dilluns, 1 d’abril del 2013

Al menos 34 ciudarrealeños fueron esclavos durante el franquismo en los Pirineos


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Así se podrá descubrir en una exposición en la UCLM

 
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30/03/2013 - 19:56
Mercedes Camacho
Ciudad Real

La exposición titulada “Esclavitud bajo el franquismo: carreteras y fortificaciones en el Pirineo Occidental” -comisariada por el doctor en Historia y profesor en el Departamento de Economía, Área de Historia e Instituciones Económicas, de la Universidad Pública de Navarra, Fernando Mendiola Gonzalo- consta de un total de dieciséis paneles en las que se reflejan las obras realizadas por los batallones, tanto en el conjunto del estado español como, de manera más específica, en el Pirineo vasco, según explicó a Lanza el codirector de la jornada, el  doctor y profesor titular de Historia Contemporánea en la Universidad de Castilla-La Mancha, Pedro Oliver. 
Los paneles se dividen en tres campos temáticos. El primero de ellos, “Toda una red de esclavitud”, explica la instauración de las diferentes modalidades de trabajos forzados, así como su extensión por todo el territorio estatal.
El segundo, “Poco pan y muchos palos”, se centra en la experiencia de los prisioneros que trabajaron en las fortificaciones y carreteras pirenaicas.
Finalmente, en el tercer bloque, “Más allá de las alambradas”, se analiza quiénes fueron los beneficiarios de este trabajo forzado, así como el impacto que han tenido en los pueblos pirenaicos, en las familias de los prisioneros, y en la memoria colectiva.

Gran trabajo

Esta exposición -junto a una web, un libro, audiovisuales, una guía didáctica, un dvd documental, documentos...- forma parte del proyecto “Esclavos en la frontera pirenaica”, impulsado por el Instituto Gerónimo de Uztariz y la Asociación Memoriaren Bideak. 
Uno de los principales objetivos de este proyecto, según informan en su web, es el reconocimiento social a quienes dejaron años de su juventud trabajando como esclavos en las montañas del Pirineo, y por eso recogen en la misma los nombres del mayor número posible de personas implicadas que se irán ampliando según se vayan informatizando los datos recogidos en diferentes archivos. 
Hasta ahora, y a falta de nuevas investigaciones, en este proyecto se ha identificado ya a 3.437 prisioneros que trabajaron en diferentes carreteras y fortificaciones pirenaicas, aunque en la web sólo se ha publicado una lista de 1.300 prisioneros, integrantes de los Batallones de Trabajadores 106 y 127, y de los Batallones Disciplinarios de Soldados Trabajadores 60 y 38. Además, también están recogidos los prisioneros fallecidos en el Hospital Militar Disciplinario de Pamplona a partir de la primavera de 1940.

Almacén de mujeres

Por otra parte, según explicó a este periódico el  doctor y profesor titular de Historia Contemporánea en la UCLM, la exposición “Ventas: historia de una prisión de mujeres (1933-1969)”, está comisariada por Fernando Hernández Holgado, doctor en Historia por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) .
Esta muestra hace un recorrido por la historia de la la conocida cárcel madrileña de Ventas, la prisión femenina más poblada de la historia de España, que no existe en la actualidad y sobre cuyo solar se levanta un complejo residencial después de que fuera demolida a principios de los años 70 y sin que quede ningún vestigio ni recuerdo del sufrimiento de los millares de presas que fueron encerradas en Ventas, muchas de ellas fusiladas en el cercano Cementerio del Este, como las “Trece Rosas”.
Esta prisión fue levantada durante la Segunda República, convertida en un gigantesco “almacén de reclusas” durante la represión franquista, y demolida a principios de los años setenta. En su solar se levanta hoy un complejo residencial, donde no hay ni una reseña o una placa que lo recuerde.Y para evitar ese olvido, esta exposición se propone escribir su historia a partir de las fotografías conservadas y de la memoria de las mujeres que la vivieron y recordaron.
La cárcel de Ventas se inauguró en el año 1933, durante la época republicana y siendo directora general de prisiones Victoria Kent, quien se propuso durante su mandato humanizar las cárceles, tanto las masculinas como las femeninas, al tiempo que defendía que mientras que las mujeres delinquían menos que los hombres, éstas sufrían un castigo mucho peor.
En esa época, la prisión de Ventas se diseñó para 500 reclusas, pero durante la represión franquista llegó a tener unas 14.000 prisioneras políticas.
Según se refleja en los paneles de la exposición que se van a poder ver en Ciudad Real, la muestra se ha realizado reuniendo información a la que acompañan fotografías realizadas en la época republicana por el taller del fotógrafo “Alfonso” -Alfonso Sánchez García (1880-1953)- publicadas en los diarios de la época; las pertenecientes al reportero Martín Santos Yubero, fotógrafo oficial del diario Ya desde 1934; y las que se conservan en la Biblioteca de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias y que se usaban para su reproducción en publicaciones oficiales del régimen franquista.
La historia de la prisión, por la que pasaron como presas políticas mujeres tan conocidas como Dolores Ibárruri, La Pasionaria, que narra la muestra arranca desde el diseño de la misma como fue ordenada por Kent -”con mucha luz”- hasta que se convirtió en un “almacén de mujeres” en el que nacieron muchos niños.
“Hay varias cárceles emblemáticas de la época de la posguerra, pero si hay una emblemática es la de las Ventas porque en ella, como demuestra Fernando Hernández Holgado -especialistas en prisiones femeninas-, se pude ver el paso del tiempo con todos sus contrastes. Cuando Victoria Kent la inauguró durante la II República quiso ser un modelo de modernización de las cárceles femeninas, apostando por los valores laicos y 'resocializadores' de la época, pero en la época republicana durante la guerra se rompieron esos ideales y cuando ganaron los golpistas, cuando triunfó Franco, se convirtió en un almacén de mujeres”, indicó Pedro Oliver en declaraciones a este periódico.