dissabte, 18 d’octubre del 2025

Tras el rastro de Los Garbanzos, las víctimas de un crimen olvidado

 https://elpais.com/espana/2025-10-12/tras-el-rastro-de-los-garbanzos-las-victimas-de-un-crimen-olvidado.html

Santiago Macías, presidente de la asociación Semillas de Memoria, ha dedicado 16 años de investigación a localizar a una pareja de fusilados en 1936 de los que solo conocía el mote

Croquis que Santiago Macías hizo en 2009 de la posible ublcación de la fosa donde fueron enterrados Los Garbanzos después de que una anciana lo llevara hasta el lugar.

Una anciana llamada Martina Fernández compartió con el investigador Santiago Macías, presidente de la asociación Semillas de Memoria, información sobre un crimen por el que nadie se había interesado nunca. Siendo joven, en el verano de 1936, había oído unos tiros mientras trabajaba en el campo y cómo los verdugos se dirigían a las dos víctimas, un hombre y una mujer, como Los Garbanzos. Los vecinos de Cubillos del Sil, en la comarca de El Bierzo (León), que enterraron los cadáveres, no los conocían. No eran del pueblo. “Martina”, relata Macías, “me llevó hasta el lugar en 2009 e hice un croquis del sitio, al borde de una carretera. Era una investigación al revés: normalmente, sabemos los nombres de los desaparecidos del franquismo y desconocemos el lugar donde fueron arrojados sus cuerpos. Aquí sabíamos el lugar, pero no quiénes eran, solo su mote”.

Como la mayoría de testigos directos de los crímenes del franquismo, Martina ya ha muerto, pero antes de irse dejó una pista para recuperar la historia de dos desaparecidos, un hilo del que tirar sobre un crimen olvidado durante casi 80 años. Macías, que cuenta con un fichero con los nombres de más de 5.000 represaliados (fusilados, encarcelados...) solo en El Bierzo, inició a partir de entonces una investigación casi detectivesca para tratar de averiguar la identidad de las víctimas. La asociación que preside está a punto de iniciar los trabajos arqueológicos para tratar de localizar sus restos después de haber conseguido ponerles nombre y apellidos. Ahora busca a sus familiares. “Lo más probable es que desconozcan por completo la historia”.

El investigador repasó sus fichas y comprobó que allí no había rastro de Los Garbanzos. “Pero hace un año”, relata, “un hombre que no quiso identificarse me donó las notas que había empezado hace 50 años con información que había ido recabando sobre la represión franquista en El Bierzo: posibles ubicaciones de fosas, cuerpos que podía haber en ellas... En uno de los papeles, titulado Represaliados Ponferrada, mencionaba: ‘Julio y Leocadia, apodada ella La Garbanza”. Macías consultó entonces el padrón de Ponferrada del año 1935. En la calle Eladia Baylina, número 1, encontró a Julio Fernández y Leocadia Martín, de 39 y 37 años. “En el padrón de 1940, el siguiente que se hizo, ya no aparecían”.

Averiguó también que Leocadia era natural de La Hiniesta (Zamora) y Julio, de San Martín, aunque, según el INE, hay seis localidades con ese nombre: San Martín del Terroso; San Martín de Castañeda; San Martín de Tábara; San Martín de Valderaduey; y San Martín del Pedroso. El más próximo a La Hiniesta es el de Tábara. Macías cree que el matrimonio se desplazó a Ponferrada con el boom de la minería en los años veinte. Una vez que ya tenía esos nombres, rastreó en causas militares. En la 140/ 36 contra varios dirigentes políticos y sindicales de Ponferrada que entre el 20 y el 22 de julio (dos días después del golpe de Estado de Franco) habían creado una especie de comité de resistencia para proteger el Ayuntamiento, al pueblo y a los derechistas, aparece, en la segunda página, en la relación de nombres de los participantes: “Julio Fernández (el Garbanzo)”. Los sublevados franquistas detuvieron al alcalde de la ciudad, Juan García Arias, el 21 de julio, lo sometieron a un consejo de guerra por rebelión y lo fusilaron el 30 de ese mismo mes. Desde 2014, tiene una calle en su honor en Ponferrada. En el Boletín Oficial de la Provincia de León de 1937, Macías también encontró una requisitoria del juzgado de Ponferrada que declara en busca y captura a Julio Fernández Rodríguez y otros, para ser juzgados por sedición. “Mi hipótesis”, relata, “es que, como era habitual entonces, Julio fuera ejecutado extrajudicialmente. Es decir, que fueran a buscarlo a su casa, que su mujer quisiera acompañarlo y que terminaran matándolos a los dos. Sin pasar por un juicio ni por la cárcel”.

Preguntado por qué ha dedicado tanto tiempo a indagar esta historia cuando no hay familiares que los estén buscando, como ocurre en la mayoría de fosas del franquismo cuya apertura sigue pendiente, Macías explica: “Seguro que a Julio y a Leocadia les gustaría reposar en sus pueblos de origen, en un lugar digno, y la familia merece saber lo que pasó”. De alguna forma, cuando en 2009 Martina Fernández le habló por primera vez de ellos, un hombre y una mujer acribillados a tiros, apartados del mundo, borrados de la tierra... Macías los adoptó. Después de 16 años dándole vueltas a un mote, puede que los arqueólogos logren ahora desenterrar una historia familiar y Los Garbanzos, volver a casa.

SOBRE LA FIRMA

La fosa común de Montcada i Reixac (Barcelona), con 1.200 fusilados, se une a la red de espacios de Memoria

 https://www.infolibre.es/politica/fosa-comun-montcada-1-200-fusilados-une-red-espacios-memoria_1_2082672.html



Exhumación de restos en una fosa común.

La fosa común del cementerio de Montcada i Reixac (Barcelona), la mayor de la retaguardia republicana durante la Guerra Civil y donde murieron fusiladas 1.200 personas de derechas o creyentes, se ha incorporado oficialmente este sábado a la Red de Espacios y Memoria Democrática de Cataluña, según recoge EFE. 

El conseller de Justicia, Ramon Espadaler, y el alcalde de Montcada, Bartolomé Egea, han presidido hoy un acto celebrado en el cementerio para escenificar la incorporación de la fosa a la Red de Memoria.

El cementerio de Montcada alberga la mayor fosa común de represaliados de la retaguardia republicana durante la Guerra Civil, de la que solo se conserva un parte: entre julio de 1936 y mayo de 1937 fueron enterradas en ella cerca de 1.200 víctimas de la violencia política y social desatada tras el golpe de estado.

Los ejecutados que fueron enterrados en esta fosa fueron, en su mayoría, personas represaliadas por sus creencias religiosas, su militancia en formaciones catalanistas de derecha o centroderecha o por pertenecer a familias acomodadas. 

La cara oculta de las exhumaciones: solo 70 de los 9.000 cuerpos recuperados pudieron ser identificados

La cara oculta de las exhumaciones: solo 70 de los 9.000 cuerpos recuperados pudieron ser identificados

Entre 1937 y 1938, la propia Generalitat republicana nombró a un juez especial encargado de investigar los hechos. Fueron exhumados entonces 450 cuerpos, 155 de los cuales pudieron ser identificados.

Posteriormente, entre abril y julio de 1940, el régimen franquista reanudó los trabajos de exhumación y recuperó otros 748 cuerpos, mientras que el resto de cadáveres no identificados fueron enterrados de nuevo en la fosa común.

Durante su intervención en el acto, Espadaler ha destacado que la incorporación del cementerio de Montcada a la red de espacios de memoria constituye un "acto de justicia, de reparación", que pretende "curar heridas y no dejar caer en el olvido ese espacio de dolor".

Comienza la búsqueda de 160 víctimas del franquismo en Ejea

https://cadenaser.com/aragon/2025/10/17/comienza-la-busqueda-de-160-victimas-del-franquismo-en-ejea-radio-cinco-villas/ 

Esta mañana han comenzado los trabajos de exhumación de la fosa común


Han comenzado los trabajos de exhumación en la fosa común de Ejea

Han comenzado los trabajos de exhumación en la fosa común de Ejea

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Ejea de los Caballeros

Este 17 de octubre quedará marcado en la vida de muchas familias que llevan más de 80 años con la esperanza de localizar los restos de sus allegados, fusilados por el franquismo en la fosa común de Ejea. Esta mañana, tras varios años de espera, han comenzado los trabajos de exhumación en el cementerio municipal. Una campaña que se prolongará durante dos años y que pretende recuperar los restos de alrededor de 160 personas.

Podría tratarse del "proyecto de memoria democrática más importante de la comunidad", tal y como defiende el arqueólogo Javier Ruiz, del Equipo Arqueológico Forense de Aragón. Se trata de una fosa de más de 100 metros cuadrados que ya estaba delimitada gracias a los testimonios orales, lo que ha "facilitado enormemente" los trabajos previos.

Una campaña que lidera la asociación memorialista Batallón Cinco Villas y que se han iniciado con "esperanza tras llevar muchos años esperando este momento", como explicaba Alberto Espés. Un equipo de unos 10 arqueólogos y antropólogos trabajan desde hoy en el cementerio. Después llegará uno de los retos: la identificación de las víctimas a través de los análisis genéticos. Muchos de ellos fueron fusilados muy jóvenes y sin descendencia.

Primeros pasos de la campaña de exhumación en Ejea

Primeros pasos de la campaña de exhumación en Ejea

El Gobierno reconoce en Córdoba a sindicalistas que sufrieron la represión franquista

 https://cordopolis.eldiario.es/cordoba-hoy/sociedad/gobierno-reconoce-cordoba-sindicalistas-sufrieron-represion-franquista_1_12692411.html

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Homenaje a las víctimas sindicalistas de la Guerra y la Dictadura, presidido por María Jesús Montero

Alejandra Luque

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La Fundación para el Desarrollo de los Pueblos de Andalucía (Fudepa), en colaboración con el Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática, ha celebrado este viernes un acto de entrega de declaraciones de reconocimiento y reparación personal a las personas represaliadas sindicadas a UGT en Córdoba durante la Guerra Civil y la dictadura franquista. En declaraciones previas a los medios de comunicación, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha alertado del auge de la extrema derecha y ha apelado a defender la democracia “todos los días”.

El secretario general de UGT Andalucía, Oskar Martín, ha destacado la importancia de la memoria histórica y democrática como un legado vivo que conecta pasado, presente y futuro. “Hoy hacemos un acto humilde, pero profundo y con gran sentimiento, para reconocer a compañeras y compañeros que lucharon por la democracia y las libertades. Muchos de ellos incluso murieron por esa causa. A través del Gobierno de España y de la entrega de certificados de reparación, damos voz a quienes durante años estuvieron silenciados”, ha explicado.

Homenaje a las víctimas sindicalistas de la Guerra y la Dictadura, presidido por María Jesús Montero

En su intervención, el sindicalista ha subrayado la necesidad de defender la democracia y los derechos laborales frente a las políticas de ultraderecha que se están extendiendo en distintas partes del mundo. “La democracia, las libertades y los valores democráticos se defienden todos los días, y lo hacen mujeres y hombres que son referentes para que este país no vuelva a épocas oscuras”, ha afirmado. Además, Martín ha destacado el papel cotidiano de los trabajadores y delegados sindicales “en la construcción de un país más justo y próspero”.

Por su parte, Montero ha agradecido a UGT su compromiso histórico en la defensa de los derechos de los trabajadores y la democracia, y “su impulso constante, clave para construir un país más justo, con igualdad de oportunidades y políticas públicas que protejan a quienes dependen de su trabajo para desarrollar su proyecto vital”.

Homenaje a las víctimas sindicalistas de la Guerra y la Dictadura, presidido por María Jesús Montero

Sobre las nuevas generaciones, Montero ha enfatizado en la importancia de transmitirles el valor de la democracia y la memoria histórica. “Es fundamental que quienes no vivieron la dictadura conozcan lo que significó represaliar a personas por sus ideas o militancia”, ha dicho la ministra a la vez que ha denunciado “la frivolización de la ultraderecha”. “Con ella, no se juega, porque nos jugamos la vida y, por tanto, porque tenemos que ser muy firmes a la hora de defender la capacidad de que cada hombre y cada mujer puedan decidir el destino de su pueblo”.

Al acto también han asistido el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez; la secretaria general de UGT Córdoba, Encarna Laguna; la secretaria general del PSOE cordobés, Rafi Crespín; el secretario de Organización, Antonio Gallego; el secretario de Comunicación Política, Rafael Llamas, entre otros.

Homenaje a las víctimas sindicalistas de la Guerra y la Dictadura, presidido por María Jesús Montero
Homenaje a las víctimas sindicalistas de la Guerra y la Dictadura, presidido por María Jesús Montero
Homenaje a las víctimas sindicalistas de la Guerra y la Dictadura, presidido por María Jesús Montero

Patronato de Protección a la Mujer: un reformatorio franquista para lesbianas que funcionó en democracia

 https://elpais.com/espana/galicia/2025-10-16/patronato-de-proteccion-a-la-mujer-un-reformatorio-franquista-para-lesbianas-que-funciono-en-democracia.html

La lucha de su viuda logra que el Gobierno reconozca por primera vez como víctima de la dictadura a una mujer que fue recluida en centros religiosos de 1978 a 1985


Eva García, a la derecha, reconocida como víctima del Patronato de la Mujer, junto a Silvia Fernández, su pareja, en una imagen de 2017.


La sevillana Eva García de la Torre estuvo recluida en un centro de castigo por ser lesbiana cuando la democracia ya estaba en marcha. Siendo menor y sin siquiera la asistencia de un abogado, fue juzgada en julio de 1978 en Andalucía y permaneció internada en Galicia hasta 1985 en entidades católicas del Patronato de Protección a la Mujer, la institución creada por la dictadura franquista para reprimir a las españolas que consideraba descarriadas. Tras sobrevivir a una adolescencia de violencia y trabajos forzados y llegar a alcaldesa de O Porriño (Pontevedra) por el PSOE, murió en 2022 sin ser consciente de su condición de víctima del fascismo. Este jueves su viuda, Silvia Fernández Quinteiro, ha recogido en Vigo de manos del ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, el certificado que acredita que sí lo fue, el primero que se entrega en España a una represaliada por el patronato.

El documento que oficializa que García de la Torre “padeció persecución por razones políticas e ideológicas” no es solo una reparación pública. Es también un “acto de amor”, el fruto de más de un año de investigación por parte de Silvia. “Es importante que se reconozca que Eva tuvo una vida injusta”, defiende esta abogada sobre quien fue su pareja durante casi dos décadas.

Todo empezó en enero de 2024, atravesando el duelo por Eva y tras leer en EL PAÍS un reportaje de Esther López Barceló sobre los horrores del patronato que dependía del Ministerio de Justicia franquista. “Cuando leí aquello, algo en mi cabeza hizo clic: “Eva estuvo ahí”, rememora su viuda. Relacionó lo que se relataba en aquel texto con todo lo que su mujer le había contado sobre su vida. Y decidió investigar. Consiguió sus expedientes de la Casa Cuna de Sevilla en la que vivió su infancia; del Tribunal Tutelar de Menores bajo cuya bota creció y sufrió; y del Patronato de Protección a la Mujer que la castigó por lesbiana.

Con el resultado de esas pesquisas y tras contactar con la Asociación Desterradas Hijas de Eva, se le ocurrió dar un paso hasta entonces inédito: solicitar formalmente ante el Gobierno central que Eva García de la Torre fuese reconocida como víctima del franquismo. Algunas de las expertas con las que consultó le advirtieron de que sería necesario modificar la actual Ley de Memoria Democrática para incluir en ella a las mujeres que sufrieron la represión del patronato. Pero se reunió con el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, y él le despejó esas dudas.

Sin necesidad de cambiar la norma, Fernández Quinteiro tiene ya en sus manos el certificado que declara “ilegal e ilegítimo” al tribunal que juzgó a su pareja en 1978 y anula la condena que dictó. “Su internamiento, motivado en parte por su orientación sexual, se enmarca en las medidas de control y represión sobre las mujeres que fueron instauradas durante la dictadura franquista y que continuaron aplicándose en los primeros años de la Transición democrática”, reza el documento firmado por el ministro el pasado 20 de septiembre.

La vida de Eva García de la Torre comenzó en la Casa Cuna de Sevilla en 1962. Fue hija de una madre soltera que había sido repetidamente violada por su padre desde adolescente. Su expediente de aquella época reconocía que su abuelo era extremadamente violento, pero dictaminaba que ella debía ser tutelada por la dictadura para salvarla del “ejemplo corruptor que la menor recibe de su madre”. Como niña bajo el amparo del Gobierno de Franco, creció en centros religiosos en los que, según ella relataba, fue maltratada física y psicológicamente, además de esclavizada en talleres textiles, lavando ropa para hoteles y el Ejército, y sirviendo en casas de familias pudientes. “Si se meaba en la cama, dormía sobre el metálico, sin colchón. Si se rebelaba, la metían dos o tres días en un baño”, cuenta Fernández Quinteiro.

Con 16 años las monjas la denunciaron ante el Patronato de Protección a la Mujer por lesbiana. La señora de la casa en la que trabajaba como interna le encontró un escrito en el que García de la Torre confesaba que creía haberse enamorado de ella. Era julio de 1978 y el debate sobre derechos y libertades bullía en España a solo cinco meses del referéndum que aprobó la Constitución. Al mismo tiempo, una todavía adolescente García de la Torre era llevada a declarar ante un Tribunal Tutelar sobre su orientación sexual. Fue juzgada, condenada y recluida en los centros católicos que colaboraban con esta institución franquista.

Fue enviada a Vigo e internada en las Oblatas primero y luego en el El Buen Pastor, entidades religiosas que junto con otras como las Adoratrices, por ejemplo, colaboraron con el patronato en la represión de las mujeres, encerradas tras unos “muros por los que muchos hemos pasado sin saber lo que ocurría” dentro de ellos, recuerda Fernández Quinteiro. La democracia nacía en España, pero la dictadura no había muerto del todo. Allí estuvo recluida García de la Torre, obligada a rezar, a limpiar las instalaciones y a trabajar por una miseria. Fue costurera para una empresa textil, vendió libros y conoció al que luego fue su marido y padre de sus hijos. Estuvo a las órdenes de esta institución hasta 1985 cuando el Gobierno de Felipe González la hizo desaparecer. Ya casada estudió la carrera de Derecho y acabó siendo alcaldesa socialista de O Porriño durante siete años (2015-2022). Murió de un infarto a los 59 años, solo dos meses después de dejar el cargo asediada por una moción de censura. “Para las víctimas es importante que les reconozcan que tuvieron un sufrimiento brutal, que tenían razón, que no estaban locas”, concluye Fernández Quinteiro.

SOBRE LA FIRMA

Sonia Vizoso

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