dilluns, 4 de juny del 2018

CAMPO DE TRABAJO DE ALBATERA.

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CAMPO DE TRABAJO DE ALBATERA.

El 24 de octubre de 1937 se inauguró el campo de Albatera. Aquel domingo se desplazaron a la localidad, el gobernador civil y el presidente de la Audiencia Provincial; el inspector de Prisiones, Simón García Martín del Val; el director del reformatorio de adultos de Alicante, señor Crespo; y varias personalidades más, quienes con las autoridades de Albatera y Crevillente, dieron la bienvenida al ministro de Justicia, Manuel Irujo, y al director general de Prisiones, Vicente Sol. Posteriormente, los técnicos especialmente con un ingeniero agrónomo- explicaron a los asistentes «lo que era en la actualidad y lo que había de ser en un futuro próximo aquel campo de trabajo: 40.000 hectáreas de saladares se convertirían en terrenos laborables. Magno proyecto que ya en el siglo XVII, inició el Cardenal Belluga».
Días antes, la prensa anunció el acto. Por ejemplo, «El Luchador», el veintiuno de octubre, dice que «iniciada en el siglo XVII esta gran obra de colonización por el Cardenal de Belluga (Luis Antonio de Belluga y Moncada, 1662-1743), quedó paralizada, sin que en los actuales tiempos pudiera continuarse, en razón de su coste». También nos ofrece un dato de considerable interés: «Está calculada para albergar tres mil reclusos». Con anterioridad, en el mitin organizado por las Juventudes de Izquierda Republicana y celebrado en el Cine Monumental, el 17 de octubre, el diputado y director general de Prisiones, Vicente Sol, manifestó: «Por decreto de 26 de diciembre de 1936, se crearon los campos de trabajo que significan una noble innovación en el régimen penitenciario español haciendo que el recluso se gane con su esfuerzo lo que cuesta sostener al Estado y se reivindique por el único sistema que puede tener un hombre para hacerlo, es decir, por medio del trabajo». Y agregó: «Dentro de diez o quince días, habrá allí dos o tres mil hombres trabajando».
El decreto invocado se publicó en «La Gaceta de la República. Diario Oficial» número 362, y en él se especifica que tales campos se crean para los condenados por los Tribunales Especiales Populares y por los Juzgados de Urgencia que entienden en los delitos de rebelión, sedición y desafección al régimen». Está dado en Barcelona, en la fecha indicada, y firmado por Manuel Azaña y el presidente del Consejo de Ministros, Francisco Largo Caballero.
En el Campo estuvieron presos el abogado de Alicante, natural de Castalla, Antonio García Leal; el procurador de los Tribunales eldense, Francisco Hellín Almodóvar; Algimiro Torrecillas Cimadevilla, que luego ocuparía importantes cargos; el historiador y abogado ilicitano Alejandro Ramos Folqués; el sacerdote oriolano, don Saturnino Ortuño Pomares, que con ocasión de la Nochebuena de 1.938, encontrándose en el Campo, escribió un poema a su amigo de Albatera, Pascual Cánovas Berná.
Con el tiempo y la victoria franquista, allí irían a parar miles de republicanos. La «Hoja Oficial de Alicante», de 28 de abril de 1939, informa que «se habían internado en él a seis mil ochocientos rojos», aunque se barajan cifras bastante más altas.