Mucho se habla de la intervención alemana durante la Guerra Civil (Legión Cóndor) pero muy poco sobre le influencia que tuvieron los nazis en la construcción del Estado franquista y en consolidación de su aparato represivo. Y en los primeros años de posguerra, tuvieron una influencia muy importante. En uno de los terrenos donde más tuvieron influencia fue en el policial.
Los nazis estaban muy interesados en entrar en la guerra española, entre otras cosas, para detener a aquellos alemanes antifascistas que habían conseguido huir de su país y se habían enrolado en las Brigadas Internacionales. Para ello, ya en la primavera de 1936, la Gestapo manda a uno de sus agentes, Paul Winzer, para que observe la implantación de la Internacional Comunista en España. Al comenzar la guerra, en noviembre de 1936 una serie de funcionarios de la Gestapo viajaron a España con la misión de informar sobre la participación de alemanes en las filas republicanas. En noviembre 1937 los nazis enviaron una comisión a España, para ayudar a la policía española en los métodos y procedimientos de la lucha contra los comunistas. Fue dirigida por el General Jost. En dicha comisión había expertos en tres áreas: administración policial, policía política y policía criminal. Dicha comisión fue agregada al Ministerio de Orden Público cuando se creó a principios de 1938.
En ese año de 1938, Himmler, el jefe de las SS alemanas y de la Gestapo, manda una carta a Martínez Anido, ministro franquista de orden público, para pedirle colaboración entre ambas policías. Dicho acuerdo se firma finalmente en julio de 1931 y dice varias cosas:
-Que la policía alemana y española deben pasarse información mutuamente sobre actuaciones del comunismo.
-Que responderán a las demandas que entre policías se hagan, en cuanto a las detenciones.
-Que se ayudaran en investigar objetivos “comunistas”
-Que se ayudarán en la detención y entrega de peligrosos comunistas.
Este convenio era en realidad el ingreso de la policía franquista en la órbita del ominoso sistema policial nazi. Durante ese mismo verano de 1938 el régimen nazi envió a sus dos primeros funcionarios especializados a Valladolid para hacerse cargo de los interrogatorios a los brigadistas y proceder a su inmediata repatriación. Durante su estancia en España estos funcionarios alemanes enseñaron a sus colegas españolas las técnicas policiales empleadas en Alemania contra los enemigos del Estado. Se enviaron varias delegaciones españolas policiales al Reich.
Cuando los alemanes ocuparon Francia, el delegado policial español en España se ocupó de colaborar con la Gestapo en la detención de algunos españoles significados. Tras la ocupación alemana de Francia, Serrano Suñer, ministro de Gobernación dio a Beigdeber, ministro de Asuntos Exteriores, una lista de 210 personas para que se les extraditara. Reconocidos republicanos, como por ejemplo Manuel Azaña, Largo Caballero, Julián Zugazoita, Negrín o Lluís Companys. En el otoño de 1940 la Gestapo entregó a España a siete significativos líderes republicanos, entre ellos Companys, Zugazagoitia Y Cipriano Rivas Cherif. La operación culminó el 10 de diciembre de 1940 con la detención en Marsella de un grupo de republicanos que preparaba la evacuación para México.
En medio de estas detenciones En medio de todas estas detenciones, Himmler, comandante en jefe de las SS, se decide viajar a España, antes de que Hitler reciba a Franco en Hendaya. Viaja con dos intenciones: ver cuáles son las pretensiones de España respecto a su participación en el conflicto mundial, si les permitirán pasar por su territorio para tomar Gibraltar. Y estrechar lazos entre la policía española y alemana.
El 19 de octubre comienza su viaje por España. Visita primero Irún, San Sebastián, Alsasua, después Burgos, Madrid, Toledo y finalmente Barcelona. Saldrá en las portadas de todos los periódicos. En su llegada a San Sebastián es recibido por el Director General, Conde de Mayalde. En Madrid, se entrevista con Serrano Suñer, el cuñadísimo y ministro de Asuntos Exteriores. Y también con Franco. Visitará la tumba de José Antonio, el monasterio de Monserrat en busca del Santo Grial, y la checa republicana de Vallmajor. En todos los lugares fue recibido con desfiles de la policía, con banderas españoles y del Reich.
En las reuniones que mantuvo con Mayalde, Serrano Suñer y Franco habló de la colaboración entre ambas policías. De hecho la Gestapo pudo realizar detenciones extrajudiciales de alemanas en territorio español hasta 1942. Los servicios de seguridad nazis mantuvieron a 35 personas en plantilla, más un número indeterminado de agentes y de infiltrados en la colonia alemana. Solo a partir de mayo de 1944 y debido a la creciente presión aliada sobre el gobierno español, se pusieron mayores dificultades el acuerdo de los agregados policiales, produciéndose algunos de los miembros de la SD.
Como hemos visto los nazis tuvieron una presencia muy importante en la posguerra española. Y ayudaron a consolidar todo el aparato de represión franquista que se utilizaría a lo largo de toda la dictadura.
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Autor: Pablo Alcántara @PablodeVilla17
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