EL FRANQUISMO PRESENTE EN LAS ESCUELAS.

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Publicado el febrero 6, 2016 por floredo

EL FRANQUISMO PRESENTE EN LAS ESCUELAS
Durante 40 años la escuelas estuvieron presididas por fotos de Franco y José Antonio, a diario cantábamos el caralsol, en mayo se ponían flores a María, y el catecismo fue la principal fuente de ciencia e historia.
Algunos de estos valores anticientíficos y dogmáticos se mantienen en nuestras escuelas 40 años después de la muerte del dictador.

En febrero de 2015 el Boletín Oficial del Estado publicó que “La estructura del currículo de Educación Primaria intenta poner de manifiesto la profunda unidad y armonía de la iniciativa creadora y salvífica de Dios… Se nos impone su existencia como dato evidente” y que “El ser humano pretende apropiarse del don de Dios prescindiendo de Él. En esto consiste el pecado”. Semejantes aberraciones enseñan a nuestro alumnado que el profesorado que manifestamos no creer en dioses somos pecadores. El mantenimiento de esta resolución podría llegar a ser la antesala de una depuración como la de los años 40 en la que miles de maestras y maestros fueron torturados, asesinados y en el mejor de los casos apartados de la función docente por defender una educación científica frente al dogmatismo catolicista.

La dictadura franquista impuso la bandera bicolor y la marcha militar de granaderos como únicos símbolos representativos de los valores patrios.
El actual currículo educativo sigue incluyendo entre sus criterios de evaluación: “Conocer y expresar el significado de los símbolos nacionales, la bandera, el escudo de España y el himno nacional como elementos comunes de la nación española y el conjunto de los españoles”. Aunque no los especifica hacen referencia a un criterio anterior donde habla de los valores de la Constitución monárquica. De esta forma se excluye la posibilidad de dar a conocer a nuestro alumnado los símbolos verdaderamente democráticos de la segunda república y sus valores políticos, culturales y sociales.

Los equipos directivos de los centros educativos se encargan de evitar que el profesorado muestre banderas, escudos o himnos no monárquicos. De este modo se prohíbe la exhibición no solo de la bandera republicana sino por ejemplo también de la bandera del Arcoiris símbolo del movimiento LGTB.
Aparte de la escasa importancia que se da en el currículo escolar al conocimiento de los hechos históricos de la II República, el golpe de estado, la guerra y la dictadura franquista, hay que resaltar que el propio lenguaje de los historiadores y pedagogos suele estar viciado de antemano, con la intención de viciar el conocimiento científico. Se sigue hablando de guerra “civil” dando a entender que hubo dos bandos en igualdad de condiciones y con la misma responsabilidad, cuando en realidad se trató de una sublevación de gran parte del aparato militar contra el gobierno democrático y la defensa de este gobierno por parte de la ciudadanía en su gran mayoría desarmada. Se sigue hablando de “nacionales” para designar a los sublevados dando a entender que los leales al gobierno no eran nacionales. El franquismo de hecho consideró que los exiliados eran apátridas. Se sigue hablando de período de paz refiriéndose a los cuarenta años de represión, exilio, torturas y penas de muerte.

El 10 de enero de 1932, a la salida de un mitin carlista, los fascistas se enfrentaron contra jóvenes socialistas que habían acudido a hacer una contramanifestación y abrieron fuego, matando a tres personas e hiriendo a un número indeterminado, además de a un guardia civil. La investigación descubrió que algunos disparos habían provenido del convento de las madres reparadoras, por lo que se procedió a su clausura. Además, el colegio del sagrado corazón, fue multado cuando en un registro se encontró en su interior un alijo de armas. 84 años después aún se financian con fondos públicos colegios de orientación religiosa, que segregan al alumnado en función del sexo y el algunos casos han expulsados a profesores por su homosexualidad. Algunos de estos colegios pertenecen a la congregación de la orden de las madres reparadoras.
Desde los colectivos de víctimas y familiares de víctimas del franquismo reivindicamos un cambio radical en la orientación de currículo escolar que reconozca la historia y sus valores, excluya el dogmatismo religioso y permita la pluralidad.