diumenge, 24 de setembre del 2017

MEMORIA / OLVIDAR ES MORIR DOS VECES. Francisco Pimentel .



MEMORIA / OLVIDAR ES MORIR DOS VECES

(Publicado en Ronda Semanal el Sábado 23.09.2017)

El fascismo ejercía su violencia lo más secretamente posible. Por eso la humanidad desconocía las barbaridades que esos regímenes desarrollaron tanto en Italia, como en Alemania y en España.

En nuestro caso, mantenido los asesinos por los yanquis como dueños de España, se dedicaron a destruir la memoria documental durante los 40 años del franquismo para que las nuevas generaciones olvidaran lo que había pasado, o mejor dicho, que no supieran nunca que hubo una vez una república con la que conseguimos los más grandes avances sociales que nunca habíamos tenido.

Para mí es una gran satisfacción saber que mis escritos ayudan a muchos a saber o a recordar. La semana pasada Soledad comentaba mi escrito diciendo: “es triste y es duro, pero nunca se nos olviden las fechas. Olvidar es morir dos veces”. Ha sido un regalo semántico que me ha permitido ponerle título al artículo de esta semana.

También Maripaz comentaba: “dices todo lo mismo que me contó mi abuela. Eso lo vivió ella con 13 años y se libró porque huyó por la carretera de la muerte… qué calamidad”. Carlos añadía: “mis padres también huyeron por la carretera de Almería”. Concha nos comentaba el libro “Objetivo Ronda” sobre los movimientos hacia Ronda del ejército rebelde. Hermógenes decía “cuan importante es recordar la historia”. Nuestra querida amiga, compañera y camarada Aurora decía “se eriza el corazón y te alerta sobre los malvados”. Manuel nos recordaba que tenemos que tener “memoria y dignidad, no olvidemos”.

Al comentario sobre lo que Raquel Zugasti ha escrito en el libro “Objetivo Ronda” respondía yo lo siguiente a Concha: “Aprendí hace tiempo que hay que tener mucho cuidado con todo lo que se publica sobre eso que llaman "guerra civil". Dentro del drama que viví en mi familia, como tantas otras, tuve la suerte de que mi padre me contaba las cosas exactamente como las había vivido. Era un hombre verdadero a carta cabal y nunca mintió ni exageró nada. Murió hace cinco años a los 97 años, después de haber estado condenado a muerte, en un batallón de castigo, herido grave dos veces por bombas de aviación y mil otras circunstancias increíbles. Pero vivió hasta los 97 y hasta muy poco antes de morir tenía una lucidez extraordinaria. Casi toda su familia, que eran muchos, habían sido socialistas-libertarios como el noventa por ciento de los rondeños y serranos.

En dias como estos miles y miles de ciudadanos de Ronda, Benaoján, Grazalema, Alcalá, Ubrique, Olvera, Castellar, Jimena, San Roque, La Línea, Lebrija andaban con lo puesto a través de la serranía camino de Marbella. Y miles y miles de ciudadanos de Casares, Manilva, San Martín del Tesorillo, llegaban también a Marbella por la carretera de la costa esquivando los obuses que desde los barcos tiraban los sublevados contra la República.

Finalmente fueron acogidos como refugiados en la colonia agrícola de El Ángel. Mi abuelo Francisco aparece en el libro registro de refugiados de Marbella como delegado. Tenía 45 años, mi abuela Ana 41, sus hijos Pedro, mi padre, 22, Encarnación 19, Rafael 12 y Paco 9. Habían vivido en la calle Parra 14. Cuando volvieron a Ronda su casa estaba robada y destruida. Al poco el 14 de Marzo a las 5:00 am mi abuelo fue fusilado junto con otros 44 rondeños hombres y mujeres socialistas y republicanos. Fueron los primeros. Eran los mejores. Por eso no podemos olvidar.

Francisco Pimentel
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