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"La derecha mediática y política se ha echado sobre el plan del callejero franquista y sobre mí"
Mirta Núñez Díaz-Balart es la directora de la Cátedra de Memoria Histórica que asesora al Ayuntamiento de Madrid para cambiar 300 calles franquistas
"No soy hijastra de Fidel Castro como se ha dicho. Mi madre fue su primera mujer, pero soy hija del segundo matrimonio. Mi padre era de derechas y anticastrista", dice a eldiario.es
"Es verdad que ha habido dos errores en las calles que propusimos cambiar, pero se han magnificado. Este plan trata de traer la democracia al callejero"
La Cátedra de Memoria Histórica del Siglo XX de la Universidad Complutense de Madrid está haciendo un informe sobre las calles franquistas de Madrid encargado por la alcaldesa Manuela Carmena (Ahora Madrid). El 22 de abril el equipo de trabajo presentará la propuesta de cambiar la toponimia de algo menos de 300 calles de la capital que homenajean el franquismo o la represión. Ahora están en la fase de investigación, decidiendo cuáles y por qué. El trabajo, en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica y el acuerdo del pleno municipal del 22 de diciembre, ha sido contestado y criticado por el grupo municipal de Esperanza Aguirre. Por ejemplo, para el concejal del PP Pedro Corral el departamento encargado es "parcial, sectario y revanchista". Porque su directora es "hijastra de Fidel Castro", como han publicado algunos medios conservadores.
La supuesta hijastra que no lo es se llama Mirta Núñez Díaz-Balart. Su madre fue la primera mujer de Fidel Castro, pero ella es fruto de un segundo matrimonio. Su padre es Emilio Núñez, un hombre "de derechas y anticastrista".
¿Qué trabajo hace la cátedra que dirige y que ahora se encarga del callejero de Madrid?
La iniciativa nació en 2003 y hace tres años que fui nombrada directora. Difundimos todo lo que se hace en Memoria Histórica en toda España. Damos cauce a libros de exhumaciones, de investigación... También organizamos exposiciones y documentales, todo en contacto con las asociaciones. La cátedra es extraordinaria y honorífica, lo digo a raíz de toda la porquería que han dicho: no he tenido nunca una retribución por esto, yo cobro como profesora titular de la Complutense.
¿Se imaginaba cuando aceptó el encargo del callejero que iba a ocupar tantos titulares?
Me parece muy mezquino y falto de ética que se manipule la vida personal. La derecha mediática y política se ha echado ferozmente sobre el tema sin querer saber la verdad. Todo empezó cuando se nos planteó la posibilidad de hacer un informe sobre el callejero de Madrid y la memoria histórica franquista presente en él. Nos pareció muy interesante y se está llevando a cabo. Lo hacen cuatro personas muy integradas en la cátedra. El actual coordinador, el anterior y dos personas conocidas del mundo de las asociaciones. Yo no formo parte directamente del equipo, así que rechazo la personalización que ha habido en mí. Ha sido muy triste todo este ataque.
Han llegado a sugerir que su cercanía con Castro influye en la ideología del trabajo.
Me ha parecido muy fea la actitud del anterior equipo municipal, especialmente la de Esperanza Aguirre y del concejal Pedro Corral. Han mezclado las cosas, han creado una cortina de humo buscando una polémica falsa. No soy hijastra de Fidel Castro. Aguirre lo sabe porque ha buscado quién soy y se ha nutrido de tergiversaciones. Mi madre fue su primera esposa, pero yo soy hija del segundo matrimonio de mi madre. Mi padre era abogado y notario y además era de derechas, sí, anticastrista.
En las primeras 30 calles que sugirieron quitar había dos errores: confundieron a Juan Pujol con el espía Garbo y adjudicaron una masacre en Málaga a un piloto inocente. ¿No son demasiados fallos para cuatro expertos?
Los errores han sido magnificados, han sido dos. Ahora se hilará muy fino, intentando no dar pábulo a descalificaciones que en mi caso he sufrido de manera muy directa. Son errores importantes... depende de la persona que lo juzgue. Pero en un cuarto de hora los errores fueron señalados y se sometieron a revisión y fueron rectificados, no me parece demasiado. Vamos a proponer un cambio de toponimia en 300 calles y se pondrá sobre ellas la lupa al máximo para evitar errores y polémicas. Buscamos una acción cientifica, pero si hay un error se rectificará y se reconocerá públicamente.
¿Han asesorado también al Ayuntamiento en la retirada de insignias, como la de los carmelitas que se había quitado por error?
No tenemos nada que ver con esa retirada de monumentos, placas e insignias. Pero yo creo que estas cosas no se pueden hacer así, se tienen que programar y explicar la línea de lo que se va hacer. Creo que el Ayuntamiento ha tomado nota de la polémica generada.
El Ayuntamiento pagará a la cátedra 17.999 euros por su trabajo, un euro menos de la cantidad que hubiera obligado a un concurso. ¿Quién propuso el importe, ustedes o ellos?
Esa cantidad desde luego no he entrado yo a debatirla. Hasta la economía doméstica me supera y no recibo nada salvo mi sueldo de profesora. En la cátedra llevamos más de un año sin ningún tipo de subvención para gastos. A instancias del rectorado hay una línea de obtener financiación externa, así que estamos abriéndonos a otros sectores. En el ámbito de la memoria histórica es difícil, aunque no imposible. Cuando se entregue el trabajo se verá la envergadura y se decidirá el destino de esa cantidad, que tampoco es que sea astronómica. Al parecer, aunque yo no estaba allí, había un problema para hacer otro tipo de contrato por la rapidez que necesitaban. Se está haciendo mucha política con algo que no tiene por qué ser cuestionable.
¿Qué es lo importante de este plan de Manuela Carmena?
Pese a los fallos, no hay que olvidar que la voluntad de los anteriores equipos del PP era mantener las cosas como están, y lo que han hecho así es divulgar la memoria histórica del franquismo, porque la dictadura también dejó una memoria histórica. Este nuevo plan trata de traer la democracia donde no ha llegado. Es muy loable que Carmena haya querido tomar las riendas de este programa que quedó arrumbado y que no había llevado la democracia del callejero.
Pese a los fallos, no hay que olvidar que la voluntad de los anteriores equipos del PP era mantener las cosas como están, y lo que han hecho así es divulgar la memoria histórica del franquismo, porque la dictadura también dejó una memoria histórica. Este nuevo plan trata de traer la democracia donde no ha llegado. Es muy loable que Carmena haya querido tomar las riendas de este programa que quedó arrumbado y que no había llevado la democracia del callejero.
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