La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), que inició la búsqueda científica de desaparecidos por la represión franquista en el año 2000, busca en el cementerio de la localidad lucense de Ribadeo una fosa común con los restos de dos asesinados el 23 de julio de 1936. Se trata de dos de las siete personas que fueron asesinadas ese día por los golpistas.

El conocimiento histórico de lo ocurrido ha sido posible gracias a las investigaciones de  de Xose Miguel Suárez Fernández, que en su blog ha difundido investigaciones acerca de la represión en la zona.  

Contexto histórico

El  18 de  julio  de 1936  en cuanto se tuvo conocimiento de la sublevación del ejército el gobierno municipal  organizó  a  través de un comité de guerra la requisa de armas y vehículos  para hacer frente a las fuerzas sublevadas,   operaciones en las que participaron algunos vecinos. Varios  carabineros  del puesto de Ribadeo participaron en la defensa de la villa al mando del Teniente Ramón Lorenzo  Fernández  y  el alférez Antonio Trujillo Rodero, ambos sometidos posteriormente  a consejo de guerra  y ejecutados en Lugo.  

    Por la tarde  del día 23  dos columnas  provenientes de Lugo, una por la carretera de Barreiros y otra por la de Vegadeo  entran en la población  disparando a todo lo que se mueve, del lado de Barreiros hubo una desbandada  de los defensores, que apenas  estaban armados con escopetas de caza y de aire comprimido. Por el lado de Vegadeo a la altura del antiguo  cementerio de Ribadeo (hoy Parador de Turismo , hicieron frente a las tropas detrás de un banco de piedra  el motorista de carabineros Casimiro Pérez  Martínez  y un vecino: Ramón Crespo Rodas  que lo acompañaba , resultando muertos los dos  por los disparos de los asaltantes.  A medida que se internaban en el pueblo  iban causando víctimas entre las que se encontraban: Rosalía  Alonso Lastra, criada de las monjas clarisas que se asomó a una ventana y recibió un disparo;  Manuel  Tella que se les enfrentó con un hacha; Vicente Muiño Tojeiro   que se encontraba  accidentalmente en Ribadeo; Manuel Mon Miranda carabinero que hacía guardia en la calle Tras da Cerca (hoy  Ibáñez)  por detrás del Cantón  de los Moreno, al que le dispararon estando desprevenido; Justo Fernández Suárez que fue muerto en un enfrentamiento con la guardia civil en la parroquia de Cubelas. 

Todos ellos fueron enterrados en el área de fosa común del cementerio nuevo de Ribadeo inaugurado en 1932″.