Blog d'en Jordi Grau i Gatell d'informació sobre les atrocitats del Franquisme.....
"Las voces y las imágenes del pasado se unen con las del presente para impedir el olvido. Pero estas voces e imágenes también sirven para recordar la cobardía de los que nada hicieron cuando se cometieron crímenes atroces, los que permitieron la impunidad de los culpables y los que, ahora, continúan indiferentes ante el desamparo de las víctimas" (Baltasar Garzón).
dijous, 17 d’agost del 2017
Josep Abad, historiador de Sabadell. Ni Machado ni Pasionaria.
El text ofereix una radiografia dels carrers de Sabadell i recull dos informes previs que ja s'havien realitzat – com per exemple el que es va fer l'any 1983. El document inclou reflexions sobre el paper del nomenclàtor i també assenyala a la recuperació d'alguns noms que podrien ser adients. Abad assenyala, per exemple, que "Sabadell compta amb noms de carrers que representen mites de la història espanyolista; en especial pertanyents a la guerra del Francès, conqueridors o militars que han reprimit Sabadell i Catalunya". Per combatre a aquesta realitat, proposa adequar-lo a la realitat sabadellenca, catalana i mundial i "desfer-se d'un nomenclàtor que era una eina de propaganda franquista i castellanista-espanyolista".
El text, també es refereix a altres personatges, com Francisco de Quevedo, de qui denuncia el seu rebuig pels catalans o de Dolors Ibárruri, la Pasionaria. En aquest cas, Abad repassa alguns dels seus discursos i es planteja si és una persona prou ètica per a dedicar-li un carrer.
Abad centra l'estudi en carrers que estan dedicats a personatges, topònims o episodis històrics que cal revisar. En aquest cas, els divideix en diferents temàtiques com els mites de la historiografia espanyolista, de la guerra del francès, de la reconquesta, els negrers, de carrers lligats al passat colonial o fabricants i grans propietaris entre d'altres. Pel que fa al model pseudo-cultural franquista, l'historiador sabadellenc fa la següent reflexió sobre els noms dels barris de Campoamor, Espronceda o Cifuentes.
Finalment, l'historiador sabadellenc fa algunes propostes de personatges o fets històrics que es podrien incloure dins d'aquest nomenclàtor. D'una banda, assenyala a algunes dones, per combatre el fet que només un 10 per cent dels carrers de Sabadell estan dedicats a personatges femenins. Així, per exemple, assenyala a Ermessenda de Carcassona, Joana Raspall, Muriel Casals o Rosa Sensat. També considera que caldria dedicar espais a personatges sabadellencs com Joan Oliver o Xavier Vinader. Finalment, mira cap a noms més universals com Josep Trueta, Albert Einstein o Isaac Newton.
La aplicación de la ley de memoria histórica en el callejero de los municipios españoles está dando lugar a numerosas polémicas, como la que se ha dado en Madrid con la paralización del cambio de nombre de la calle Millán Astray por decisión judicial. El último episodio tiene lugar en Sabadell y, si se aplica un informe encargado por el ayuntamiento, a buen seguro que traerá cola.
Según avanzó el digital iSabadell.cat y detalla este martes 'El Mundo', el documento elaborado por el historiador Josep Abad propone modificar el nombre de la plaza dedicada al poeta Antonio Machado, pues considera que "bajo la aureola republicana y progresista con que se ha revestido su figura hay una trayectoria españolista y anticatalanista". En el mismo saco que el autor de 'Campos de Castilla' --que murió en 1939 en Colliure (Francia) poco después de exiliarse huyendo de las tropas franquistas--, Abad coloca también a Francisco de Quevedo, pues los considera "hostiles a la lengua, cultura y nación catalanas".
Otros nombres que el informe se plantea si deberían continuar en el nomenclátor son los de Francisco de Goya, Calderón de la Barca, Garcilaso de la Vega, Luis de Góngora, José de Espronceda, Ramón de Campoamor, Gustavo Adolfo Bécquer, Leandro Fernández de Moratín, Tirso de Molina o Mariano José Larra, pues son ejemplos paradigmáticos del "modelo pseudocultural franquista" que, según el historiador, debería corregirse.
Referentes de Castilla
"Hoy en día, los referentes culturales son mundiales y no están restringidos a Castilla --en detrimento de los referentes culturales propios-- como en dictatoriales tiempos pasados, o al menos no deberían serlo", añade Abad en su texto, al tiempo que insta a adecuar el callejero de la ciudad "a la realidad sabadellense, catalana y mundial" para "deshacerse de las últimas rémoras de un nomenclátor que era una herramienta de propaganda franquista y castellanista-españolista (tanto a nivel de personajes, como a nivel histórico, geográfico y cultural)".
Siguiendo este razonamiento, el historiador sugiere también renovar los nombres de las calles dedicadas a Agustina de Aragón, Bailén, Dos de Mayo, Numancia, Covadonga, Franciso Pizarro, Rif, Tetuán, e incluso a Dolores Ibárruri 'La Pasionaria' o a Rafael de Riego, el creador del himno de la República.
El Ayuntamiento de Sabadell está gobernado por Unitat pel Canvi, ERC, Guanyem y Crida per Sabadell, coalición en la que se integra la CUP y cuyo edil, Maties Serracant, ocupa desde julio la alcaldía merced al pacto de gobierno que hizo alcalde, en la primera parte de la legislatura, al candidato de Esquerra. La Comisión del Nomenclátor del consistorio, presidida por la concejal de Cultura, Montserrat Chacon (ERC), solicitó el informe para "disponer de una fotografía con la que comenzar a trabajar". "Es una herramienta más, una propuesta, no significa que lo que el informe diga es lo que tengamos que hacer", añade Chacon en declaraciones a 'El Mundo'.
"Machado se queda"
En este sentido, el ayuntamiento ha emitido una nota este martes en la que subraya que el informe "es externo y no vinculante" y que este ha sido enviado a las entidades de la ciudad para que decidan si quieren incluir alguna modificación. Posteriormente, deberá de ser avalado por el gobierno local. Y el alcalde ha publicado un mensaje en su cuenta de Twitter en el que asegura que "Machado se queda".
Críticas de diferentes partidos
Tras difundirse la noticia, el concejal de Ciutadans en Sabadell Adrián Hernández ha pedido la dimisión de la concejala de Cultura. "No puede ser concejala de Cultura quien aún no ha retirado un informe que propone eliminar del nomenclátor a Machado, Larra o Francisco de Goya y ha pagado dinero con ello", ha criticado en un comunicado el edil del partido naranja Adrián Hernández. C's señala que el documento "carece de rigor", por lo que pide conocer el coste de su elaboración y cómo fue adjudicado.
El portavoz del grupo municipal del PP, Esteban Gesa, mientras, ha señalado que "retirar nombres del callejero de personajes ilustres es fruto del revanchismo o mera incultura".
Por su parte, el PSC local ha expresado su "indignación" y ha reclamado también la retirada "inmediata" del informe y su adjudicación a un grupo de expertos independientes. Exigen, además, "que no se utilice ni un solo euro público para pagar un documento que insulta a miles de ciudadanos de la ciudad y ataca directamente la memoria histórica de todo un país".
También el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, así como el diputado de Catalunya Sí ques Pot Joan Coscubiela, entre otros, han arremetido contra el informe vía Twitter. "Los socialistas nos opondremos a que Sabadell se convierta en la capital de la ignorancia y la indignidad", ha escrito el dirigente socialista. "Seguro que el Ayuntamiento de Sabadell se desvincula de un informe que confirma sectarismo e ignorancia a la que nos quiere arrastrar la neo-carlinada", ha publicado el segundo.
Desde el PDECat también han llovido las críticas al contenido del informe. La coordinadora general, Marta Pascal, ha sido tajante: "Animaladas, las mínimas".
Antonio Machado, en la terraza de Villa Amparo, casa en la localidad valenciana de Rocafort.
Me entero por EL PAÍS de que en Sabadell ejerce actualmente un "historiador local" independista y perdonavidas, Josep Abad, a quien el Ayuntamiento de dicha ciudad pidió hace poco un informe. Un informe que propone la exclusión del callejero sabadellense de los nombres de determinadas personas sospechosas de haber albergado sentimientos hostiles hacia Cataluña. Entre ellos, aunque parezca mentira, Antonio Machado, y, ¡cielos!, Goya, Quevedo, Larra, Góngora y Lope de Vega, acusados, estos, de poseer un perfil "franquista" (qué torpeza la mía, siempre creí que nos dejaron bastante antes de 1936 y la sublevación de los generales traidores).
“Abad ha descubierto que en Machado, ‘bajo la aureola republicana y progresista con que se ha revestido [sic] su figura, hay una trayectoria españolista y anticatalanista", y que él y el ya mencionado Quevedo son "hostiles a la lengua, cultura y nación catalanas." Uno se queda boquiabierto... y dolorido. Ante el ruido mediático provocado, el alcalde de Sabadell, Maties Serracant, de la CUP, ha negado que se vaya a retirar el nombre de Machado de la plaza que hoy lo ostenta. ¡Si solo se trata de propuestas, de un informe externo no vinculante! "Machado queda -ha dicho a este diario-. Lo que es necesario eliminar del nomenclátor son los nombres de fascistas."
Machado queda... pero también quedan las palabras del historiador local encargado del informe, persona, hay que suponerlo, muy grata a quienes dirigen el cabildo de la localidad.
Incumbe insistir en que Antonio Machado, lejos de ser enemigo de Cataluña, apreciaba grandemente su cultura. En 1928, poco después de la publicación de la segunda edición de sus Poesías completas, estuvo en Barcelona con su hermano Manuel para el estreno de su obra conjunta Las adelfas (protagonizada por Lola Membrives). Era la primera visita de Antonio a la capital catalana. Entrevistado por Jose Maria Planas en La noche, se expresó encantado. "Es una ciudad magnífica -contestó-, la primera de España, sin ningún género de dudas." Y añadió: "He notado también una cosa curiosa: que Barcelona se parece mucho más a Paris o a Sevilla que no a Madrid". "Puede decirse que Madrid -concluyó- es una capital, mientras Barcelona es una ciudad de veras." Planas quería saber qué conocimiento tenía de los poetas catalanes. No negó su ignorancia de los actuales pero le aseguró que leía con fruición a Jacint Verdaguer, Joan Maragall, Joan Alcover, Josep Carner y Josep Maria López Picó. Cosa curiosa, al reproducir ABC parte de estas declaraciones, prescindió de los elogios de Barcelona prodigados por el poeta, quizás considerando que constituían una falta de respeto hacia La Villa y Corte.
Ocho años después, no muy lejos ya el final de la Guerra Civil, Machado es instalado por las autoridades republicanas con su madre y otros miembros de la familia en la Torre Castañer, casi en las afueras de Barcelona al pie del Tibidabo (paseo de Sant Gervasi, hoy números 9-11). Allí pasarán ocho meses antes de salir hacia la raya francesa. El poeta recibe algunas visitas, pocas. Se siente viejo, enfermo, está muy desmejorado. En la torre prepara sus artículos para La Vanguardia -escritos enérgicos en los cuales arremete contra la abyección del Pacto de No Intervención y el cobarde y fatal intento de "apaciguamiento" de Hitler por Gran Bretaña y Francia-, colabora con la revista Hora de España (que, como él, se ha trasladado a la Ciudad Condal desde Valencia) y relee, entre otros, a Rubén Darío, Shakespeare, Maragall y Verdaguer sin olvidar, esta vez, a los poetas catalanes nuevos. Hay también un recuerdo para el "gigantesco" mallorquín Ramon Llull y otro para Ausias March. ¿No conoce en profundidad el catalán? No, pero ello no empaña el disfrute que le proporcionan estas lecturas. Ha heredado el don de idiomas de su gente -sobre todo del abuelo gaditano- y además es catedrático de francés. "Como a través de un cristal, coloreado y no del todo transparente para mí -escribe-, la lengua catalana, donde yo creo sentir la montaña, la campiña y el mar, me deja ver algo de estas mentes iluminadas, de estos corazones ardientes de nuestra Iberia." Hermoso tributo, me parece, al idioma que odian a muerte los franquistas.
El seis de enero de 1939 Machado publica en La Vanguardia el que va a ser su último artículo. Es la misma indignación de siempre, el desdén que le produce "la política filofascista de Inglaterra y Francia."
Todo se va acabando. La caravana sale hacia Masnou en las primeras horas del 23 de enero. Desde allí sigue hasta alcanzar Malgrat de Mar y luego torcer hacia el interior. Tras muchas demoras llegan a Girona al amanecer. Está atestada de gente, de vehículos de todo tipo. Es la desbandada. Acompaña al poeta, entre otros, el filósofo figuerense Joaquim Xirau. Duermen, y luego se quedan cuatro días, en Can Santamaria, una masía de Raset. Allí se juntan con ellos, entre otros, el escritor Carles Riba, que admira profundamente a Machado, Josep Pous i Pagés -presidente del Institut Català de Literatura- y el doctor Joaquim Trias i Pujol. Según Xirau, la contemplación del campo catalán era "el mayor placer" del poeta en aquellos momentos, "lo acariciaba con la mirada". Una fotografía milagrosamente conservada recoge una de aquellas postreras conversaciones.
El 26 reciben, desconsolados, la noticia de la caída de Barcelona. La caravana se vuelve a poner en marcha. Pasan la última noche en otra masía, Mas Faixat, ubicada un poco más adelante. Allí, según el médico Enrique Rioja, catalanes y castellanos "comulgaban en el mismo y común dolor."
Unos días después, tras el horror en la frontera, es el exilio en Collioure. Y, el 22 de febrero, la muerte del poeta. Nadie ha cantado aquella penosa y última odisea como el barcelonés Joan Manuel Serrat.
FE DE ERRORES
En el pie de la fotografía, Antonio Machado aparece retratado en la terraza de Villa Amparo, una casa de la localidad valenciana de Rocafort, no en Collioure (Francia).
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