divendres, 31 de març del 2017

80 AÑOS DEL BOMBARDEO · Aquel miércoles sangriento en la antigua Tabira del periódico ‘Eguna’

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I. Gorriti
Hoy se cumplen 80 años del bombardeo fascista sobre el pueblo de Durango, sobre su población indefensa. Fue un ataque aéreo indiscriminado sobre personas de todas las ideologías: afines al bando republicano y al militar golpista de la Guerra Civil. Al menos 336 personas murieron asesinadas por los artefactos de la Aviación Legionaria italiana, según hay constancia.
El periódico Eguna -el primero impreso íntegro en euskera, con sede en Bilbao- reaccionó el mismo 31 de marzo de 1937 y ya al día siguiente llevó a portada el genocidio cometido sobre Durango, en el que murió el 5% de su población, es decir, un crimen de guerra en toda regla. En ningún momento de la publicación señalaron a italianos o alemanes como ejecutores del raid.
El diario jeltzale publicó su número cero el 1 de enero de 1937. Solo 90 días después se vio en la tesitura de informar a toda página sobre el horror vivido en Tabira, como citan en primer término a Durango. Tengamos en cuenta que el municipio vizcaino se llamó en tiempos primigenios Villanueva de Tavira y el PNV siempre ha tenido un apego al término Tabira y tabiratarra. El batzoki de la localidad ya se denominaba así en la época. A diferencia de otras efemérides históricas sobre las que Eguna tardó días en informar, en el bombardeo de Durango fue instantáneo, al día siguiente, jueves, y con tres fotografías: una con el cura asturiano Morilla muerto en Santa María de Uribarri donde estaba celebrando misa, otra de monjas de Santa Susana fallecidas y una vista de Kalebarria.
EGUNA BOMBARDEO DURANGO
El titular a seis columnas rezaba Paxisten egazkiñak Tabira zarraren gañean (Aviones fascistas sobre la antigua Tabira) y en los subtítulos informaban de que se habían arrojado muchas bombas sobre la iglesia de Santa María, que murieron religiosas agustinas, que cuerpos de gudaris quedaron hechos trizas a causa del bombardeo cuando estaban comulgando, que el cura que oficiaba misa también perdió la vida…
· Kurutziaga · A día de hoy sabemos que en torno a las 8.30 horas los Savoia 81 italianos iniciaron el bombardeo arrojando las primeras bombas en la calle Kurutziaga frente a la antigua ermita de la Vera Cruz. Durante los siguientes siete minutos tres aviones facciosos -un cuarto no pudo despegar en Soria- arrojaron en los 350 metros lineales que se sitúan entre la ermita de la Vera Cruz -hoy Kurutzesantu Museoa- y las casas de la calle Zumalakarregi anexas al río Mañaria la cantidad de 3.240 kilos de explosivos.
Muchas víctimas lo fueron en el interior de las iglesias, y ‘Eguna’ se preguntaba por el silencio de los máximos mandatarios católicos
Entre los numerosos edificios derruidos por las bombas destacaron las iglesias de Santa María de Uribarri y San José de los jesuitas que fueron alcanzadas cuando se estaba oficiando misa en las mismas. Por la tarde nuevamente Durango sufrió otro raid también ejecutado en esta ocasión por los aparatos número 1, 2 y 5 de la escuadrilla 214 del grupo XXIV de Bombardeo Pesado Pipistrelli (“Los murciélagos”) sitos en Soria, escoltados por siete cazas CR.32 del la escuadrilla nº 5 del grupo La Cucaracha. En esta ocasión el eje del bombardeo fue Zeharkalea, que urbanísticamente constituye la travesía del casco viejo, y espacios adyacentes a la misma.
En este ataque vespertino también participaron tres Savoias 81correspondientes a la escuadrilla 213 del mismo grupo XXIV de bombardeo cuya objetivo constituyeron las instalaciones ferroviarias de Durango donde se aglutinaban los talleres, andenes, depósitos de material rodante, etc. Durante todo el día también intervinieron aviones cazas.
Bombardeo - 1937 - 003
Photo · Gerediaga Elkartea
· Periódico poco extrapolable al actual · El diario Eguna -con un periodismo poco extrapolable al actual- comunicaba que aquel día se oyeron las campanas de la torre de Santa Ana mientras muchos durangueses aún estaban en sus camas y que muchas personas, sobre todo mujeres, estaban rezando. “A pesar de escuchar las campanas no se movieron”, explicaba, quizás pensando que estaban en lugares intocables para el enemigo.
Pero, no ha sido solo un avión, sino tres, seis, diez, trece, entre los montes de Otxandio y Elgeta. En ese momento citan que el ataque ocurrió cuando el reloj de la torre marcaba las siete y media. En la actualidad, sin embargo, los historiadores estiman que ocurrió a las ocho y media.
Apuntaban, además, que otras fuentes hablaban de 24 aviones en lugar de 13, pero la verdad es la nuestra, subrayaban. Nueve cazas y cuatro bombarderos. Estudios llevados a cabo este marzo por Gerediaga Elkartea en Madrid y Roma concluyen que fueron tres bombarderos y 13 cazas. Estimaban, además, que trece o catorcebombas pudieron explotar al mismo tiempo.
Bombardeo 1
El rotativo anunciaba la muerte de monjas agustinas de Santa Susana con plomo y echas pedazos, entre polvo, sin pies, sin manos. Sus inmaculados cuerpos llenos de sangre. Un total de doce monjas y su ayudante. El resto, vivas y heridas. En San José, lugar donde se acuartelaba el batallón Kirikiño, los gudaris iban a misa. Ese día había dieciséis. Quienes estamos en guerra tenemos nuestros sentimientos cristianos más latentes que nunca, apostillaba el redactor. Eguna cita al jesuita Billalabeitia como el religioso que estaba oficiando la eucaristía. Tenía el cáliz en sus manos y la ostia sagrada (…) Y de pronto todo fueron gritos al caer las bombas. Alguno con la cabeza separada del cuerpo, citaba e iba más allá: Entre los muertos hemos visto a un gudari muy joven sonriente. ¡Así mueren nuestros gudaris!, enfatizaban. El periódico recordaba que también había caído el histórico pórtico de Santa María, uno de los más grandes y amplios de Euskadi.
OLEA DURANGO BOMBARDEO
PHOTO · Gerediaga Elkartea
A modo de editorial bajo el título de Tabira odoletanEguna evocaba que primero fueron Otxandio, Bilbao, Erandio… y ayer Durango, aunque esta vez también corrió la sangre de Cristo y lo han sepultado. El texto concluía del siguiente modo: Por ello, hoy nos sentimos más fervientes que nunca y defensores de la creencia católica de nuestro Lehendakari decimos: ¿Por qué el silencio de los máximos mandatarios de la Iglesia?
En el mismo número, orgullosos, muestran fotos del arco de Santa Ana o del río Mañaria a su paso por Durango sin dañar. El viernes 2 volvieron a darle portada con tres fotos y citan ya nombres de fallecidos en hospitales: Ibarra, Larrañaga, Arrieta, Barrutia, Quintana, Basterretxea…