dimarts, 29 de novembre del 2016

ORDUÑA: DE FRENTE DE GUERRA A CAMPO DE CONCENTRACION Y PRISION FRANQUISTA.

https://cronicasapiedefosa.wordpress.com/2016/11/28/orduna-de-frente-de-guerra-a-campo-de-concentracion-y-prision-franquista/



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“Más de 50.000 prisioneros pasaron por sus instalaciones entre 1937 y 1941”.

Jesús Pablo Domínguez Varona & Aiyoa Arroita Lafuente.

FRENTE DE GUERRA  EN 1936-1937.
La ciudad de Orduña, territorio histórico de Bizkaia, que se encuentra enclavado dentro de la provincia de Alava, como una isla, fue frente de guerra entre 1936 y 1937. Los montes que rodean el valle en el que se encuentra, pertenecientes a Burgos y Alava , fueron duramente disputados por los rebeldes franquistas a las fuerzas defensivas republicanas. Tras el fracaso inicial de una toma rápida del territorio, se estabilizó el frente durante meses en ese sector  sobre los montes estratégicos que dominan el Valle de Orduña, entrada natural a Bizkaia, como por ejemplo el Monte San Pedro y otros.
Este sector es llamado para el departamento de defensa del Gobierno Vasco “Amurrio-Orduña y tenía varias fuerzas militares asignadas. En noviembre de 1936 las fuerzas republicanas se distribuían entre el monte de San Pedro y en otras tres situadas en elevaciones en torno a Uzkiano, en la zona de Txibiarte y Sobre Hayas. Estuvo protegido por varios batallones; el batallón nº 3 de UGT (Peña), el batallón nº 21 de la CNT (Bakunin), el Batallón nº 29 del PCE (Leandro Carro), del batallón nº 13 del PNV (Itxasalde), el nº 19 del PNV (Amayur) y el nº 17 también del PNV (Intxarkundia).Posteriormente el batallón nº 14 del PNV (Araba) releva a los batalones Amayur, Intxarkurdia e Itxasalsde que habían sufrido numerosas bajas tras la reconquista de la posición de San Pedro.
Conquistados los montes que la rodeaban, los reuetés franquistas entran en Orduña y después en Amurrio a finales de junio de 1937. Ya pueden disponer a su antojo de ambas localidades y eligen Orduña como “pueblo prisión”.
Situación de Orduña en pleno frente de Euzkadi. La imagen del mapa procedente de:

LOS CAMPOS DE CONCENTRACION.

Los campos de concentración franquistas fueron la respuesta militar y centro de control de los mandos fascistas al problema de la acumulación de disidentes, presos y prisioneros de toda índole, en las retaguardias y provenientes de los frentes de guerra. De los mismos ya hay noticias en 1936, pero sin regulación alguna gubernativa, pero con igual sentido que los campos de 1937: ilegalidad, provisionalidad y dependencia bélica.
El general Mola fue quien propuso aclarar en enero de 1937 la situación de los prisioneros de guerra que empezaban acumularse en estos centros de internamiento de las Divisiones militares, las cárceles y los presidios de todo tipo. Se necesitaba por tanto una clasificación previa de los prisioneros de guerra, para separar soldados favorables y por tanto aprovechables para las líneas sublevadas.
El primer campo de concentración fue creado por Francisco Franco el 20 de julio de 1936 y estuvo localizado en el castillo del monte Hacho de Ceuta. El último campo de concentración, localizado en Miranda de Ebro (Burgos), fue cerrado en 1947.
En 1938 los campos de concentración franquistas albergaron a más de 170.000 prisioneros. Tras el final de la contienda, en 1939 la cifra de población reclusa oscilaba entre las 367.000 y las 500.000 personas.
Desde 1940 el supervisor de todos estos campos fue el general Camilo Alonso Vega. La principal función de los campos era la de retener a tantos prisioneros de guerra republicanos como fuera posible, y todos aquellos que fueran calificados de “irrecuperables” eran automáticamente ejecutados. Muchos de los encargados de la represión o la administración en los campos habían sido víctimas en la zona republicana, y por este motivo destacaron por manifestar una voluntad de furia y venganza con los vencidos. Tampoco los funcionarios de alta instancia se mostraron muy contrarios a este clima de represión y venganza.
Durante la Guerra Civil Española y los primeros años de la Dictadura franquista estuvieron en funcionamiento más de 180 campos de concentración. En 1946, diez años después del comienzo de la Guerra civil, todavía estaban operativos 3 campos de concentración y 137 campos de trabajo, en los que estaban acogidos 30.000 prisioneros políticos.
EL CAMPO DE CONCENTRACION DE ORDUÑA.
La guerra en el frente de Bizkaia en 1937 hizo que miles de combatientes republicanos fueran hechos prisioneros. Ante tanto volumen de detenidos, las autoridades militares franquistas establecieron en una serie de campos de concentración que se habilitaron en Orduña (colegio de los jesuitas) en Bizkaia y Murgía (el de los PP. Paules) en Alava, así como el de Miranda de Ebro (Burgos). Este último como apoyo al trabajo de las Comisiones Clasificadoras de prisioneros, creadas en 1936, a las ordenes de los Auditores de Guerra y de los juzgados militares. A través de ellos se encauzó la violencia franquista en las retaguardias. La primera en funcionar fue la de Burgos.
Entre julio de 1937 y septiembre de 1939 las autoridades militares franquistas establecieron un campo de concentración de prisioneros en Orduña, en el que fueron internadas alrededor de 50.000 personas. El objetivo de este centro fue la reclusión preventiva, la clasificación y la reeducación de los prisioneros hechos por las tropas de Franco, fundamentalmente en los frentes de Bizkaia, Aragón y Cataluña. Estuvo situado en pleno centro de la ciudad, en el antiguo colegio de los jesuitas, y tenía una capacidad máxima de 5.000 personas.
Los cautivos, algunos de ellos ajenos a la guerra, lo que indica que también había presos políticos, sufrieron un trato inhumano que se caracterizó por el hacinamiento. A todo ello hay que sumarle otros aspectos no menos importantes como la insalubridad del recinto, la miseria por el hambre y la violencia ejercida por sus guardianes. El resultado final de cada uno de los allí presos es el miedo, la humillación y la incertidumbre sobre su propia vida. Además, algunos de ellos fueron utilizados como esclavos para realizar diferentes obras públicas y privadas.
Durante los 27 meses que permaneció abierto se registraron 24 fallecimientos oficialmente, aunque es probable que fueran muchos más. El perfil medio de los fallecidos responde al de un joven de 30 años, labrador de profesión que murió de una dolencia pulmonar.
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Campo de Concentracion y Prisión Central de Orduña en el colegio de los jesuitas, en el centro de la imagen.  La imagen procedente de:
Como consecuencia de todo ello, en 2012 el Ayuntamiento de Orduña reprobó lo ocurrido, pidió perdón por haberse lucrado a costa de los cautivos y se comprometió a rehabilitar su memoria, así como a difundir este terrible y desconocido episodio de nuestra historia.
El acta del pleno municipal celebrada el 31 de mayo de 2012 “ Declaración institucional sobre la memoria histórica” dice así:
En julio de 1937, tras la toma de Bilbao por parte de las tropas franquistas, se establece en el colegio de los jesuitas de Orduña un campo de concentración de prisioneros que permaneció abierto hasta septiembre de 1939, y donde fueron recluidas unas 50.000 personas aproximádamente. Tras su clausura, exactamente en ese mismo lugar se abrió la Prisión Central de Orduña, hasta 1941.
Durante los cuatro años (1937-1941) en los que las instalaciones del antiguo colegio se emplearon como centro de reclusión, se ejecutaron en Orduña varias obras -públicas y privadas- en las que se empleó mano de obra cautiva procedente del campo y de la prisión. El Ayuntamiento de Orduña, así como otras entidades y personas particulares afines al régimen, utilizó prisioneros de guerra y presos para realizar todo tipo de labores en régimen de esclavitud. Entre ellas destacan las rehabilitaciones de la plaza de toros, el cementerio, de la aduana, del balneario, del puente de La Muera y del monumento de la Virgen de la Antigua, erigido sobre la cumbre del monte Txarlazo.
Asimismo, el Ayuntamiento orduñes -como titular del colegio de los jesuitas, ya que era un inmueble de propiedad municipal- ingresó mensualmente ciertas cantidades de dinero por la presencia de cada interno.”
De los datos conocidos se puede afirmar que por el Campo de Concentración de Orduña pasaron unos 50.000 prisioneros, muchos de ellos combatientes del Ejército Vasco, tanto de la propia ciudad y pueblos alaveses cercanos, como del resto de Bizkaia y Gipuzkoa. El otro gran grupo de prisioneros estuvo compuesto por milicianos, catalanes sobre todo.
Lo que hasta ahora conocemos de éste siniestro Campo de Concentración se lo debemos al magnífico trabajo de investigación del periodista Joseba Egiguren, Prisioneros en el campo de concentración de Orduña (1937-1939)”publicado recientemente y que saca a la luz documentos civiles y militares, junto con los estremecedores testimonios de los últimos ex prisioneros.
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Portada del libro publicado por Joseba Egiguren sobre los prisioneros del Campo de Concentración de Orduña (Bizkaia).
En la elección de la situación de los campos primaba sus comunicaciones, tanto por carretera como por ferrocarril. Orduña esta emplazada de forma estratégica en linea fronteriza con Alava y Burgos, teniendo ambas situaciones, carretera a Vitoria y Burgos y como no estación de tren. El traslado a Orduña se realizada principalmente por ferrocarril, en trenes de mercancías utilizados normalmente para el transporte de ganado, que iban y venían a cualquier hora del día o de la noche. Los traslados solían ser masivos para ahorrar costos, sin agua, ni comida y sin conocer su destino. El viaje era un calvario, donde los prisioneros eran obligados a viajar durante infinidad de horas en condiciones deplorables, muchas veces de pie por falta de espacio, hacinados en el interior de vagones de madera cerrados, sucios y oscuros, sin asientos, ventanas y retretes.
En  palabras de Joseba Egiguren, ” Fueron apresados y desvalijados en el campo de batalla, donde les quitaban todo. Nada más llegar a Orduña, les tomaban la filiación e investigaban cual había sido su pasado, tanto durante como después de la guerra”.
La vida en el campo era una lotería diaria, ya que estaban en manos del enemigo con total indefensión, sin ningún tipo de garantía humana ni judicial. Casi todos los días eran apaleados, humillados sin cesar por los guardianes. No tenían ropa más que la que llevaban puesta, casi siempre sus propios uniformes, sucios, rotos y sin ropa de abrigo. No fue nada fácil la supervivencia en esas condiciones, tiesos de frío, hacinados, enfermos, infestados de piojos y medio muertos de hambre. Hay una anécdota contada por un preso superviviente que relata una distracción con la que trataban de hacer más llevadera su estancia; “Los piojos eran tan grandes que les ponías encima un duro de plata y lo movían”.
Como en otros campos, la alimentación que se suministraba a los concentrados en Orduña era muy escasa y deficiente. Las carencias fueron tales que la población reclusa enfermaba y debilitaba día a día, hasta el punto de que los propios guardianes advirtieron de la situación a sus superiores diciendo que ni con la mejor voluntad era posible mantener a los prisioneros debidamente.
Sin embargo el mayor enemigo, más que el hambre, el frio y el trabajo esclavo, estaba el caer en manos de un guardián violento. Muchos prisioneros recordaban al cruel y siniestro guardián que apodaban “El Manco”, que era un lisiado de guerra al que le faltaban tres dedos de la mano derecha. Solo conservaba el pulgar y el índice, pero su discapacidad no le impedía dar palizas de muerte con su inseparable garrote blanco.
En cuanto comenzó la violencia física, además de castigos, vejaciones, carencias e insultos, los derrotados prisioneros empezaron a sospechar que aquello era el precio que iban a pagar por haber traicionado, según los rebeldes, a la Patria y el lugar que ocuparían en la nueva sociedad franquista era la de un esclavo, un paria sin derechos. Su única obligación era obedecer y callar. Habían perdido la guerra y estaban a merced de su enemigo, que se iba a cobrar lentamente su venganza.
El día a día en el Campo de Orduña se caracterizó por la rutina, el tedio y la falta de actividad de la inmensa mayoría de los cautivos. Su quehacer diario se limitaba a deambular por el patio o a buscar un rincón para resguardarse de la lluvia y el frío, matándose los piojos unos a otros, huyendo de los golpes e intentando engañar al hambre.
La monotonía del cautiverio solía ser interrumpida por soflamas que difundían la propaganda social, política y religiosa del régimen. Lo que se perseguía, en definitiva, era doblegarlos por medio de la violencia física y psicológica, y reprogramar sus mentes con un lavado de cerebro para su reintegración social.
Los únicos que podían ver medianamente alterado su cautiverio eran los que salían fuera del campo. Eran los presos-esclavos que trabajaron en multitud de obras públicas y privadas locales. Orduña, por otro lado, obtuvo un ingreso económico directo de su presencia, gracias a un acuerdo por el que el Ayuntamiento cobró 0,70 céntimos de peseta por prisionero al mes en concepto de arbitrios municipales.
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Plano del campo de Concentración de Orduña. Imagen procedente de:  “PRISIONEROS DE FRANCO EN ORDUÑA”. Revista Aztarna nº 42, Agosto de 2011
Orduña no fue un campo de exterminio al uso, como lo fueron los campos nazis de la segunda guerra mundial. Su finalidad no fue la eliminación masiva del enemigo, sino su alejamiento del frente y su clasificación, para depurar sus supuestas responsabilidades militares, políticas y sociales. De esa forma, tras ser clasificados, los afectos a Franco eran trasladados a luchar contra sus ex compañeros republicanos. Y los desafectos eran encuadrados en los denominados “Batallones de Trabajadores” para que contribuyesen a la fuerza en la reconstrucción del nuevo país. En el peor de los casos castigados a penas de prisión o de muerte, en caso de que fueran hallados culpables de delitos graves.
Tras los combates en los distintos frentes de guerra y de penosas estancias en otros campos de concentración, los prisioneros ingresaban en Orduña extenuados. La falta de equipamiento administrado desde el campo, los malos tratos, la penuria, el hambre, el frío, la enfermedad y, en algunos casos, los trabajos forzados. provocó la aparición de las circunstancias precisas para que los cautivos enfermasen y muriesen. Sin embargo, tan solo se registraron 24 fallecimientos en 27 meses.
Es difícil creer que se produjeran tan pocas muertes entre las aproximadamente 50.000 personas internadas en Orduña en esas condiciones extremas, teniendo en cuenta, además, que los inviernos de 1938 y 1939 fueron especialmente duros. Los testigos, por su parte, afirman que las muertes eran muy habituales, sobre todo las producidas como consecuencia del hambre, del frío, de la falta de asistencia médica o de los golpes de los guardianes. No hay rastro en los registros de todas ellas, ocultadas a propósito por los gestores y autoridades del régimen. A la muerte de un preso no registrado se sumaba su desaparición de la historia, su olvido.
Los cuerpos de los presos muertos registrados fueron enterrados en la parte exterior del cementerio de Orduña, hoy en día dentro del cementerio por ampliación del mismo. Suponemos que los no registrados también. Hasta hace poco no se sabía, aunque se sospechaba, donde estaban los enterramientos. La ampliación del cementerio había hecho que la zona antes exterior ahora este ocupada por nuevas construcciones de hileras de nichos. Hasta del año… no había ni placa ni recuerdo físico de los allí enterrados, no se sabía dónde estaban ni si era verdad que estaban.
Hasta el año 2013 no había ninguna inscripción o recuerdo físico,  ningún letrero recordatorio de los allí enterrados, en forma de homenaje y memoria. No se sabía dónde estaban ni si era verdad que estaban. Desde ese año luce una placa que dice “en memoria de los cautivos fallecidos en el Campo de Concentración y en la Prisión Central de Orduña, cuyos cuerpos fueron enterrados en algún lugar de este cementerio, y de quienes perdieron la vida en defensa de la libertad y en contra del fascismo entre 1936 y 1941”
EXHUMACIONES EN EL CEMENTERIO DE ORDUÑA.
A solicitud del Ayuntamiento de Orduña, en agosto de 2014 la Sociedad de Ciencias Aranzadi procedió a la exhumación de 14 esqueletos humanos que fueron hallados, dispuestos en dos hileras, bajo la losa de hormigón que cubre uno de los pasillos de la zona de nichos del cementerio municipal. Se hizo una cata de 14 por 2,5 metros en el camposanto y rápidamente comenzaron a salir los restos.
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Exhumación de restos de víctimas del franquismo. Cementerio de Orduña 2014. La imagen procede de:
Hay dos zonas en las que se supone que están enterrados. Una es esta, la del cementerio donde no se puede seguir exhumando cuerpos porque están debajo de los nichos actuales. Y luego hay otra zona que no está muy clara o donde se han podido hacer movimientos de tierras
Los restos pertenecen a varones de edad adulta, que fueron introducidos en féretros de madera, e inhumados en tumbas individuales en posición de cúbito supino, con la cabeza orientada hacia el Oeste, a la misma cota de profundidad (entre 0,60 y 0,80 m). En ninguno de ellos se aprecian lesiones traumáticas que justifiquen su fallecimiento. De los 14, ninguno era mujer, y su edad es de más de 30 años, lo que responde al perfil de prisioneros de la cárcel.
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Francisco Etxeberria en la exhumación. Cementerio de Orduña 2014. La imagen procede de:
Hay constancia, según el registro local, de que se dio sepultura a al menos, 225 hombres que cumplían condena tras sufrir un juicio del régimen franquista. Según las investigaciones, la mayoría eran de Extremadura, Castilla-La Mancha y Andalucía, aunque también hay constancia de que había algunos pocos vascos.
A la espera de un análisis más exhaustivo, los primeros resultados facilitados por Aranzadi confirman que los enterramientos corresponden a víctimas de la represión franquista que fallecieron estando cautivas en la Prisión Central de Orduña, y constituyen una mínima parte de las que se encuentran aún sin exhumar en esa misma parcela.
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Vista aerea del cementerio municipal de Orduña. Montaje de los autores sobre imagen fija de google maps. La zona marcada en rojo, en aquellos años, estaba en el exterior del mismo.
En el año 2012 se cumplieron 75 años de la entrada de las tropas franquistas en Orduña y la apertura del campo de concentración y por tal motivo “…y teniendo en cuenta que hasta la fecha no se ha realizado ningún acto de desagravio u homenaje a este respecto…”los grupos políticos que conformaron la corporación municipal aprobaron una declaración institucional en el citado pleno del 31 de mayo. En sus 11 puntos se señala lo siguiente:
1.- El actual Ayuntamiento de Orduña lamenta y reprueba el establecimiento en su municipio del campo de Concentración de Orduña y de la Prisión Central de Orduña, entre 1937 y 1941, para reclusión de decenas de miles de personas de ideología contraria al franquismo. Asimismo el ayuntamiento de Orduña rechaza las condiciones infrahumanas a las que fueron sometidas dichas personas.
2.- El Ayuntamiento de Orduña pide perdón por haber utilizado como esclavos a prisioneros de guerra y presos para la ejecución de todo tipo de obras públicas en su término municipal, y por haberse beneficiado económicamente de la presencia de personas cautivas en su municipio”
3.- El Ayuntamiento de Orduña se compromete a contribuir a la rehabilitación de la memoria de todas las personas que fueron recluidas en su municipio durante la guerra de 1936 y la posterior dictadura franquista.
4.- El Ayuntamiento de Orduña se compromete a difundir esta parte de la historia silenciada durante tres cuartos de siglo y a promover trabajos de recuperación de la memoria histórica de la ciudad y el fomento de la memoria democrática (publicaciones, exposiciones, conferencias, investigaciones, etc).
5.- El ayuntamiento de Orduña lamenta que no se haya realizado con anterioridad ningún acto de desagravio u homenaje a este respecto, y en adelante se compromete a prestar su apoyo a personas o entidades que realicen trabajos de investigación para recuperar la memoria histórica del municipio.
6.- El Ayuntamiento de Orduña anima a la ciudadanía a participar en los actos de conmemoración y homenaje que se convocarán con motivo del 75 aniversario de la entrada de las tropas franquistas en la ciudad, y de la apertura del campo de Concentración de prisioneros de Orduña.
7.- En aplicación de la Ley 52/2007, de 26 de diciembre, y en consonancia con la resolución del Parlamento de Vitoria-Gasteiz (proposición no de ley 28/2011, 09/11.02.01.0463), el Ayuntamiento de Orduña se compromete, dentro del ámbito de sus competencias, a retirar todos los símbolos franquistas de los edificios y espacios públicos del municipio.
8.- Reconocimiento a las víctimas de los bombardeos sobre la población civil de Orduña, 1936-1937. Dos muertos y varios heridos: Maria Cruz Añibarro Pérez y Marina Apocaca Santamarina.
9.- Reconocimiento a los muertos en combate y fusilados, vecinos del pueblo.
  • Epifanio Aguirre Menoyo. Orduña, lugar muerte, Orduña fecha 14/01/1937. Muerto en el frente.
  • Fructuoso Asua. Orduña lugar muerte, Burgos fecha 31/05/1937. Muerto en el frente.
  • Benito Diez Moral. Orduña, persona desaparecida.
  • Celestino García. Orduña, lugar muerte, Burgos fecha 15/06/1939. Fusilado.
  • Jesús Grijalba Carreras. Orduña, lugar muerte, Tarragona fecha 01/05/1940. Fusilado.
  • Esteban Huete Campos. Orduña, lugar muerte, Bilbao fecha 16/12/1937. Fusilado.
  • José López Rico. Orduña, lugar muerte, Amurrio fecha 20/04/1937. Muerto en el frente.
  • Saturnino Martínez. Orduña, lugar muerte, Mungía fecha 14/05/1937. Muerto en el frente.
  • Manuel Murias Diaz de Cerio. Exalcalde y exconcejal del Ayuntamiento de Orduña. Lugar muerte, Bilbao fecha 09/09/1937. Fusilado.
  • Manuel Nuñez Miguel. Orduña, lugar muerte ,Orduña fecha 08/04/1937. Muerto en el frente.
  • Benigno Pérez Martínez. Orduña. Lugar muerte, Ripa fecha 26/11/1936. Fusilado.
  • Martín Somocurcio Albistur. Orduña, lugar muerte, Santoña fecha 17/11/1937. Fusilado.
  • Vitorico Tellaeche Iturralde. Orduña, lugar muerte, Arrasate fecha 25/09/1936. Muerto en el frente.
  • Domingo Villamor. Orduña, lugar muerte, fecha 04/08/1939. Fusilado.
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Tras la exhumación de los restos, se colocó una rosa roja en cada fosa que ocupaban, una por cada uno de los 14 rescatados. La imagen procede de:
Y ha todos los llegados de otros lugares, que murieron defendiendo las libertades, en el frente instalado en el término municipal (alrededor de una centena).
10.- Reconocimiento a todos los alcaldes y concejales que estuvieron al frente del ayuntamiento de Orduña entre julio de 1936 y junio de 1937.
A los alcaldes: Segundo Echeguen Lazcano, Manuel Murias Diaz de Cerio y Miguel Salazar Pinedo.
A los concejales: José Arechavala Aramburu, Higinio Quintana Guinea, Manuel Badillo Isasi, Luis Ugalde Jáuregui, Celedonio Bocos Ruíz, José Arnaiz Villasante, Ricardo Pascual Sendín, Manuel aguirre Menoyo, Pedro Oyarzabal Alonso, Manuel Ugarte Mendieta y Matias Larrieta Ortíz.
Así como a los miembros de la junta de defensa local y a los trabajadores municipales, que tuvieron que gestionar el municipio en una situación de guerra, y presisamente por eso, – por sus ideas y por su compromiso- fueron perseguidos y castigados implacablemente por el régimen franquista.
11.- Reconocimiento a los muertos en el Campo de Concentración de Prisioneros de Orduña y en la Prisión Central de Orduña, 225 presos.
a) Muertos en el Campo de Concentración de Prisioneros de Orduña:
Fecha fallecimiento. Nombre y Apellidos
03 – 10 – 1937 José Manuel Arizqueta Obrador
16 – 12 – 1937 José Arnaiz Sainz
28 – 02 – 1938 Alfonso Jiménez Fernández
01 – 03 – 1938 Juan Esteban Santre
04 -03 – 1938 Vicente Fernández Padilla
04- 03 – 1938 Daniel García Rives
12 – 03 – 1938 Luis Carrión Román
05 – 04 – 1938 Rosendo Forn Piñol
11 – 05 – 1938 Manuel Díaz Carbajal
03 – 06 – 1938 José Villanueva Tena
19 – 08 – 1938 Juan Ebrich Puig
01 – 09 – 1938 Ginés Alcázar Valibrea
11 – 10 – 1938 Agustín Heredia Heredia
04 – 02 – 1939 Hipólito Serra Planas
04 – 02 – 1939 Francisco Serviá Segura
18 – 02 – 1939 Amadeo Bienvenido Camí
23 – 02 – 1939 Pedro Febrreruela Agraz
24 – 02 – 1939 José Tasqué Calvet
28 – 02 – 1939 Juan Armengol Bombardo
03 – 03 – 1939 Francisco Morcillo Ruiz
06 – 03 – 1939 Amadeo Roch Martín
03 – 04 – 1939 José Texidó Font
18 – 04 – 1939 Andrés Andreu Forns
12- 07 – 1939 Francisco Arnal Llabata
b) Muertos en la Prisión Central de Orduña:
Fecha fallecimiento. Nombre y Apellidos
06 – 12 – 1939 Juan José Tena Sánchez
17 – 12 – 1939 Adolfo Moreno Moreno
20 – 12 – 1939 Ismael Arreaza Calzado
02 – 01 – 1940 Juan Cortés Jea
07 – 01 – 1940 Aniceto Perantón Nevado
15 – 01 – 1940 Eduardo López Fuentes
17 – 01 – 1940 Modesto Martín Martín
20 – 01 – 1940 José Hurtado Cerrato
26 – 01 – 1940 José Paredes Escudero
29 – 01 – 1940 Martín Margalef Saladié
28 – 01 – 1940 Casto Rincón Valdés
03 – 02 – 1940 Emilio Camacho Carrero
08 – 02 – 1940 Manuel Romero García
13 – 02 – 1940 Juan Ruiz Pérez
27 – 02 – 1940 Antonio Calcerrada Segura
29 – 02 – 1940 Daniel Fabras (Fabra) Serres
04 – 03 – 1940 Joaquín Calero Cuadrado
07 – 03 – 1940 Quiterio Pérez García
12 – 03 – 1940 Ramón Hernández Trujillo
13 – 03 – 1940 Ángel Castro Porro
05 – 04 – 1940 Pedro Lozano Silva
13 – 04 – 1940 Melchor Sánchez Pozo
14 – 04 – 1940 Antonio Carabante León
06 – 05 – 1940 Horacio Sánchez Bermejo
11 – 05 – 1940 Alonso Fernández Córdoba
14 – 05 – 1940 Miguel Santamaría Gordillo
14 – 05 – 1940 Alfonso Lozano Rodríguez
23 – 05 – 1940 Antonio Rojano Hornero
25 – 05 – 1940 Manuel Ruiz Velarde
29 – 05 – 1940 Salvador Lara López
31 – 05 – 1940 Blas Jubero Delgado
22 – 06 – 1940 Francisco Quintana Balsera
18 – 07 – 1940 Juan Alcaraz Pascual
28 – 07 – 1940 Silvano de Castro Barrios
31 – 07 – 1940 Julio León Galán
02 – 08 – 1940 Francisco García Rubio
03 – 08 – 1940 Antonio del Castillo González
04 – 08 – 1940 Antonio Fernández Rueda
06 – 08 – 1940 José Pozo Álvarez
21 – 08 – 1940 Daniel Aranda López
26 – 08 – 1940 Juan Vizueta González
27 – 08 – 1940 José Palacio Torel
28 – 08 – 1940 Pedro Fernández González
30 – 08 – 1940 Fernando Pérez Hernández
31 – 08 – 1940 Manuel Serván / Lebrón Cabello
02 – 09 – 1940 Diego González Repiso
09 – 09 – 1940 Faustino Nieto del Pozo
18 – 09 – 1940 David Vernet Salvado
28 – 09 – 1940 Marcelino Calle Carmona
06 – 10 – 1940 Salvador Salvadó Font
11 – 10 – 1940 José Castillo Méndez
14 – 10 – 1940 Salvador Rius Oliat / Oliach
15 – 10 – 1940 Miguel López Herrera
29 – 10 – 1940 Fermín González Segados
31 – 10 – 1940 José Villanueva Pérez
07 – 11 – 1940 José Rodríguez González
15 – 11 – 1940 Joaquín Barragán González
26 – 11 – 1940 Juan María Santiago Bella
02 – 12 – 1940 Luis Esteve González
09 – 12 – 1940 Eugenio Rodrigo Olmedo
28 – 12 – 1940 Miguel Delgado González
29 – 12 – 1940 Antonio Benegas Núñez
04 – 01 – 1941 Agustín Sánchez Richaste
04 – 01 – 1941 Manuel Tornisco Corbacho
09 – 01 – 1941 Manuel Morcillo Álvarez
12 – 01 – 1941 Salvador Lara Miranda
13 – 01 – 1941 Francisco Campillo Chaparro
13 – 01 – 1941 Francisco Ruiz Morrón
13 – 01 – 1941 Francisco Gómez Iborra
13 – 01 – 1941 Juan Prini Ballestini
16 – 01 – 1941 Antolín Álvarez Montero
17 – 01 – 1941 Juan Maldonado Rasero
19 – 01 – 1941 Lucas Mejías Guisado
20 – 01 – 1941 Cándido Moreno Durán
26 – 01 – 1941 Juan Riero Villalobos
28 – 01 – 1941 Pedro Asensio Torrado
30 – 01 – 1941 Narciso Arévalo Blanco
01 – 02 – 1941 Fulgencio Chamizo Gallego
02 – 02 – 1941 Félix González Lorenzo
04 – 02 – 1941 Pedro Carmona Bueno
07 – 02 – 1941 José González Villa
07 – 02 – 1941 Reyes Gutiérrez de la Cruz
08 – 02 – 1941 Blas Galán Rodríguez
08 – 02 – 1941 Manuel Palma Fernández
11 – 02 – 1941 Nicolás Beliz Serrano
11 – 02 – 1941 Antonio Millán Florido
11 – 02 – 1941 Antonio Jiménez Núñez
12 – 02 – 1941 Juan Esteban Cordero
14 – 02 – 1941 Ricardo Pérez Argüello
16 – 02 – 1941 Valentín Moreno Ruiz
18 – 02 – 1941 Antonio Casablanca Vivas
19 – 02 – 1941 Juan Sánchez González
19 – 02 – 1941 José García Carmona
22 – 02 – 1941 Antonio Guisado Sánchez
23 – 02 – 1941 Saturio Rodríguez Bueno
23 – 02 – 1941 José Gómez Aguilar
24 – 02 – 1941 José Romero Sánchez
24 – 02 – 1941 Julián García Carrigosa
25 – 02 – 1941 Félix Carmona Hornillo
25 – 02 – 1941 Juan Cuesta Álvarez
25 – 02 – 1941 Arturo Casillas Olivares
25 – 02 – 1941 Eugenio García Enciso
26 – 02 – 1941 Ramiro Herrera López
26 – 02 – 1941 Salvador Camacho Valdés
26 – 02 – 1941 Agustín López Calero
28 – 02 – 1941 Rafael Chaves Díaz
01 – 03 – 1941 Manuel Fernández Hidalgo
01 – 03 – 1941 Juan Lozano Venegas
02 – 03 – 1941 Ramón Flores Rodríguez
02 – 03 – 1941 Saturnino Frutos Rubio
05 – 03 – 1941 Rafael Bargola Paredes
05 – 03 – 1941 Casimiro Acebedo Barrero
06 – 03 – 1941 Isidro González López
07 – 03 – 1941 Mariano Fernández Izquierdo
08 – 03 – 1941 Domingo Galindo González
09 – 03 – 1941 Eusebio Moreno Durán
10 – 03 – 1941 Manuel Cabezas Hidalgo
10 – 03 – 1941 Ignacio Lozano Arévalo
12 – 03 – 1941 José Pozo García
12 – 03 – 1941 Cesáreo Romero Alonso
12 – 03 – 1941 Aquilino Flores Bautista
12 – 03 – 1941 Zoilo Villar Toledo
13 – 03 – 1941 Cirilo Barba Sarabia
13 – 03 – 1941 Pedro Martín Sánchez
13 – 03 – 1941 Salvador del Amo Jiménez
13 – 03 – 1941 Pedro Aparicio Miranda
15 – 03 – 1941 Ramón Torres Donoso
16 – 03 – 1941 Juan Bernáldez Díaz
16 – 03 – 1941 Alejandro Gómez Hidalgo
18 – 03 – 1941 Francisco Ávila Martínez
20 – 03 – 1941 Bernardo Rodríguez Rincón
21 – 03 – 1941 Deogracias Ureña Solana
21 – 03 – 1941 Miguel Calderón Molina
21 – 03 – 1941 José Vivas Barrero
22 – 03 – 1941 Antonio Badello Negrete
23 – 03 – 1941 Alfonso Tena Prieto
24 – 03 – 1941 Tiburcio Lazo Ledesma
25 – 03 – 1941 Francisco Gómez Barón / Varón
29 – 03 – 1941 Inocencio Gallardo Rebolledo
29 – 03 – 1941 Alonso Franco González
29 – 03 – 1941 Lázaro Acedo Delgado
30 – 03 – 1941 Luis García Joralejo
30 – 03 – 1941 Manuel Guillén Expósito
31 – 03 – 1941 Juan Frías Martín
01 – 04 – 1941 Fermín Martín Gutiérrez
01 – 04 – 1941 Eladio Fernández Jus / Jut
02 – 04 – 1941 Marcelino Barba Cruz
03 – 04 – 1941 José María Hidalgo Balseras
03 – 04 – 1941 Cándido Monterrubio Cabezas
03 – 04 – 1941 José Fernández Fernández
04 – 04 – 1941 Francisco Ojeda Murilla
04 – 04 – 1941 Juan Serrano Baluino
04 – 04 – 1941 Crisantos Pimilla García
05 – 04 – 1941 Manuel del Olmo / del Amo Jiménez
05 – 04 – 1941 Macario Melaza Carmona
05 – 04 – 1941 Antonio Martínez Blázquez
05 – 04 – 1941 Baldomero Vargas González
06 – 04 – 1941 Fructuoso Llorens Tolosano
06 – 04 – 1941 Antonio Castañeda Honrado
06 – 04 – 1941 Vicente Gómez Lozano
06 – 04 – 1941 José Gómez Narváez
09 – 04 – 1941 Antonio Álamo Olmedo
11 – 04 – 1941 Luis Giraldo Espino
12 – 04 – 1941 Manuel Figueredo Toscano
13 – 04 – 1941 Francisco Navarro Márquez
14 – 04 – 1941 Manuel Vives Fernández
15 – 04 – 1941 Ricardo Rodríguez Cabezas
15 – 04 – 1941 Faustino Aguado Serrano
16 – 04 – 1941 Julián Solís Carrasco
16 – 04 – 1941 Jerónimo Sánchez Villalba
16 – 04 – 1941 Antonio Monje Crucera
17 – 04 – 1941 Francisco Cruz Orellana
18 – 04 – 1941 Basilio Puerto Donoso
19 – 04 – 1941 Manuel León Gómez
21 – 04 – 1941 Fernando Caminero Gutiérrez
22 – 04 – 1941 Cándido Román Díaz
22 – 04 – 1941 Ernesto Morales Casado
01 – 05 – 1941 Manuel García Manchado
04 – 05 – 1941 Manuel Poveda Ramírez
09 – 05 – 1941 Francisco Barquero Tejada
09 – 05 – 1941 Ángel González Vázquez
10 – 05 – 1941 Julián Miranda Sánchez
11 – 05 – 1941 Antonio Corbacho Merino
13 – 05 – 1941 Teodoro Barrero Madero
14 – 05 – 1941 Mariano Gutiérrez Segura
15 – 05 – 1941 Esteban Barrilero García
15 – 05 – 1941 Fructuoso Bravo Guijarro
16 – 05 – 1941 Víctor Arias Gómez-Caravante
19 – 05 – 1941 José Martín Retana
20 – 05 – 1941 Juan Carrera Calzado
22 – 05 – 1941 José Madroñero Molina
23 – 05 – 1941 Gabino Peláez Bernal
24 – 05 – 1941 Ángel Escobar Carmona
25 – 05 – 1941 Agustín Benítez Navarrete
27 – 05 – 1941 Miguel Fuertes Molina
31 – 05 – 1941 Enrique Macías Silva
30 – 05 – 1941 Lorenzo Pastor Cejuela
02 – 06 – 1941 Alfredo Romero Tapia
07 – 06 – 1941 Vicente Mateo Tena Suárez
10 – 06 – 1941 Manuel Gutiérrez Mimbrero
27 – 06 – 1941 Gregorio Matamoros Manito
El 18 de junio de 2012 el Ayuntamiento de Orduña rindió homenaje público a todos los represaliados que murieron y sobrevivieron al Campo de Concentración y Prision Central que estuvo operativo en la localidad. Dos de los supervivientes, 75 años después, volvieron a cruzar las puertas del patio en el que fueron maltratados, Trinitario Rubio (conocido como “Tàrio” ) y Juan Larrinaga.
NUESTRO RECUERDO A TODOS ELLOS.

 IMAGEN DE PORTADA.

Fotografía del Campo de Concentración de Prisioneros de Orduña con montaje de los autores incluyendo el sello de tinta usado por el mismo.

FUENTES CONSULTADAS.

PRISIONEROS EN EL CAMPO DE CONCENTRACION DE ORDUÑA (1937-1939).  Joseba Egiguren Argitaletxea. Ed. Ttarttalo, 2011
INTERNAMIENTO Y TRABAJO FORZOSO: LOS CAMPOS DE CONCENTRACIÓN DE FRANCO. Javier Rodrigo. HISPANIA NOVA, Revista de Historia Contemporanea. Nº 6 de 2006.
PRISIONEROS DE FRANCO EN ORDUÑA. Revista Aztarna nº 42, Agosto de 2011.