El elevado número de personas asesinadas contrasta con la total ausencia de represalias llevadas a cabo durante los dos meses que esta localidad se mantuvo en poder de la República, como queda demostrado por la propia documentación del régimen franquista, más en concreto, por la llamada Causa General. En un documento fechado el 3 de abril de 1941 y firmado por el entonces alcalde de la localidad, se afirma expresamente:
“En cumplimiento de lo ordenado en su comunicación de 22 de marzo último, se han practicado gestiones por los agentes de mi autoridad, Guardia Civil y se han publicado bandos interesando se dé cuenta a esta Alcaldía de los enterramientos que existan en este término municipal de personas asesinadas durante el dominio marxista, comprobándose que no existen ninguno.”
Valverde de Llerena, a 3 de abril de 1941. El Alcalde.

Esta comunicación fue enviada al Fiscal Instructor de la Causa General en la provincia de Badajoz, como parte del proceso estandarizado en toda España para recopilar supuestos crímenes cometidos por el bando republicano. En Valverde, el Estado número 1 (destinado a registrar víctimas identificadas) y el Estado número 2 (para cadáveres sin identificar) figuran ambos con la palabra manuscrita “ninguna”.


A su vez, otro documento fechado también el 3 de abril de 1941 revela que el régimen prohibía expresamente cualquier tipo de exhumación sin su autorización. El alcalde responde así a una comunicación del 28 de marzo:
“Se ha recibido en esta Alcaldía su comunicación de fecha 28 de marzo anterior, en la que prohíbe terminantemente sin previo permiso de su autoridad se practiquen exhumaciones de cadáveres de personas asesinadas durante la dominación roja.”
Valverde de Llerena, a 3 de abril de 1941. El Alcalde.

Un tercer documento clave demuestra que las personas de derechas que fueron detenidas por las autoridades republicanas no fueron asesinadas ni maltratadas. Según este informe, los detenidos estuvieron en prisión desde el 21 de julio hasta el 10 de agosto de 1936 y fueron posteriormente liberados. El propio Ayuntamiento certifica que “no fueron objeto de malos tratos”.

Este conjunto de documentos desmonta por completo la tesis de que los crímenes franquistas fueron una respuesta a los cometidos por la República. Los fusilamientos de al menos 26 personas, cuyos restos aparecen hoy en las fosas comunes, fueron ejecuciones masivas basadas en la ideología o filiación política de las víctimas.
Además de las personas halladas en la fosa, hay constancia de otras víctimas de la represión franquista originarias de Valverde de Llerena. Entre ellas, José Alfonso Caro Olivera, condenado a muerte y fusilado en 1941 por sentencia de la XII División franquista. Tenía 43 años, era carbonero y vecino de Granja de Torrehermosa.

También aparecen registrados dos deportados a campos de concentración nazis:
– José Bravo, natural de Valverde, nacido el 8 de abril de 1891, fue deportado tras pasar por la prisión de Compiègne en Francia. Su caso figura tanto en el Libro Memorial de los españoles deportados a los campos nazis como en la base de datos del Ministère des Armées francés, lo que da a entender que falleció en el campo de concentración de Sachsenhausen.

– José Vera Llanes, también natural de Valverde, aparece en ambas fuentes como fallecido en el campo de Gusen el 2 de enero de 1942.

Además, cuatro maestros nacionales de Valverde de Llerena fueron objeto de expedientes de depuración franquista:
– Mauricio Durán Izquierdo
Fuente: Secretaría de Estado de Cultura - Víctimas de la Guerra Civil y Represaliados del Franquismo
– Francisco Guerrero Carrasco
Fuente: Secretaría de Estado de Cultura - Víctimas de la Guerra Civil y Represaliados del Franquismo
– Ramona Perdiguero Valdivieso
Fuente: Secretaría de Estado de Cultura - Víctimas de la Guerra Civil y Represaliados del Franquismo
– Gracia Rodríguez Ballesteros
Fuente: Secretaría de Estado de Cultura - Víctimas de la Guerra Civil y Represaliados del Franquismo
Estos casos documentan cómo la represión franquista en Valverde de Llerena no se limitó a los asesinatos inmediatos tras la ocupación del municipio, sino que se extendió a la depuración profesional, la persecución ideológica y la deportación, afectando a numerosos vecinos que no habían cometido delito alguno y que, según los propios informes del régimen, no participaron en actos violentos durante el periodo republicano.
El investigador Hernán Fernández-Barriales, creador del buscador de desaparecidos de la Guerra Civil Española y promotor de esta revisión documental, ha difundido en su cuenta de Twitter @BCombatientes las pruebas de esta contradicción con el mensaje:
“El relato franquista desmontado por sus propias fuentes.”
Fernández-Barriales subraya que, aunque la Causa General fue un instrumento propagandístico que buscaba justificar el golpe de Estado y criminalizar a la República, sus silencios y omisiones también sirven hoy para reconstruir la verdad. Las páginas que escribieron los vencedores esconden más de lo que muestran. Pero la tierra no miente.
Valverde de Llerena no fue una excepción, sino un ejemplo más del sistema de ocultación articulado por el régimen franquista. Hoy, más de ochenta años después, los huesos emergen para contradecir las partes oficiales. La memoria enterrada vuelve a hablar, y lo hace con una contundencia que ya no puede ser silenciada.










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