https://www.facebook.com/groups/368557283171702/permalink/1859265277434221/
Vivimos días de gran confusión. Confusión, desmemoria y falsedad. Así llevamos 80 y pico de años. Todo programado. Si no, cómo se explica que el mandamás del partido heredero del franquismo haga suyas las palabras libertad, democracia, igualdad, justicia, cumplimiento de la constitución y hasta haga suyo a Azaña con la siguiente cita: "Todos somos hijos del mismo sol y tributarios del mismo río”.
Antes ya lo han hecho otros, como Federico Jimenez Losantos, que seguramente estará asesorando a los escribidores de discursos de Rajoy. No es una cuestión de convertirse en azañista porque no olvidemos que los dirigentes republicanos eran liberales, pero eran progresistas y lucharon contra el fascismo, que es el cúmulo de las maldades históricas de la humanidad.
Lo que en 1938 Azaña trataba de hacer a su manera era de que la guerra terminara cuanto antes y tenía la intencionalidad de propiciar una mediación internacional para que no se prolongara.
La frase plagiada por Rajoy es parte del discurso de Azaña: "Y entonces, cuando los españoles puedan emplear en cosa mejor este extraordinario caudal de energías, cuando puedan emplear en esa obra sus energías juveniles que, por lo visto, son inextinguibles, con la gloria duradera de la paz, sustituirá la gloria siniestra y dolorosa de la guerra. Y entonces se comprobará una vez más lo que nunca debió ser desconocido por los que lo desconocieron: que todos somos hijos del mismo sol y tributarios del mismo arroyo. Ahí está la base de la nacionalidad y la raíz del sentimiento patriótico, no en un dogma que excluya de la nacionalidad a todos los que no lo profesan, sea un dogma religioso, político o económico”.
El discurso completo era contra la guerra de agresión del fascismo-nazi-franquista. Ahora Rajoy la emplea contra el presidente de la Generalitat, volviendo la tortilla del revés, al estilo de lo que siempre han hecho y siguen haciendo los franquistas.
Y no es cuestión de enaltecer en todos sus actos a Azaña y a Puigdemont, sino de recordar que aunque nuestra república era burguesa y nuestra gente lo sabía, la defendieron hasta la muerte. ¿Porqué? Porque para saber de qué lado debemos estar basta con mirar y saber quienes son los que están en el otro lado.
En estos días de tantos discursos, banderas, desfiles, declaraciones reales, amenazas, recuerdos televisivos de guerra, tejerazos, salvadores patrios, mis referencias siguen siendo nuestra gente asesinada, violada, rapada, martirizada, hechas desaparecer por defender una vida digna para ellos y para nosotros y para los que vengan bajo el lema republicano de libertad, igualdad y fraternidad.
Para mi consuelo tengo la suerte de leer a Marisa Peña que el día 12, día de la fiesta esa, ha escrito: Ante tanto despliegue patriótico no puedo por menos que pensar en mis muertos, en esos que nunca fueron homenajeados y que lucharon por un mundo mejor. Los herederos de una estirpe de vencidos, sabemos que no importa perder todas las batallas, cruzar los desiertos calcinados, atravesar inviernos que nunca se terminan, ser ninguneados, difamados, diezmados, acallados, olvidados. Aunque los vientos no nos sean propicios, seguimos navegando, aferrados a nuestras convicciones, seguros de la luz que nos fue entregada, a salvo de la confusión y la tormenta, cuidando el preciado legado de la memoria, sabiendo que los nuestros no sufrieron en vano, no lucharon en vano, no murieron en vano. Mientras los ecos suenan, las voces se confunden y la marea sube, esperamos, como ellos esperaron, a que llegue el momento preciso, a que la semilla extienda sus raíces, y la historia, siempre tan predecible, nos devuelva, al fin, todo lo arrebatado: la verdad, la justicia, la hacienda, el proyecto republicano y la canción… (Marisa Peña, Mi bella miliciana).
Francisco Pimentel
Asociación Memoria Histórica de Ronda
memoriaronda@gmail.com
Asociación Memoria Histórica de Ronda
memoriaronda@gmail.com
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada