dimecres, 12 de febrer del 2025

València: una ciudad entera convertida en cárcel del franquismo

 https://www.levante-emv.com/valencia/2025/02/10/valencia-entera-convirtio-prision-franquismo-114091268.html


Una exposición en La Nau con objetos y correspondencia recopilada por Rafael Solaz atestigua la violencia ejercida en las siete cárceles que el régimen de Franco mantuvo en la capital del Turia. "Muchos presos esperaban hacinados en la celda a la llamada del fusilamiento", introduce el coleccionista

Cárceles valencianas en la posguerra

Cárceles valencianas en la posguerra / Miguel Angel Montesinos

Claudio Moreno

Claudio Moreno

 

"En las celdas se hacinaban los presos. La falta de higiene, la incomodidad y las enfermedades hicieron mella. Tocaban diana por la mañana y salían al patio a formar. Se repartía una comida escasa, a veces una simple lata de sardinas para todo el día. En las celdas muchos esperaban la fatídica llamada de las sacas que se producían antes de un fusilamiento". El coleccionista Rafael Solaz habla de las "sacas de presos" o extracciones masivas de reclusos de las cárceles franquistas para su fusilamiento, represaliados del régimen que fueron dejando dejaron atrás objetos personales. Solaz los ha recopilado en una exposición, visitable en el Centre Cultural la Nau hasta el 27 de abril. 

Dentro y fuera. Palabras presas en la Valencia de posguerra. Colección Rafael Solaz es una propuesta del equipo conformado por Mélanie Ibáñez y Toni Morant, profesoras de la Universitat de València y responsables del Aula de Història i Memòria Democràtica UV, por la artista Mar Juan Tortosa, el documentalista Albert Pitarch Navarro y el propio coleccionista para recorrer las prisiones franquistas de la ciudad de València y alrededores en la inmediata posguerra. Estos espacios constituyeron uno de los principales focos de la violencia de la dictadura tras el final de la Guerra Civil.

El mapa de las cárceles valencianas habilitadas en la inmediata posguerra

El mapa de las cárceles valencianas habilitadas en la inmediata posguerra / Miguel Angel Montesinos

En un primer momento militares y particulares se concentraron en la Plaza de Toros. Fue un auténtico centro de apresamiento y distribución de personas. Luego serían trasladados a la Prisión Celular (Cárcel Modelo), la de San Miguel de los Reyes, la Prisión Provincial de Mujeres, el Sanatorio de Porta-Celi, el Monasterio del Puig, y el Hospital Militar de Monteolivete, además del Convento de Santa Clara para mujeres. "En realidad València se convirtió en una prisión del franquismo. Proliferaron las denuncias y los registros", explica el coleccionista.

Las cárceles se convirtieron en un lugar de auténtica violencia. Ésta fue un elemento estructural, un pilar central de la dictadura franquista. Según la comisaria de la exposición, Mélanie Ibáñez, fue brutal, compleja, preventiva, sistemática y permanente. La detención masiva constituyó una de las principales manifestaciones de esta violencia, acompañada de interrogatorios y palizas sin ningún tipo de contacto incial con el exterior.

 A lo largo de su encierro los presos y presas de las cárceles valencainas desarrollaron enfermedades relacionadas con la falta de higiene y atención sanitaria. Gastroenteritis, constipados, fiebre, sarna, frío o calor según las épocas y, sobre todo, hambre, mucha hambre. Los insectos campaban a sus anchas: chinches y pulgas se hallaban entre los cuerpos y las ropas.

Correspondencia enviada por un recluso

Correspondencia enviada por un recluso / Miguel Angel Montesinos

Las acusaciones que pesaban sobre ellos eran varias, desde haber pertenecido a una formación política de izquierdas hasta ser acusados de «auxilio a la rebelión». Pronto se organizó un elemento represor como fue la Columna de "Orden y Policía de ocupación" y los interrogatorios y declaraciones juradas. Los apresados eran vecinos de la capital del Turia, de los pueblos cercanos y también militares que se hallaban en franca retirada. Algunos de ellos, desconcertados, marchaban escapando hacia el puerto de Alicante.

"¿Cómo tenéis el aval?"

De todo este infierno se deja constancia a través de las pertenencias recopiladas en la exposición: "Los presos tuvieron tiempo de realizar pequeños juguetes destinados a los hijos. También en la exposición se pueden ver objetos cotidianos, unas cucharas, escudillas, un botijo, grilletes, compresas procedentes de las cárceles de mujeres… todo forma parte de la historia personal de los apresados. Una fotografía enviada a un preso en la que se ve un grupo familiar formado por mujeres, quizá su madre, su esposa, sus hijas. Era la comunicación para que el preso supiera que estaban bien", relata Solaz. 

"Algunas piezas casi me han hecho llorar. Las tarjetas enviadas o recibidas de los presos conmueven. Piden medicamentos, tabaco, jabón, comida y cosas así. Pero también hay una pregunta que se hace común. ¡Cómo está mi tema, tenéis el aval?", explica el coleccionista sobre el escrito que se pedía a los familiares para que les eximieran de sus condenas –no era fácil conseguir ese documento, los familiares no querían exponerse–. Y añade: "Me sobrecogió ver una de tarjeta en la que el padre dice a su hija las necesidades que tiene, lo que le hacía falta urgente. Al cabo de unos días fue fusilado".

Este periódico con el yugo y las flechas de la Falange

Este periódico con el yugo y las flechas de la Falange / Miguel Angel Montesinos

La exposicón recibe al visitante con ejemplar del diario Levante-EMV asimilado por el régimen, con el yugo y las flechas de la Falange. En él se exalta a Franco. "Hubo todo un proceso de nacionalización de la prensa dirigida hacia una información basada en la victoria del "Glorioso Alzamiento Nacional", como llamaban al golpe de Estado", recuerda Solaz.  

Finalmente, preguntado por la vida aquellos días fuera de las cárceles de una ciudad que fue capital de la II Repúbica, el coleccionista narra que el mismo día de la entrada de las tropas franquistas en la ciudad ya fue una jornada de terror. "Aquel periodo de Nacional-Catolicismo fue una auténtica exaltación del franquismo. Hay falangistas que, con pistola en mano, se lanzaron a la calle a la caza del rojo".