dijous, 10 d’abril del 2025

Próximo sábado 12 de abril 2025 homenaje en el Cementerio de Ronda.

 


La desconocida odisea de la expedición minera asturiana defensora de la República en la provincia de León . José Cabañas.

https://ileon.eldiario.es/memoria-historica/desconocida-odisea-expedicion-minera-asturiana-defensora-republica-provincia-leon-i_129_12111639.html



https://ileon.eldiario.es/memoria-historica/desconocida-odisea-asturiana-defensa-republica-leon-avalancha-voluntarios-alto-camino-armarse_129_12134595.html



https://ileon.eldiario.es/memoria-historica/desconocida-odisea-mineros-asturianos-defensa-republica-leon-faltan-armas-convenidas_1_12154660.html



https://ileon.eldiario.es/memoria-historica/desconocida-odisea-mineros-defensa-republica-leon-milicianos-enganados-retoman-camino-golpistas-maniobran_129_12172696.html



https://ileon.eldiario.es/memoria-historica/desconocida-odisea-mineros-defensa-republica-leon-baneza-baile-unen-milicianos_129_12190919.html




ACTO-HOMENAJE A TODAS LAS VÍCTIMAS DE LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN LA CIUDAD DE CÁCERES.

 Adjuntamos el cartel del ACTO-HOMENAJE A TODAS LAS VÍCTIMAS DE LA REPRESIÓN FRANQUISTA EN LA CIUDAD DE CÁCERES con motivo del aniversario de la proclamación de la II República que hemos recibido del Núcleo de Cáceres del PCE y de Izquierda Unida de Cáceres.

 

Como sabéis desde AMECECA animamos a todos sus socios a asistir a cualquier acto de homenaje a las víctimas republicanas del franquismo que se celebre en el cementerio, independientemente de la entidad organizadora.

Por ello os animamos a asistir a este Acto-Homenaje que se celebrará en el cementerio municipal de Cáceres junto al Monumento Memorial dedicado a las víctimas republicanas el sábado 12 de abril de 2025 a las 13:00 horas.


Un saludo, la Junta Directiva.



AMECECA 

Asociación Memorial en el Cementerio de Cáceres

Apartado de Correos 313 – 10080 Cáceres.

memorialcaceres@gmail.com

www.amececa.es





dimecres, 9 d’abril del 2025

El fin de la espera para excavar la fosa donde buscan a represaliados del sur de Córdoba 89 años después

 https://cordopolis.eldiario.es/cordoba-hoy/provincia/espera-excavar-fosa-buscan-represaliados-sur-cordoba-89-anos-despues_1_12186830.html


Ubicación de la fosa detectada en Encinas Reales que ahora se excavará.

Carmen Reina

5 de abril de 2025 20:38 h

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En los días y meses posteriores al golpe de estado de 1936, vecinos de Encinas Reales -en el sur de Córdoba- y otros municipios cercanos como Rute, Benamejí, Cuevas Bajas o Cuevas de San Marcos fueron víctimas del llamado “terror caliente”, como definen los historiadores a los asesinatos masivos que llevaron a cabo los franquistas en ese periodo.

Las víctimas fueron, de forma sistemática, detenidas, sacadas de sus casas, y fusiladas. Y sus cuerpos fueron arrojados a fosas comunes, tanto en cementerios como en las afueras de ciudades y pueblos. Ahora, casi 89 años después, se ultima el arranque de las labores para buscar los restos de estos represaliados en un terreno donde se han observado indicios de que fueron enterrados allí.

Fue a comienzos de 2024 cuando se iniciaron los trabajos para hallar fosas comunes en Encinas Reales y se detectó una posible fosa con ayuda de un georradar. Esta actuación nació de la búsqueda de la nieta de una de las víctimas, cuya familia era de Rute, empeñada en dar con los restos de su abuelo represaliado, Francisco Rafael Vinuesa que, como otros habitantes de aquel pueblo y de otros municipios, fueron llevados hasta Encinas Reales y fusilados.

El georradar marcó como positiva la zona junto al antiguo cementerio. Y el Ayuntamiento del municipio se benefició de una subvención para hacer la excavación y exhumar la fosa, actuación para la que la Junta de Andalucía ya dio su autorización en diciembre pasado. Con todo esto, el alcalde de Encinas Reales, Gabriel Prieto, ha avanzado que ya se ha contratado a la empresa que desarrollará los trabajos y se encargará de realizar catas arqueológicas en el lugar señalado, según ha explicado a este periódico.

Se trata de especialistas en este tipo de actuaciones que, además, ya llevaron a cabo la detección mediante el georradar. La previsión es que, de manera inminente, en este mismo mes de abril, comiencen los trabajos donde se detectaron las anomalías en el terreno que alertaron sobre la posible existencia de una fosa clandestina. Y, con ello, poner en práctica “la voluntad del Ayuntamiento de esclarecer lo ocurrido con estos vecinos y darles su lugar”, en palabras del alcalde.

Indicios de la fosa en una zona de olivar

La fosa localizada con georradar se ubica en una zona de olivar, cerca del antiguo cementerio del municipio. Según ha podido saber este medio, testimonios señalaban que allí, a unos metros de unos cipreses, habría unas cruces marcadas en su día porque se habrían enterrado a las personas represaliadas. Con esos datos, el pasado verano se llevó a cabo una inspección con georradar, que arrojó resultado positivo.

El Ayuntamiento de Encinas Reales contó con fondos de la Diputación para poder documentar y buscar con georradar fosas, un trabajo cuya responsable fue Maribel Brenes, historiadora y arqueóloga. Las primeras tareas consistieron en recabar toda la información posible sobre la represión franquista en la zona y la localización de fosas, con la búsqueda de documentos y testimonios que pudieran arrojar algo de luz. Y el georradar confirmó la ubicación de la fosa sobre la que ahora se quiere actuar.

Ahora, además, el Ayuntamiento ha publicado en su página web el informe técnico de aquellos trabajos de búsqueda y la documentación sobre los indicios hallados en el lugar en el que ahora se va a iniciar la excavación para buscar la fosa de represaliados franquistas.

Cómo el franquismo reprimió a los vegetarianos: “El nacionalcatolicismo consideraba demoníacas sus ideas”

 https://www.eldiario.es/illes-balears/sociedad/franquismo-reprimio-vegetarianos-nacionalcatolicismo-consideraba-demoniacas-ideas_1_12178241.html


Algunas de las publicaciones libertarias que se publicaban en España antes del golpe franquista

Esther Ballesteros

Mallorca —
6 de abril de 2025 21:43 h

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La crueldad de las prácticas llevadas a cabo sobre los animales ha supuesto, en el siglo XXI, la eclosión del activismo antiespecista en España, aunque las voces contra el maltrato y la explotación animal comenzaron a alzarse mucho antes. De hecho, a finales del XIX, el clamor de parte de la prensa de la época y de algunos sectores ilustrados sentó las bases del movimiento proteccionista en algunos puntos del país con la creación de asociaciones dirigidas a velar por el bienestar animal, pero fue el libertarismo el que, desde los márgenes, aspiró al desarrollo de una forma de vida que permitiese conectar de nuevo con la naturaleza como forma de emancipación y adoptar una alimentación respetuosa con los animales, unas prácticas que el franquismo no tardó en reprimir: “No encajaban en el dogma del nacional-catolicismo”, señala Josep Lluís Barona, doctor en Medicina y catedrático de Historia de la ciencia en la Universitat de València.

A España, tales reivindicaciones llegaron de la mano del naturismo, influenciado por las corrientes filosóficas y sociales de Europa y Norteamérica. No en vano, en Inglaterra se había fundado en 1847 la Vegetarian Society y en Estados Unidos, la American Vegetarian Society en 1850. Situado entre la medicina alternativa, el romanticismo, el regeneracionismo, el higienismo, el anarquismo, las sabidurías orientales (cribadas por un esoterismo de corte teosófico) y los movimientos antiviviseccionistas, el ideal del naturismo pasaba por alcanzar una vida en armonía con la naturaleza, la autogestión alimentaria y un retorno a una existencia más sencilla que la del urbanita de la industrializada Europa de los siglos XIX y XX.

“Era una serie de prácticas que en el fondo suponían una respuesta al capitalismo y a las consecuencias de la industrialización y que partían de la idea del retorno a la naturaleza y de la vinculación del anarquismo con algunos geógrafos, como los hermanos Reclus”, explica, en declaraciones a elDiario.es, el doctor en Historia Jordi Maíz, profesor asociado de la Universitat de les Illes Balears (UIB). Experiencias como el nudismo, la medicina natural, el vegetarianismo, la autogestión alimentaria, el amor y la sexualidad libres y el control de la natalidad como forma de libertad para las mujeres comenzaron así a tomar forma y a materializarse en España a través del movimiento obrero y de los círculos intelectuales próximos al anarquismo.

Experiencias como el nudismo, la medicina natural, el vegetarianismo, la autogestión alimentaria, el amor y la sexualidad libres y el control de la natalidad como forma de libertad para las mujeres comenzaron a tomar forma y a materializarse en España a través del movimiento obrero y de los círculos intelectuales próximos al anarquismo

El papel de las comunas y las publicaciones naturistas

Como señala el investigador, también aparecieron las comunas y las colonias autosuficientes, principalmente en Catalunya, Comunitat Valenciana y Andalucía, e inspiradas en los ideales anarquistas de figuras como Ferrer i Guardia, el médico anarquista Isaac Puente o los colectivos de la CNT, “en las que se podía expresar la máxima libertad de la humanidad en relación con la naturaleza, con la liberación del cuerpo y el nudismo, muy comunes en los grupos anarquistas”.

Unas reivindicaciones que también coincidieron con la difusión de medios y revistas específicas que proporcionaban recomendaciones sobre nutrición y recetarios de cocina, hablaban del naturismo y la autosuficiencia y ofrecían incluso consultorios sexuales. Entre ellas, salieron a la luz la revista Pentalfa (1932); Generación consciente (Alcoi, 1923-1928), que, entre otros aspectos, rechazaba las prácticas medicinales convencionales; Estudios: revista ecléctica (Valencia, 1928-1936), entre cuyas páginas también incluía pedagogía libertaria, naturista, sexual y vegetariana, y la Revista mensual gráfica de los espíritus libres (Barcelona, 1929-1937).

El golpe franquista de 1936 y la dictadura, sin embargo, dieron al traste con estas manifestaciones al instaurar una ideología nacionalcatólica que no solo propugnaba el tradicional antropocentrismo judeocristiano, sino que perseguiría activamente cualquier expresión vegetariana más allá de cuestiones estrictamente médicas o terapéuticas, aniquilando con ello el legado del naturismo. Si bien la represión se centró, principalmente, en opositores políticos, sindicalistas, masones y minorías religiosas, también alcanzó a personas cuyas prácticas y estilos de vida eran considerados subversivos. Entre ellos, los vegetarianos.

El golpe franquista de 1936 y la dictadura dieron al traste con las prácticas naturistas al instaurar una ideología nacionalcatólica que no solo propugnaba el tradicional antropocentrismo judeocristiano, sino que perseguiría activamente cualquier expresión vegetariana más allá de cuestiones estrictamente médicas o terapéuticas

El vegetarianismo, un acto de desobediencia ideológica

La propaganda franquista vinculaba el vegetarianismo con el anarquismo, el espiritismo y otras corrientes consideradas peligrosas. Comer carne, en cambio, se promovía como un deber patriótico. En la España franquista, la alimentación no era solo una cuestión de nutrición, sino un símbolo de identidad nacional y rechazar la carne sin una justificación médica era interpretado como una desviación de la norma, y en algunos casos, como un acto de desobediencia ideológica.

Así lo subraya, por su parte, Josep Lluís Barona, quien asevera que el franquismo “iba contra todo lo que oliese a libertad y a República”. En declaraciones a este medio, señala que el anarquismo había arraigado de forma “muy potente” en la Comunitat Valenciana, en Andalucía y en Catalunya, así como en algunas zonas agrícolas de Extremadura, y sus ideas, propugnadas desde una perspectiva internacionalista, no encajaban dentro de los dogmas del nacionalcatolicismo.

“El intento de los anarquistas de crear una cultura supranacional internacional era radicalmente antagónica al nacionalismo católico del fascismo”, recalca el investigador, autor, entre otros numerosos trabajos, del libro Manual de historia de la medicina (Tirant Humanidades). Barona enfatiza que la persecución desatada por el franquismo a través de las leyes militares “no fue explícita contra los anarquistas o los naturalistas, sino contra cualquier vestigio de liberalismo, fuesen masones o comunistas”.

El historiador recalca que el movimiento libertario estaba “muy centrado en los valores más que en la revolución social, es decir, en los cambios de mentalidad que se podían realizar relacionados con la libertad, y en este sentido son valores que chocan frontalmente con el franquismo e incluso en la transición democrática”, épocas en las que, señala, “claramente se les sesga en su imagen al representarlos como gente violenta cuando realmente eran pacifistas, naturalistas, vegetarianos y personas que defendían el amor libre”.

El intento de los anarquistas de crear una cultura supranacional internacional era radicalmente antagónica al nacionalismo católico del fascismo

Josep Lluís Barona  Doctor en Medicina y catedrático de Historia de la ciencia en la Universitat de València

Prácticas “absolutamente peligrosas”

En esta misma línea, Maíz explica el naturismo y el vegetarianismo sufrieron una fuerte represión, pero “no por ser una corriente mayoritaria ni ampliamente visible”, sino “porque eran prácticas propias del movimiento anarquista e iban contra el modelo tradicional que pretendía recuperar las prácticas cristianas y contra el tipo de sociedad al que aspiraban los militares que habían dado el golpe”. El historiador asevera que estas ideas eran consideradas “absolutamente peligrosas y bochornosas, casi demoníacas”, por lo que las publicaciones y estudios que promovían hábitos de vida alejados del modelo tradicional católico impuesto por el régimen y que años antes habían sido distribuidas sin inconvenientes, incluso bajo la dictadura de Primo de Rivera, acabaron siendo censuradas, prohibidas o forzadas a la clandestinidad.

Las comunas no corrieron mejor suerte. Quienes las integraban fueron perseguidos, encarcelados, represaliados y ejecutados, como sucedió en el caso de los miembros de la Sociedad Naturista Vegetariana de Barcelona. Sin embargo, el ejemplo más significativo de esta represión fue el de Isaac Puente, médico rural y defensor del naturismo libertario, quien fue asesinado por las tropas franquistas en la madrugada del 31 de agosto al 1 de septiembre de 1936. Su obra El comunismo libertario, que había servido como base teórica para muchas de las comunas autogestionadas, fue perseguida y retirada de la circulación. Profundamente influenciado por las ideas naturistas, higienistas y vegetarianas, Puente defendía una visión integral del ser humano en la que la salud, la libertad individual, la educación laica, la autogestión y la armonía con la naturaleza estaban interrelacionadas. Tras detenerlo, los sublevados lo sometieron a un consejo de guerra sumarísimo sin garantías jurídicas y, tras ser ejecutado, su figura fue silenciada durante toda la dictadura.

Quienes integraban las comunas fueron perseguidos, encarcelados, represaliados y ejecutados, como sucedió en el caso de los miembros de la Sociedad Naturista Vegetariana de Barcelona. Sin embargo, el ejemplo más significativo de esta represión fue el de Isaac Puente, médico rural y defensor del naturismo libertario, quien fue asesinado por las tropas franquistas en la madrugada del 31 de agosto al 1 de septiembre de 1936

“Todas estas prácticas estaban vinculadas al anarquismo, y el franquismo las consideraba contrarias al orden político y social del glorioso movimiento. El nudismo, la educación sexual, la liberación del cuerpo y la autonomía personal chocaban de frente con la moral propia del catolicismo”, recalca Maíz, quien, con todo, precisa que entre algunos sectores del catolicismo llegaron a adoptar la visión más dietética e higiénica del movimiento naturista circunscribiéndolo al ámbito familiar. “No solo hubo una represión, sino que también utilizaron algunas de las aportaciones naturistas para controlarlas”, como las contribuciones que en este sentido realizó el doctor Adrián Vander a principios del siglo XX o el profesor naturista Vicente Ferrándiz, fusilado por los fascistas el 23 de agosto de 1939 en Alcoi.

La narrativa del franquismo para justificar el hambre

Otro factor que contribuyó a la desaparición del vegetarianismo durante el franquismo fue la escasez alimentaria provocada por la posguerra. “Al ser años de hambre, escasez y carestía, la gente desarrolló estrategias de supervivencia y acabó adoptando una dieta de subsistencia totalmente alterada en la que había muy pocos ingredientes”, como señala a elDiario.es la investigadora y doctora por la Universidad de Granada Gloria Ruiz Román, cuyas investigaciones se centran en las prácticas de resistencia cotidiana, las políticas sociales del régimen, el control social y moral y los procesos de aprendizaje democrático durante el tardofranquismo y la transición, así como en la respuesta de la población ante la miseria en los primeros años de la dictadura.

Ruiz Román apunta a cómo la memoria de la escasez de los años cuarenta fue utilizada por el franquismo para construir el relato del “desarrollismo” en las décadas siguientes. “Ya desde la conclusión de la guerra, el régimen comenzó a edificar una narrativa oficial con el fin de justificar la escasez y el hambre, así como la ineficacia de sus políticas para paliarlas”, señala la investigadora en uno de sus trabajos, De la miseria al bienestar. La memoria del hambre en la construcción y recepción del discurso del «progreso» durante el franquismo (1950-1975), elaborado junto al antropólogo Claudio Hernández Burgos. Con el paso de los años y la paulatina mejora de las condiciones de vida, aquellas experiencias de hambre y escasez jugaron un rol esencial tanto en la articulación del discurso del “progreso” como en la conformación de las actitudes de la población.

Más allá de su modelo político autoritario, el franquismo impuso un rígido ideal de vida que penetraba hasta en la alimentación de la población, como sucedió en el caso del vegetarianismo entendido no de forma aislada, sino como parte de un sistema de control que abarcaba desde la política y la religión hasta los cuerpos y las costumbres. Mientras el activismo antiespecista gana fuerza en la actualidad y las alternativas al consumo de carne ocupan un lugar cada vez más visible en la sociedad, las historias de resistencia desarrolladas en aras a vivir en armonía con la naturaleza, resisten entre las grietas de la memoria.

Encinas Reales se prepara para exhumar una posible fosa común del franquismo

 https://www.cordobabn.com/articulo/provincia/encinas-reales-prepara-exhumar-posible-fosa-comun-franquismo-detectada-junto-antiguo-cementerio/20250406152304221522.html

A casi nueve décadas del estallido de la Guerra Civil, el municipio de Encinas Reales (Córdoba) da un paso decisivo para recuperar la memoria de quienes fueron víctimas de la represión franquista en los convulsos meses que siguieron al golpe de Estado de 1936. En las próximas semanas, arrancarán las labores de excavación en una zona próxima al antiguo cementerio, donde recientes estudios con georradar han identificado indicios de una posible fosa común.

Los trabajos arqueológicos serán llevados a cabo por un equipo especializado que ya participó en la localización inicial de las anomalías en el terreno, ubicado en un área de olivar. El enclave coincide con testimonios orales que apuntaban a la existencia de enterramientos clandestinos marcados, en su día, por cruces improvisadas, próximas a una hilera de cipreses. Las investigaciones, promovidas desde el Ayuntamiento y con apoyo económico de la Diputación de Córdoba, cuentan ya con luz verde por parte de la Junta de Andalucía desde diciembre pasado.

El alcalde de Encinas Reales, Gabriel Prieto, ha confirmado la contratación de la empresa que realizará las catas arqueológicas, previstas para comenzar este mismo mes de abril. “Queremos devolver la dignidad a quienes fueron víctimas de la violencia franquista y esclarecer los hechos que marcaron nuestra historia local”, ha declarado.

La iniciativa surgió gracias al impulso personal de la nieta de una de las víctimas, Francisco Rafael Vinuesa, natural de Rute. Ella fue quien, tras años de indagaciones, logró reactivar el interés por encontrar restos humanos de aquellos que, como su abuelo, fueron detenidos, trasladados a Encinas Reales y ejecutados sin juicio ni garantías, en lo que los historiadores denominan el “terror caliente”, una fase inicial de la represión caracterizada por los asesinatos masivos.

Los indicios sobre la existencia de la fosa fueron corroborados a comienzos de 2024 por un estudio técnico liderado por la arqueóloga e historiadora Maribel Brenes, quien dirigió las tareas de prospección con georradar. Este hallazgo se convirtió en el punto de partida para la planificación de una exhumación que podría arrojar nueva luz sobre los crímenes cometidos en la comarca durante el inicio de la dictadura.