dissabte, 10 de juny del 2017

“Comisión Promotora para el nombramiento de Hijo Adoptivo de Ronda a Blas Infante”. MEMORIA / MISSING. Francisco Pimentel



MEMORIA / MISSING

(Publicado en Ronda Semanal el Sábado 10.06.2017)

Hay una película cuyo título traducido al español es “Desaparecido”. Cuenta la historia real del periodista estadounidense Charles Horman que estando con amigos chilenos el día del golpe de estado de Pinochet desapareció. Su padre, Jack Lemmon, remueve cielo y tierra hasta que descubre la verdad de su asesinato por los militares fascistas y recupera su cuerpo. Viendo la película se ve el mismo mecanismo que usaron los franquistas en España, y no puedo por menos de recordar una vez más que Blas Infante, al igual que tantos miles de nuestros familiares y ciudadanos, sigue desaparecido para vergüenza de “nuestras instituciones” que no han hecho nada por recuperar su cuerpo y darle la digna sepultura que el “padre de la patria andaluza” debe tener.

También por nuestra dignidad y a diferencia de otras solicitudes que no tienen ni pies ni cabeza la iniciativa de la “Comisión Promotora para el nombramiento de Hijo Adoptivo de Ronda a Blas Infante” tiene sobrados méritos y razones como bien dice nuestro querido y admirado Antonio Garrido:

“La historia, la más cercana y la más alejada en el tiempo, no sería nada sin la ayuda de la memoria. A ella acudimos para que hechos de ese pasado, los que de un modo u otro transformaron nuestra forma de pensar, nuestra cultura y nuestra sociedad, no queden, después de los momentos de euforia, arrinconados en lastimoso olvido. Viene a cuenta lo expresado, porque a menos de un año de los cien transcurridos, se daría uno de esos hechos trascendentales, que más que cambiar nuestra forma de ver las cosas, nos hicieron dirigir la mirada con otro anhelo, con otra ilusión, al suelo en el que vivíamos, que no era otro que en el que había nacido nuestros padres y generaciones y generaciones de los nuestros, con sangre que acumulaba la generosa y particular herencia de muchas razas.

Esa fecha a la que nos referimos, que ya casi tocamos con los dedos, es la de esos días de enero de 1918, en que los salones luminosos del Casino de nuestra ciudad acogieron a los asistentes a la celebrada Asamblea Regionalista de Ronda. No es nuestra intención repetir, una vez más. lo que de sobra es conocido: lo que significó aquel encuentro, para el reconocimiento de una identidad milenaria y la toma de conciencia de lo que Andalucía había representado en todas las épocas. Una corriente de saberes y bondades, que fluía oculta, pero no perdida, y que de sobra estaba presente no solo en urbanismo y monumentos, sino más que nada en la misma gente. Imprescindible era sacar las fuerzas necesarias para luchar contra tantos agravios recibidos, y mostrar, empezando por nosotros mismos, ese alma, que nos hacía tan distintos y de la que no cabía más que estar orgullosos.

Y aunque no es desde luego, esta Asamblea, un hecho que se haya olvidado, ni menos, desde luego, en Ronda, con la presencia de lápidas, su nombre en uno de nuestros más bellos paseos rodeando el inefable paraje del Tajo, y su figura en bronce muy cercana a donde tuvo lugar la nombrada Asamblea, sí que creo que a la memoria rescatadora hay que recurrir para tratar de subsana  algo importante, algo que se nos ha quedado atrás en el recuerdo y en los honores debidos a la figura de Blas Infante.

Aparte de andaluz, casi serrano fue el de Casares, nacido en tierra donde las montañas que nos rodean se abocan a mirar las aguas del mar. Pero, en cualquier caso, aparte de esa tácita pertenencia a un suelo doblemente común, era de agradecerle  que con tantas y tan destacadas ciudades como siembran el suelo andaluz, escogiera la nuestra para una Asamblea que ya, de antemano, sabía que iba a romper moldes; que, en una palabra, entraría de lleno en la historia de nuestra región y, por ende, en la de la nación. Sin duda, Blas Infante, vio lo que nunca nadie había visto hasta ahora: la seducción de una ciudad, desconocida para la mayoría, incluso para los andaluces, que era el paradigma de la región y del regionalismo que él defendía, con su añeja ocupación de razas, sus restos de un pasado de gloria, su paisaje y, en suma, su esencia de ciudad diferente.

Lo que queremos, lo que vamos a pedir a nuestro Ayuntamiento, que, para devolverle algo, de alguna manera, a lo que nos dio, incluso de cara al turismo, honremos más su memoria y la nuestra, de paso, concediéndole el nombramiento de Hijo Adoptivo de Ronda, que méritos y razones sobradas hay.” 

Francisco Pimentel 
Facebook: Memoria Histórica de Ronda 

Desde aquí apoyamos la iniciativa de la Comisión Promotora para el Nombramiento de Hijo Adoptivo de Ronda a Blas Infante" por ser una más de las víctimas que hizo desaparecer el terror del fascismo nazi-franquista como nuestros familiares y demás ciudadanos de la Serranía de Ronda. Desde la Comisión nos piden la difusión de esta hoja de adhesión que puede ser rellena y enviada por cualquier ciudadano desde cualquier lugar a: blasinfanteronda@gmail.com