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Rambla insiste en amenazar a los profesores de Ciudadanía
EL PAÍS
El Consell mantuvo ayer su posición en la guerra de Educación para la Ciudadanía. Vicente Rambla, vicepresidente primero de la Generalitat, insistió en que los profesores que se nieguen a dar la asignatura en inglés serán sancionados. Un día después de que cerca de 800 docentes de los 2.000 que imparten la asignatura, y los sindicatos mayoritarios advirtieran de que paralizarán el sistema educativo si se abre un solo expediente por este motivo, el portavoz del Consell repitió la amenaza invocando la obligación de cumplir las normas.
"Los sindicatos, como los alumnos, los padres y el resto de ciudadanos que vivimos en esta sociedad nos hemos marcado unas reglas de juego para convivir", declaró Rambla; "no veo por qué alguien o algún colectivo, de forma unilateral, puede querer impedir que el marco normativo pueda cumplirse".
Las palabras del vicepresidente sonaron a sarcasmo a oídos de los sindicatos: "La primera cosa que debería hacer Rambla es sancionar al consejero Font de Mora y a la secretaria autonómica Concha Gómez por no cumplir las normas educativas estatales y valencianas", señaló el STE-PV.
"Senda del disparate"
El delegado del Gobierno, Ricardo Peralta, instó a la Generalitat a abandonar "la senda del disparate", que "sólo lleva al enfrentamiento con profesores, padres, alumnos y directores". Peralta se declaró perplejo con la afirmación realizada por Font de Mora en las Cortes (según la cual Ciudadanía sirve para convencer "a los niños de votar a los socialistas"), y recordó que existen asignaturas similares en muchos países europeos. El delegado pidió al consejero que la materia se dé de "forma normal", y consideró que los profesores están acreditando "con su actuación su pleno sentido ciudadano".
Un comentario que le valió a Marisol Linares, portavoz adjunta del PP en Las Cortes, para calificar a Peralta de "agitador que en vez de perseguir a delincuentes promueve y alienta el incumplimiento de la ley". EU dio su apoyo a las "movilizaciones".
El presidente de la Asociación de Directores de Secundaria, Vicente Baggetto, describió, finalmente, el "caos" que la iniciativa de Educación ha generado en los centros. "En la mayor parte" de ellos, dijo a Europa Press, "no se está impartiendo conforme a la norma" valenciana debido, entre otras cosas, a que faltan medios para hacerlo.
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Los inspectores se niegan a expedientar a quien no dé Ciudadanía en inglés
A la Conselleria de Educación le ha salido una nueva oposición en su propia casa frente. ir la asignatura de Educación para la Ciudadanía (EpC) en inglés. Los inspectores advierten de que se están planteando ejercer la objeción de conciencia.
Victoria Bueno, Alicante
A la Conselleria de Educación le ha salido una nueva oposición en su propia casa frente a la obligatoriedad de impartir la asignatura de Educación para la Ciudadanía (EpC) en inglés. Los inspectores agrupados en la única asociación profesional de la Comunidad Valenciana, Adide-PV, advierten de que se están planteando ejercer la objeción de conciencia frente a dicha orden para evitar levantar actas y proponer expedientes contra profesores que "sabiendo que pueden ser sancionados, están convencidos de que es peor impartir la asignatura". La presidenta de la asociación los últimos cinco años, Tudi Torró, y uno de los miembros del colectivo, Vicente Díaz, explican que la objeción de la inspección podría ser una respuesta frente a la premisa de Educación que, en su empeño por aplicar EpC en inglés, "pretende usarnos para violentar la conciencia profesional de los profesores que no se consideran preparados para implantar una asignatura de esa manera. Tampoco nosotros queremos hacer el ridículo y violentar nuestra deontología profesional yendo a empapelar a los profesores". Para que estas diferencias con la política educativa del Consell, liderada por el conseller Alejandro Font de Mora, no se traduzcan en objeciones desde la asociación de inspectores reclaman de la Conselleria de Educación "rigor en la formación para la enseñanza de las lenguas y que se aborden los problemas reales que tenemos en la educación". En la misma línea que el conjunto de las fuerzas sindicales de la enseñanza, las federaciones de padres de Alumnos, Escola Valenciana y el Movimiento por la Renovación Pedagógica, los inspectores opinan que la EpC en inglés "no es más que una cortina de humo que tapa realidades que no hacen ningún bien a la educación y a la escuela pública en particular", como subraya Torró. "Ni tenemos los profesores preparados ni los alumnos está preparados para abordar la asignatura de esta forma", sostiene. El argumento es el mismo en el que también insisten los profesores de Filosofía y Ciencias Sociales obligados a impartir la materia compartiendo aula con los de Inglés que deben traducir los contenidos de Ciudadanía.
Por eso, aunque admiten los inspectores que no pueden negarse a ir a los centros como ordenan las instrucciones de Educación, lo que no están dispuestos es a proponer expedientes porque eso implica "destinar a la inspección para actuaciones que chocan contra nuestra ética profesional. Se está haciendo daño al servicio, del que se va a desconfiar más con estas prácticas porque no somos comisarios políticos".
"Una instrumentalización política"
Torró opina que se trata de "una instrumentalización política del Consell contra el Gobierno central, un subterfugio" porque tampoco se les han ordenado instrucciones similares para actuar en los colegios concertados "ni de visitarlos ni de hacer seguimiento sobre EpC" pese a la advertencia del conseller en Las Corts de quitar el concierto al que no cumpla.
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"Indignación" en Silla y Tavernes
La polémica implantación de la asignatura Educación para la Ciudadanía según la plantea la orden de la Conselleria de Educación sigue generando reacciones. El Consell Escolar y el Claustro de profesores del Instituto Enric Valor de Silla hicieron pública ayer su "indignación" por la actuación de la conselleria, "porque entiende que la finalidad no es la de implantar un programa de educación plurilingüe sino utilizar el ámbito docente como espacio de confrontación entre partidos".Por otro lado, el claustro del Instituto de Educación Secundaria de Tavernes Blanques, también mostró su posición contraria a la forma en la que el Consell ha decidido impartir la asignatura de Educación para la Ciudadanía. En el texto del claustro se "solicita el cese del conseller", Alejandro Font de Mora porque "es responsable de un problema educativo grave". Estas fuentes explicaron que "es un disparate educativo" la manera en la que se debe impartir la asignatura, según la orden del Consell.
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