dijous, 27 de març del 2014

El alcalde del PP de Socuéllamos quiere que el parque Mariana Pineda se llame Adolfo Suárez y mantener las calles al Generalísimo y Mola


http://www.elplural.com/2014/03/26/socuellamos-quiere-que-el-parque-mariana-pineda-se-llame-adolfo-suarez-y-mantener-las-calles-del-generalisimo-mola-moscardo/


El alcalde de esta localidad ciudadrealeña, gobernada por el PP desde 1995, se niega a cumplir con la Ley de Memoria Histórica y mantiene intacta la nomenclatura franquista
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Socuéllamos es una localidad de la provincia de Ciudad Real de apenas 13.000 habitantes, gobernada por el Partido Popular desde 1995, siempre por mayoría absoluta y aplicando el rodillo conservador en todos y en cada uno de los acuerdos plenarios que se adoptan en este ayuntamiento. La última ocurrencia del alcalde “popular”, Sebastián García, es cambiar el nombre del parque Mariana Pineda para que pase a llamarse Adolfo Suárez. Esta ocurrencia pasaría por alto, a pesar de que la heroína granadina murió ajusticiada por su defensa de la libertad y sus convicciones demócratas, a no ser que Socuéllamos es una de las localidades españolas con mayor concentración de calles dedicadas a genocidas franquistas, o evocaciones “gloriosas” de batallas de la Guerra Civil ganadas por los golpistas, o recordatorios de insignes falangistas.
Placa de la calle Generalísimo en Socuéllamos, Ciudad Real.
Placa de la calle Generalísimo en Socuéllamos, Ciudad Real.
El PP incumple la Ley de Memoria Histórica
Tanto es así, que el portavoz del Grupo Socialista en el ayuntamiento, Ricardo García, reconocía en declaraciones a ELPLURAL.COM las numerosas veces que han instado al PP a retirar estas placas que como setas inundan las calles de Socuéllamos, incumpliendo la Ley de Memoria Histórica, “porque el alcalde dice que no quiere herir sensibilidades”, añade el socialista, “consideramos que no habría mayor homenaje a la figura del expresidente Suárez como la de que luzca su nombre en alguna de las calles franquistas que existen en nuestra localidad y que al mismo tiempo cumpliera con la ley como venimos solicitando desde siempre”. El caso es que en el pueblo podemos encontrar el nombre del Generalísimo en una de las calles más largas, o principales vías urbanas dedicadas a los generales golpistas Mola y Muñoz Grandes. Suma y sigue: No solo eso, el PP mantiene intacta su “pasión” por los falangistas hitlerianos Onésimo Redondo y Ramiro Ledesma que dan nombre a otras travesías. Y ya para rematar, en la nomenclatura fascista del callejero local aparecen recuerdos a las batallas del Ebro y Brunete.
Una oportunidad de oroEso sí, el regidor Sebastián García, que por su condición de senador conoce a la perfección la legislación, además de ser uno de los parlamentarios mejor pagados de España (sólo en 2011 ingresó más de 92.000 euros, retribución superior a la percibida por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy), ha dejado pasar una oportunidad de oro para renombrar estas calles franquistas, que como decimos incumplen la Ley de Memoria Histórica, y designar alguna de ellas con el nombre de Adolfo Suárez. Pero no, este senador, que cobra también del Ayuntamiento mil euros al mes, seiscientos más que los parados de larga duración, como recoge su declaración de bienes (ver declaración), prefiere mantener intacto el recuerdo franquista y suprimir, en todo caso, la memoria de una de las mujeres que dio su vida por la libertad, como fue Marian Pineda. También se opuso a que una calle llevara el nombre del primer alcalde de la recuperada democracia. Claro, Ramón Parra Quevedo era del PCE.
Inauguración en 2010 de la rotonda del Mirage F1 a cargo del jefe del Estado Mayor del Aire, junto al alcalde de Socuéllanos (primero por la derecha). Ministerio de Defensa.
Inauguración en 2010 de la rotonda del Mirage F1 a cargo del jefe del Estado Mayor del Aire, junto al alcalde de Socuéllanos (primero por la derecha). Ministerio de Defensa.

El ejemplo de Boadilla sobre la “suaritis”
Y es que a nadie se nos escapa  que en el PP anidan ciertos sentimientos sobre la figura de Franco, que no solo condenan, sino que en no pocas ocasiones llegan a idolatrar, como sucedió este verano con la salida del “armario franquista” de decenas de cachorros procedentes de la organización juvenil del partido de María Dolores Cospedal. Sin embargo, en otras localidades, gobernadas también por el Partido Popular, como es el caso de la madrileña Boadilla del Monte, el pleno ha decidido eliminar la calle del Generalísimo y renombrarla como Adolfo Suárez. Más aun, dentro de la “suaritis” que recorre los ayuntamientos de España, que pugnan por ser más suaristas que los Suárez, hay consistorios como el toledano, gobernado por el PSOE, que en noviembre de 2013 pretendió dedicar una calle de la capital al expresidente, y el PP, que ahora se rasga las vestiduras por la muerte del considerado padre de la democracia, se opuso porque el alcalde, Emiliano García-Page, “podría sacar beneficio político”. García-Page ha anunciado su intención de retomar la iniciativa y honrar la memoria del malogrado político. ¿Se opondrá otra vez el PP?