http://www.bajoaragonesa.org/elagitador/combatientes-olvidados-en-el-frente-del-guadalope-de-1938-una-fosa-en-la-cota-238-caspe-zaragoza/
Desde el día en que tuvimos indicios de que ahí estaban, no lo dudamos: había que sacarlos. Siete décadas después de que tres miembros de las Brigadas Internacionales se dejaran la vida durante la Batalla de Caspe, conseguimos sacarlos de la fosa de la tierra y el olvido. Sin ningún tipo de ayuda institucional llevamos a cabo las tareas de exhumación y análisis antropológico de los restos humanos (el Ayuntamiento de Caspe colabora cediendo un pequeño espacio donde enterrarlos en el Cementerio Municipal). Un puñado de voluntarios estuvimos trabajando de manera totalmente altruista durante las excavaciones. Aún con todo, los gastos de los trabajos de arqueología y antropología, los materiales necesarios y las cajas para inhumar los restos han ascendido a 2.000 €. Sois muchos los que os habéis mostrado interesados en aportar algo de dinero para colaborar con los gastos, así que aquí os dejamos un número de cuenta del Banco Santander a nombre de Bajoaragonesa de Agitación y Propaganda donde podéis realizar vuestra colaboración:
Nº de Cta.: ES89 0049 0078 87 2711893721
El sábado 26 de marzo, a media tarde, llevaremos a cabo el entierro de los tres brigadistas. Dignificaremos a los tres caídos y, al mismo tiempo, celebraremos un pequeño homenaje a todos aquellos que dejaron sus hogares para venir a España a combatir al fascismo. Os iremos informando de más detalles sobre el acto al que todos estáis invitados.
Entretanto, aquí os dejamos un detallado informe sobre los trabajos llevados a cabo durante la excavación y los días posteriores. Lo firma nuestro compañero Salvador Melguizo, director de la excavación:
Combatientes olvidados en el Frente del Guadalope de 1938: Una fosa en la “Cota 238”, Caspe (Zaragoza)
1. INTRODUCCIÓN
Desde 2011, la Asociación Bajoaragonesa de Agitación y Propaganda (BAP) ha invertido buena parte de sus esfuerzos en investigar, recuperar y divulgar todo lo referente a las víctimas de la Guerra Civil española en el ámbito local y comarcal del entorno de Caspe (Zaragoza).
En el desarrollo de esas tareas, uno de sus miembros, D. Manuel García Barceló, en una colina cercana al cauce del río Guadalope, observó que en las inmediaciones de la cima, descendiendo por su ladera meridional, afloraban algunos restos humanos. Desplazados al lugar, constatamos igualmente su presencia.
Conforme a lo previsto en el punto 1 del artículo 13 de la LEY 52/2007, de 26 de diciembre, comunicamos el 17 de agosto de 2015 su existencia al Departamento de Educación, Universidad, Cultura y Deporte de la Diputación General de Aragón, mediante una instancia en el Registro. Igualmente en ella y a petición de la mencionada asociación, presentamos la solicitud para la realización de actividades arqueológicas. Recibimos de la Dirección General de Patrimonio Cultural la Resolución de Autorización de 20 de agosto de 2015. Las tareas de campo se desarrollaron los días 26 y 27 de septiembre, completándose finalmente el 2 de octubre de 2015.
La elevación (Fig. 1) está situada inmediatamente al norte de la actual carretera A-221, entre los hitos kilométricos 61 y 62, presentando sobre la cartografía 1:25000 del Instituto Geográfico Nacional una altura máxima de 239 metros sobre el nivel del mar. Su cima está formada por niveles de gravas, conglomerados, arenas, arcillas y limos, de naturaleza aluvial, originados en el periodo Cuaternario. Por debajo se suceden estratos de areniscas, calizas y margas de época Oligocena.
Era bien sabido que en toda aquella zona se habían producido violentos combates durante el mes de marzo de 1938, pero los estudios de carácter militar realizados hasta la fecha han sido muy parcos en detallar los acontecimientos y todavía más silenciosos al respecto del destino final de los soldados republicanos que quedaron muertos sobre el campo de batalla. Podíamos imaginarlo a partir de una pequeña nota del arqueólogo Antonio Beltrán, quien a principios de los años cincuenta del siglo pasado, durante las tareas desarrolladas en el inmediato poblado prehistórico del Cabezo de Monleón (Cota 201), apuntaba escuetamente: “En nuestras excavaciones alternábamos el hallazgo de las casas hallstátticas con trincheras republicanas, muertos de esta época y proyectiles del mismo tiempo” (Beltrán 2003, 223).
Por nuestra parte, D. Amadeo Barceló Gresa, presidente de la asociación BAP, ha recopilado varios testimonios en Caspe que apuntaban a que muchos de los cadáveres abandonados fueron recogidos días o semanas después de los combates durante el desarrollo de trabajos forzados por presos republicanos, siendo depositados en fosas sin señalizar cuya existencia nunca fue o ha sido explicitada en forma alguna, ni por supuesto legalmente reconocidas.
La aproximación a las fuentes documentales relativas a las Brigadas Internacionales parecía augurarnos una difícil trayectoria. Depositadas en 1939 en el Instituto Marx-Lenin de Moscú, han resultado inaccesibles para los investigadores hasta fechas muy recientes (Skoutelsky 1998, 13). Además tampoco disponíamos de medios para costear tal desplazamiento. Por suerte para nosotros la situación ha cambiado no hace mucho tiempo.
El Archivo del Estado Ruso de Historia Político-Social (RGASPI/РГАСПИ) se puede consultar desde marzo de 2014 a través de internet mediante el portal «Архивы России»![i] Para el presente trabajo (como vemos necesitado de datos muy concretos) hemos analizado en la medida de nuestras posibilidades dentro de su Segundo Complejo Documental (Organizaciones e instituciones: archivos de la Komintern) el Fondo 545 (Novena Sección) referido a las Brigadas Internacionales del Ejército Republicano de España. También el Fondo 495 (Segunda Sección-Cuarta Subsección-Inventario 12).
A partir de la información recopilada hemos podido determinar que en esa colina, durante la Segunda fase de la Batalla de Caspe de 1938, en principio se situó el Primer Batallón de la XII Brigada Internacional a partir del 17 de marzo de 1938, siendo sustituido a las pocas horas por el Cuarto. La zona era el área de contacto entre la anterior y la XIV, por lo que en las laderas, hacia el oeste y hacia el sur, se debía encontrar su Tercer Batallón André Marty.
Entre el día 26 y la noche del 27 de marzo tuvieron lugar los violentos combates en los que presumiblemente debieron fallecer los soldados enterrados en la fosa de la Cota 238.
Hemos señalado que la cartografía actual le atribuye una altura de 239 metros, pero en los planos 1:50000 de las primeras ediciones del Instituto Geográfico y Catastral que en aquellos años se utilizaron, figura la de 238 metros. Por todo ello, de acuerdo a la terminología militar del momento, fue siempre así denominada, hallándose por aquel entonces entre los kilómetros 33 y 34 de la antigua carretera de Escatrón a Gandesa.
1.2 Primera Fase de la Batalla de Caspe de 1938 (Fig. 4)
El día 9 de marzo de 1938 comenzaba la Batalla de Aragón (Maldonado 2007). El despliegue de las fuerzas comprometidas por el ejército golpista aplastaba a las tropas gubernamentales que en principio podían oponerse. Como demostración de su éxito y para el sector de nuestro interés, en menos de una semana el Cuerpo de Ejército Marroquí, iniciando su avance en Fuendetodos, alcanzaba los alrededores de la población de Chiprana, con el objetivo puesto en la conquista de la inmediata capital del Aragón republicano.
El día 13 de marzo (o más bien a primeras horas del 14), comenzaban a llegar algunos refuerzos gubernamentales para detener la ofensiva sobre el norte del sector Caspe-Alcañiz: dos batallones de la 38 Brigada Mixta y tres de la 139 (RGASPI. F.495. Op.12. D.164-d.24) intentan taponar el hueco dejado por el desplome de las unidades que ocupaban el anterior frente y de la 224, acantonada hasta entonces en Nonaspe y Maella. Al día siguiente, caía Alcañiz (RGASPI. F.495. Op.12. D.164-d.29) y la situación en Caspe estaba al límite, puesto que dos de los batallones de refuerzo destinados a su defensa se habían desbandado, aunque parece que habían retenido al enemigo durante algún tiempo en las inmediaciones de Chiprana (RGASPI. F.495. Op.12. D.164-d.57). Además ya se había cursado la orden para evacuar hacia la orilla izquierda del río Ebro y volar los puentes sobre su cauce (RGASPI. F.495. Op.12. D.164-d.31 y 35).
En esos mismos momentos, durante una retirada poco ordenada hacia Alcañiz, al encontrar la ciudad ya tomada, la 35 División (reducida a unos dos mil hombres) se encaminó hacia Caspe al mando del Comisario Inspector de las Brigadas Internacionales Luigi Longo (Gallo), sin saber con certeza si seguía en su campo o estaba ya en manos del enemigo (RGASPI. F.545. Op.1. D.74-d.151-152).
Según relata el recién nombrado Comisario de la 45 División François Vittori (RGASPI. F.545. Op.3. D.399-d.203-208), la situación se pudo solventar gracias a la llegada el día 15 por la mañana de una parte de las unidades que constituían esa entidad militar. Con ellas y los pocos restos de la 35 División, se estableció un perímetro de defensa de la ciudad bajoaragonesa.
La XIV Brigada Internacional desplegó su Batallón André Marty en la entrada occidental de Caspe, defendiendo el cruce de las carreteras de Escatrón y Alcañiz. Desde esta última ruta, protegiendo el flanco sur de la ciudad y la carretera hacia Maella, se distribuyeron las tropas de las Brigadas Internacionales: apenas un tercio de la XIII Dombrowski, la muy mermada XV[ii] y la presencia testimonial de la XI, así como el primer y cuarto batallones de la XII Brigada Garibaldi y la mitad delDomingo Germinal de la XIV[iii] (RGASPI. F.545. Op.3. D.375-d.126 y RGASPI. F.545. Op.1. D.74-d.159).
Los mandos de ambas divisiones, el reincorporado Karol Wacław Świerczewski (alias Walter) y el recién llegado Hans Kahle, durante los días 15 y 16, transmitieron órdenes confusas, por no decir que contradictorias, lo que llevó a la desorientación y la falta de coordinación en el desarrollo de las operaciones.
Con toda premura se emprendían la jornada del 15 una serie de contraataques contra las tropas de Yagüe, caso del realizado con relativo éxito por el Batallón André Marty a mediodía. La jornada siguiente, sobre las 11 y media, se desata un furioso intento de las tropas franquistas por aislar Caspe mediante un avance por el este, con el objetivo de tomar la carretera de Maella. La tentativa, en principio, fue rechazada por la mitad del 10 Batallón de la XIV Brigada Domingo Germinal, pero la ofensiva se amplió a los sectores que defendían los dos batallones de la XII Brigada Garibaldi, dos compañías de la XV y el Batallón André Marty, alcanzando su cénit de violencia sobre las 18:00 horas. El efecto final fue la retirada del perímetro de defensa republicano con el consecuente riesgo de perder la ciudad sitiada. En ese proceso y como señalaba el Teniente Coronel Hans Kahle, la dudosa actuación del Comandante de la XII Brigada, Arturo Zanoni fue determinante[iv](RGASPI. F.545. Op.6. D.532-d.40).
El repliegue supuso que el día 17, la División 5ª de Navarra del Cuerpo de Ejército Marroquí, al mando del General Juan Bautista Sánchez, tomara la que había sido capital del Aragón republicano para el bando sublevado. Mientras, por el lado gubernamental, la 35 División abandonaba la primera línea para ser reconstruida en áreas más orientales y la 45 tomaba posiciones para defender el río Guadalope. Ese día, la XIV Brigada Internacional pudo desplegar sobre el frente por primera vez tres de sus batallones: el 10Domingo Germinal, el 12 André Marty y el 13 Henri Barbusse. El 9º Commune de Paris carecía de armamento y quedó en reserva. La jornada del 18, tras el regreso del comandante de brigada Marcel Sagnier (herido con anterioridad en un accidente), fue rearmado con el material de otras unidades que seguían huyendo y sería emplazado sobre la orilla izquierda del Guadalope, en torno a Miraflores, sobre la Cota 211, para sustituir a la 100 Brigada de la XI División de Lister. El 10 Batallón pasaba a la reserva en el Km. 36 de la carretera Escatrón-Gandesa. Desde esa jornada comienzan los dos bandos a fortificar ambas orillas del Guadalope. Por el lado rebelde, se desplaza a otro sector la 5ª División de Navarra, siendo sustituida por la 1ª, reforzada aún con más hombres y materiales (García Valiño 1949, 62-64). Mientras, la 45 División republicana se constituye definitivamente con el despliegue de sus tres brigadas relativamente completas.
Así: la XII Brigada (Fig. 4) Internacional ocupa la margen derecha del Guadalope desde la misma orilla del Ebro hasta precisamente la cota que es de interés en nuestro estudio, la 238, justo al norte de la carretera de Caspe a Maella, tras el paso por el puente de El Vado. Allí y en su entorno, en principio se situó su Primer Batallón, siendo sustituido al poco tiempo por el Cuarto dedicándose inmediatamente a tareas de fortificación. La unidad se completó en la noche del 17 al 18, cuando llegaban desde Extremadura su Segundo y Tercer batallones, a los que se sumaría después el Vaillant Couturier, que aunque pertenecía a la XIV Brigada, fue agregado a la XII. Su capacidad operativa era bastante deficiente, pues carecía de armamento adecuado. El 18 por la mañana las recién llegadas tropas de la 1ª División de Navarra (2º Regimiento) intentan romper el sector septentrional y penetrar a través de la carretera hacia Mequinenza, pero la línea garibaldina pudo resistir tras violentos enfrentamientos[v]. Lo mismo se intentó en torno al puente de El Vado y la Cota 238 con idéntico resultado[vi].
En continuidad hacia el sur, hasta el área de Miraflores, se encontraba la XIV Brigada Internacional que enlazará por fin, a partir del día 19 de marzo, por su flanco meridional con la 139 Brigada Mixta (reducida a dos batallones). Ese mismo día y en esa zona de unión entre ambas unidades se produjo un ataque de las tropas sublevadas que pudo ser de nuevo rechazado[vii]. El relato de los acontecimientos continúa siguiendo las notas del comandante de la XIV Brigada Marcel Sagnier (RGASPI. F.545. Op.3. D.399-d.210-222). Entre el 20 y 25 de marzo de 1938 se suceden los bombardeos aéreos y artilleros sobre las posiciones republicanas. El 25 al anochecer era evidente que se preparaba un ataque de gran envergadura, el Estado Mayor de la XIV Brigada declara el estado de máxima alerta y el mando de la División ordena el fuego artillero disponible sobre las concentraciones enemigas. La desproporción de hombres y medios empleados entre los dos ejércitos se ponía más que en evidencia[viii].
1.3 Segunda Fase de la Batalla de Caspe de 1938 (Figs. 5 y 11)
El día 26 comienza la Segunda Fase de la Batalla de Caspe. La XIV Brigada se encontraba en el centro de las posiciones ocupadas por la 45 División. Protegía la carretera principal de Caspe a Gandesa y las secundarias que pasaban por el antiguo puente de Masatrigos y la pequeña población de Miraflores. Sobre esas vías de comunicación las tropas franquistas concentraron el principal de sus esfuerzos (García Valiño 1949, 64-65), puesto que además era de los pocos sectores del entorno del Guadalope en los que se podían emplear tropas motorizadas. A las 8 de la mañana se iniciaba una masiva descarga de artillería de los sublevados, proseguida por intensos bombardeos y ametrallamientos aéreos. A las 10 se lanzaban al ataque las primeras oleadas de tropas carlistas y norteafricanas, apoyadas por un nutrido grupo de blindados (una compañía de Bandera de carros de combate de la Legión) que habían vadeado las zonas más llanas, principalmente hacia las posiciones del 13 Batallón y una compañía del 12 que defendían la Cota 201 (llamada Cabezo del Vado y más tarde renombrado a Cabezo de Monleón[ix]). Al mediodía los tanques llegaron a la carretera y desde una posición ventajosa, lograron diezmar (sólo sobrevivieron 15 hombres) a la compañía del 12 Batallón situada sobre el cerro, que hasta el momento había conseguido resistir a los bombardeos y rechazar los asaltos de la infantería[x].
Perdida la Cota 201 la situación del 13 Batallón quedó muy comprometida, debiéndose retirar hacia unas pequeñas lomas al este (Cota 189). En su ayuda llegó el 10 Batallón que se encontraba en reserva, atravesando desde su posición de origen un nutrido fuego de artillería y ataques aéreos. Pero ahora la situación había cambiado y se encontraban en seria desventaja frente a la mayor altura que ocupaban los enemigos.
Al otro lado de la carretera, sobre la Cota 238 en la que hemos hallado la fosa, el 12 Batallón sufrió grandes pérdidas, aunque consiguió mantener la posición al final del día, eso sí, con apenas 25 hombres en línea. En su informe, el Comisario de la Brigada Jeannot Hemmen, hace constar que la 12ª Brigada no había ocupado realmente su puesto junto a ellos y se encontraba algo más al este (RGASPI. F.545. Op.3. D.374-d.71).
Mientras, en la orilla izquierda del Guadalope, ya por la tarde, en la zona de la Plana Cabrera al norte de Miraflores, la acción de los sublevados se reactivaba realizándose un asalto por parte del Primer Regimiento de la 1ª División de Navarra (García Valiño 1949, 65) sobre el 9 Batallón de la XIV Brigada Internacional, en cuyo desarrollo moriría su Comandante, el argelino Rabah Oussidhoum.
Por la noche el mando de la División ordena un contraataque para recuperar la Cota 201. Debería comenzar a la 1 de la mañana con el concurso del Décimo y Decimotercer batallones de la XIV Brigada, a los que se debe sumar el 1º procedente de la XII Brigada. Éste llegaba a sus posiciones demasiado tarde y debió suspenderse la operación. La falta de coordinación y los reproches hacia el Comandante Zanoni abundan entre los informes de la XIV B.I.
Durante el día 27 se intenta otro movimiento ofensivo con el apoyo de un Batallón balcánico recién llegado de la 129 Brigada Internacional, pero en el momento de iniciarlo, ante el estupor del resto de tropas, esa unidad se dispersa por su propia iniciativa y se retira del frente con dirección a Maella. Por la tarde y ante la presión enemiga, las tropas de la XIV se deben retirar hacia posiciones más orientales. Por la noche el 10º Batallón se encontraba en el km 34 y el 12º dejaba la Cota 238 y ocupaba la parte oriental de la inmediata 236 enlazando con la Garibaldi que estaba en su parte oeste.
El 28 por la mañana se atacan todos los sectores de la XIV, el 12 Batallón se encuentra en una posición muy crítica, una columna motorizada avanza por la carretera y se debe emplear como último recurso la tropa del Estado Mayor y la del Depósito. Se envían tres tanques para contrarrestar a la columna, dos explotan y el tercero debe regresar. Se pide a la XII Brigada que envíe dos de los que dispone, pero los tanques han huido, de hecho en esos momentos gran parte de la Garibadi está ya en desbandada.
Lo mismo ocurrirá al día siguiente en el flanco izquierdo de la XIV, la 139 Brigada Mixta desaparecía. El Batallón André Marty, completamente aislado, consigue retirarse por la carretera durante la noche del 28 al 29. Esa última jornada por la mañana, sólo quedan luchando en el frente algunas unidades de la XIV Brigada de la 45 División en torno al Km 36 de la carretera. El 29 de marzo se recibe la orden de retirada hacia el km 38 y establecer allí una línea fortificada, no se consigue y en la noche del 29 al 30 se debe abandonar incluso la defensa de Maella.
También contamos con la perspectiva de los acontecimientos desarrollados (en ocasiones algo discordante con lo anterior) en torno a la zona concreta de nuestro interés (Cota 238), realizada por el Comisario inspector de las Brigadas internacionales Luigi Longo (Gallo) en su memoria sobre la XII Brigada:
El día 25 se intensificó el bombardeo sobre las cotas 238 y la 201 que flanqueaban la carretera y que permitían batir con ventaja el puente de El Vado, mal volado días atrás. El día 26 los franquistas atraviesan el río por la parte suroeste del puente y se apoderan de las cotas 201 y 184. Mientras, desde las posiciones del 4º Batallón, próximas al lugar donde se ha encontrado la fosa, se causaron al enemigo fuertes bajas, dada su posición dominante por altura[xi]. El macizo sur de la Cota 238, al norte de la carretera Escatrón-Gandesa, también correspondía en su despliegue a parte de la XIV Brigada, pero no estaba perfectamente cubierto por falta de fortificación, según las comunicaciones del 4º Batallón de la XII Brigada. Así mismo, por la noche se intentó efectuar un contraataque a la Cota 201 por fuerzas de la XIV Brigada y dos compañías del Primer Batallón garibaldino, éstas últimas bajo el mando del comandante Domenico Tomat. El intento resultó fallido y el enemigo mantuvo la posesión de tan importante loma que constituía la llave del sistema defensivo republicano (RGASPI. F.545. Op.1. D.74-d.170-171).
El ataque franquista por el sector de la XIV (relata el parte de operación de la Brigada Garibaldi) persistió durante la jornada del 27 de marzo con gran intensidad, logrando el enemigo apoderarse de las Cotas 239 y 227 al sur de la carretera Escatrón-Gandesa. Ante el peligro de infiltración por la retaguardia, se ordenaba al Primer Batallón de la XII B.I. que ocupara las lomas situadas al norte de la carretera, entre el Cuarto Batallón y el Camino de Ifesa, es decir, inmediatamente al este de la Cota 238. A las 17:00 horas resulta herido el jefe del Primer Batallón, comandante Domenico Tomat. La situación de esta unidad no era muy segura por encontrarse batida de frente y de flanco por la artillería y hallarse las posiciones sin fortificar. Tampoco ofrecía muchas garantías al mando el Batallón Vaillant Couturier, por no haber entrado nunca en combate (RGASPI. F.545. Op.1. D.74-d.173).
Como hemos visto y de nuevo Luigi Longo repite, las fuerzas de la XIV B.I. del Batallón André Marty que tenían encomendada la defensa del macizo sur de la Cota 238 se retiraban y se colocaban en la inmediata 236 y otras más orientales (RGASPI. F.545. Op.1. D.74-d.172). En la versión francesa el movimiento tenía lugar por la noche del 27, pero según el parte de Quinto Battistata, alias Raimondo, Comisario de la XII B.I., a las 13 horas del día 26 la compañía de reserva del 4º Batallón ocupaba la colina (ya en tierra de nadie) e incluso a las 15 horas, junto a dos compañías del 1er Batallón, impedían desde allí al enemigo cruzar por el puente de El Vado (RGASPI. F.545. Op.3. D.149-d.74). Todo esto choca frente a los informes de quienes estaban de hecho en el terreno, el Comisario del 4º Batallón Emilio Suardi, señala que en la noche del 27-28 (y sin referir tales movimientos), el 4º Batallón “permanecía en sus posiciones originales” desde las que observaba y confirmaba que la Cota 238 había sido abandonada por el André Marty(RGASPI. F.545. Op.1. D.74-d.174). Dado que veía la Cota 238, debía estar en las elevaciones inmediatas al norte y/o al este.
Tampoco el Comisario del 1er Batallón, Virgilio Oliva Alcántara, alude a la realización de tal acción y sí escribe que tras el intento fallido de contrataque contra la cota 201 en la madrugada del 27, se desplazaron como reserva en el entorno del 4º Batallón (RGASPI. F.545. Op.3. D.187-d.13). Así pues, cotejando los relatos discordantes de ambas Brigadas, podemos suponer que el 12º Batallón de la XIV se mantuvo en la Cota 238 entre los días 26 y 27 de marzo por la noche, mientras que el Cuarto Batallón de la Garibaldi se situaba en las elevaciones inmediatas al norte y al este hasta la mañana del 28, manteniendo dudas al respecto de que estuvieran realmente en la cima. Volviendo a las palabras de Suardi “Lo que se sospechaba como peligroso […] fue comprobado el día 28. Cerca de las 10, los fascistas[xii] habían ascendido la loma y lanzaban bombas de mano sobre nuestras trincheras. Fue en ese momento en el que comenzó la desbandada, replegándose nuestras fuerzas en desorden en posiciones de atrás” (RGASPI. F.545. Op.1. D.74-d.174). Todos los esfuerzos por evitar la caótica retirada fueron vanos, como lo confirma el informe del Comisario del Segundo Batallón Salomón Elguer, alias Carlos González Díaz (RGASPI. F.545. Op.1. D.74-d.174-175).
El desplome definitivo de todo el sector del Guadalope se produjo entre los días 28 y 29 de marzo de 1938. En ese tránsito hasta la caída de Maella y Fabara, ya en el vecino río Matarraña, los escuetos partes de guerra del ejército sublevado, sobre todo lo anterior, señalaban: 26 de marzo de 1938: “Otra columna ha pasado el río Guadalope, al sureste de Caspe, y venciendo la resistencia del enemigo, ha ocupado las Cotas 201, 184 y 187, recogiendo más de 300 muertos de los rojos y abundante material” (Gárate 1977?-1978?, 278). Por su parte, el entonces coronel García Valiño, registraba (sólo en ese día y entre sus tropas) unas “[…] sensibles bajas (unas trescientas cincuenta)” (García Valiño 1949, 65-66). En la siguiente jornada se vuelve a apuntar en los comunicados rebeldes: “En la carretera de Caspe a Gandesa el enemigo, que opuso bastante resistencia, ha sido arrollado y se han tomado las Cotas 269 [sic], 227 y 211, de las que huyó desordenadamente, dejando en nuestro poder más de 250 muertos, unos 100 prisioneros y mucho material” (Gárate 1977?-1978?, 279). El 28 continúa el avance “arrollando al enemigo que hizo resistencia y que dejó en nuestro poder cuatro carros rusos, mucho armamento y gran número de muertos”, y el 29 “En el sector de Caspe, después de vencer brillantemente fuerte resistencia en la que fue aniquilada una brigada enemiga que dejó el terreno cubierto de cadáveres y al que se hicieron 350 prisioneros”[xiii] (Gárate 1977?-1978?, 279). De todo ello podemos deducir que si bien en los primeros momentos, la recogida de los cadáveres sobre el campo de batalla pudo realizarse por ambas partes, pronto y a causa de sus derrotas, las tropas republicanas debieron dejar de hacerlo.
2. OBJETIVOS
Como ya hemos señalado al principio de la introducción, conforme a lo previsto en el punto 1 del artículo 13 de la LEY 52/2007, de 26 de diciembre, solicitamos y obtuvimos el permiso de excavación arqueológica a la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón. Los objetivos se han ceñido a lo expuesto en los artículos 12 a 14 de la citada Ley, así como al Protocolo de exhumación de restos humanos relacionados con la Guerra Civil dentro del proyecto Amarga Memoria del Patrimonio Cultural de Aragón.
3. METODOLOGÍA
A pesar de las carencias materiales por la total falta de apoyo institucional que acompañan en el momento actual a las exhumaciones relacionadas con la Guerra Civil, se han seguido los procesos técnicos que marca la metodología arqueológica en materia de intervención en contextos con hallazgos de restos óseos humanos. En lo relativo a muertes violentas como es el caso, se han combinado con métodos específicos propios del ámbito de las Ciencias Forenses. De ahí que ha sido de aplicación la sistemática de trabajo establecida por la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, conforme al Manual sobre la prevención e investigación eficaces de las ejecuciones extralegales, arbitrarias o sumarias suscrito en Nueva York en 1991, en especial en lo referido en su apartado V sobre el Protocolo modelo de exhumación y análisis de restos óseos[xiv].
4. RESULTADOS
Dada la premura en la redacción de este avance de la intervención, restan por completar algunos de los análisis forenses. A pesar de ello hemos querido realizar un adelanto sobre el resto del proceso arqueológico y documental.
En el tercio superior de la elevación que constituye la “Cota 238” (Fig. 1) afloran sobre la ladera varios bancos horizontales de arenisca de mediana potencia separados por estratos de margas. La erosión diferencial socaba las tierras más blandas dejando así minúsculos abrigos bajo los niveles más resistentes. Aprovechando este endeble parapeto, parece probable que durante las jornadas de los combates o en las anteriores, los soldados de las Brigadas Internacionales que allí se encontraban, intentaran construir algún tipo de defensa.
Hemos apuntado con anterioridad como los informes de la Garibaldi señalaban que el macizo sur de la colina estaba completamente abandonado y sin fortificar. Pero justo encima del lugar del hallazgo de la fosa, encontramos una oquedad en el farallón que fue cerrada con algunas piedras colocadas en seco y que pudo servir como posición para algún tirador. También entra dentro de lo probable que a sus pies se excavase una improvisada trinchera en la tierra (con apenas dos metros de longitud en su eje máximo) y que ésta fuera después reutilizada para arrojar los cadáveres hallados en el entorno. A ello apunta la planta de la fosa en forma de media luna con su lado convexo orientado hacia la carretera por la que llegaría el enemigo. Aunque tampoco se ha de descartar que fuese obra de quienes los enterraron. En todo caso, ambas hipótesis asumen el traslado de los cadáveres desde el lugar en el que ocurrió su fallecimiento al de la deposición conjunta y sin ningún tipo de señalización. La estratigrafía refleja que sobre esta interfacies simple y sin cuidado alguno, se lanzaron los cuerpos de los tres soldados uno tras otro. Al menos fueron dos las personas que lo hicieron, repitiendo similares gestos en su tarea. Así los pies quedaron todos amontonados en el extremo suroriental del hoyo donde los soltaban, mientras que la parte superior se acomodaba al fondo disponible o a su nueva superficie tras golpear sobre el cadáver anterior. Todo ello fue cubierto someramente con tierra que con los años se ha ido deslizando hasta dejar casi al aire algunos de los huesos del brazo derecho del Soldado nº2. Esa pista sirvió a alguien, en un momento indeterminado pero no muy lejano, para removerlos y realizar un pequeño agujero (UE 1001). Entre la tierra revuelta hallamos ocho cartuchos 7.62 x 54 R Russian Mosin-Nagant, uno de los cuales permanecía aún cubierto con el basto papel de los envoltorios de esta munición cuando era destinada para cargar las cintas de las ametralladoras. Presentan sobre el anillo del culote las marcas: л/26, fábrica de Lugansk (U.R.S.S) y П/26, fábrica de Podolsk (U.R.S.S), ambas hechas en 1926 (Дмитрий и Андрей 2010, 62). Junto a ellos algunos trozos más de ese papel y de una cartuchera de cuero bastante destruida.
Durante la limpieza de la superficie del área que delimitamos para excavar (2,5 x 2.3 m) se recogieron bastantes restos de metralla procedentes de mortero y de proyectiles de artillería de gran calibre, así como balas aplastadas por impacto, lo que constata el violento bombardeo y ataque al que fue sometida la ladera.
Por lo que respecta a la tierra que rellenó la tumba (UE 1004, Fig. 14), aparte de los hallazgos que llevaban los soldados entre sus uniformes, destaca un fragmento de cuello y borde de botellita de vidrio decorada sobre el cuello con una moldura pellizcada. Por debajo se observan una serie de motivos agallonados en relieve. El modelo corresponde perfectamente con el utilizado en aquellos años por la empresa de “Anís Machaquito”, Rute (Córdoba)[xv]. Es interesante destacar que en todo el paquete de tierra no se encontraron casquillos disparados, aunque sí un lateral de hierro galvanizado de una caja de munición. Estos datos llevan a pensar (respecto a los supuestos que antes planteamos) que bien la trinchera no fue utilizada en combate o que la fosa fue obra de los enterradores.
4.1. Soldado 1 (Figs. 17, 18 y 19)
Fue el último en ser enterrado, cayendo directamente sobre el Soldado 3 y parcialmente sobre el nº 2. Aparece en posición de decúbito prono. Al ser arrojado, su cráneo golpeó contra una gran piedra que había en uno de los extremos del hoyo y se fracturó. Como consecuencia las vértebras del cuello quedaron dislocadas. Durante el proceso de excavación no se pudo determinar otra herida anterior, aunque deberemos esperar a finalizar completamente los análisis forenses.
Bajo y junto al cuerpo, en la zona comprendida entre su cabeza, pecho y buena parte de su brazo derecho, fueron apareciendo diversos elementos que le pertenecían (Fig. 19). En primer lugar un distintivo en latón de tirador de las compañías de ametralladoras republicanas (Figs. 19.1 y 20.4).
Fue estampado para mostrar en relieve sobre su cara frontal una ametralladora modelo “Maxim”[xvi]. Ésta aparece con el cañón hacia la izquierda, colocada sobre su afuste con ruedas y escudo protector. Se detallan además algunos otros mecanismos que componían el conjunto. El reborde de la pieza también está en relieve. Las zonas planas entre las resaltadas están cubiertas por restos de pintura de color rojo. Conserva una perforación en su cara frontal izquierda con trozos de un cordón y tela para su sujeción sobre el uniforme. La parte derecha está en peor estado. La cara posterior muestra los mismos motivos que la frontal pero en hueco (Altura 3.2 cm, grosor 0.2 cm, anchura fracturada 4.8 cm). Parece probable que la pieza estuviera cosida sobre el bolsillo derecho de una guerrera que ha quedado atestiguada por cuatro botones circulares metálicos de sección convexa con pie incorporado (Figs. 10.2-3-8 y 20.10). La parte exterior es de latón, mientras que el interior y el pie son de hierro (Diámetro 2.1 cm, grosor 0.5 cm y grosor con pie 1.3 cm). En correspondencia con la posición que debía ocupar el bolsillo superior derecho apareció un conjunto de materiales que debían encontrarse en su interior:
Anillo metálico del Partido Comunista con aro aplanado y extremos separados (Figs. 9.6 y 10.3). Chatón rectangular con los bordes en relieve. En el interior (también en resalte) estrella de cinco puntas cobijando una hoz y un martillo entrecruzados. En la parte superior, a izquierda de la estrella, letra “P”. En la misma posición, pero a la derecha, letra “C”. Adheridos a él por el óxido, varios trocitos de tela y cordel que pudieron ser parte de un pañuelo, tal como demuestran algunas fotografías de Brigadistas Internacionales que los utilizaban (además de en su función evidente anular) como sujeción y decoración al cuello[xvii].
Dos láminas de revestimiento y otra del centro en latón de una navaja multiusos (Figs. 19.4 y 20.5). Las piezas de acero se han corroído por completo y sólo permanece un poco de la base de la hoja principal, su pasador así como el punzón y anclaje en su parte inferior derecha. En ese lado, pero en la parte superior, una hendidura para acomodar el abrelatas plegado y a su derecha rebaje para facilitar la apertura del destornillador. La parte inferior izquierda muestra el hueco para el sacacorchos desaparecido. Todas estas características más la presencia de vestigios de fibra o celuloide del revestimiento exterior, así como la distribución de los tres pasadores restantes, corresponden bastante bien con el modelo de “couteau d’officier et de sport” patentado en 1897 por la actual empresa suiza Victorinox fundada por Karl Elsener[xviii].
Portaminas metálico (Figs. 19.5 y 20.2) similar al modelo de los años veinte y treinta de la marca norteamericana “Eversharp“[xix]. La parte baja del cuerpo aparece rajada y doblada, dejando ver parte del mecanismo interior. El cuerpo o barril muestra una decoración de estrías paralelas a lo largo de toda su longitud. La parte de agarre es lisa y cónica. No se aprecian en su estado actual marcas de fabricante. Se encuentra pegado por óxido a un cordel y un trozo de tela del uniforme.
Tanto la navaja como el portaminas no formaban parte del equipo estándar asignado a los soldados de las Brigadas Internacionales. Pudiera ser que los hubiera adquirido por su cuenta, pero es de señalar que precisamente ambas cosas eran parte de las que se entregaban como recompensa “à ceux qui ont le mieux combattu” durante algunas celebraciones y homenajes (RGASPI. F.545. Op.3. D.399-d.75-76). Completan el conjunto dos lapiceros de madera muy gastados (Figs. 9.5 y 10.6), con apenas cinco cm de longitud, restos de tela de la camisa, un corchete metálico y un estuche doblado de papel de fumar (Figs. 19.7 y 20.8) de arroz marca Bambú[xx]. Bajo el tronco también hallamos botones de concha de la camisa (Fig. 20.11). En las partes que debían corresponder con los puños de las mangas y en ambos brazos había sendos gemelos de metal, cuyo botón visible es de forma rectangular con los lados cortos redondeados (Fig. 20.7). Presentan un monograma de “S”. El borde externo está rebajado y decorado con una esquematización de guirnaldas. El botón interno (sólo se conserva en uno) es más ovalado y el pasador de ambos es de sección rectangular. No fue extraño el uso de parte de la vestimenta civil entre la de las tropas de las Brigadas Internacionales (Bradley 1994, 12), pero no parece habitual llevar estos concretos complementos durante el combate. Lo que sí pudiera ser trascendente a la hora de poder identificar al soldado es si esa letra “S” correspondiera con la inicial del nombre o apellido del fallecido.
Rodeando la cadera encontramos un cinturón de cuero (Fig. 19 y 20.1) que se cerraba con una hebilla metálica (M 1931), en la que aparece en relieve el emblema de infantería compuesto por una corneta entre espada y mosquete cruzados (Quesada 2015, 43). En ella ya no está la anterior iconografía monárquica que remataba con una corona. Dos cartucheras rectangulares (también de cuero y del modelo M 1923) se sujetaban en la correa hacia el frente del cuerpo. A la espera de un trabajo de restauración, sólo hemos podido observar el contenido de una de ellas: dos paquetes de papel recio, sujeto y atado con finas cintas tejidas, en cuyo interior se almacena (en cada uno) 15 cartuchos 7.62 x 54 R Russian Mosin-Nagant sueltos (Fig. 10.9), tal como correspondería a la munición embalada de origen para las ametralladoras Maxim (Кулин 1935). Los cartuchos muestran todos las marcas л/26 de la fábrica de Lugansk (U.R.S.S.) hechos en 1926 (Дмитрий и Андрей 2010, 62), coincidiendo con las halladas en la UE 1001. Las balas presentan cubierta de latón.
Por último y sobre los pies, dos botas de cuero con caña un poco por encima de los tobillos, pequeña oreja posterior, talonera, lateral y pala de una pieza, anudadas con cordones sobre el empeine, suela lisa con ligero tacón.
4.2. Soldado 2 (Figs. 17, 18 y 21)
Segundo en ser enterrado. La parte inferior de las piernas quedó sobre la del nº 3 y bajo las del nº 1, pero al contrario que éstos, fue transportado boca arriba. Quien llevaba sus pies los dejó caer tal cual a peso, mientras que el que lo portaba por sus hombros lo lanzó con más fuerza, de manera que hizo girar hacia la izquierda la parte superior del cuerpo. Éste se adaptó al fondo de la fosa en su área más convexa, quedando el brazo izquierdo extendido hacia arriba y apoyado sobre el soldado nº 3, con tronco y cráneo también rotados en el mismo sentido. El brazo derecho fue afectado por el agujero reciente (UI 1001) y sus huesos desplazados antes de nuestra intervención.
Sobre la parte posterior de las vértebras cervicales se encuentra incrustado un gran fragmento de metralla de obús, lo que seguramente pudo ser la causa de su fallecimiento. Igualmente y tal vez indicando así su cercanía a una explosión, no hemos encontrado su pie derecho desde la altura de los maléolos de tibia y peroné. Es posible que presente más heridas pero deberemos esperar a finalizar completamente los análisis forenses.
Ninguna pertenencia fue detectada sobre el tronco y cadera. Eso contrasta con los materiales de la UI 1001 que le afectó en parte y entre los que había trozos de cartuchera y cartuchos sin disparar. Lamentablemente esa información se ha perdido. En todo caso, también es posible que no llevase este tipo de correajes por haberlos perdido por la onda expansiva u otra causa.
A la altura del bolsillo izquierdo del pantalón, junto al fémur, encontramos varios trocitos de papel impreso (Figs. 21 y 22). En una primera impresión a falta de restauración, se observan partes de palabras en negrita, seguidas por texto en cursiva entre paréntesis y el resto en tipografía normal. En su estado actual no hemos podido reconocer nada legible, pero el esquema compositivo hace razonable pensar en que se tratase de un diccionario de bolsillo. Ello no obliga a que su portador procediese de fuera de España, pero en el entorno del que estamos relatando de marzo de 1938 y en la Cota 238, parece bastante posible.
A la misma altura que lo anterior, entre las piernas, encontramos una cinta de 1.5 cm de anchura formada por tejido entrecruzado que deja áreas romboidales caladas. Nos recuerda a las empleadas para extraer el primer paquete de munición para ametralladora 7.62 x 54 R de sus latas de almacenaje. Junto a ella una pieza pequeña de cuero ovalada.
La única bota conservada del pie izquierdo es similar a la del soldado 1, aunque con la diferencia de que los laterales están formados por dos piezas cosidas a la pala.
4.3. Soldado 3 (Figs. 17, 23 y 26)
Primer soldado enterrado. Después fue cubierto parcialmente por el nº2 y casi completamente por el nº 1. Como este último, fue arrojado boca abajo, aunque esta vez su brazo derecho quedo ligeramente flexionado por encima de la cabeza mientras que el izquierdo se doblaba por el codo hasta quedar la mano bajo el tronco. Las piernas también se flexionaron por las rodillas para adaptarse al irregular fondo de la fosa. Si bien la extremidad izquierda quedó en una posición natural, la derecha está girada en exceso hacia la izquierda, sobre todo tobillo y pie. La dislocación pudo ser anterior al depósito, pero también pudo producirse por el impacto contra el suelo y/o ayudada por otro elemento bastante pesado que había enredado en ese pie. Rodeando la bota hallamos los restos de un cinturón con tirantes de cuero, hebillas y remaches metálicos, así como dos cartucheras que debían pertenecer a este soldado. Una de ellas contiene (en bastante mal estado por la corrosión) cinco peines cargados cada uno con cinco cartuchos 7.62 x 54 R (Ordenance Corps 1954, 19). Los visibles indican marcas 60/31 de la fábrica de Frunze (U.R.S.S.) (Дмитрий и Андрей 2010, 62) hechos en 1931. La otra, completamente llena, con diez peines y cincuenta cartuchos, sólo permite observar algunos culotes con marcaje 25/У de Uliánovsk (U.R.S.S.) (Дмитрий и Андрей 2010, 62) de 1925. Es de destacar que en ambas cartucheras y para optimizar su distribución, los peines aparecen perfectamente alternados hacia arriba y abajo en dos hileras de cinco.
En el trabajo de campo no hemos podido determinar la existencia de heridas aparentes que hubiesen causado la muerte del soldado.
Por detrás del cuello se sostenía lo que interpretamos como una bandolera dada su amplia longitud (Fig. 13). A ella iban sujetas dos cartucheras, que tras los movimientos a los que se sometió al cuerpo, quedaron retenidas por sus extremos. La mayor parte de este cinto estaba bajo el cuerpo, aunque los contenedores de cuero terminaron junto a su lado derecho. La más cercana a las costillas contiene diez peines cargados con cincuenta balas 7.62 x 54 R. La mayoría aparecen distribuidos como acabamos de comentar, alternados hacia arriba y abajo, pero en una de las hileras no se mantuvo ese precepto, quedando dos con las balas hacia abajo, otros dos al contrario y uno como el primer par. De nuevo sólo hemos podido observar algunos culotes debido a la corrosión de los peines. Se trata de П/23 fabricados en Podolsk en 1923 y 60/35 en Frunze (U.R.S.S) en 1935 (Дмитрий и Андрей 2010, 62).
La otra “cartuchera” hallada junto al fémur derecho contenía dos granadas de mano (al parecer de fabricación española) a las que se denomina “saleret”[xxi]. Su cuerpo o tonelete de hierro es muy similar a los modelos F1 franceses y rusos de la Primera Guerra Mundial (Rottman 2015, 19 y 30). En uno de sus extremos se encuentra atornillado el artificio cilíndrico con un tubito central de toma de fuego hecho en latón y en el que se alojaba una mecha que debía ser encendida antes de lanzarla.
Bajo el pecho se ha conservado buena parte del tejido y botones de una camisa, así como de los bolsillos de la guerrera. En el derecho volvimos a encontrar dos estuches de papel de fumar de arroz marca Bambú similares a los del Soldado nº1.
Entre las dos rodillas (Fig. 23) hallamos una corta leontina de bronce formada por una cadena de eslabones ovalados en cuya parte media se enlazan a tres aros soldados. En uno de los extremos posee un cierre de reasa, mientras que en el contrario otro aro sostiene (a través de una perforación) una moneda de plata de 10 centavos de Patacón argentino de 1883[xxii] (Fig. 27).
En el cono sur americano ha tenido y tiene un valor real y simbólico que la hace digna de atesoramiento y ostentación[xxiii]. En el caso de un soldado perteneciente a las Brigadas Internacionales, la destacada presencia de la efigie de la Libertad podría ser aún más icónica. ¿Hemos de suponer que el portador procedía de Argentina o de un país vecino? No necesariamente ha de ser así, por muy diversas circunstancias pudo haber acabado entre sus pertenencias. Lo que sí puede resultar sintomático del momento y el lugar es que precisamente en la XII B.I. lucharon bastantes de los voluntarios procedentes de esa zona de América. De hecho, a no mucha distancia de la Cota 238 (en la que recordemos debió estar su Cuarto Batallón), un poco al norte, estaba su Segundo Batallón, cuyo Comisario Político era el anteriormente citado (vid. supra Apartado 1.3) Salomón Elguer, alias Carlos González Díaz, natural de Buenos Aires[xxiv] que sobrevivió a la batalla y regresó a Argentina. Por otro lado el listado de desaparecidos argentinos de las Brigadas Internacionales no indica esa circunstancia o la muerte de alguno de ellos entre el 26 y 27 de marzo de 1938 en Caspe (RGASPI. F.545. Op.6. D.220-d.44 y 47).
Para finalizar, se han conservado las dos botas, similares en su factura a las de los Soldados 1 y 2. En el caso de la derecha hallamos incluso un calcetín de color negro.
5. CONCLUSIONES
Tras la aproximación a las fuentes documentales y la descripción de los hallazgos arqueológicos realizados en la fosa de la Cota 238 junto al río Guadalope, creemos que tenemos suficientes certezas como para afirmar que los tres soldados hallados pertenecían a las Brigadas Internacionales. Su fallecimiento debió producirse en las inmediaciones, durante la Segunda Fase de la Batalla de Caspe, entre los días 26 y 27 de marzo de 1938. El Soldado nº 1 podría pertenecer a la compañía de ametralladoras del 12º Batallón André Marty de la XIV B.I. La Marsellaise, aunque no descartamos su vinculación al Cuarto de la XII B.I. Garibaldi.
Pocas dudas se plantean a la hora de identificar su ideología política al ser portador de un anillo del Partido Comunista. El Soldado nº 2 tenía entre sus pertenencias un diccionario de bolsillo, cuya necesidad, fuera cual fuese su nacionalidad, sólo tenía sentido entonces y allí para un voluntario de las Brigadas Internacionales. El Soldado nº 3 guardaba una leontina con una moneda de diez centavos de Patacón argentino de 1883, circunstancia que le aproximaría quizá hacia su pertenencia a la XII B.I.Garibaldi. El resto de sus uniformes y armamento corresponden perfectamente con los que debían llevarse en aquellas fechas por el Ejército Popular de la República.
Respecto a su origen, sabemos que más o menos la mitad de los componentes de esas dos Brigadas eran de nacionalidad española, siendo el resto mayoritariamente italianos, franceses y belgas, aunque también los había de otros países como el caso citado de Argentina. Con fecha de 9 de marzo de 1938 se indica que en la XIV Brigada, el 60% de sus componentes eran españoles (RGASPI. F.545. Op.3. D.375-d.105). Para nuestro mayor interés el 24 de marzo de 1938 (dos o tres días antes de que murieran los militares hallados), en un informe del Batallón André Marty de la XIV B.I. se contabilizan 76 franceses, 85 belgas, un suizo, un portugués, un polaco y un alemán, aparte de los españoles (RGASPI. F.545. Op.3. D.412 – d.7). Otro asunto más complejo va a resultar el reconocimiento personal de los fallecidos. En primer lugar no hemos hallado chapa de identificación alguna. Bien pudo ser que se las quitaran, o lo que es más factible que no las tuviesen, porque de acuerdo con lo expuesto en una carta del 12 de agosto de 1938[xxv], su distribución no había sido hasta entonces sistemática y por lo tanto ineficaz. En el escrito se solicitaba el apoyo del Syndicat des Métaux francés para disponer de una cantidad importante, así como de suficiente calidad[xxvi].
Nuestra siguiente vía de análisis ha sido la consulta de los listados referidos a prisioneros y desaparecidos ordenados por nacionalidades que existen en el fondo RGASPI[xxvii]. Por desgracia (aunque es algo comprensible dado que refleja el caos que se vivió) la mayoría de los datos referentes al lugar de la desaparición/muerte y sus fechas son muy amplios o difusos. Así en muchos de los casos asientan: “fin de marzo, principios de abril 1938 / Aragón”, mientras que son pocos los que indican específicamente “Caspe”. Por el momento ninguno de ellos coincide con el margen temporal que manejamos, ni con el lugar. Otro recurso lo constituyen los resúmenes estadísticos de cada una de las Brigadas. Una vez revisados, observamos que pueden coincidir, o no, con los anteriores. Los partes que se acumulan tienen importantes lagunas coincidentes generalmente con los peores días de combate, en los que difícilmente debía haber posibilidad de hacerlos, o incluso de que se conservaran si sobrevivían sus redactores. De la XII B.I. encontramos apuntes entre los días 16 al 20, saltando al 26 de marzo para inmediatamente pasar al 15 de abril.
Aun así para esa jornada del 26, hemos encontrado la noticia del fallecimiento en un sitio muy próximo a la Cota 238 del soldado español Ángel Mejías Corral (4ª Compañía) por causa de un bombardeo artillero, así como la del capitán italiano Primo Segalini (3ª Compañía) por herida de bala en la cabeza, los dos pertenecientes al 4º Batallón de la XII Brigada Garibaldi (RGASPI. F.545. Op.3. D.163-d.51)[xxviii]. En el caso de la XIV B.I. la redacción se hizo a mediados de abril y sin referencias excesivamente concretas, salvo en el caso de los oficiales (RGASPI. F.545. Op.3. D.385-d.102-120). No por todo lo anterior perdemos la esperanza, puesto que dispersos entre miles de otros documentos y catalogados en otras secciones, hemos encontrado notas sobre defunciones que en el futuro podrían aclarar la identidad de los fallecidos.
Mientras tal vez llegue el momento de comunicarlo a sus familias y tras el análisis forense, en atención al artículo 13, párrafo 4º de la Ley 52/2007 los tres soldados serán inhumados en el cementerio municipal de Caspe[xxviv], acto que será organizado por la Asociación Bajoaragonesa de Agitación y Propaganda.
Sin duda aquellas jornadas entre las colinas cercanas al río Guadalope fueron de las más crueles y sangrientas en la Guerra Civil española. Hoy apenas son un apunte rescatado a través de los cuerpos de quienes dejaron su vida.
Salvador Melguizo.
El presente trabajo ha sido presentado en el I Congreso de Arqueología y Patrimonio Aragonés, desarrollado en Zaragoza entre los días 24 y 25 de noviembre de 2015.
Agradecimientos:
Javier Ballabriga, Amadeo Barceló, Julio Bayo, José Antonio Benavente, David Bonastre, Jesús Cirac, Eduardo Diez, Carlos Garcés, Manuel García, Asociación de Ganaderos de Caspe, Ray Hoff, Pablo Ibáñez, José Ignacio Lorenzo, Santiago Martínez, Jesús Orea, Pedro Rodríguez, Cristina Sánchez, Sven Tuytens y Alan Warren.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Libros, revistas y manuales.
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[i] http://sovdoc.rusarchives.ru/#main (consultado el 15 de diciembre de 2015).
[ii] Autobiografía novelada de los acontecimientos desde la perspectiva de un brigadista norteamericano en Wolff 2005, 270-307.
[iii] Autobiografía de los acontecimientos desde la perspectiva de un brigadista francés en Duguet 1994.
[iv] Durante la noche del 16 al 17 “el Mayor Don Arturo Zanoni, que ejercía el mando de la XIIª Brigada Internacional perteneciente a la G. U. de mi mando, me facilitó informaciones falsas, según las cuales el enemigo había conseguido ocupar la Ciudad de Caspe. En virtud de la orden facultativa que había recibido del Jefe del Vº Cuerpo de Ejército para el caso de que esta eventualidad pasara a realizarse, y dando crédito a las informaciones de dicho Mayor, ordené el repliegue de las fuerzas para que tomaran posiciones en la margen del río Guadalope” (RGASPI. F.545. Op.6. D.532-d.40).
[v] El relato republicano en RGASPI. F.545. Op.1. D.74-d.164-170.
La versión de los sublevados atribuye una mayor amplitud al avance, aunque se indica la gran dificultad para lograrla: (García Valiño 1949, 63).
[vi] Realizado por el 4º Regimiento de la 1ª División de Navarra (García Valiño 1949, 63) y rechazado por el Batallón André Marty de la XIV BI (RGASPI. F.545. Op.3. D.412-d. 1-2 y 6).
[vii] Realizado también por el 4º Regimiento de la 1ª División de Navarra (García Valiño 1949, 63). Se opuso el Batallón Commune de Paris de la XIV BI (RGASPI. F.545. Op.3. D.410-d. 97).
[viii] Aparte de la total superioridad aérea de los sublevados, mientras por parte de toda la 45 División republicana se dispuso únicamente de cinco cañones (RGASPI. F.545. Op.3. D.399-d.202), los golpistas desplegaban “21 baterías en un frente de un kilómetro” (García Valiño 1949, 65).
[ix] Tan sonoro nombre fue atribuido al lugar a principios de los años 50 del siglo pasado por el profesor Antonio Beltrán, al comienzo de sus excavaciones en el poblado del Bronce Final que ocupa la cima de la elevación (Beltrán 2003, 220).
[x] Desde la perspectiva del enemigo: “[…] irrumpe también por el vado, la compañía de carros, que decidió definitivamente el resultado victorioso del combate” (García Valiño 1949, 65).
[xi] El requeté Carmelo Revilla describe, aunque desde la perspectiva del otro bando, la peligrosidad y las grandes bajas causadas desde la cota 238 (Revilla, 1975, 168-169).
[xii] 2º Regimiento de la 1ª División de Navarra según García Valiño 1949, 66.
[xiii] “El enemigo había dejado el campo materialmente cubierto de cadáveres, armas, municiones y artefactos de todas clases. De los primeros se contaron más de 400 y se habían hecho 350 prisioneros. La victoria había sido completa y compensaba de todos los esfuerzos y sacrificios, que no fueron pocos, ya que por nuestra parte tuvimos más de 700 bajas, algunas muy sensibles” García Valiño 1949, 66-67).
[xiv] United Nations manual on the effective prevention and investigation of extra-legal, arbitrary and summary executions, U.N. DOC. E/ST/CSDHA/.12 (1991). http://www.unrol.org/doc.aspx?d=2757 (consultado el 21-7-2015).
[xv] http://www.machaquito.com/ (consultado el 21-12-2015).
[xvi] El distintivo anterior al inicio de la Guerra Civil mostraba una ametralladora Hotchkiss. Ese modelo fue utilizado en la contienda tanto en el bando sublevado como en el gubernamental, pero en este último se fue cambiando por el que aparecía la Maxim, posiblemente a partir de la Circular del 9 de julio de 1936 en la que se adjudicaba (entre otras cosas) la fabricación de 2286 distintivos especiales de ametralladoras. Diario Oficial del Ministerio de la Guerra. Año XLIX-Nº 157. T. 3, p.90.
[xvii] Como puede verse en las capturas de Robert Capa con referencia PAR115512 y PAR115508 en http://www.magnumphotos.com (consultado el 21-7-2015). Agradecemos a Pedro Rodríguez Simón la observación de este detalle.
[xviii] Catálogo Karl Elsener 1903 en http://www.sakwiki.com/tiki-index.php?page=Victorinox+Swiss+Army+Knife+Catalogs (consultado el 10-12-2015).
[xix] Si bien como marca desapareció a finales de los años cincuenta del siglo pasado, recientemente ha sido relanzada. https://www.wahleversharp.com/ (consultado el 15-12-2015).
[xx] Texto cara solapa: MAR[CA] / Bambú / SOBRINOS de / [R. ABAD] SANT[ONJA] / [·ALC]O[Y]. La cara posterior es ilegible por hallarse cubierta con parte de tejido del uniforme.
[xxi] http://www.amonio.es/granadas.htm (consultado el 15-12-2015).
[xxii] Moneda circular. Diámetro: 18 mm, grosor 1 mm, peso 2.5 g. Anverso: Cabeza de La Libertad (a izquierda) con gorro frigio. Nombre en la base del cuello: OUDINÉ. Leyenda: (borde superior) LI [BE] RTAD. Desaparecidas las letras BE por la perforación. A izquierda y derecha, y en la base tres estrellas de 6 puntas como separadores. Abajo a la izquierda: 10 CENTᵒˢ. Abajo a la derecha: 9Dᵒˢ FINO.
Reverso: escudo de armas bastante desgastado con 14 banderas y dos cañones. Leyenda: REPUBLICA ARGENTINA. Exergo entre dos separadores de estrellas de 6 puntas 1[88]3. Desaparecida buena parte del primer 8 y todo el segundo por la perforación.
Canto: acordonado con estrías. Borde Elevado, encadenado en ambas caras. Alineación Moneda ↑O↓
[xxiii] Federico de Ansó: El Patacón. En la web del Centro Numismático de Buenos Aires: http://www.cnba.org.ar/el_patacon.html (consultado el 17-12-2015).
[xiv] Sus informes sobre esos combates en RGASPI. F.545. Op.3. D.188-d.17-23 y su biografía de militante en RGASPI. F.545. Op.6. D.225-d. 63-70.
[xxv] Dirigida al Inspector General de las Brigadas Internacionales André Marty, firmada por el Comandante de la XIV Brigada Marcel Sagnier y el Comisario Político Henri Tanguy.
[xxvi] Antes, el trabajo se había encargado a una fábrica de Madrid, pero al salir de urgencia hacia el frente de Aragón, no se pudieron recoger. Entonces se trataron de obtener de otra empresa de Barcelona cuyo producto resultó inservible. Al final se optó por hacerlas en el mismo campo de batalla, a partir de cajas de munición y otros restos, aunque aquello no era en absoluto fiable (RGASPI. F.545. Op.3. D.375-d.161).
[xxvii] Nos hemos centrado principalmente en los franceses (RGASPI. F.545. Op.6. D.1045), Belgas (RGASPI. F.545. Op.6. D.241), italianos (RGASPI. F.545. Op.6. D.486) y españoles (RGASPI. F.545. Op.6. D.450 a 453).
[xxviii] Mencionado también en Calandrone 1962, 282 y 430. En los posteriores listados de Pietro Pavanin se indica su fallecimiento durante los combates en la zona del río Ebro de septiembre de 1938 (RGASPI. F.545. Op.6. D.505-d.90). En todo caso, parecen más correctos los informes directos en Caspe de Emilio Suardi.
[xxviv] Expediente 6204/2015 de la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Caspe. En sesión ordinaria celebrada el 30 de septiembre de 2015 acordó acceder a la solicitud de la Asociación BAP para la adecuación de un terreno adecuado en el cementerio. Comunicado el 6 de octubre de 2015.
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