dilluns, 25 de desembre del 2017

Varias informaciones en los medios de comunicación relacionadas con el 80º Aniversario de los fusilamientos en Cáceres del 25-XII-1937 a 21-I-1938.



Estimados amigos:
Apuntamos varias informaciones en los medios de comunicación relacionadas con el 80º Aniversario de los fusilamientos en Cáceres del 25-XII-1937 a 21-I-1938:

1ª). La iniciativa de AMECECA de recordar a las víctimas del franquismo de la navidad de 1937 es recogida en la prensa nacional (artículo de eldiario.es de 24-XII-2017)


El martes 19 de diciembre AMECECA organizó un exitoso acto en la Biblioteca Pública de Cáceres en memoria de las víctimas del franquismo de la navidad de 1937. Nuestro objetivo era honrar la memoria de las 196 personas asesinadas entre el 25 de diciembre de 1937 y el 21 de enero de 1938 y difundir en lo posible la existencia una tragedia que los propios cacereños apenas conocen. Casi cuarenta años de dictadura y una democracia que dejo a las víctimas en el olvido durante décadas habían conseguido que aquel funesto acontecimiento hubiera quedado arrinconado y casi enterrado. En los últimos años, el esfuerzo de algunos historiadores y de nuestra organización ha logrado que uno de los episodios más nefandos de la historia de nuestra ciudad empiece a ser reconocido y asumido por la comunidad. Un ejemplo de ello ha sido la aparición en el periódico digital eldiario.es del artículo de Carlos HERNÁNDEZ: 80 AÑOS DE LA MASACRE FRANQUISTA DE NAVIDAD, que aborda con gran rigor aquella aciaga navidad de 1937. Nos congratulamos por ello y os animamos a leerlo. Hoy en todo el Estado español hay personas que están descubriendo la tragedia que Cáceres vivió hace ya 80 años. 


Os dejamos el enlace:

2ª). Artículo de  J.R. ALONSO DE LA TORRE: LA NAVIDAD FUSILADA, publicado el pasado 22-XII-2017 en el Diario HOY:

La Navidad fusilada


Imagen del debate sobre las Navidades del 37. :: Lorenzo Cordero/
Imagen del debate sobre las Navidades del 37. :: Lorenzo Cordero 

Cáceres recordó con emoción a los 196 ejecutados hace 80 años


J. R. Alonso de la Torre

J. R. ALONSO DE LA TORRE
No se trata de revancha, se trata de amor, de rigor y de consuelo. Estas Navidades hace 80 años que comenzó la tragedia moderna más dolorosa en la historia de Cáceres. Entre el 25 de diciembre de 1937 y el 21 de enero de 1938 fueron fusilados 196 españoles por piquetes militares de ejecución.
En estos días, gusta escribir sobre la recogida de la aceituna, sobre el mimoso gato de la nuera, en torno al menú de Nochebuena y a los chistes de los cuñados. Pero hay muchos extremeños que en estas fiestas recordarán que hace 80 años murieron sus abuelos, sus tíos, sus vecinos. Y ni los fusilados entendían por qué iban al paredón ni sus descendientes comprenden aún la causa de aquella escabechina en una ciudad donde no habían sucedido graves episodios de violencia ni estaban las posturas políticas particularmente enconadas.
Durante años, he escrito sobre Cáceres llamándola La Ciudad Feliz, un marbete ocurrente que resume las esencias de esta capital de provincia tranquila y razonablemente satisfecha de sí misma. Yo pensaba que ese cliché, ciudad feliz, había sido un invento personal hasta que leí un artículo aparecido en el periódico lisboeta Diario de Noticias en septiembre de 1936. En ella, el corresponsal portugués escribía una crónica desde Cáceres, donde estaba el estado mayor del ejército de África, al mando del general Franco. Tras narrar el ambiente festivo que reinaba en las calles, la alternancia de himnos militares y música de foxtrot que sonaba en los altavoces colocados en la plaza Mayor y los llenos hasta la bandera en cafés como Jámec, Europa, Norba o Viena, resumía así la situación de aquella capital en guerra: 'Cáceres es una ciudad feliz'.
Sin embargo, en esos días y en los meses siguientes, en Cáceres llegará a haber ocho hospitales, en las cárceles se hacinarán 1.870 presos (1.100 en la que se acababa de inaugurar en lo que hoy es el barrio de Pinilla y 770 en la vieja prisión situada en las traseras de la Audiencia) y, sobre todo, durante las Navidades de 1937-38, 68 vecinos de Navas del Madroño, 45 de Cáceres, 10 de Malpartida de Cáceres, 5 de Arroyo de la Luz y otros muchos de diversos pueblos de Extremadura y de otras regiones morirán fusilados.
Para arrojar luz sobre aquellas trágicas Navidades de hace 80 años, la Asociación Memorial en el Cementerio de Cáceres celebró un acto el martes pasado en la Biblioteca Pública de Cáceres. Se proyectaba el documental 'Navidad fusilada', dirigido por José María González Torreño, y después se abriría un debate. Acudí con curiosidad y haciéndome algunas preguntas: ¿interesan estos temas, será un acto crispado y revanchista, provocará tensiones innecesarias el recuerdo de esta tragedia? Casi me interesaba más el ambiente que la propia proyección, un interesante y riguroso documental del año 2010.
Y esto es lo que vi. Primero, el salón de actos estaba lleno hasta la bandera. Conté más de 300 personas ocupando todas las sillas y apoyándose en cada hueco de pared libre. Se vio el documental y se escuchó el debate con emoción y sin la menor crispación, se aplaudió al final sin aspavientos, educadamente, el público era variopinto en edad, profesión e ideas, solo preguntó un asistente y el acto, en fin, tuvo mucho de homenaje íntimo, de recuerdo doloroso y de decisión firme para seguir luchando por recuperar la dignidad de las víctimas.
Más allá de la emoción, hubo aportaciones interesantes a cargo del profesor José Hinojosa Durán, que lleva años investigando los fusilamientos de 1937, en cuya raíz está un supuesto complot liderado por el dirigente comunista y comandante de milicias Máximo Calvo e inventado por el gobernador militar de Cáceres, Ricardo Rada, para reafirmar su autoridad, según han opinado destacados falangistas. Para acabar con el imaginario complot, se fusiló a 196 personas que ni sabían nada de ningún complot ni entendían por qué los llevaban al paredón. Esta Navidad, hace 80 años.

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3ª). Artículo de J.J. GONZÁLEZ<>. Niestos de Antonio Canales recuerdan la figura del alcalde socialista en el 80 aniversario de su fusilamiento, publicado ayer 24-XII-2017 en el Diario HOY:

http://www.hoy.es/caceres/abuelo-transmitio-valores-20171224000229-ntvo.html

«Mi abuelo nos transmitió valores de honradez, humildad y espíritu de trabajo»



«Mi abuelo nos transmitió valores de honradez, humildad y espíritu de trabajo»
L. CORDERO.

Nietos de Antonio Canales recuerdan la figura del alcalde socialista en el 80 aniversario de su fusilamiento

J. J. GONZÁLEZ CÁCERES.
Fue su hijo pequeño, Antonio, de 14 años, quien bajó ese día a la cárcel de la avenida Héroes de Baler con la cesta de comida para su abuelo preso. Era el día 26 de diciembre, el siguiente al de Navidad, del año 1937, pero los guardias del centro penitenciario le dijeron al niño que se podía dar media vuelta porque su padre ya no estaba allí y, además, ya no necesitaba nada. El padre de ese muchacho era Antonio Canales González, exalcalde socialista de Cáceres que había sido fusilado la tarde anterior, el 25 de diciembre, junto al cementerio. Lo recuerda sin poder evitar las lágrimas María José Canales, hija de aquel niño que llevaba la cesta con alimentos al presidio y nieta de aquel hombre que había sido ejecutado. No importa que hayan pasado 80 años. La emoción aflora en la nieta al recordar al abuelo que nunca conoció, pero que siempre ha estado vivo en la memoria familiar, sobre todo al llegar estas fechas navideñas, muy festivas para la mayoría, pero un punto tristes en las casas de los hijos del que fue primer alcalde socialista de Cáceres y, sin duda, el más emblemático de la historia de la ciudad.
Mañana lunes, día 25 de diciembre, se cumple el 80 aniversario de aquella sangrienta Navidad cacereña, una jornada en la que fueron fusiladas 34 personas por los militares franquistas en el campo de tiro del Regimiento Argel, después llamado cuartel Infanta Isabel. Entre ellas estaba Antonio Canales González. Pero la cifra de ejecutados creció en las siguientes jornadas hasta elevarse a 196, personas procedentes de Cáceres y otras localidades. Los fusilamientos se llevaron a cabo entre la Navidad de 1937 y el 21 de enero de 1938. Fueron 28 días trágicos de muerte y represión.


La nieta pequeña, María José Canales, con su madre, Leandra Corrales, nuera de Antonio Canales, junto al bloque de piedra en forma de libro que recuerda al alcalde en la plaza que lleva su nombre.
La nieta pequeña, María José Canales, con su madre, Leandra Corrales, nuera de Antonio Canales, junto al bloque de piedra en forma de libro que recuerda al alcalde en la plaza que lleva su nombre. / L. CORDERO

Tres días después del golpe contra la República el 18 de julio de 1936, Canales es destituido como alcalde, cargo al que había accedido en febrero de ese año, tras un primer período al frente del Consistorio entre 1931 y 1934. Fue detenido y estuvo en prisión durante un año y medio, hasta su ejecución, con 52 años. También fue diputado en las Cortes. Ingresó en el PSOE en 1920 y pertenecía al sector moderado del partido. Nació en 1885. De formación autodidacta, fue tipógrafo. Se casó en 1910 con Cristina Mateos y tuvo cinco hijos, de los que vivieron cuatro: Josefa, Ana María, Ángel y Antonio.
Fue ejecutado en el Cuartel Infanta Isabel el día de Navidad y su familia no tuvo conocimiento de ello hasta la mañana siguiente
Los nietos tienen un grupo de wasap con la foto de la Torre del Trabajo, símbolo de la plaza que lleva el nombre del abuelo
En la orden militar del fusilamiento de Canales y otras 33 personas, fechada el 25 de diciembre de 1937, se dice textualmente: «los reos serán ejecutados a las 17,30 horas del día de hoy en el campo de tiro de pistola inmediato al Cuartel en el que se aloja el Regimiento Infantería Argel». Para Canales se cumplía así la sentencia de muerte dictada en agoto, acusado de rebelión contra los golpistas que habían acabado con la República.
Según cuenta Manuel Veiga en su libro 'Fusilamiento en Navidad», en la Nochebuena, Canales compartió la cena en la celda de la cárcel de la avenida Héroes de Baler, entonces conocida como prisión nueva, con su sobrino Benjamín. Las provisiones las había llevado ese día su hija mayor, Josefa. El día 25, Navidad, Canales parte a pie en la columna de condenados desde el presidio hacia el campo de tiro del Regimiento Argel, justo al lado del cementerio. Sobre las 6 de la tarde es ejecutado y enterrado en una fosa común junto al resto, pero en 1957 su cuerpo fue exhumado y traslado a una sepultura individual.

El 26 de diciembre

Su familia no tuvo conocimiento de la muerte hasta el día siguiente, ya 26 de diciembre, precisamente a través del pequeño Antonio, quien al cabo de los años ha contado en reiteradas ocasiones la traumática experiencia a sus hijos: Cristina, Marcelo, Antonio y María José. Los dos últimos viven en Cáceres. María José Canales es la nieta pequeña. Tiene 53 años y le ha escuchado a su padre relatar lo que vivió aquel día: «Mi padre nos contaba que había ido a llevarle la comida y la cena porque en aquella época para que los presos comieran medianamente bien tenían que llevarle la comida los familiares. Y los vigilantes de la prisión le dijeron que a su padre ya no le hacía falta nada y que ya no estaba allí. Entonces mi padre se volvió para casa, dejó la cesta en casa de una vecina y le dijo a su madre: 'me han dicho que papa no está'. Y ya se imaginaron lo que había pasado».
Con este recuerdo impreso en la memoria no es extraño que el padre de María José viviera estos días navideños atenazado por la tristeza: «Mi padre en las navidades se ponía muy triste porque para él era época de malos recuerdos. Se iba siempre muy pronto a acostar y no quería fiesta de ningún tipo. Se le notaba porque se ponía sobre la mesa con la cabeza baja y todos sabíamos lo que le pasaba». El padre de María José murió en 2005 con 81 años. Fue mecánico y se jubiló como operario del servicio municipal de aguas. Todavía vive su viuda, Leandra Corrales, de 91 años, nuera del alcalde Canales, al que recuerda como hombre «cariñoso y justo para todos».


Ángel Canales, nieto de Antonio.
Ángel Canales, nieto de Antonio. / HOY

¿Qué valores ha transmitido a sus descendientes el emblemático alcalde Canales? María José se refiere a lo que le contaba su padre. «Él siempre nos ha hablado de lo buena persona que era nuestro abuelo y de lo que había hecho por Cáceres. Los valores que mi padre había recibido nos los transmitió a nosotros, a los cuatro hermanos. Son los valores de humildad, honradez y espíritu de trabajo». No obstante, aclara que durante la dictadura franquista imperaba la discreción en casa: «Toda mi vida he escuchado hablar de mi abuelo, pero de paredes para adentro. Mi padre nos decía que no habláramos de que éramos nietos de Antonio Canales por posibles represalias».

¿Rencor?

¿ Hay motivos para el rencor todavía? Afirma que las heridas «no se cerrarán nunca porque fue una muerte injusta e innecesaria totalmente. Pidieron el indulto por muchas partes. Desde mi abuela, que lo pidió de su puño y letra a Franco hasta un montón de personas importantes en ese momento en Cáceres, como León Leal, que estuvo hasta las cuatro de mañana intentando que se produjera ese indulto que no llegaba. Al final nunca llegó y se produjo el fusilamiento totalmente injusto porque él realmente no había hecho nada. Es fusilarte sólo por tener una ideología de izquierdas. Él creyó en el indulto hasta el último momento».
En las cartas que muestra María José a HOY, escritas por su abuelo desde la cárcel aparecen pinceladas de la personalidad y de los principios del alcalde Canales. En una carta fechada el 17 de diciembre de 1936 se dirige a su hijo Antonio en el día de su 13 cumpleaños: «Queridísimo hijito, hoy que se cumplen años de tu llegad a la vida, tu padre, desde su prisión, te abraza y de desea toda clase de dichas en el porvenir. Que el Dios de los buenos te proteja y que tu vida sea pensando para ti, para tu amante madre y hermanos y para la Humanidad». Canales piensa en la familia, pero, como buen socialista, también en toda la Humanidad. En otra carta escribe: «de niño, de hombre, y ya de viejo he conservado limpia y pura la única herencia que me dejó mi padre. Y esa herencia solo consistió en honradez, rectitud y la vida material sustentada por el trabajo propio».
Otro de sus nietos es Ángel Canales, geólogo jubilado de 65 años. Reside en Badajoz y es hijo de Ángel, el hijo de Canales que fue llamado a filas por el bando franquista, con el que luchó en la guerra por obligación, no por afinidad, mientras su padre estaba en prisión y después de fusilado. «Mi padre era totalmente contrario a Franco, pero en aquellos tiempo le tocó ser soldado de reemplazo en la mili, en Zaragoza, en el bando franquista», afirma y recuerda las navidades cuando él era pequeño: «Los recuerdos imperaban en Navidad, que no era tan alegre como en otras casas. En Nochebuena se veía que mi padre no estaba contento y se pasaba el día disimulándolo. Se notaba la tristeza, pero no era tema de conversación».


Imagen de Canales colocada en el Consistorio.
Imagen de Canales colocada en el Consistorio. / HOY

Como su prima María José, señala que los valores transmitidos son «la honradez y el ser una buena persona. Por lo menos era una persona honrada y decente». De hecho, según explica, «mi abuelo estaba convencido de que no había hecho nada malo». En su opinión, aunque en Cáceres está bien considerada la figura de su abuelo, «podría haberse hecho algo más». ¿Sigue el rencor? A ello contesta: «Olvidar, no; recordar sí, y no hay necesidad de perdonar porque tampoco hemos recibido una petición de perdón». En su opinión, fue «algo completamente ilegal, arbitrario y doloroso para la familia».

Nueve nietos

En total, son nueve los nietos de Canales que viven: Antonio, Milagrosa y Ángel, hijos Ángel; Herminia y María Cristina, hijas de Josefa, y Cristina, Marcelo, Antonio y María José, hijas de Antonio. Son los descendientes vivos de un alcalde para la historia, cuya memoria sigue prendida en su familia, incluso bajo las formas de los nuevos tiempos: sus nietos mantienen un grupo de wasap que tiene como foto la Torre del Trabajo o Torre del Reloj de la plaza y barrio que llevan el nombre del abuelo: Antonio Canales, sobre todo un hombre bueno y un buen alcalde. Los historiadores coinciden en que fue querido por todos, en la izquierda y en la derecha. Era un hombre conciliador y cabe señalar que religioso, aunque era socialista.
Fernando Ayala, historiador y diputado regional del PSOE, señala que Canales «se ganó multitud de halagos y el respeto de todos sus oponentes políticos, que llegaron a aplaudir su gestión. Fue uno de los pioneros en la lucha política obrera en Cáceres». Resalta que era «un hombre sencillo y atento, enemigo de la violencia por dogmatismo y su obra se caracterizó por la prudencia y sus intentos por equilibrar tensiones». Otro historiador, José Hinojosa, también resalta que fue «un hombre muy querido en la ciudad». De él destaca su política de empleo y de protección social.
La Torre del Trabajo fue una de las obras de la etapa del alcalde socialista, al igual que otras dotaciones hechas o impulsadas bajo su mandato municipal o como diputado: escuelas públicas, Escuela de Magisterio y hasta la nueva prisión en la que él mismo fue encarcelado, así como vías del ensanche de la ciudad, entre ellas la después llamada avenida Virgen de la Montaña.
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1ª). Noticia emitida ayer, 25-XII-2017 en Extremadura Noticias 2 de Canal Extremadura Televisión. Aparece del minuto 10:35 al 12:24 .

Indicamos enlace:

http://www.canalextremadura.es/alacarta/tv/videos/extremadura-noticias-2-251217


2ª). Se adjunta artículo de  Pilar BACAS: A LA MEMORIA DE ANTONIO CANALES, publicado el pasado 24-XII-2017 en el Diario HOY.


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Un cordial saludo, la Junta Directiva de AMECECA.
NOTA: Recuerda que toda esta información y otra, se sube a nuestra web:  www.amececa.es