diumenge, 7 d’abril del 2024

El último verano feliz del "anarquista de los ojos verdes"

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La editorial Llibres de l’Encobert prepara un libro con fotografías inéditas de la vida cotidiana en la retaguardia republicana tomadas en Chiva y València por una pareja de enamorados


Julia y Arturo en el verano de 1937 en Chiva.

Julia y Arturo en el verano de 1937 en Chiva. / HEREDEROS DE ARTURO LODEIRO/ L'ENCOBERT

Rafel Montaner

Rafel Montaner

Una maleta con 13 carretes que esconden unas 700 fotos nunca reveladas hasta ahora de la vida cotidiana durante la Guerra Civil en Chiva, València y otros enclaves valencianos de la retaguardia republicana, y una historia de amor rota por el franquismo es el hilo conductor de ‘Estiu del 37’, el nuevo libro que prepara la editorial valenciana Llibres de l’Encobert en colaboración con la asociación Memoria y libertad.

El editor de Llibres de l’Encobert, José Alberto López Camarillas, ha completado una campaña de micromecenazgo a través de una web de suscripciones populares que le ha permitido reunir los 7.000 euros que necesitaba para hacer rebrotar 84 años después en forma de libro la historia de amor que vivieron en Chiva en el verano de 1937 el cerrajero anarquista Arturo Lodeiro Sánchez y la joven Julia Muñoz Ruiz, quienes habían llegado de Madrid huyendo de las bombas.

Trece carretes en una maleta

Julia Múñoz Ruiz, primera por la izquierda, comiendo en la calle con otras personas en València.

Julia Múñoz Ruiz, primera por la izquierda, comiendo en la calle con otras personas en València. / HEREDEROS DE ARTURO LODEIRO/ L'ENCOBERT

López Camarillas cuenta que Arturo y Julia recalan en Chiva junto a otros refugiados de guerra. "Lo hacen acompañados de una cámara de fotos, con la que inmortalizarán el último verano en el que fueron felices", destaca. "Son 13 carretes, que hemos revelado y restaurado después de 80 años", apunta. Julia, según el editor de l’Encobert, los guardó en una maleta toda su vida, hasta que murió el mismo día que cumplió 91 años, y "por miedo" nunca positivó las imágenes.

La mayoría de las imágenes son de Chiva y València, pero también aparecen municipios como Llíria. Se trata de estampas cotidianas de la vida en la retaguardia republicana captadas por la mirada de dos enamorados. "Arturo quiere mucho a Julia y fija en ella toda su atención, pero también retrata la alegría de los niños, refugiados y de Chiva, que juegan en las eras del pueblo, familias comiendo en la calle, sus paseos por la playa del Saler...".

Escenas de enamorados

Según López Camarillas "son escenas de una pareja de enamorados que podrían ser de un verano cualquiera si no te das cuenta de que el coche ante el cual se abrazan y se besan tiene las lunas rotas por las balas, o no aparecieran soldados detrás de la mesa del bar en el que están tomando algo y los niños no fueran vestidos de milicianos y con un fusil de juguete". En definitiva, prosigue, "estas fotos nos transmiten una lección de vida y de esperanza, de gente que busca evadirse de la guerra y sobrevivir a un momento tan trágico". 

Julia y Arturo, paseando por la playa del Saler en el verano de 1937.

Julia y Arturo, paseando por la playa del Saler en el verano de 1937. / HEREDEROS DE ARTURO LODEIRO/ L'ENCOBERT

López Camarillas busca con este libro "humanizar a las víctimas del franquismo, mostrando el rostro más personal de las personas asesinadas y de las familias, mujeres en su mayoría, que recogieron los pedazos de nuestra memoria democrática y los conservaron durante décadas".

Antoñito, un sobrino de Julia, vestido de miliciano. La foto estaría tomada posiblemente en Llíria, ya que la montaña del fondro podría ser Sant Miquel.

Antoñito, un sobrino de Julia, vestido de miliciano. La foto estaría tomada posiblemente en Llíria, ya que la montaña del fondro podría ser Sant Miquel. / HEREDEROS DE ARTURO LODEIRO/ L'ENCOBERT

‘Estiu del 37’ es fruto de la colaboración entre Llibres de l’Encobert y la asociación Memoria y libertad, entidad memorialista con la que esta editorial valenciana ya trabajó en la publicación el año pasado del libro ‘Las cartas de la memoria’, una obra en la que Tomás Montero recopila las biografías y las cartas de despedida de personas asesinadas por el fascismo, entre ellas la de Arturo Lodeiro Sánchez.

Arturo y Julia se abrazan ante un coche con las lunas delanteras tiroteadas.

Arturo y Julia se abrazan ante un coche con las lunas delanteras tiroteadas. / HEREDEROS DE ARTURO LODEIRO/ L'ENCOBERT

Fusilado el mismo día de la boda

Y es que la historia de amor de ‘Estiu del 37’ acabó trágicamente el 27 de abril de 1940 ante las tapias del cementerio del Este de Madrid frente al pelotón de fusilamiento que ejecutó a Arturo pocas horas después de casarse por poderes 'in articulo mortis' con su amada Julia. 

El escritor y poeta andaluz, Rafael Calero Palma, en el perfil biográfico que hace de Arturo en la revista de pensamiento libertario 'Estudios' y que titula, ‘El anarquista de los ojos verdes y la sonrisa eterna’, detalla que con esta boda carcelaria con la novia ausente, se cumplía la última voluntad en vida de este militante de la CNT para que el amor de su vida y su pequeña Julina, la «preciosa niña de pelo rubio, piel clara y ojos azules», que había nacido apenas dos meses antes, no tuvieran que cargar con el estigma de ser "hija de madre soltera" en aquella España de la posguerra "esclavizada por la sinrazón dictatorial de falangistas y curas".

Calero Palma relata en su artículo que Arturo había nacido en Valladolid en 1905 "en el seno de una familia burguesa, católica y de derechas". Era, añade, "hijo y hermano de militares, que muy poco por no decir absolutamente nada, hicieron por salvar la vida de Arturo" cuando el 4 de julio de 1940 fue condenado a muerte en un consejo de guerra sumarísimo sin garantías.

Julia nació en 1911 en Villanueva del Arzobispo, en la comarca jiennense de las Villas, aunque poco después su familia emigró a Madrid en busca de una vida mejor. Según el artículo de 'Estudios', Arturo y Julia se conocieron en 1935 el bar del Hotel Continental de la capital, «lugar de encuentro de los libertarios en esa época». El tenía 30 años y ella 24.