dissabte, 4 de gener del 2025

Cuerpos ocultos para tapar la magnitud de la matanza: las fosas destapan el manual de los golpistas en Galicia

https://www.infolibre.es/politica/cuerpos-ocultos-tapar-magnitud-matanza-excavacion-fosas-galicia-destapa-manual-golpistas_1_1923217.html


El equipo de Histagra trabajando en la excavación de la fosa de O Val, en Narón.

Los últimos cuatro años no fueron los primeros en Galicia con intervenciones en fosas comunes excavadas por los golpistas para enterrar los cadáveres de sus víctimas tras el levantamiento de 1936, pero sí fueron los primeros en los que estas obras contaron con apoyo y financiación pública, la del Plan Cuatrienal de Memoria Democrática del Gobierno de España 2021-2024.

El funcionamiento económico de este plan, basado en aportaciones del Ejecutivo central a las comunidades autónomas, dio lugar a la paradoja de que los trabajos fueran financiados formalmente por la Xunta, aunque en rigor el Gobierno gallego se limitó a transferir el dinero recibido del Estado al grupo de investigación Histagra de la Universidad de Santiago, liderado por el profesor Lourenzo Fernández Prieto. En total, algo más de 396.000 euros desde 2021, que han permitido intervenir en una decena de fosas y reforzar una tesis significativa: la de la ocultación de cadáveres "para encubrir la magnitud de los crímenes" cometidos.

La historiadora Conchi López es la responsable de la imprescindible investigación histórica que acompaña estos proyectos. Conversa con Praza.gal tras la conclusión de la intervención en la fosa del antiguo cementerio de Cabreira, en Salvaterra do Miño (Pontevedra), en la que todo apunta al enterramiento de los cadáveres de cinco vecinos de Moaña "dados como desaparecidos" en 1936. El equipo trabajó allí después de hacerlo en el cementerio de O Val, en Narón, donde se encuentra una de las mayores fosas comunes donde los golpistas arrojaban a sus víctimas en Galicia.

Más allá de las circunstancias concretas de cada asesinato y enterramiento, explica Conchi López, los hallazgos en las fosas en estos cuatro años llevan al equipo a "trabajar con la hipótesis del ocultamiento" de los cadáveres. "Debido a que ha pasado tanto tiempo y la gestión de los enterramientos estaba en manos de los propios verdugos", no parece casual que el equipo de Histagra haya encontrado elementos recurrentes, como la "construcción de nichos en un período cronológico muy específico" por encima de donde habían sido enterradas las víctimas

Vistas "en contexto", las "pistas que nos llevan a pensar que estaban escondidos de forma intencionada" encajan aún mejor. Hay que situar los hechos "después de la Segunda Guerra Mundial", en un momento en el que el régimen franquista tenía especial interés en deshacerse de sus vínculos con los nazis y también en ejecutar "determinadas prácticas para ocultar la magnitud de los crímenes" que había cometido después del golpe.

Que "la fosa estaba debajo de los nichos" fue, por ejemplo, "lo que nos dijeron repetidamente las fuentes orales", los vecinos, en el cementerio de O Val, en Narón. Las catas y el georradar también la señalaron y en las obras de este otoño pudieron "descubrirla". Una excavación de aproximadamente un metro de ancho delante de los nichos reveló restos humanos y otras pruebas de los enterramientos que buscaban, los de casi medio centenar de personas asesinadas en el lugar "desde agosto de 1936 hasta principios de 1938".

“Pudimos ver el perímetro en la superficie que cubría la fosa, pero no pudimos excavar todo lo que hubiéramos querido para comprobar la profundidad”, explica López. De hacerlo, se correría el riesgo de derrumbar los nichos construidos encima. Lo que se encontró es "la punta del iceberg". De un iceberg de la muerte. "Encontramos varios restos de pies y piernas" y junto a ellos, "algún cráneo ", lo que refuerza la información de "diferentes enterramientos, de varios individuos y en diferentes posiciones", en algunos casos "uno encima del otro".

Todas estas hipótesis, en cualquier caso, ahora deben "contrastarse con el trabajo en el laboratorio ". Una investigación cuidada y minuciosa en la que también entran en juego algunos objetos encontrados en el yacimiento. Desde unos cuantos candados hasta un casquillo de bala o "muchos clavos".

La fosa de Narón es de las más grandes, más propias de las ciudades –en este caso, por su proximidad a Ferrol–. Pero en Galicia es más habitual que fuesen más pequeñas, como la estudiada en Salvaterra. Son, en cierto modo, "más vírgenes", menos alteradas, explica el historiador, e incluso sin construcciones encima. Pero eso no las aleja de la estrategia del ocultamiento.

En el caso de Salvaterra, como en tantos otros, las víctimas "no fueron juzgadas por un tribunal militar", por lo que ni siquiera existe documentación de un simulacro de juicio para ejecutarlas "que nos diera datos de cómo y dónde fueron asesinadas". Fue uno de los llamados "paseos, mucho más difíciles de documentar", y en el que las fuentes orales son clave. "Encontramos la fosa donde nos señalaban todas las indicaciones de la fuente oral", "más intacta" que otras y respondiendo al "patrón" de no dejarla muy visible, colocándola "al fondo del cementerio".

"Hay mucho por hacer" y la Xunta huye de la foto

El trabajo de estos cuatro años fue muy significativo para conocer más sobre "los espacios" de represión, y "la gestión que se hizo durante la dictadura, por eso es muy importante la investigación y exhumación de las fosas", afirma Conchi López. Pero "queda mucho por hacer", tanto para completar los trabajos ya iniciados, en el caso del análisis genético de los restos encontrados en Narón, como sobre todo para intervenir otras fosas –el equipo tiene registradas unas 90 en toda Galicia–.

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A estas alturas es clave que el Gobierno de España apruebe otro Plan Cuatrienal de Memoria Democrática, algo que "todo parece indicar" que hará, aunque de momento "no tenemos confirmación oficial". Si esto sucede, todo apunta a que la operación será similar y el papel de la Xunta seguirá limitándose a cumplir con el traspaso de los fondos, pero evitando aparecer en la foto de la memoria histórica. 

Ni el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ni los concejales de Presidencia y Cultura, departamentos encargados de gestionar los fondos, acudieron a la firma de los convenios ni acudieron a las invitaciones para visitar los trabajos en las fosas. Tampoco hubo representación de la Xunta en la inauguración, el pasado 19 de diciembre, en el cementerio de Vilagarcía, del primer Tótem de la Memoria Democrática, una pieza escultórica de Uqui Permui concebida para señalar todas las intervenciones en las tumbas de las víctimas del franquismo, en el marco del Plan Cuatrienal.

La ausencia de la Xunta en todos estos actos la confirma la historiadora Conchi López, en cuya opinión la decisión de no asistir contrasta con el hecho de que, sobre todo a nivel local, el equipo de Histagra no encontró "ningún problema" por parte de los alcaldes, independientemente de su color político, para realizar su investigación. El Gobierno gallego, matiza, tampoco pone "ningún tipo de barrera", pero prefiere no aparecer.