En aguas gallegas, dentro de la ensenada de la ría de Vigo, encontramos una pequeña isla que hoy alberga arte y cultura, pero que esconde un pasado más oscuro. Hablamos de la isla de San Simón, un enclave paradisiaco que ha desempeñado una gran cantidad de papeles a lo largo de su historia.

Templarios, piratas y leprosos

La isla de San Simón estuvo ocupada por los templarios durante los siglos XII y XIII, hasta que la disolución de esta orden dejó el enclave en manos de la Corona de Aragón, que lo donó al Obispado de Tui en 1370. En los años siguientes, la isla sería víctima de numerosos asaltos y saqueos por parte de los piratas británicos comandados por Sir Francis Drake.

Isla de San Simón.
Isla de San Simón.
Mercedes Rancaño Otero / iStock

Durante la Guerra de Sucesión española, en la batalla de Rande de 1702 quedó destruido el antiguo monasterio de San Simón. Un siglo de abandono después, la isla se convirtió en un hospital hasta 1927. En él se aislaban los enfermos de  lepra y cólera que llegaban en barco desde otros países europeos.

Una cárcel franquista

Posteriormente, con la llegada de la Guerra Civil, la isla de San Simón se trasforma de nuevo, y esta vez en una cárcel. Concretamente, se trataba de un centro de reclusión que el régimen dictatorial de Franco utilizó para aislar a los presos políticos.

Durante los años que estuvo abierta la cárcel, miles de personas pasaron por allí, viviendo en las peores condiciones imaginables. Un verdadero campo de concentración donde el régimen llevaba a los presos para asesinarlos.

Isla de San Simón.
Isla de San Simón.
XURXO LOBATO / iStock

A partir del año 1948, la isla cambió nuevamente de función, convirtiéndose en la residencia de verano de la Guardia de Franco. Sin embargo, tras un naufragio en el que murieron 43 miembros de esta organización paramilitar, la isla se cerró hasta que entre 1955 y 1963 fue utilizada para la formación de huérfanos de marineros.

Un centro cultural en el presente

Llegamos a la actualidad y, tras una historia tan oscura y repleta de tanta muerte, la isla de San Simón renace de sus cenizas de una manera espléndida. Después de una intensa remodelación, el enclave se ha convertido en todo un centro cultural.

Isla de San Simón.
Isla de San Simón.
XURXO LOBATO / iStock

En ella podemos encontrar un centro de documentación y una biblioteca, además de una extensa programación que incluye desde actividades formativas hasta multitudinarios conciertos como los del Festival Sinsal.

Cómo llegar a la isla de San Simón

La isla está abierta al público de forma gratuita, aunque se necesita solicitar una autorización previa a la Xunta de Galicia. Para llegar hasta ella, los visitantes deberán proveerse de su propio transporte marítimo, ya sea personal o de las diferentes navieras turísticas que ofrecen el servicio desde el puerto de Vigo, el de Cesantes (a 21 minutos de Vigo por la N-552) o el de Cangas (a 33 minutos de Vigo por la AG-46).

Una vez allí, los visitantes pueden pasear por los jardines y el resto de zonas exteriores y visitar la capilla de San Simón y las exposiciones que se encuentren abiertas al público.