dimarts, 23 de juliol del 2024

BOMBARDEO FRANQUISTA SOBRE LAS COLUMNAS DE REFUGIADOS REPUBLICANOS QUE HUIAN A FRANCIA.

 


Los bombardeos franquistas sobre las columnas de refugiados no tan solo causaron la muerte inmediata, por efecto de la metralla, de muchos refugiados, sino que también condenaron a una muerte diferida a muchos de los supervivientes. La muerte de la mula que tiraba del carro era el anuncio de un camino con dificultades añadidas. Junto a la mula muerta se quedaban no tan solo las personas mayores que no podían continuar a pie, sino también la leña, las mantas o los alimentos que no cabían en las manos de los que reanudaban el camino. El 10 de febrero de 1939, el ejército franquista anunciaba la confiscación de miles de objetos abandonados por las columnas de refugiados republicanos.
El 30 de enero de 1939, las tropas franquistas llegaban a la frontera andorrana. Al día siguiente, el diario La Vanguardia Española publicaba una noticia que titulaba "Andorra se niega a recibir a los combatientes rojos de España". Naturalmente, en aquella historia los andorranos no tuvieron nada que decir. O, mejor dicho, nada que decidir. Y son, otra vez, los testimonios gráficos los que muestran el auténtico alcance de la tragedia del éxodo: los primeros días de febrero de 1939, con la frontera andorrana cerrada y con la Cerdanya a un paso de ser ocupada, se registró una formidable concentración de refugiados en las carreteras que conducían a Francia a través de los pasos a más orientales de los Pirineos.
Imagenes : Refugiados republicanos en la carretera de Tarragona a Barcelona bombardeados por la aviación franquista. Autor: Robert Capa.