dilluns, 10 de desembre del 2018

La cata arqueológica en busca de Los Ilustres resulta infructuosa.



No se descartan más prospecciones si el trabajo documental indicara más posibles ubicaciones

Fotografías Óscar Rodríguez

Texto de la nota de prensa:

En la mañana del pasado viernes 7 de diciembre miembros de la Asociación Recuerdo y Dignidad y científicos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi comenzaban una cata arqueológica en el cementerio de la capital soriana en busca de los restos mortales de las personas conocidas como Los Ilustres.
Los trabajos empezaban a las 9 de la mañana con la presencia de los trabajadores municipales, policía municipal y varios familiares que allí se dieron cita.
La zona del cementerio donde se decidió intervenir fue una parcela del cuadro sur que abarcaba unas 17 sepulturas consecutivas, todas propiedad del Ayuntamiento y en las cuales no se enterraba a nadie desde 1930. El lugar fue indicado a la familia de uno de Los Ilustres, Anastasio Vitoria, por el hijo de una persona que, el día después de los asesinatos estuvo en el cementerio de la capital y vio movimiento de tierra.
El trabajo consistió en la apertura de una zanja perpendicular a la dirección de los enterramientos de una anchura de un metro aproximadamente. Cuando se alcanzaron los 70 centímetros de profundidad la tierra comenzaba a presentarse alternativamente a capas duras y blandas según avanzaba la zanja. Estos indicios correspondían a tierra dura, porque nunca se había movido, y tierra más blanda, debido a que fue excavada en algún momento y a la descomposición de los ataúdes. Las sospechas más pesimistas se confirmaron unos centímetros más abajo al aparecer los enterramientos perfectamente delimitados resultando, por el tamaño de los huecos, imposible la ubicación de una fosa común con 7 personas. A última hora de la mañana se devolvió la tierra a su lugar dejando el espacio en perfectas condiciones y dando por concluido el trabajo.
El resultado negativo de la prospección fue un duro golpe para las familias que allí se encontraban, considerando además que alguna se había dirigido a la asociación soriana en busca de su familiar hace casi una década.
Los siguientes pasos, respecto a la búsqueda de la fosa común clandestina, pasan por comprobar en los archivos municipales que las posibles ubicaciones que se barajan tuvieran las características de la analizada el pasado viernes. Especialmente que se trate de sepulturas consecutivas sin utilización ni abono de cuotas desde el momento del asesinato.
La Fosa de los Ilustres  es una de las numerosas solicitudes de exhumación que la asociación soriana Recuerdo y Dignidad ha recibido en los últimos años por parte de los familiares de los desaparecidos-asesinados en la provincia de Soria.
La fosa común recibe este nombre por albergar los cuerpos de varias personalidades de la época en Soria. En ella se encontrarían según el expediente de Gaya Tovar:
-Juan Antonio Gaya Tovar. Padre del crítico de arte Juan Antonio Gaya Nuño. Vicepresidente de la Diputación Provincial de Soria, concejal del Ayuntamiento y compromisario para la elección de Presidente de la República en abril de 1936. Perteneciente al Partido Radical  Socialista. De 60 años, casado y con 3 hijos.
-Aurelio Bourgeal Vázquez. Jefe de Telégrafos. Republicano no adscrito a ningún partido. De 64 años, casado y con 4 hijos.
-Anastasio Vitoria García. Alcalde de Ágreda y conocido abogado.  Perteneciente a Unión Republicana.  De 53 años casado y con tres hijos.
-Manuel Blanco Sampedro. Fotógrafo y director del periódico anarquista Trabajo. Perteneciente a CNT. De 29 años, casado y padre de los artistas Reden y Ulises Blanco.
-Jesús Chicote de Pablo. Practicante de 31 años de edad. Vicepresidente PSOE. Vocal de la Junta de la Casa del Pueblo. Presidente de la Agrupación de Oficios Varios de UGT
-Nicasio Nájera Blanco. Ferroviario de 28 años. Soltero.
-Joaquín Ranz Borja. Delegado de Hacienda de 45 años
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