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Memoria Viva
Y si no conocemos nuestra historia, la repetiremos. Quizá lo estamos haciendo, quizá hace ya algún tiempo que empezamos a perseguir anarquistas, como si de la caza de terroristas se tratara. Por suerte hay iniciativas que buscan arrojar luz sobre el pasado, recuperarlo, marcar los límites de la justicia y dibujar la verdad sobre ella. Es lo que ha pasado con Memoria Viva, un documental sobre la CNT que sigue recaudando fondos en su campaña de crowdfunding para dar máxima difusión a la película.
La CNT consiguió la jornada de 6 horas en el campo andaluz en el 36. Años antes, llegó a la jornada de 40 horas semanales, al reconocimiento de la edad de jubilación, fue imprescindible en la erradicación del trabajo infantil y construyó gran parte de la montaña incipiente que son los derechos de las mujeres trabajadoras. Memoria Viva recoge su trayectoria desde su fundación a través de entrevistas a los protagonistas de la historia. Nosotros hablamos de proyecto con Antonio García de Quirós, director de la cinta.
¿Cómo surge la idea de Memoria Viva?
En 2009 invitan a CNT a un homenaje en París al exilio español y a la gente represaliada en campos de concentración como el de Mathausen. Así entramos en contacto con gente del exilio y empezó la primera grabación-. Se trataba de unos testimonios que había que recoger, personas que podían contar en primera persona la trayectoria del sindicato, que había sido un movimiento tan potente. Fue interesante encargarse de recopilar toda esa memoria. La CNT era el sindicato que tenía más afiliados en el exilio.
Mi abuelo estuvo en el sindicato y no le pude entrevistar. Sobrevivió a la guerra pero a él le pilló muy joven, contaba algunas anécdotas pero no entraba en temas más profundos. La suya es una generación muy reservada. Nos hemos encontrado gente que nos contó su historia para el documental y los hijos no sabían ni el 80%. Hubo tanta represión que se callaron más tiempo, tenían miedo y querían proteger a sus familias.
¿Cómo financiáis el trabajo?
Casi el 80% del trabajo lo hemos cubierto con voluntarios. El trabajo se ha financiado con los fondos del centenario de CNT, con la colaboración de la Fundación Anselmo Lorenzo. Y la campaña de crowdfunding que hemos hecho para la distribución.
¿Por qué elegís Goteo?
Porque comparte nuestra filosofía de colectivo. Su idea es financiar proyectos de carácter social como Memoria Viva. El documental cuando el desarrollo durante cien años de una organización que ha luchado por los derechos sociales y que ha contribuido a mucho de lo que hemos conseguido.
¿Qué testimonios os habéis encontrado?
De todo. El documental es un trabajo de síntesis, pero el valor que tienen los testimonios es brutal, al recorrer zonas tan diferentes, con personas. La mayoría vivieron cosas muy duras. Nos escribieron incluso de la querella argentina, pidiéndonos varios de los vídeos porque muchos hablan de las torturas. Tal es la gravedad que este tema no sale apenas en el docu, era demasiado sensible. Hablaban de cuestiones muy sádicas, muy fuertes. Es un trabajo pendiente.
Había muchos que llevaban tiempo desconectados del tema, sobre todo del exilio. Por regla general están muy contentos de poder expresarse. La experiencia ha sido muy positiva. Al principio establecimos un protocolo para hacer las entrevistas, teníamos una fase de estar 2 o 3 días con ellos, nos quedábamos en la ciudad o en el pueblo. Como no había contacto previo, entrar del tirón no hubiera resultado, había que hacerlo poco a poco. Tenían muchas ganas de contar, a veces incluso hay que reconducirlos porque ya te hablaban sin preguntar. 95% o el 100% nos recibieron muy bien. Sólo hubo algunos familiares que no querían que los padres hablaran. A veces por la salud. Lo emocionante fue descubrir que muchos tienen todavía visión de colectivo, piensan en su responsabilidad de transmitirlo. Es una cuestión de justicia y es injusto que no se les haya reconocido suficientemente.
¿Barcelona era tan reivindicativa como el imaginario la recuerda?
Trajimos Memoria Viva al festival de cine de derechos humanos y cuando lo veía me di cuenta de que se hacían muchas alusiones A Barcelona, por ejemplo, con la huelga de la canadiense. La historia de la CNT va unida a la historia de Cataluña, fue el primer sindicato fuerte. Hemos grabado a mucha gente de Cataluña, que seguía aquí y gente en el exilio. Tanto los de aquí como los de fuera se conocían. A mucho llegamos a través de contactos de gente que entrevistamos y estuvo en la clandestinidad, incluso de tendencias enfrentadas. De Barcelona me quedo con su proceso de resistencia. Con la industria, la importancia de las milicianas.
Mucho más guerrera entonces que ahora, ¿no?
En Memoria Viva aparece gente de Murcia, de Villena, que comentan el proceso de transformación de una zona industrial que ha dejado de serlo. En Barcelona había una cantidad de mano de obra local y de fuera enorme. Cataluña era la comunidad más industrializada de la península. Y también donde el movimiento era más fuerte. También, como ahora, se intentaba desarticular el movimiento obrero. Aunque ahora está mucho más deshecho. Antes, además del sindicalismo había teatros, ateneos, cooperativas de consumo y más, vinculadas a las organizaciones. Las colectividades llevaban años planteando lo que se iba a hacer. También las condiciones eran más duras; Joaquina Bravo, una gallega que vivía en Barcelona en la colectividad de la madera, se pasó toda la revolución comiendo bolsitas de almendras.
¿Qué dificultades os encontráis en la distribución?
Desde traducirlo, a ponerle subtítulos, editar copias en dvd, blu-ray, saber en qué plataformas se puede distribuir para verlo online… Queríamos obtener algún beneficio para seguir. Nos hemos dado cuenta de que queda mucho por contar y queremos trabajar en el fondo documental. Tenemos más de 300 horas de grabación. 80 entrevistas, de las que 50 o 60 son a gente mayor, de 80 o 90 años. Eso no puede quedar en silencio.
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