dissabte, 24 de maig del 2025

Baltasar Garzón desvela el momento en que "se cerró definitivamente la posibilidad" de investigar los crímenes del franquismo

 https://www.lasexta.com/programas/sexta-columna/baltasar-garzon-desvela-momento-que-cerro-definitivamente-posibilidad-investigar-crimenes-franquismo_202505236830de7f9906bf76df71ae27.html


Las víctimas quieren justicia


laSexta Columna entrevista en este vídeo a Carolina Martínez, que ha denunciado el asesinato de su abuelo por el franquismo, y a Baltasar Garzón, que intentó investigar los crímenes de la dictadura, pero no pudo.

laSexta Columna entrevista en este vídeo a Carolina Martínez, que ha denunciado el asesinato de su abuelo por el franquismo, y a Baltasar Garzón, que intentó investigar los crímenes de la dictadura, pero no pudo.

Carolina Martínez conserva como un tesoro los pocos objetos que guardan la memoria de su abuelo José Manuel,asesinado por el franquismo. Entre ellos muestra una carta, un maletín desgastado y el retrato de su abuela que siempre llevaba encima y que dejó marcado con la forma de su dedo.

Con su abuela encarcelada, la madre de Carolina tuvo que ocuparse de sus hermanas con la única ayuda de sus vecinos. 

Aquella historia que Carolina tardó en saber marcó para siempre a su familia. El dolor de no saber dónde estaba su marido acompañaba a aquella abuela con la que dormía por las noches. Su abuela estaba convencida de que su marido estaba en una fosa en el cementerio de Paterna, pero murió sin poder recuperar sus restos. 

Hace tres años, Carolina lo logró después de acogerse a una de las subvenciones que daba la Diputación de Valencia: "Yo creo que fue una de las alegrías más grandes que he tenido en mi vida", afirma en el vídeo sobre estas líneas. 

Hoy los restos de su abuelo José Manuel descansan en un nicho junto a los de su mujer. Sin embargo, el dolor no se ha ido. Carolina quiere saber cómo y por qué murió su abuelo, por lo que decidió poner una querella.

Ese mismo camino empezaron a recorrerlo otras víctimas del franquismo hace casi veinte años. Baltasar Garzón explica que en 2006 se presentaron dos denuncias y que "yo tenía que aplicar la misma doctrina que en 1996, porque los crímenes eran similares".

Pero esta vez la Audiencia Nacional decidió que ahí no se podía investigar, pues la ley de amnistía protegía a los represores. "Después la historia lo que dice es que a mí me abren una causa del Tribunal Supremo por prevaricación", apunta Garzón, que durante el juicio aseguró que "yo solo puedo decir que mi conciencia está tranquila". 

"Ahí se me absolvió entre comillas, pero se cerró definitivamente la posibilidad de investigación a las víctimas y de esos crímenes", afirma el exmagistrado de la Audiencia Nacional.   

En el caso de Carolina, la jueza territorial a la que acudió la llamó para declarar el pasado febrero, pero de momento no la ha recibido. Ella aún no pierde la esperanza de que "antes o después va a haber un juez o una jueza valiente que haga justicia, que haga su trabajo".

El Gobierno devuelve siete cuadros incautados por el franquismo durante la Guerra Civil

 https://www.rtve.es/noticias/20250522/gobierno-devuelve-siete-cuadros-incautados-franquismo-guerra-civil/16592597.shtml


  • Los beneficiarios son los familiares del primer alcalde de Madrid de la Segunda República, Pedro Rico
  • Los cuadros estaban dispersos en cinco museos nacionales

 
Por

4 min.

El Gobierno ha devuelto siete obras incautadas durante la Guerra Civil a la familia de Pedro Rico, abogado y primer alcalde republicano de Madrid. Así lo ha anunciado este jueves el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, que ha presidido el acto de restitución de las obras en el Museo Nacional del Prado: "Es un acto de justicia y reparación histórica. Estos cuadros cuentan una historia de reparación tardía. Sería imposible sin las familias que sufrieron esas violencias", ha indicado.

Las obras se encontraban dispersas en cinco museos nacionales: La Nota de prensa romería estaba en el Museo Nacional del Romanticismo; El viático y El bautizo, en el Museo del Traje; Romería, en el Museo de Bellas Artes de Valencia; Salida de toreros, en el Museo de Málaga; y Escena de majos y celestina y Asalto a la diligencia, en el Museo Nacional del Prado.

Fotografía de un camarógrafo enfocando un cuadro que representa una escena de corrida de toros; toreros, caballos y público en una plaza parcialmente llena.
 

Una de las obras recuperadas por el Gobierno tras haber sido incautada durante el franquismo. Ricardo Rubio / Europa Press

"La Madrid de Rico encarnaba una preocupación por la cultura"

Urtasun ha dedicado unas palabras a Pedro Rico por su trabajo durante la Segunda República: "Impuso el desarrollo del transporte público, la primera Feria del Libro de Madrid en el Paseo de Recoletos y la Ciudad Universitaria. El Madrid de Rico fue el de la eclosión de la Generación del 27, cuyo legado seguimos reflejando. Una ciudad que encarnaba una preocupación por el arte, la cultura y su gente", ha confesado.

Además, el ministro ha hecho hincapié en una de las reformas del alcalde durante su mandato: "Abrió la Casa de Campo para 'recreo e instrucción de los vecinos del pueblo de Madrid'. Así descartó el uso de este parque para la especulación urbanística y suscribió las grandes reformas del Gobierno de la Segunda República", ha apuntado.

Una mirada al pasado: "Detrás de estos cuadros hay una familia y una herida"

El ministro de Cultura ha aprovechado la ocasión para recordar cómo la etapa de represión del franquismo hizo que se diese un estancamiento nacional: "En 1923, tras el golpe militar, aquellos ensayos de progreso fueron interrumpidos por la guerra. El Gobierno de la Segunda República salvaguardó miles de bienes culturales", ha señalado.

"Hoy, esas piezas las entregamos a sus legítimos propietarios. Detrás de cada uno de estos cuadros hay un relato y un expediente. Hay una familia y una herida. Resuena en cada tela el fragor de las bombas, el silencio de una dictadura, el olvido, la desmemoria y la memoria, hoy, otra vez recuperada. Son el espejo de un siglo y el retrato de nuestra historia felizmente restaurada. Es un trabajo tan sólido e invisible como las raíces de un árbol: no se ven, pero está ahí, sosteniendo el milagro que hoy estamos logrando", ha indicado.

Para Todos La 2 - La segunda República Española

El ministro también ha agradecido a la familia de Pedro Rico y al Museo del Prado, entre otros, y ha reflexionado: "Resulta conmovedor que aquel periodo de muerte y represión no consiguiese borrar el rastro de lo que estamos celebrando hoy aquí en este acto: la cultura como emblema".

Los nueve museos estatales que han identificado entre sus fondos bienes procedentes de incautaciones realizadas durante la Guerra Civil e inmediata posguerra son el Museo del Traje-Centro de Investigación del Patrimonio Etnológico, el Museo Arqueológico Nacional, el Museo Nacional del Romanticismo y el Museo Nacional de Artes Decorativas, el Museo Nacional de Antropología, el Museo de América y el Museo Sorolla, en Madrid; el Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias Gonzalez Martí, en Valencia; y el Museo Nacional de Escultura, en Valladolid.

Además, se ha identificado una pintura conservada en la sede del Ministerio de Cultura con el mismo origen.

6.000 piezas incautadas por el franquismo

En el acto también ha participado el presidente del Patronato del Museo Nacional del Prado, Javier Solana, que ha calificado el momento de "histórico" y le ha dado la enhorabuena a la familia. "Os devolvemos lo que es vuestro. Os lo merecéis", ha señalado.

Por otro lado, la subdirectora general de museos estatales del Ministerio de Cultura, Mercedes Roldán Sánchez, también ha estado en el acto y ha desvelado más detalles de cómo se recopilaban las piezas de arte en tiempos de guerra: "Las obras siempre permanecieron en concepto de depósito, nunca fueron adquiridas por el Estado. La Junta de Incautación adquiría las obras para protegerlas durante la Guerra Civil. Algunas de ellas han sufrido robos, recuperaciones o movimientos de un museo a otro. Ha sido una investigación apasionante de ese periplo", ha indicado.

Informe Semanal - Arte incautado, arte restituido

El Ministerio de Cultura publicó en junio de 2024 el inventario de obras, que ya cuenta con casi 6.000 piezas, según ha actualizado el propio Urtasun, que fueron incautadas por el franquismo durante la Guerra Civil y que se encuentran en los museos estatales, abriendo la puerta a familiares y herederos a reclamar su devolución.

En el registro, aparecen piezas que ya se sabía de su presencia, como las de la colección Weissberger, ubicada actualmente en el Museo de Artes Decorativas o, una acuarela de Sorolla, ubicada en el Museo Sorolla.

Choque en Alicante por las víctimas del bombardeo al Mercado Central: "Muy miserables"

 https://www.elespanol.com/alicante/alicante-ciudad/20250522/choque-alicante-victimas-bombardeo-mercado-central-miserables/1003743769862_0.html



Imagen aérea del bombardeo a la ciudad de Alicante en 1938.

Imagen aérea del bombardeo a la ciudad de Alicante en 1938. Departamento de Memoria Histórica y Democrática del Ayuntamiento de Alicante

Alicante ciudad


Partido Popular y socialistas se enfrentan por el homenaje en recuerdo al masivo ataque a la ciudad en 1938.

Más información: Alicante, 87 años del bombardeo al Mercado que el franquismo enmascaró como "fatal accidente"

Publicada

 

El 25 de mayo se convierte en nuevo motivo de enfrentamiento en la ciudad de Alicante. La fecha en la que se recuerda el bombardeo al Mercado Central, que dejó más de trescientas víctimas y un millar de heridos. El Partido Popular critica la negativa de los socialistas y sus palabras "muy miserables".

El PSPV ha anunciado este jueves que no acudirán al acto del domingo, el oficial que organiza el Ayuntamiento, porque, según su portavoz Ana Barceló, "el PP quiere lavar su imagen convocando este acto mientras la política de la Generalitat Valenciana va en dirección contraria a la memoria, justicia y reparación que merecen las víctimas de la dictadura franquista".

A esas palabras responde la concejala de Cultura, cuya área es la que organiza el homenaje que describe como "a las víctimas del bombardeo fascista". Nayma Beldjilali lamenta "la falta de altura y categoría política de la oposición de izquierdas del Ayuntamiento de Alicante".

Beldjilali se muestra especialmente dura y califica de "muy miserables las palabras vertidas por portavoces de los grupos políticos del PSOE, Compromís y EU-Podemos, que solo entienden la política desde el enfrentamiento con temas que la sociedad en general ha superado y donde todos debemos buscar la reconciliación y la concordia de todos los españoles".

Los socialistas, en cambio, aseguran que "ya está bien de hipocresía". Y así, Ana Barceló asegura que "el PP no puede mantener a las víctimas del bombardeo del Mercado Central en una parcela del cementerio que está absolutamente abandonada, mientras organiza actos paralelos a los de la Comisión Cívica para honrar su memoria".

Estas son las declaraciones que Beldjilali critica por "vergonzosas" y que "definen bastante bien el poco respeto y el nulo interés que algunos tienen en recordar y honrar a las víctimas del más cruel y sanguinario ataque contra el pueblo alicantino".

"Estos políticos del PSOE solo entienden que la recuperación de la memoria sobre los hechos violentos acaecidos en la Guerra Civil es desde el revanchismo y el sectarismo más absoluto", ha apostillado la edil de Cultura.

"Nada les importa ni les interesa restañar heridas, sino que lo que quieren en última instancia es intentar enfrentar y sacar un rédito político de un drama que arrojó la cruenta cifra de cerca de 300 muertos y un millar de heridos", ha afirmado. "Parece que si no organizan ellos estos actos, ya no les interesan, y así les va".

"Si la señora Barceló y sus compañeros de la bancada de la izquierda consideran que eso no es motivo suficiente para acudir al acto institucional del 25M y honrar a las víctimas del bombardeo, aunque sea tragándose su orgullo y sus habituales y cansinas diatribas políticas -continúa Beldjilali- es que ya han perdido la más mínima decencia".

Por último, la concejal de Cultura ha recalcado que la invitación a asistir al acto, organizado por el Ayuntamiento de Alicante el domingo, "se mantiene a la espera de que recapaciten y demuestren que el respeto a las víctimas del bombardeo está por encima de cualquier otra consideración política que ellos puedan alegar". "Espero que reconozcan su error y, al final, nos acompañen en el homenaje oficial a las víctimas del bombardeo", ha concluido Beldjilali.

Eso, de momento, parece difícil porque el PSPV asegura que al acto al que acudirán es el organizado por la Comisión Cívica de Alicante, que se organiza un día antes, el sábado día 24. De esta forma, explican, quieren apoyar la labor de recuperación de la memoria democrática que viene realizando desde hace años esta organización.

“Indignas hijas de su Patria”: el libro que saca a la luz la represión del Patronato de Protección a la Mujer

 https://www.diario-red.com/articulo/memoria/indignas-hijas-patria-libro-que-saca-luz-represion-patronato-proteccion-mujer/20250521185910047838.html

Marta García Carbonell y María Palau Galdón rescatan la historia de una red represiva que encarceló a miles de mujeres por no encajar en el ideal católico-patriarcal en dictadura y en democracia

Las autoras del libro "Indignas hijas de su Patria", Marta García Carbonell y María Palau Galdón


Lucía Parro Pantoja 

22/05/25 |

Llevo los labios pintados de rojo intenso, muy rojos. Gafas grandes, llamativas. En mitad de la entrevista, les pregunto a Marta García Carbonell y María Palau Galdón si, con este aspecto, me habrían encerrado en un reformatorio del Patronato de Protección a la Mujer. Marta no lo duda: “Hubieras ido de cabeza”. La afirmación no es una anécdota: es una bofetada de realidad. Un impacto directo con el pasado que retratan en Indignas hijas de su Patria, el libro en el que ambas periodistas desentierran uno de los aparatos más cruentos de represión de género de la dictadura y de la democracia.

El Patronato de Protección a la Mujer fue creado por el régimen franquista en 1941 y subsistió hasta 1985. Su objetivo declarado era perseguir la dignificación moral, impedir la explotación, apartar del vicio a las mujeres y educarlas con arreglo a las enseñanzas de la Religión Católica”. En la práctica, fue una red de control de los cuerpos, actitudes y comportamientos femeninos que encerró durante décadas a miles de niñas y mujeres que no encajaban en el canon católico-patriarcal de buena esposa y madre.

“Lo primero que sentimos fue rabia”, explica María. “Rabia de que una institución como esta existiera durante más de 40 años. Pensamos en nuestras abuelas, en nuestras madres. Yo ahora tengo 26 años y me libro de haber estado en el Patronato, porque era hasta los 25. Pero cuando lo descubrimos teníamos 20. Si hubiésemos nacido en otra época, podríamos haber sido víctimas de este organismo”.

El libro, publicado por la Institució Alfons el Magnànim, nació de un reportaje inicial sobre el convento de Santa Clara de València. Fue entonces cuando, entrevistando a dos historiadoras, oyeron por primera vez hablar del Patronato. “Nos sorprendió no saber qué era esa institución. Lo primero que pensamos fue: ¿cómo es posible que nadie nos hubiera hablado de esto?”, recuerda Marta.

A partir de ahí, comenzó una investigación periodística tan ardua como necesaria. Acceder a los archivos fue un proceso manual y fragmentario. “Pasábamos hojas durante días hasta que aparecía algo sobre el Patronato. Muchas cajas sin clasificar. Y los archivos eclesiásticos siguen cerrados. Nos dan excusas como incendios o inundaciones. Pero sabemos que la documentación existe, y la queremos para seguir construyendo la historia”, denuncian.

El Patronato, dependiente del Ministerio de Justicia, estructuró una red de centros dirigidos o tutelados por órdenes religiosas femeninas. Su presidenta de honor era Carmen Polo, “por ser ejemplo de mujer cristiana y española”. Las internas, en muchos casos menores de edad, eran consideradas ‘mujeres caídas o en peligro de caer’, ‘contaminadas y contaminantes’, ‘indignas hijas de su patria’. Bastaba con ser huérfana, rebelde, violada, lesbiana o, simplemente, llevar los labios pintados.

“Lo que se castigaba era no encajar en el modelo de feminidad franquista. Las encerraban por desobedecer, por existir de otro modo”, apunta Marta. Además del castigo físico, psicológico y moral, el Patronato se sostenía económicamente con partidas estatales, donaciones privadas y el trabajo forzado de las internas. “Hacían peluches, ensombrar cromos, incluso los del Mundial ‘El Naranjito’ del 82. Era mano de obra esclava. Empresas como Galerías Preciados o El Corte Inglés se beneficiaron de ese sistema”.



Fuente: Archivo Histórico Provincial de Sevilla

El libro recoge, entre otros, los testimonios de Consuelo García del Cid Guerra y Chelo Alfonso, internadas en varios centros. Consuelo, en palabras de las autoras, es una figura clave: “El Patronato le robó media vida y la otra media la ha dedicado a investigarlo. Sin ella, ninguna de nosotras habría conocido esta historia. Le debemos mucho”.

La publicación del libro ha abierto un canal inesperado: desde entonces, muchas supervivientes se han puesto en contacto con Marta y María para contar sus historias. “Necesitan ser escuchadas. Necesitan sentirse creídas. Durante años se han enfrentado al miedo, la culpa y la vergüenza. Algunas han sido tachadas de locas o putas por intentar contar lo que vivieron”.

Uno de los momentos más intensos fue acompañar a Pilar Dasí Crespo, una de las supervivientes, al reformatorio donde estuvo encerrada, hoy convertido en hotel. “Nos señaló el suelo que fregaban, el lugar donde dormían. Fue como un tour de la memoria. Para ella fue sanador. Para nosotras también”.

El próximo 9 de junio, a las 18:30 horas, en la Sala Pablo VI (Madrid) se celebrará un acto en el que la Conferencia Episcopal Española pedirá perdón públicamente a las supervivientes. Es un paso importante, pero insuficiente. “Este es solo el principio. Faltan archivos, reparación, atención psicológica. Muchas mujeres salieron del Patronato casándose con sus maltratadores, porque pensaban que así obtendrían la libertad. Las consecuencias se arrastran de por vida”.

Cuando les pregunto qué les dirían a las nuevas generaciones, no dudan: “Que pregunten a sus madres, a sus tías, a sus abuelas. Siempre hay una historia. Aunque no se supiera entonces que aquello era el Patronato, muchas estuvieron en conventos que dependían de él. “Queremos que esos silencios, esos susurros que antes solo se oían en las cocinas, se escuchen ahora en voz alta: en los medios, en las aulas, en las instituciones”.

Esa es la voluntad sanadora que atraviesa el libro de María y Marta. No solo para las supervivientes, sino también para una sociedad que, durante demasiado tiempo, ha ignorado —cuando no directamente negado— esta parte de su historia.

Porque, como recuerda Esther López Barceló —redactora del prólogo de Indignas hijas de su Patria— “sus historias eran importantes, aunque las contaran en susurros entre los fogones de las cocinas, aunque nadie las quisiera escuchar”.

Hoy, gracias a investigaciones como esta, esos susurros empiezan, por fin, a convertirse en voces que se alzan con fuerza.