divendres, 21 de febrer del 2025

Julián Casanova: "Creíamos que unos jóvenes tan bien formados no dudarían entre Franco y democracia"

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"Es un sueño noble que la gente que no lee Historia, que no lee sobre Franco, y que además está viendo en Tik Tok que Franco y la dictadura y la democracia son lo mismo, acabe leyendo". Esa es la declaración de intenciones que hace el prestigioso historiador y columnista de infoLibre Julián Casanova (ValdealgorfaTeruel, 1956), de vuelta a las librerías con Franco, una ambiciosa biografía en la que hace el retrato definitivo del dictador con la intención de que las generaciones más jóvenes dejen de verlo en blanco y negro y, sobre todo, conozcan con total rigor a una de las figuras que más ha condicionado la historia contemporánea de nuestro país.

¿Otra biografía de Franco? ¿Queda mucho por saber de él o se trata más bien de ordenar todo lo escrito, que no es poco?

Llevo cuarenta años estudiando la Historia de España del siglo XX y creía que era el momento. Para hacer otra narración y escribir para otra gente que no ha podido estudiar o conocer a Franco. Cualquier historiador competente sabe que, cuando escribe un libro, ya se han escrito muchas cosas antes de él, y tiene que hacer un reconocimiento de todo eso, pero también está clarísimo que la historiografía ha evolucionado. Yo tengo una amistad con Paul Preston desde bastante antes de que escribiera Franco, lo considero un maestro, pero ha llovido mucho ya desde 1992. Han pasado muchas biografías, se han abierto muchos archivos, que es muy importante para nosotros, en diferentes direcciones, unos más preocupados por las relaciones internacionales, otros por los americanos. Por ejemplo, toda mi última parte de este libro está hecha a través de las WikiLeaks y otras filtraciones documentales. Era momento de poner orden a todo eso porque, evidentemente, cuando un historiador hace una biografía de 400 páginas, el reto es cómo jerarquizarlo, hacerlo atractivo y decidir el tipo de narración. Ahí sí que es verdad que hay una parte que depende de mí, porque yo he creado una forma de escribir que es mía y es el resultado de buscar durante muchísimo tiempo lo que pienso que los españoles carecíamos, que es el atractivo de escribir historia para un amplio grupo de gente y no solo para los colegas especialistas. Todo esto está en este libro, que no es de encargo.

¿Por qué habría de serlo?

Hay gente que cree que tú haces un libro de encargo político o mediático. ¿Pero tú crees que yo voy a poder hacer este libro en el último momento porque hace cincuenta años de la muerte de Franco? No, este es un libro pactado hace mucho tiempo con la editorial. Toda la parte de relación internacional que quería sacar está hecha del trabajo de todo un año en Ann Arbor (Universidad de Michigan), institución en la que me dieron el privilegio de pagarme para estar un año sin dar clases e investigando, con gente que te trae todos los documentos. Luego, toda la parte española ya la tenía en mis fichas. Este es un libro que ya está atendiendo a que la era digital nos está obligando a escribir y enseñar de otra forma la Historia. El trabajo de esta profesión no es improvisado, tiene método, indagación y muchas calles, y nuestro problema es saber que la complejidad es tan grande que muchas veces no nos ponemos de acuerdo. Pero eso es la ciencia. Cuando la gente se pone de acuerdo en todo es ortodoxia o religión, y yo no la quiero.

Habla de una oportunidad de escribir para gente nueva, para una nueva generación. ¿Aprecia que para demasiada gente Franco es ahora mismo un desconocido ya en blanco y negro que queda muy lejos?

Sí, eso lo aprecio. Yo sé que es un sueño noble que me lean en institutos, que sé que lo hacen. Un sueño, de entrada noble porque creo que no hace daño. Hay gente que dirá que eso es adoctrinar o algo así, pero el sueño noble es que la gente que no lee Historia, que no lee sobre Franco, y que además está viendo en Tik Tok que Franco y la dictadura y la democracia son lo mismo, acabe leyendo. No van a ser todos, pero es un libro hecho para un perfil de gente así. Lo pueden leer también los historiadores, claro, estamos en el debate hace mucho tiempo. 

¿Le preocupa que haya tanta gente joven que no diferencie una dictadura de una democracia?

Eso es nuevo y, sí, me preocupa, porque nosotros creíamos que cuando vinieran estas generaciones de jóvenes tan bien formadas ya nadie dudaría de eso. Pero ahora nos ha salido un enorme problema, que es internacional, donde la Historia no se ha acabado, como decía Fukuyama, sino todo lo contrario, y donde además salen de las tripas las partes más oscuras. Que por cierto, la gente las quiere evitar, pero las quiere aplicar. Me preocupa como enseñante, como historiador. No soy yo quien lo va a solucionar, ni los políticos, pero como historiador sé quién es Trump. He vivido mucho en Estados Unidos y sé que Trump no es una cosa nueva, sé que ha escarbado en las tripas del populismo, del racismo, de muchas cosas que están ahí. Igual que el tema con Franco es cómo duró tanto, el tema de Trump es cómo ha logrado convencer a tanta gente en 2025, después del asalto al Congreso y todo lo que ha pasado. Y, sobre todo, cómo ha logrado cargarse a un partido tan tradicional como el Republicano, y que todo esto sea verdad.

Franco tuvo tiempo para reinventar la Historia y la Transición tuvo tiempo para consolidar esa reinvención

¿Se está repitiendo la historia del siglo XX en el XXI? En esta biografía son muy importantes el fascismo y el nazismo, y la política internacional, que estuvieron en auge en los años veinte. 

Posiblemente, esa es la frase que se le atribuye a Mark Twain, que planteaba que 'si la historia no se repite, rima'. También creo que los ecos hay que escucharlos, aunque hay veces que no se escuchan, y de eso se quejaba la gente que veía los desastres y nadie les escuchó. No querían gobernar ellos, sino decir que ellos habían leído ya esa historia antes y que por qué la gente no aprendía de las lecciones del pasado. Eso es lo que está pasando ahora a lo grande, porque ahora ya no hay que leer el periódico, ni ver la televisión, sino que en cinco segundos una persona que además dirige política mundial te mete lo que quiere. Frente a eso, frente a esa contaminación, la educación se queda pequeña. Es triste, pero es así. Soy un inquebrantable creyente en que la educación hace algo, pero frente a Elon Musk... puedo dejar de comprar el coche eléctrico, pero no puedo impedir que haga la maleza que está haciendo y que va a hacer.

Volviendo al libro e intentando resumir la esencia. ¿Quién era Franco?

Franco era un militar, por supuesto, cosa que no son Hitler, Mussolini o Stalin, por si alguien cree que todos los dictadores son militares. No, más bien lo contrario. Franco era y se define siempre como militar. Después de la pérdida de 1898 no puede ir a la Armada, que es donde le hubiera gustado, pero no saca plaza por la crisis, por lo que va a una academia de Infantería y acaba en África, que además da la casualidad de que le han dado a España un territorio en el norte de África después de la pérdida de las colonias. Es un militar, un africanista, que gana medallas y ascensos por méritos de guerra, que no le llueven del cielo, sino que los busca, aunque después la reinvención es que a él le venía eso. Franco da un golpe de Estado con otros, no él solo, pues tampoco es el jefe supremo de ese golpe, que muere en un accidente. Hay causalidad y casualidad en la Historia, la gente que solo busca la causalidad no entiende la Historia. Después Franco gana una guerra y después logra establecer una dictadura por cuarenta años en la que prácticamente nunca se siente con peligro de ser derribado. Este es Franco.

Todos los mitos de Franco funcionan, y como murió como un faraón ya nadie puede cambiarle en la Historia

¿No es muy llamativo que todos sus rivales por el poder fueran cayendo? 

Pero no los tuvo que matar. La gente puede pensar que tuvo que matar a Mola o a Sanjurjo, pero no. Otros sí tuvieron que hacerlo, Hitler tuvo que matar a Ernst Röhm, que era amigo suyo. Franco no tiene que matar amigos, se le van cayendo. Mola, Sanjurjo, por supuesto José Antonio Primo de Rivera, José Calvo Sotelo. José Antonio no tanto, que luego fue un mártir. El que realmente le hubiera complicado la vida desde el punto de vista de la fascistización civil fue Calvo Sotelo, que ya era un hombre con experiencia, había sido ministro de Hacienda con la dictadura de Miguel Primo de Rivera. Pero sí, todo eso va ocurriendo, por lo que la gente que quiera conspiraciones las puede tener, por supuesto. Pero ya cuando muere Mola lo dicen los alemanes: a Franco esto le va de maravilla. Por eso, después de todo esto no cogerá un avión durante mucho tiempo, hasta que inaugura el aeropuerto de Almería a finales de los años sesenta. Y por supuesto no sale de España, esto es muy importante. En 1949 va a Lisboa y antes de eso ha ido a la Francia de Vichy, ha estado en Hendaya, que creo que no es el extranjero, y había estado dos veces fuera cuando había ido a conocer las academias a principios de los años treinta. Es decir, es una persona que no viaja, que está metida en su mundo. Un dictador dependiente, pero no puede prescindir del mundo exterior porque le está marcando el camino y le está salvando. Todas esas contradicciones están ahí. Yo creo que es buena la definición de dictador dependiente en el exterior y todopoderoso en el interior. La definición es la derivación de la Historia, no de hipótesis que yo manejo para conocer la Historia. Esto lo he sacado después de muchos años, y eso pasa con Franco, porque cuando ya le das una definición es que ya has visto y comprobado una parte de verdad.

¿Franco hubiera vencido si no hubiera contado con la ayuda exterior inmediata de Hitler y Mussolini? 

La Guerra Civil es una guerra internacional a los ocho días de dar el golpe. Nunca la Guerra Civil tendría el aspecto simbólico internacional que tiene, con monumentos por todas partes, las Brigadas Internacionales, los archivos y tantas cosas si no hubiera sido una guerra internacional. Es una guerra internacional en suelo español, así la he definido yo desde hace mucho tiempo, en una España partida en dos, creo que está claro. Aquí vino gente a luchar por ideas, por dinero, por poder, por miedo a que ganaran los otros... en esta guerra internacional hay muchas cosas, por eso es muy interesante.

¿Por qué cuando se habla de Hitler, Mussolini o Stalin se me cree y cuando hablamos de Franco parece que estamos removiendo el pasado, o que se están diciendo mentiras cuando todos sabemos que no es así?

Franco tomó el poder a sangre y fuego durante tres años de guerra y otros casi cuarenta de dictadura. Eso también le diferencia de otros dictadores.

Por supuesto. Yo digo, en el buen sentido, que la Guerra Civil es la tesis doctoral de Franco. Pero también digo que de una guerra civil es de donde salen los dictadores que se dan cuenta de que la represión de que no se levante nada en unos años es la mejor inversión que se puede hacer. La represión es una inversión política y social importante. Después, cuando venga Franco el modernizador y el mito, la gente querrá olvidar esa parte, como que él no estaba y eran otros. Pero invirtió en políticas de venganza, políticas de exterminio las llamó ya Azaña. Todo eso está ahí pero no es nada excepcional en 1945 porque todo lo que ocurre en España ocurre en Europa agrandado. La cuestión es que a partir del 45 la Guerra Fría y el anticomunismo sustituye al fascismo como enemigo fundamental, y aunque Franco es un paria al principio, muy pronto la gente se da cuenta de que la estrategia en la Península Ibérica es fundamental. Y ahí está también Salazar, que se adelanta a Franco en muchas cosas: es fundador de la OTAN, está protegido, tiene un imperio más grande. ¿Por qué cuando se habla de Hitler, Mussolini o Stalin se me cree y cuando hablamos de Franco parece que estamos removiendo el pasado, o que se están diciendo mentiras cuando todos sabemos que no es así? Nadie duda de Stalin y sus crímenes, nadie duda de lo que hicieron Mussolini y Hitler, pero de Franco sí. Que en toda aquella parte infame Franco no estuvo se lo ha creído un montón de gente. Y el problema es que cuando pensábamos que ya no se lo creían, aparecen. Y como sacas una biografía de Franco, se ponen a decir 'venga, otra vez la propaganda contraatacando'. Vaya, llevas cuarenta años estudiando la Historia y resulta que somos los que contraatacamos. Esto tiene importancia, por supuesto.

Franco tuvo mucho tiempo para cambiar la opinión pública a su favor durante casi cuarenta años, algo que los otros no. Por eso, entre otras cosas, pudo hacer creer a la gente que nunca tuvo intención de meter a España en la Segunda Guerra Mundial.

Por supuesto, todos esos mitos funcionan, y como murió como un faraón ya nadie puede cambiarle en la Historia. Mientras que por ejemplo al rey Juan Carlos le subieron a los altares pero la caza de elefantes le cambia y ya nadie piensa lo mismo de él. Si el rey se hubiera muerto antes de la caza de elefantes ya estaría santificado. Para que veamos lo que hace la reconversión de la Historia. Franco tuvo tiempo para reinventar la Historia y la Transición tuvo tiempo para consolidar esa reinvención, porque durante años solo los historiadores estudiábamos, los medios de comunicación no estaban interesados y se decía que lo que hacía falta era mirar al futuro. ¿En la escuela? No, hombre no, hay que estudiar otras cosas, hay que crear profesionales. ¿Y la Historia para qué sirve? Todo eso se iba repitiendo pero, sin embargo, los historiadores íbamos sacando cosas, con lo cual todo el mundo sabía que en la historiografía española se estaba moviendo algo y que la Guerra Civil estaba siendo estudiada. La gente decía '¿y el pacto de olvido?' Bueno, y los historiadores decíamos 'será un pacto de olvido político, pero no historiográfico'. Yo estuve ya en el cincuentenario de la Guerra Civil, para el que hubo unos congresos impresionantes. No es verdad que esta es una moda de celebraciones. Las conmemoraciones sirven para que los políticos del presente ajusten cuentas con el pasado y las adapten, pero sobre todo sirven porque avanzan. Nadie tiene problemas por ver Oppenheimer, pero al hablar de nuevo de Franco remueves el pasado. 

Carrero Blanco es el único franquista al 200%. Todos los demás son 100%, que ya es mucho, pero al 200% es Carrero Blanco

¿En qué consiste la paz de Franco?

Yo la llamo paz incivil en todos mis libros. Hay una Guerra Civil a la que siguió una paz incivil, la paz de Franco. La posguerra es muy dura porque los militares españoles ya la habían premeditado, pero también porque se beneficia de la atmósfera que hay hasta 1945. Cuando los fascismos caen, Franco no deja de reprimir, pero matar ya mata pasando por embudo. ¿Es casualidad? No. Lo cual no quiere decir que no pueda matar, que no pueda fusilar o emplear al garrote vil como con Puig Antich en marzo del 74. Ha habido unas cien guerras civiles en el siglo XX y hay dos formas de acabarlas, que depende de cómo empiezan, de si hay países extranjeros o no, si se ocupa el país o no. Las guerras civiles acaban a través de la rendición incondicional, donde el paradigma es la española, donde se machaca y se pasa a cuchillo a los vencidos, o las que acaban en negociación, que puede parecer lo mejor, pero la paradoja de la Historia es que suelen volver después. Lo hemos visto en muchos sitios. Y sin embargo, cuando ya no se levanta la hierba, los vencidos están vencidos y es una paz del cementerio.

¿Franco sabía todo lo que pasaba?

'Franco', de Julián Casanova

'Franco', de Julián Casanova

Como al principio no daban abasto se daba por "enterado", pero después ya todo fluía en la dirección del Caudillo. Todo el mundo sabía de aquello, estaban todos en la trama y sabían que si cedían les saldrían grietas por todas partes. Y decía que era el centinela, el que vigila, siempre por encima de los demás porque es el enviado de dios, y los demás lo aceptan. Eso Carrero Blanco se lo recuerda muy a menudo. Carrero Blanco es el único franquista al 200%. Todos los demás son 100%, que ya es mucho, pero al 200% es Carrero Blanco. Por eso no es casualidad que sea el ministro que más dura y que, cuando muere, Franco diga que le han roto el único cordón umbilical que le quedaba con la vida.

¿Franco es un genocida?

El debate sobre Hitler nadie lo duda. En el debate sobre Stalin hay gente que dice que no fue un genocida pero aplicó políticas genocidas, que es que no estaba el aparato de Estado detrás. Decir que Franco es un genocida es mucho decir, ahora si dices que lo de Badajoz fue un genocidio estás expresando una excepción diferente. Diciendo esto no le quitas nada de peso. La gente que se enfada porque dices que Franco es un genocida es porque creen que no mató tanto, y otra gente cree que si dices que no fue un genocida le estás quitando hierro. Franco no es un genocida, pero aplica políticas de exterminio hasta el último momento, los lazos de sangre funcionan hasta el último momento y no deja moverse a nadie que haya mostrado oposición, hasta el último momento. No es lo mismo genocidio que políticas de exterminio, y para el genocidio nos falta la limpieza étnica, una nación diferente a la España blanca, católica y masculina. Evidentemente están los masones, que son 5.000, y cuando acaba la guerra hay mil porque ha matado a 4.000, a todos los que ha encontrado, y sin embargo vas al archivo y sacas decenas de miles de expedientes acusados de masones. Esta es la historia del franquismo. ¿Judíos? 5.000. Si hubiera podido, los hubiera matado a todos.