dijous, 2 de gener del 2014

Carta a Concha Carretero. Lucía Sócam.

Carta a Concha Carretero.
El día de su Despedida.

Hoy he despertado en este nuevo año con una triste noticia.
Me acaban de decir que Concha Carretero, NUESTRA Concha Carretero, nos ha dejado.
Es cierto que ya sabía que estaba malita y que, lamentablemente, el tiempo corría en nuestra contra (y en la suya), pero era incapaz de pensar en ese momento en que tuviera lugar su despedida.
No sé si podré estar acompañándote, Concha, en este último día en que tu cuerpo esté cerca de nosotros, pero no sé por qué no puedo dejar de pensar en ti y en lo que representas. Quizás sea porque desde el primer día en que te conocí tuve claro que de mayor quería ser como tú; nada de lo que había leído u oído sobre ti estaba a la altura de lo que eras realmente. Conocerte fue uno de los momentos más felices de mi vida.
Quizás no pueda dejar de pensar en ti por esa mirada llena de ternura que me llenó de fuerzas para cantarte mi canciónRepublicana con la presencia de una verdadera republicana como tú, intentando imaginar lo que esos ojos habrían llegado a ver en esos momentos de Esperanza, República y Libertad, donde no elegiste el camino fácil y empezaste a trazar el camino de la lucha que hoy seguimos nosotros.
Quizás sea porque aún estando enferma no flaqueaban tus fuerzas para en cualquier momento alzar el puño en alto y, dando un paso al frente, entonar el himno de la Joven Guardia.
Quizás no pueda dejar de pensar en ti porque eres mi modelo de MUJER. Soy roja, comunista y republicana, pero no he vivido la Guerra Civil, ni el franquismo, ni la Transición y temo que con los años se pierdan esos valores que nos has inculcado a las mujeres de hoy con tu ejemplo y se vayan difuminando hasta perderse en estos tiempos dominados por los hombres, y por eso lucho.
Quiero ser como tú, Concha, y ser fiel durante toda mi vida a los valores que hoy me identifican como lo que soy, ser un orgullo para las mujeres y una buena compañera para todos.
Seguiré aprendiendo de ti, haciéndome grande conociendo la Verdad, pidiendo la Justicia que nos pertenece y Reparando los errores que los fascistas cometieron y que los “demócratas” no son capaces de reparar.
Seguiré, Concha, porque tú me has enseñado a no cansarme, que los logros no se consiguen de un día para otro y que organizados siempre conseguiremos mucho más que en solitario. Seguiré, Concha, porque es mi obligación, porque no puedo quedarme quieta mientras me atan las manos y me cierran la boca. No puedo negar lo evidente y sumarme al rebaño de cegatos que aplauden el robo de los derechos que nos regalaste. No puedo, Concha, y no quiero ser más que nadie, ni mejor que nadie, simplemente quiero ser feliz. Y sé que es posible porque nos enseñaste a volar y ahora es el momento de que emprendamos el vuelo y sigamos tu camino; no estarás físicamente pero estarás en cada uno de nosotros, en nuestras decisiones, en nuestros pasos, en mi voz, porque todos los que hemos aprendido de ti estamos orgullosos de ser un poco Concha Carretero.

Voy a brindar por ti y por todos los que te sienten.
Seguiremos, Compañera, gracias a ti seguiremos.

Salúd y República.
Lucía Sócam

Guillena, 1 de Enero de 2014. Día de la Despedida.


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