OPINIÓN | EDUARDO ANDRADAS
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OpiniónEduardo Andradas.- 86 años del inicio de la guerra de España y 45 del fin de la dictadura, que la memoria aunque sea limitada por falta de datos no se pierda. Sabemos que estas líneas no le van a gustar a Vox de Alcobendas, por lo que manifiesta en los plenos, pero la justicia siempre se eleva de los adentros de la tierra.
El 19 de julio de 1936, Alcobendas amaneció en estado de guerra ante el golpe de estado faccioso, que en esta zona de España fracasó, incluido en nuestra población. El 28 de marzo de 1939 a las 13.00h fue tomado por la Quinta Columna armada de Falange el Ayuntamiento.
El primer detenido por las nuevas autoridades, fue el último alcalde democrático Víctor Muñoz Galán en el mediodía del 1 de abril, se presentó la Guardia Civil en su domicilio de la Calle de Peligros (Luego Fermín Galán y hoy de Navarra) a proceder a su detención. Recordar que hubo otros Guardias Civiles que se mantuvieron leales al gobierno de Manuel Azaña y que pasarían a llamarse Guardia Nacional Republicana y después asumidos como Guardia de Asalto, permanecieron hasta el 28 de marzo en dependencias del consistorio custodiándole y en la Iglesia local acantonados.
En mayo de ese año, el nuevo Ayuntamiento de FET de las JONS, procedió a la sanción y (con despidos inclusive) de seis funcionarios locales del consistorio, por su lealtad durante la guerra al gobierno de la República.
Mínimo dos vecinos de Alcobendas, se tuvieron que exiliar a Francia, buscados en España por la policía franquista por su lealtad a la Constitución de 1931, uno de ellos fue juzgado en rebeldía. Dos más asesinados confirmados tras sentencia judicial y otro más nacido en Alcobendas, Manuel Mateo López, que fue Alcalde de San Sebastián de Madrid (Hoy de los Reyes). La cifra se estima que ronda la docena de represaliados fusilados. Y dos desterrados (confirmados), que no pudieron regresar a Alcobendas hasta 1948.
43 vecinos y vecinas Alcobendanos y Alcobendanas son procesados por el tribunal nacional de responsabilidades políticas Franquista. 14 años pasó Hernán Aguado en los penales de la dictadura, por participar en una huelga de panaderos y en una posterior fuga del presidio durante la guerra. Era militante anarquista.
Se tiene confirmación de dos agresiones por parte de miembros de Falange local a ciudadanos de Alcobendas, tras regresar del frente por su pertenencia al Ejercito Republicano. Uno de ellos el Cabo Rodríguez García, fue golpeado en la Plaza del Pueblo. A la vez un miembro de la JSU de la localidad de 16 años denunció que le dieron de tomar aceite de ricino, en la sede de FET-JONS en la plaza del pueblo en lo que hoy está ubicado el Banco Santander.
Fueron incautadas por parte de la dictadura, los locales y bienes del PSOE y de la UGT, de la Unión de Muchachas de la Juventudes Socialistas Unificadas, de Unión Republicana y de la CNT.
Pero la represión no terminó en los años cuarenta, Antonio Hidalgo, militante del PSOE alias “Ho Chi Minh” contaba que en 1975 fue golpeado en las dependencias de la Guardia Civil en la Calle Zaragoza del municipio, por repartir propaganda del partido. En 1970 fueron detenidos 4 militantes de Comisiones Obreras por actividades sindicales ilegales y en 1971 uno más por ser integrante de la rama juvenil de CCOO.
También los militantes del Partido Socialista Obrero Español-Sector Histórico, recibieron la visita en 1975 de la Guardia Civil por supuestas reuniones clandestinas.
Pero el caso más sangrante es el de Francisco Madrigal, acribillado a balazos por la espalda a la salida del salón de baile “Villaluz”, por negarse a identificarse (Se dice que uno de los motivos fue porque llevaba el pelo largo) ya que en ese momento no llevaba su DNI, salió corriendo y fue muerto en el acto.
En 1976 en la Iglesia de San Lesmes en una reunión clandestina, tras una redada policial fueron detenidos dos militantes del PCE. Y el que fuera edil de ese partido en la localidad, Artemio Fernández en 1979, pasó seis meses en la cárcel en 1974 por ser parte del comité de Huelga de Correos.
La represión de la dictadura sobre la oposición democrática es un pozo oscuro de olvido en nuestra ciudad. Habrá quien diga que esto es reabrir heridas y quien le responda que es mantener la memoria y la dignidad de las víctimas y que el recuerdo hace a las sociedades democráticas menos proclives a enfermar de dictaduras y de matones de estado.
PD: Pablo de Diego (Mi abuelo), desde 1939 al 44 preso, por auxilio a la rebelión. Teodoro De Diego (mi tío abuelo) 1939-41 detenido por auxilio a la rebelión. Joaquín Andradas (mi abuelo) de abril de 1939 a julio de 1940 retenido sin juicio en diversos campos de concentración en Madrid, al ser capturado en la Casa de Campo al rendirse Madrid. Sebastián de Diego (mi tío abuelo) desaparecido en el exilio en Francia, tras combatir en el ejercito Republicano. Aun así el Franquismo le juzgó y sentenció en ausencia.
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