) una producción “militante”, cuando todavía existían expectativas de que estas cosas eran, además de necesarias, posibles. De trama un tanto confusa, evoca la situación del agro andaluz en vísperas de la guerra civil y  en sus comienzos. Es una historia que cabalga entre el documental que recoge el quehacer de los braseros y una dramatización que no acaba de encarnarse en los personajes. La voluntad didáctica prevalece sobre la trama que no acaba de recibir cuerpo en unos personajes que apenas si quedan apuntados. Estaba basada en una novela (autoeditada) Antonio García Cano, localizada en Fuentes de Andalucía, arranca en los años previos a la guerra. Describe con cierto detalle la vida cotidiana de un grupo de jornaleros que protagonizan una movilización por sus derechos más elementales. Se puede entender que estos están vinculados con la CNT, aunque esto no queda muy precisado. El colectivo asiste esperanzado a la victoria electoral del Frente Popular hasta que llegan las noticias del golpe y los caciques con el apoyo del ejército y de la Falange comienza la caza de los “rojos” que se habían distinguido en las luchas en una tierra de rastrojos, o sea donde los campesinos viven de lo queda después de que los amos se hayan quedado con el producto de la siega.  A pesar de contar con un reparto profesional que muestra su buen hacer. Apenas si conoció distribución.

–Rocío (1980), obra pionera de Fernando Ruiz Vergara analizaba la popular romería desde todas las perspectivas: el clasismo de las hermandades, el dudoso origen de la aparición y sobre todo, las prácticas caciquiles que en 1936 desencadenaron en Almonte una matanza de 99 personas. En una escena de la película, un testigo llamado Pedro Gómez Clavijo cita a «José María Reales» como uno de los autores de esos asesinatos. Esta atrevida escena en la imberbe democracia de 1982 supuso al realizador y a la guionista Ana Vila, una sentencia y orden de censura de la Audiencia de Sevilla en 1982. El falló exigió dos meses de arresto y 50.000 pesetas. Rocío se convirtió en la primera película secuestrada en la Transición en 1982. La sentencia “ejemplar” fue el fin de su prometedora trayectoria… Años más tarde, se realizó otro documental El caso Rocío (José Luis Tirado, 2015) que incluye una entrevista con el cineasta procesado, para revivir su peripecia. Era un modesto reconocimiento Ruiz Vergara que le llegó tarde ya que había fallecido el año 2011 en Portugal, dejando algunos guiones y una condena por haber señalado a uno de los responsables de lo que Paul Preston ha llamado “el holocausto español”. Así, a pesar de haber sido apoyada por artistas e intelectuales como Ian Gibson, Pilar Miró, Luis G. Berlanga, José Hierro o Antonio Gala, la película se proyectó casi más en salas judiciales que en cines y se convirtió en un modelo de impunidad “nacional”.

A sangre y fuego: Málaga 1936. Guerra y Revolución en la Ciudad del Paraíso (Exequiel Caldas, Francisco J. Sánchez, Antonio D. Bravo y José A. Pareja, 2006) documental dividido en seis breves capítulos de unos diez minutos En ellos se narra por primera vez los trágicos sucesos acaecidos en Málaga conocidos popularmente como “la espantá” y de la que se hablaba con la boca chiquita bajo el franquismo. El documental no tiene desperdicio, ilustra sobre la actitud del gobierno republicano ante una ciudad eminentemente obrerista, también de la difícil unidad entre anarquistas y comunistas quienes –excepcionalmente- sostuvieron la revolución social animada por la CNT, al tiempo que abunda sobre la voluntad exterminadora expresadas en citas de Yagüe y Queipo de Llano…El film describe la ofensiva final fascista que culminará en uno de los mayores desastres humanitarios de la guerra, del crimen sin nombre perpetrado en coproducción “nacionales” con la colaboración de barcos y aviones nazis y mussolinianos. Los testimonios resultan estremecedores. Al mismo tiempo es un ejemplo como desde la más absoluta modestia se puede producir un documental que destapa una página oculta. Entre los personajes claves del horror cabe citar al expresidentes Carlos arias Navarro, el presidente que anunció la muerte de Franco y presidió el primer gobierno de la monarquía, para formar más tarde Alianza Popular, matriz del actual partido gubernamental. Arias era conocido como “el carnicero de Málaga”…Interesante pero menos incisivo resulta Málaga, la carretera de la muerte, el novelista, historiador y guionista de cine Juan Madrid entrevista a supervivientes de la historia de la toma de Málaga. Para Juan Madrid, «hacía falta, en cada pueblo y en cada ciudad, recuperar la memoria, ya que no hay mejor forma de explotación que escamotear esa memoria».

En el episodio Málaga, la carretera de la muerte, correspondiente a la serie La memoria recobrada  el novelista, historiador y guionista de cine Juan Madrid entrevista a supervivientes de la historia de la toma de Málaga. Para Juan Madrid, «hacía falta, en cada pueblo y en cada ciudad, recuperar la memoria, ya que no hay mejor forma de explotación que escamotear esa memoria».

–La Sauceda. De la Utopía al Horror (Juan León Moriche, 2012-13) recopila testimonios de uno de los episodios más duros de la Guerra Civil en Andalucía, la de los fusilados en el Marrufo. En el Valle de La Sauceda, a finales de octubre de 1936, se vivió un ataque brutal al último pueblo republicano de la provincia de Cádiz, que sería destruido para siempre por las bombas franquistas. Solo en las primeras horas del ataque aéreo morirían 50 personas de los 800 que habitaban este municipio entre las provincias de Málaga y Cádiz. El horror y la miseria continuaron para los que quedaron vivos y con lo puesto…

 Presos del silencio (Mariano Agudo y Eduardo Montero 2004) cuenta como los que no pudieron huir al extranjero se enfrentaban a la cárcel, la muerte o el silencio. En 1939 había en las cárceles españolas más de 300.000 presos políticos. El gobierno de Franco crea la Redención de las Penas por el trabajo con la finalidad de reducir la población reclusa. El Servicio de Colonias Penitenciarias Militarizadas será uno de los organismos públicos encargado de convertir a los presos en mano de obra barata para la realización de obras públicas así como al servicio de grandes empresas que extraen sus buenos beneficios. Producido de manera cooperativa, este documento trata de dar voz, recuperar y divulgar la experiencia de los que sufrieron la represión franquista a través de los recuerdos de los que lo vivieron en primera o segunda persona. La historia es esta: entre 1940 y 1962 unos 10.000 presos políticos participaron en la construcción del Canal del Bajo Guadalquivir, hoy conocido de manera oficial como el canal de los presos. Sus más de 150 Kilómetros continúan regando una de las principales arterias de Andalucía. Las mujeres de los presos fueron las otras grandes olvidadas que fueron condenadas a vivir como víctimas a los que ni tan siquiera les estaba permitido contar su historia. Uno de los primeros que lo pudo contar públicamente fue Antonio Buero Vallejo en el programa “A fondo”. Entre 1940 y 1962 unos 10.000 presos políticos participaron en la construcción del Canal del Bajo Guadalquivir, hoy conocido de manera oficial como Canal de los Presos. Con sus más de 150 kilómetros de recorrido continúa regando una de las principales arterias agrícolas de Andalucía.

–Dejadme llorar. El genocidio olvidado (Jordi Gordon, 2015) está basado en muchos testimonios. Los que recabó Francisco Moreno Gómez en su estudio tanto de la guerra como de la posterior represión franquista en Córdoba y su provincia. El documental relata la realidad silenciada de las miles de víctimas: “No se podía llorar a los muertos, no se podía hablar de ello, el miedo lo invadía todo. Durante los cuarenta años del franquismo estas familias estuvieron siempre marcadas y ahora, otros cuarenta años de democracia después, aún no se les ha reconocido como víctimas de las atrocidades más horribles”. Se trata de un trabajo en el que el historiador y el documentalista trabajan con la Comisión de la Verdad, la plataforma está atendiendo tantas demandas de familiares  recogidas en el metraje, lo que ha hecho que su pase se convirtiera en una auténtica catarsis, en un momento de expresión de unos sentimientos que antes no habían podido expresar.

La represión franquista en Fuentes de Andalucía. 1936, documental también titulado Fuentes de la memoria, obra de José Luis Tirado producido por ZAP producciones en 2011, con la colaboración de Canal Sur Televisión. Fuentes de Andalucía sufrió una brutal represión durante el golpe militar, donde no hubo una guerra civil, sino una guerra de tapias y cunetas. 103 personas fueron asesinadas en Fuentes. 27 fueron mujeres. Según el historiador José María García Márquez hasta 727 mujeres fueron víctimas de la represión franquista en la provincia de Sevilla, en tanto que los casos perpetrados en el campo republicano son tres.

Días rojos (Gonzalo Bendala, 2004) reconstruye la historia tan común de la huida de dos habitantes de un pueblo de la sierra andaluza, contrarios al alzamiento en los primeros días de la guerra civil española. Llegan a las minas, donde un grupo de huidos está organizando la resistencia. En los primeros días de la Guerra Civil española, la ocupación militar de un pueblo por parte del bando nacional obliga a Juan, el hijo del alcalde republicano, y al Bicho, otro muchacho, a darse a la fuga, echándose al monte con la finalidad de llegar a las minas, donde un grupo de huidos está organizando la resistencia. Se trata de un material pedagógico que abre un camino con la ayuda de actores profesionales reconocidos (Vicente Romero, Paco León, Silvia Rey)

— Yo estaba allí. Una historia oral de la Guerra Civil y el franquismo (Fernando Arcas Cubero, 2011), un proyecto presentado a la Diputación Provincial de Málaga para el estudio de la Memoria Histórica de la Guerra Civil y el Franquismo en la provincia. En conjunto, el estudio ha consistido en la recuperación de 200 testimonios de personas en la capital y 55 en pueblos de la provincia de Málaga que giran en torno a la vida familiar y biografías personales, la política durante la República, la Guerra y el Franquismo, la economía y la sociedad, con especial mención a las condiciones de vida de los trabajadores, la educación y la cultura, las mujeres, la represión -que ocupa buena parte de los contenidos del trabajo-, la Guerrilla, la Iglesia, la religiosidad y el anticlericalismo, la guerra y los éxodos y exilios. Se trata de un notable ejercicio de historial oral con personajes anónimos. Recuerdos que perviven en la memoria y que muchos años después aún llenan de desazón a sus depositarios.

—-–Marisma (Modesto González, 1997), cortometraje basado en muchas historias reales.  Las vividas durante la guerra civil en las marismas del Guadalquivir, este cortometraje rinde un homenaje a la memoria de tantas personas que perdieron allí sus vidas y dejaron parte de ellas. Tras el estallido de la Guerra Civil española fueron muchos los que se refugiaron del terror en las marismas de Guadalquivir. Allí, sumergidos entre las aguas y las aneas, lograron sobrevivir durante años. A la memoria de aquellos maquis andaluces, olvidados de la historia, está dedicada esta pequeña película que evoca una historia harto representativa…

 

  1. Extremadura. Aparte de los apuntes –mínimos- de la adaptación de Pascual Duarte (Ricardo Franco, 1976) que tiene el antes y el después del 36 como telón de fondo, no ha sido hasta la irrupción del documental que se ha accedido a las primeras aproximaciones fílmicas sobre “todo aquello” con títulos como España.1922-1939 (Elias Andrés, 2003) que se extiende sobre las causas políticas y sociales que llevaron al golpe militar del 1936 y a su rechazo por parte de un pueblo que trataba de de superar siglos de opresión.  Fue emitido por TV2, y revisa a través de imágenes de archivo de gran calidad, la historia de España desde el golpe militar del general Primo de Rivera, hasta la posterior proclamación de la Segunda República. Intenta buscar las causas políticas y sociales que llevaron a la destrucción sistemática de cualquier resistencia obrera en 1936, apartado sobre el que ofrece los datos de una acusación contra la “columna de la muerte” presidida por el general Yagüe (1891-1952)

Éste fue justamente llamado “el carnicero de Badajoz” (Por supuesto que los matamos. ¿Qué esperaba usted? ¿Que iba a llevar 4000 prisioneros rojos conmigo, teniendo mi columna que avanzar contrarreloj? ¿O iba a soltarlos en la retaguardia y dejar que Badajoz fuera roja otra vez?), proclamaba que el país no necesitaba pueblo que votara, a personas que no aceptaran la condición de siervos. Su aspiración era convertirse en un gran señor feudal, en amo de la vida y la muerte de sus vasallos, algo que consiguió. Africanista y falangista, durante la guerra mundial mostró sus afinidades electivas con el jerarca de la aviación nazi Göering, Franco lo nombró marques y la ciudad de Burgos puso su nombre a un Hospital. El documental relaciona con naturalidad pasado y presente, y ofrece   testimonios como las del último miliciano que escapó a la matanza de Badajoz, amén de imágenes inéditas e informa de las matanzas de Zafra, Llerena y del campo de concentración de Castuera. Fue uno de los treinta y cinco altos cargos imputado por la Audiencia Nacional en el sumario instruido por Baltasar Garzón por los delitos de detención ilegal y crímenes contra la humanidad y que no fueron procesados al comprobarse su fallecimiento. Hasta fechas recientes existió un Hospital General Yagüe, amén de una Fundación a su nombre.4/

Otra visión exhaustiva es la ofrecida por La guerra civil en Extremadura (Eugenio Monesmas, 2006), una panorámica documental dividida en tres apartados: Los antecedentes y la sublevación; De la sublevación a la toma de Badajoz; El final de la guerra y las guerrillas…En el mismo territorio queda el documental estrenado en TV2 en el marco de  la serie La memoria recobrada,  Extremadura amarga,  realizada igualmente por Elías Andrés que ofrece una narración coloquial, didáctica  de la mano y la música de Luis Pastor. En poco menos de una hora se reconstruyen las atrocidades llevadas a cabo por la “columna de la muerte” 5/, un avance despiadado “en frío”, en una marcha que realizada con la deliberada intención de no dejar pueblo enemigo a sus espaldas, pueblo compuesto por jornaleros y trabajadores, pero también por mujeres, ancianos e incluso niños como han ido revelando las fosas. La zona quedó entonces quedó dividida en dos zonas, situación que duró hasta el final de la contienda, pero cuya huella de dolor y terror permanece a pesar de que la emigración  estuvo protagonizada especialmente por familiares de las víctimas.

Este cuadro se complementa con La columna de los ocho miluna tragedia olvidada (Ángel Hernández García, Antonio Navarro Millán, Fernando Ramos Mena, Paco Freire Magariños, 2012), obra realizada en colaboración con los historiadores Francisco Espinosa Maestre, José María Lama. Se nos cuenta como a mediados de septiembre de 1936 toda la parte oeste de la provincia de Badajoz estaba ya tomada por las tropas nacionales, salvo la pequeña bolsa republicana que formaban las comarcas de Jerez de la Frontera y Fregenal de la Sierra. En estos lugares se habían concentrado miles de personas significadas con partidos y organizaciones de izquierda de una gran cantidad de pueblos de la provincia de Badajoz. Habían huido de una muerte segura a medida que las tropas de Franco iban avanzando. Pero sabían que en breve esa zona también sería conquistada, así que organizaron una huida a través de 100 km. de caminos por territorio enemigo hacia el enclave republicano de Azuaga. Una gran parte de la columna estaba compuesta por familias, con mujeres, niños y viejos, que llevaban en bestias de carga los pocos enseres a los que no habían querido renunciar. Cuando estaban ya cerca de la libertad, la columna fue atacada en un paraje cercano a Reina y Fuente del Arco, muriendo unas 80 personas. Como consecuencia del ataque unos lograron pasaron, otros se volvieron hacia atrás, siendo eliminados muchos de ellos al llegar a sus pueblos; y unas 2000 personas fueron hechas prisioneras y trasladadas a Llerena. Un mes más tarde, la mayor parte de estos 2000 prisioneros habían sido fusilados. Pero raramente aparecen en los libros de historia, fueron silenciados. Sólo en fechas recientes  comenzaron a darse a conocer.

En La pesadilla de Castuera (Línea 900), se narra la historia de centenares de presos republicanos desaparecieron, algunos de ellos en el interior de una mina, sin que aún hoy se sepa qué fue de ellos ni dónde están sus restos. Los historiadores certifican que aquello fue un auténtico campo de exterminio. A pesar del tiempo transcurrido, los descendientes de las víctimas siguen buscando la verdad, aunque ello les suponga pasar por el trago de tener que preguntar a personas que formaban parte del bando vencedor. La única respuesta que reciben es el silencio, pese a lo cual mantienen la esperanza de imponer los criterios de verdad, justicia y reparación.

 

  1. Galicia. Aparte de los documentales sobre Castelao, el 36 gallego nos llegó de la mano escritor Manuel Rivas (A Coruña, 1957) narrador y co-guionista del segundo capítulo, «Galicia, la tempestad del 36», en  la serie “La memoria recobrada”. El escritor anota que, aunque la recuperación de esta memoria es importante, «se hace tarde». «Intentamos aportar una modesta linterna en un gran territorio en penumbra. Para mí lo importante es un mínimo acto de justicia que es contar esa verdad», ha afirmado. Desde esta misma perspectiva, Rivas abordó las consecuencias del golpe militar fascista en Galicia, donde apenas sí encontró oposición con la excepción de A Coruña y Tui. Esta última población resistió durante una semana a las fuerzas rebeldes, que luego ejercieron sus métodos contra los vencidos.

Rivas se inspiró en algunas historias de esta zona de Galicia para sus novelas algunas de las cuales fueron trasladada al cine, con éxito como en el caso de La lengua de las mariposas (José Luis Cuerda, 1999) y con decepción en El lápiz del carpintero (Antón Reixa, Xosé Morais, 2003) Esta traza la historia de Daniel Da Barca en la Galicia de 1936. Este hombre fue un reputado médico e intelectual republicano encarcelado por sus ideas, mientras que su novia, Marisa Mallo, hija de un conocido reaccionario, lucha por devolverle la libertad…la trama recoge un ejemplo entre muchos de un tiempo en el que los golpistas perpetraron toda clase de desmanes: muchos presos fueron fusilados clandestinamente y de manera aleatoria; Cuando le llega el turno a Daniel, éste,  dominado por el miedo se debatirá entre la violencia y la conciencia. En el caso del capítulo documental Galicia, la tempestad del 36, el escritor ha intentado «aportar una modesta linterna en un gran territorio en penumbra y realizar el mínimo acto de justicia que es contar esa verdad»…La seria abarca la distintas experiencias vividas en varias zonas de España durante la Guerra Civil, la posguerra y el franquismo, un proyecto que para el entonces director Manuel  Pérez Estremera «tiene una temática muy significativa que corresponde a la televisión pública tratar». Un argumento obvio que fue desechado por el gobierno del PP que hizo todo cuanto estuvo en su mano para que esta tipo de proyectos no encontraran apoyo. No tenemos ninguna noticia de que desde la TV autonómica se hayan producido algún aporte, un terreno en el que Cataluña y Euzkadi han destacado especialmente. Sin olvidar Memorias rotas (La balada del comandante Moreno) (Manane Rodríguez, 2010) trata sobre el recuerdo que se tiene entre la gente de los pueblos cercanos al lugar en el que murieron, en la frontera entre Asturias y Galicia, del fusilamiento de un grupo de soldados republicanos del Batallón Galicia liderados por el anarquista José Moreno. Galicia es el escenario de otras producciones como Lobos sucios, tratada en el apartado del nazismo…En el terreno del documental se ha producido  Aillados, a historia da Guerra Civil en Galicia (Antonio Caeiro. I2001) que nos traslada a la historia do campo de concentración de la isla de San Simón (Ría de Pontevedra) durante los años de la guerra contada por algunos de sus protagonistas.

 

  1. Otros lugares. Con muchas dificultades, documentalistas con el apoyo de familiares y de investigadores han ido produciendo, a veces con el apoyo exclusivo de entidades como los sindicatos, en otras con el soporte de tal o cual canal autonómico. Entre numerosos ejemplos podemos citar los siguientes:

Siempre  Días azules (Israel Sánchez-Prieto & Cristina Otero, 2005) abre la puerta de la historia de un grupo de personas que, además de haber sufrido la guerra, perdieron a sus familiares, en la mayoría de casos sin tan siquiera poder enterrarlos. Muchas décadas después de mucho sufrimiento, empiezan a vislumbrar la posibilidad de rescatar a sus seres queridos de las fosas comunes que están esparcidas por las carreteras de toda España. Una realidad que parte del corazón herido de los afectados que han aprendido que –como dirá el poeta Marcos Ana- para cerrar una página, primero hay que leerla. Representan la otra cara de una historia. Aquella que desde lado vencedor se tradujo en toda clase honores, reconocimientos y retribuciones, de una doble medida que permite que los juraron la bandera nazi en Rusia reciban una pensión, en tanto que los que resistieron el nazismo, ni tan siquiera han empezado a ser reconocidos. En este caso, la trama nos lleva a unos hombres que en 1937 arrojados a la cuneta de un pueblo de León. Es uno más de los innumerables casos que tristemente ocurrieron en aquellos días. Isabel y Asunción hicieron una promesa a sus familiares: recordar a sus hermanos. Durante el franquismo, no pudieron acercarse al lugar donde estaban enterrados sus seres queridos, luego con la Transición, se les pidió silencio y paciencia. Luego se les argumentó que ya era hora de olvidar y perdonar. Pero a sus noventa y tantos años, a Isabel y Asunción no les queda mucho tiempo para cumplir su compromiso. Por fin, en el año 2002, consiguen abrir las fosas de los suyos sintiendo la hostilidad de los poderosos medios de la derecha que interpretan este gesto como “revanchista” y “provocador” (Ángel Acebes)

No darse por vencido (Susana Arbizu y Henri Belin, 2011). El protagonista Daniel Serrano, un exiliado republicano en Francia que, con 91 años, sigue luchando por rehabilitar la memoria de su hermano, teniente de alcalde en un pueblo Toledo durante el Frente Popular y fusilado en 1941. Ante la pasividad de las autoridades españolas, el protagonista incluso se desplaza en persona a su pueblo. A falta de una conclusión satisfactoria para la búsqueda de Daniel, porque en el pueblo no acceden a quitar los símbolos fascistas ni a reconocer la figura de su hermano, los directores le proporcionan una revancha simbólica en una secuencia final en la que se mezclan la reconstrucción dramatizada y el montaje, como en otras secuencias anteriores. Mientras Daniel aparece durmiendo la siesta, en paralelo se desarrollan diferentes planos de un desfile de Semana Santa en su pueblo. En el sueño, alguien ha cambiado el nombre a la calle José Antonio por calle de la República con un graffiti. El último plano de la secuencia y de la película recoge el rostro de Daniel sonriendo.

–La mala muerte (José Manuel Martín, 2006) largometraje documental realizado entre el año 2003-2005, que refleja las experiencias y reflexiones de más de año y medio en contacto con la gente que está haciendo un esfuerzo por la recuperación de nuestra memoria histórica, concretamente con uno de los episodios peor conocidos de nuestra guerra civil: el asesinato masivo y sistemático de la retaguardia franquista.

–Una inmensa prisión (Carlos Ceacero&Guillermo Carnero, 2005) mediometraje de investigación que reconstruye la situación carcelaria de decenas de miles de republicanos en la inmediata posguerra…

— Huesos (2008) título del documental, visita el primer escenario donde triunfó el golpe militar. Un trozo de memoria contada a través de la voz y la música del cantautor Pedro Guerra la serie viaja a las Islas Canarias, el más joven de los conductores de la serie La memoria recobrada, este trabajo sirve para que «mi generación sepa cosas que antes nunca le habían contado». Guerra recoge los testimonios de varios supervivientes del campo de concentración de La Isleta y de las infestas cárceles habilitadas en un depósito de empaquetado de plátanos de la compañía británica Fyffes, en Tenerife, donde se hacinaron más de 2.000 presos…Otras contribuciones canarias son Los alzados de Las Palmas (David Baute, 2006) que recuerda que durante una semana existió una resistencia republicana contra los militares fascistas…; Santa Cruz…por ejemplo (Gunther Schwaiger, 2005) que trata de la exhumación de los cadáveres de republicanos asesinado,

Una de las (pequeñas) películas con mayor difusión sobre nuestros “desaparecidos” fue una iniciativa de la Plataforma Cultura contra la Impunidad, un cortometraje  dirigidos por la realizadora Azucena Rodríguez, con guión de  Almudena Grandes.  Personajes reconocidos del arte, el cine y la literatura se prestan a hablar en su nombre, así Pedro Almodóvar lo hace de Virgilio Leret :»Mis compañeros me convierten en el primer militar asesinado por cumplir su deber. No tuve juicio, ni abogado, ni sentencia. Mis hijas siguen buscándome. ¿Hasta cuándo?», dice el realizador; Pilar Bardem recita: «Me llamo María Álvarez. Ayudo a los guerrilleros como puedo, con ropa, comida, medicinas. Pago por ello con penas de cárcel y destierro. (…) En julio de 1951 me detienen con mi hermano Marcelino. En el camino, nos matan por la espalda a los dos. A eso lo llaman ellos aplicar la ley de fugas. No tuve juicio, ni abogado, ni sentencia. Mi familia sigue buscándome. ¿Hasta cuándo?; Juan José Millás, representó el papel de Antonio, fusilado con 34 años en Marchena (Sevilla). «Mi madre siempre creyó que lo habían matado por leer mucho», recordaba Antonia a la puerta del cine. Millás explicó la emoción que sintió al conocer los detalles de la muerte del padre de Antonia: «Su mujer enterró los libros de su marido en el patio de su casa. Esa imagen es terrible. Es como si enterraran pajarillos vivos». Las historias que cuentan estos vídeos no aparecen en los libros de texto. Cada testimonio termina con una pregunta: ¿Hasta cuándo? …

Aunque sea a través de documentales realizados con muy pocos medios y sin apenas difusión más allá del you tube, se van acumulando aportaciones de aquí allá. Por ejemplo en Todos los nombres: la represión franquista en Valladolid, en el que detalle como el terror se impuso para provocar la la sumisión total. Miles de vallisoletanos fueron humillados, encarcelados, fusilados o sacados de sus casas para ser asesinados y abandonados en los campos y cunetas. El lugar ya no está aquí (Marta Báscones& Álvaro Alonso de Armiño, 2012), que trata de La represión franquista en Burgos…Se trata de un documental del Espacio Tangente y que explorar los lugares donde habita el recuerdo de un lugar que fue y existió hace 76 años. Una ciudad convertida en la “capital de la cruzada nacional” por su temprana adhesión al golpe de estado, una provincia en la que, a partir del 18 de julio de 1936, que fue el corazón de las tinieblas. Esta violencia terrible no es achacable, como se hace en otros puntos del estado, a una reacción del ejército, la iglesia y las derechas frente a una conflictividad social insoportable, o a una respuesta de estos mismos sectores al ataque de las masas de izquierda contra el orden o la religión, acontecimientos que en esta región nunca llegaron a producirse. Todo parece indicar que lo que se intentó fue erradicar y enterrar una parte de nuestra historia colectiva, eliminando a las personas que la encarnaban. Gracias a la tenacidad y al esfuerzo de muchas otras personas, en nuestros días se reivindica esta historia negada y se exige el regreso de las palabras robadas y de las esperanzas rotas. Tras las rejas franquistas (Santiago Vega Sombría, 2012) es un documental que trata de la represión en la provincia de Segovia en los orígenes del régimen de Franco…

Entre otros tantos, registremos El genocidio franquista en Valencia  (2008) documental realizado en la Facultad de Ciencias de la Comunicación Blanquerna de Barcelona, bajo la dirección de Daniel López Izquierdo. Cuenta con familiares y especialistas y llega hasta nuestros días,  conectando el ayer con las complicidades de las autoridades corruptas de nuestro tiempo. Un caso basta singara es el de documental Ezkaba, la gran fuga de las cárceles franquistas (2006), realizado por Iñaki Alforja, nos relata la historia de los presos del penal franquista conocido como el Fuerte de de San Cristóbal, Pamplona, donde el 22 de mayo de 1938, 795 presos republicanos se escaparon de uno de los penales más duros del franquismo: El documental está concebido como un homenaje a los presos que murieron en este penal, no sólo en la fuga y tiene un tono de “cine negro” muy logrado… Los testimonios incluyendo las provenientes desde las conexiones familiares del exilio. Es el caso de What remains (Lee Douglas, EUA-España. 2016),  una evocación a mitad de camino entre la antropología y el cine que muestra las consecuencias, todavía presentes, de los asesinatos y la violencia política en la provincia de Ciudad Real durante los primeros años de la dictadura franquista.

Se reconstruye un episodio que habla por sí mismo de cómo el franquismo trató al pueblo llano, tema igualmente presente en Los Colonos del Caudillo (Lucía Palacios&Dietmar Post, Alemania-España, 2011) construida sobre unos documentos clasificados que iban a ser quemados y en los que quedaba evidencia de la inspiración nazi que animó a sus constructores. Aborda pues otra página oculta de vital importancia. La película está bien equilibrada y, sobre todo, permite que todas las partes se expliquen por sí mismas. El material de archivo y las numerosas entrevistas contemporáneas sólo confirman cómo en gran medida la sombra de Franco todavía se cierne sobre España. Uno de los comentaristas de la película, Manuel P. Muñoz compara la película con la obra literaria de Rafael Chirbes, un novelista cuya obra escarbaba en el subsuelo del régimen franquista.

Entre las series a anotar Temps de silenci (2001-2002) producida TV3 con dos 2 temporadas. 52 episodios. Tiene como eje central la vida de una familia acomodada de Barcelona, los Dalmau, desde poco antes de la Guerra Civil hasta finales del siglo XX (1935-1998). Durante la primera parte, el hilo conductor es la historia de Isabel Dalmau a través de sus diarios. Isabel se enamora de Ramon Comes, hijo del servicio, y en su historia se interpone el momento histórico que les toca vivir y un conjunto de hechos ajenos que impedirán que vivan plenamente su amor. Alrededor de los Dalmau, se mueven otros conflictos personificados por los miembros de otras dos familias: los Comes, que irán asumiendo el papel de clase ascendiente, y los Hernández-Utrera, una familia andaluza humilde que representa la ola migratoria de finales de los 50 y la posterior integración de las generaciones más jóvenes en la sociedad catalana. La historia explica la guerra desde el lado de la gente que la vivió y el tiempo de posguerra y dictadura que la siguieron…Y 14 de abril. La República, serie, producida por Diagonal TV, ofreció su primera temporada entre el 24 de enero y el 18 de abril de 2011, con una media de tres millones y medio de telespectadores. Abarca un periodo de cuatro años, desde septiembre de 1932, coincidiendo con la promulgación de la ley de reforma agraria de la II República, hasta el 18 julio de 1936,  con el estallido de la Guerra La segunda temporada tenía previsto su estreno en  enero de 2012 -el PP ganó las elecciones en noviembre de 2011- pero nunca llegó a ver la luz.

 

Notas

 

1/  Sí entendemos el concepto en términos políticos como un “levantamiento de abajo hacia arriba” o sea desde el pueblo llano contra los de arriba, su aplicación al 18 de julio es tan falaz como lo de “nacional”.  No hubo una guerra entre dos bandos, al pueblo y al gobierno le hicieron la guerra, no le dejaron otra opción que defenderse. El fascismo distorsionó el significado de las palabras hasta noveles desconocidos.

2/ Este título está tomado de la obra de Javier Rodrigo (Alianza Ed., Madrid, 2008), desde la que se ofrece un minucioso recuento de los paredones de fusilamiento, fosas comunes, cárceles clandestinas o campos de concentración forman parte del paisaje del avance militar-fascista. Un pasado de violencia cuyo análisis “debe alejarse de simplificaciones y maniqueísmos, de martirologios alimentados por la mitificación y la propaganda. Debe apartarse de confusas cosmovisiones de la guerra en clave equiparadora, determinista y cómoda “locura trágica”, y de las de las violencias desplegadas durante la misma en términos de correlación, simetría y responsabilidades colectivas. Frente a esa visión desdibujada que habla de violencias coyunturales, espontáneas o irracionales”, Rodrigo “plantea las asimetrías, las lógicas, los fines y los límites de unas políticas de terror y exterminio supraindividual que marcaron a fuego el siglo XX español”.

3/ Reeditado en Alianza Editorial (Madrid, 1967), esta obra es un clásico inexcusable para comprender el “hambre” de tierra y de reformas del campesinado andaluz, y para situarnos ante el peso de las tradiciones anarquistas.

4/ Yague ha sido objeto de una tentativa “rehabilitadora”: El general Yagüe: el general falangista de Franco, escrita por e l“revisionista” Luis E. Togores (La esfera de los libros, 2010). Lo describe ministro del Aire tras finalizar la guerra; conspirador contra Franco para entrar en la II Guerra Mundial al lado del bando alemán y capitán general de Burgos, aparece como un profesional clave y “polémico” que todo depende del cristal con que se mire. Cabría imaginar que sucedería en Alemania con un libro similar sobre cualquier jerarca nazi.

5/ En su obra, La columna de la muerte: El avance del ejército franquista de Sevilla a Badajoz.  Roja y azul: España, 1936-1950 (Crítica, Madrid, 2007) se ha erigido como una investigación a prueba de todas las reacciones