Gerardo Rivas
Grosso Modo
“Seguimos teniendo 130.000 desaparecidos”
16/05/2013
El título de mi último artículo -que trataba sobre la condena de 80 años de cárcel a un exdictador guatemalteco por genocidio y crímenes contra la humanidad- era la formulación de un pregunta: ¿Podemos extraer alguna lección de la condena de Ríos Montt? La respuesta no se ha hecho esperar pues Carlos Castresana, fiscal del Tribunal Supremo y exdirector de la Comisión contra la Impunidad en Guatemala, ha realizado este pasado lunes una entrevista en Publico.es, en la que ha manifestado con rotundidad que “la lección es que la sociedad tiene que hacer frente a su pasado y resolverlo y que, además, debe hacerse como dicta el derecho internacional”. “Es una tarea pendiente” -recalcó-.
Españoles que no han visto reconocidos sus derechos en democracia
Castresana justificaba esta afirmación argumentando que en España “hay víctimas ignoradas y escondidas, lo mismo que estaba pasando en Guatemala. Allí había una cantidad enorme de personas que habían sido violadas, asesinadas, saqueadas, y que no tenían un sitio en la sociedad. En España, afortunadamente la convivencia es más fácil porque los hechos son más antiguos, pero aun así sigue habiendo una enorme cantidad de personas que no han visto reconocidas en la democracia española los derechos que les reconoce el derecho internacional. Seguimos teniendo 130.000 desaparecidos”. Suscribo plenamente las declaraciones del fiscal del Supremo sobre esta asignatura histórica pendiente, pero como a mí, hoy por hoy, me resulta -¡digamos que problemático!- poder opinar sobre esta cuestión, he preferido reproducir la que manifiesta una persona con mucha mayor autoridad y mejor conocimiento.
Castresana justificaba esta afirmación argumentando que en España “hay víctimas ignoradas y escondidas, lo mismo que estaba pasando en Guatemala. Allí había una cantidad enorme de personas que habían sido violadas, asesinadas, saqueadas, y que no tenían un sitio en la sociedad. En España, afortunadamente la convivencia es más fácil porque los hechos son más antiguos, pero aun así sigue habiendo una enorme cantidad de personas que no han visto reconocidas en la democracia española los derechos que les reconoce el derecho internacional. Seguimos teniendo 130.000 desaparecidos”. Suscribo plenamente las declaraciones del fiscal del Supremo sobre esta asignatura histórica pendiente, pero como a mí, hoy por hoy, me resulta -¡digamos que problemático!- poder opinar sobre esta cuestión, he preferido reproducir la que manifiesta una persona con mucha mayor autoridad y mejor conocimiento.
La transición política fue superficial
En la transición -continúa afirmando el fiscal del Tribunal Supremo- “se dejaron de hacer muchas cosas que se debían haber hecho: restablecer la verdad, la justicia, haber ofrecido reparaciones. Se llevó a cabo una transición política superficial, que alcanzó el sufragio -que es muy importante- pero una democracia no es sólo sufragio, también el estado de derecho. No se logró que el poder judicial fuera verdaderamente independiente; se escribió una constitución que en muchos aspectos importantes no se aplica y los organismos de control no han funcionado como deberían”.
En la transición -continúa afirmando el fiscal del Tribunal Supremo- “se dejaron de hacer muchas cosas que se debían haber hecho: restablecer la verdad, la justicia, haber ofrecido reparaciones. Se llevó a cabo una transición política superficial, que alcanzó el sufragio -que es muy importante- pero una democracia no es sólo sufragio, también el estado de derecho. No se logró que el poder judicial fuera verdaderamente independiente; se escribió una constitución que en muchos aspectos importantes no se aplica y los organismos de control no han funcionado como deberían”.
Australia tardó 90 años en investigar los crímenes sufridos por la población aborigen
Cuando en esta entrevista le preguntan a Castresana si en España se podría configurar una comisión de la verdad como han hecho países que han superado las dictaduras militares de su pasado, éste ha afirmado que “es una tarea pendiente que en algún momento habrá que abordar y que el precedente más remoto es el de Australia, donde tardaron 90 años en hacer una comisión de la verdad para investigar los crímenes de los que había sido víctima la población aborigen. En España, no sé cuándo habrá condiciones para ello, pero habrá que hacerlo porque hemos dejado en el tintero cosas muy importantes que hacen que este sistema funcione de manera tan deficiente”.
Cuando en esta entrevista le preguntan a Castresana si en España se podría configurar una comisión de la verdad como han hecho países que han superado las dictaduras militares de su pasado, éste ha afirmado que “es una tarea pendiente que en algún momento habrá que abordar y que el precedente más remoto es el de Australia, donde tardaron 90 años en hacer una comisión de la verdad para investigar los crímenes de los que había sido víctima la población aborigen. En España, no sé cuándo habrá condiciones para ello, pero habrá que hacerlo porque hemos dejado en el tintero cosas muy importantes que hacen que este sistema funcione de manera tan deficiente”.
Los responsable siguen teniendo capacidad de influir, de presionar y de amenazar
Por último, al ser preguntado sobre la coincidencia entre el caso de Guatemala y el español, dada la identidad en la categoría de los delitos y las demandas de las víctimas, Carlos Castresana ha sido tajante: “Claro, pero también tienen el mismo contexto de dificultad al hacer frente a esos procesos desde el mismo país donde los crímenes se han producido” -y remachaba, aseverando- “Las condiciones son muy difíciles porque los responsables están todavía ahí y siguen teniendo capacidad de influir, de presionar y de amenazar.”
Por último, al ser preguntado sobre la coincidencia entre el caso de Guatemala y el español, dada la identidad en la categoría de los delitos y las demandas de las víctimas, Carlos Castresana ha sido tajante: “Claro, pero también tienen el mismo contexto de dificultad al hacer frente a esos procesos desde el mismo país donde los crímenes se han producido” -y remachaba, aseverando- “Las condiciones son muy difíciles porque los responsables están todavía ahí y siguen teniendo capacidad de influir, de presionar y de amenazar.”
Son las reflexiones de un fiscal del Tribunal Supremo y … ¡quien quiera entender que entienda! … porque más claro no se ha podido expresar.
Gerardo Rivas Rico es licenciado en Ciencias Económicas
Ver todos los articulos de Gerardo Rivas.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada