El Banco de ADN del Gobierno de Navarra ha logrado identificar los restos de Segundo Hernández Blanco, vitoriano y militante de la CNT que participó en el intento de fuga que protagonizaron los presos del fuerte franquista de San Cristóbal en 1936. Este penal fue un complejo militar que tras el golpe de 1936 pasó a ser utilizado como cárcel para presos políticos de toda España. Por él pasaron hasta 7.000 personas y murieron unas 800, más de 200 fusiladas tras la fuga de 795 presos en 1938, y otras muchas por causas naturales provocadas por la tuberculosis, malnutrición o el hacinamiento.
Segundo Hernández Blanco tenía 19 años cuando, según señalan algunas fuentes a la asociación memorialista 'Txinparta-Fuerte de San Cristóbal', fue detenido con otros jóvenes el 24 de julio de 1936 cuando huía de Vitoria en dirección a Otxandio, que se encontraba bajo control republicano. El 8 de agosto de 1936 fue condenado a 20 años de prisión e ingresado en la prisión provincial de la capital vitoriana, hasta enero de 1937 en que fue trasladado al Fuerte de San Cristóbal. Su padre, Joaquín, también había sido asesinado el 14 de diciembre de 1936. Tras el intento de fuga fue asesinado junto con otros dos compañeros.
Sus restos se encontraron en la exhumación que se hizo en la fosa de Elía en 2015 a iniciativa del Ayuntamiento del Valle de Egüés, gracias a las informaciones aportadas por José María Pastor, colaborador de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, y de la asociación 'Txinparta-Fuerte de San Cristóbal'. En la exhumación se encontraron tres cuerpos. En un primer momento, se obtuvo la identificación de Vicente Mainz Landa, vecino de Vidángoz, por lo que las hipótesis apuntan a que este pequeño grupo trató de evitar el camino que siguió la mayoría para dificultar su captura, ayudados por los conocimientos del terreno de Mainz. Sin embargo, sus perseguidores, un pelotón de Falange, dieron con ellos y los asesinaron, enterrándolos en el campo.
Los restos de este militante de la CNT sido identificado mediante una nueva muestra genética aportada por un familiar y las mejoras técnicas en la obtención de ADN de los restos óseos, que ha ido introduciendo en los últimos años el laboratorio genético de la empresa pública Nasertic, que realiza los trabajos técnicos del Banco de ADN.
Con la de Segundo Hernández Blanco son ya 43 las identificaciones obtenidas desde la creación del Banco de ADN de Navarra. Asimismo, son nueve los presos que participaron en la fuga que han sido identificados en estos trabajos. Por todo ello, el Instituto Navarro de la Memoria quiere remarcar la importancia de contactar con más familias de personas desaparecidas y asesinadas tras el golpe militar de 1936, a través del correo electrónico inm@navarra.es.
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